12.2. El sexenio democrático (1868-1874): intentos democratizadores. La revolución

EL INTENTO DE REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA: SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874)


Se conoce como Sexenio
Revolucionario o Democrático el período de la historia de España comprendido entre 1868 y 1874, es decir, desde la revolución que pone fin al reinado de Isabel II hasta la restauración de la monarquía con su hijo Alfonso XII. En estos años España vive su primera experiencia verdaderamente democrática.

LA REVOLUCIÓN DE 1868 – CAUSAS



Entre las causas que llevaron a la revolución podemos encontrar económicas y políticas:
Económicas: –

Crisis financiera:

las inversiones ferroviarias no fueron rentables. Por los que el valor de sus acciones bajó en bolsa. Esto arrastro la deuda pública y de otras entidades financieras que también cayeron. –

Crisis industrial:

Provocado por el encarecimiento del algodón por la Guerra de sucesión americana, esto provocó el cierre de muchas pequeñas empresas y el aumento del paro, disminuyendo el nivel de vida de las clases trabajadoras. –

Crisis de subsistencia:

Provocadas por malas cosechas, que provoco la escasez del trigo y un aumento del precio de los alimentos básicos.
Política: Gran parte de la sociedad se pues en contra de la política llevada a cabo por los gobiernos moderados, los grandes comerciantes, los industriales, los obreros y campesinos, por lo que socialmente la reina contó con muy poco apoyo.

El Partido Moderno no hizo caso y su política fue fundamentalmente represiva. Por otro lado la oposición no veía posibilidad de llegar al poder ante el apoyo real a los moderados, pro los que se unieron en el Pacto de Ostente, en el que progresistas demócratas y unionistas se unen para derivar al gobierno y la monarquía.

LA REVOLUCIÓN


La Gloriosa fue inicialmente un pronunciamiento militar encabezado por varios militares entre los que destacan Serrano y Prim, que luego obtuvo un gran apoyo popular cuando los partidos formaron juntas locales y provinciales, entregaron armas a la población y organizaron a los llamados Voluntarios de la Libertad. Comenzó con la sublevación del almirante Topete con su escuadra en Cádiz en Septiembre de 1868 y
acabó el mismo mes en Alcolea con la victoria de las fuerzas de Serrano y el exilio de Isabel II a Francia. Triunfó por los diversos apoyos: grupos políticos de la conspiración, sectores financieros e industriales que pensaban que el gobierno no podía solucionar la crisis e incluso miembros de la oligarquía terrateniente (aceptaban que un cambio era inevitable para garantizar el orden social) y militares (recuerdo de la matanza del cuartel de San Gil) y el pueblo (paro y miseria y las promesas de los golpistas (sufragio universal, abolición de ciertos impuestos y de las quintas).
El poder político fue asumido por la Junta Revolucionaria de Madrid que lo entregó a Serrano. Inmediatamente, este gobierno provisional convocó elecciones mediante sufragio universal masculino, celebradas con libertad de opinión y prensa.
La decisión principal fue en torno a la forma de estado, apoyando la mayoría a los partidarios de la monarquía. Entre las tendencias tenemos:

Tendencia monárquica

Partidos Progresista, Demócrata y Uníón Liberal. 

Tendencia Republicana

Es la opción más a la izquierda del liberalismo burgués.
Las Cortes elaboraron otra Constitución, la democrática de 1869:
1. Monarquía parlamentaria con división de poderes: legislativo (correspondía a las cámaras), ejecutivo (rey con poderes limitados por los ministros) y el judicial (jueces). 
2. Amplia declaración de derechos y garantías para su cumplimiento (libertad, derecho a voto, libertad de enseñanza, expresión, reuníón y asociación, …).
3. Reconocimiento de la Soberanía nacional con un sistema electoral de sufragio universal. 
4. Se opta en el legislativo por la fórmula bicameral: Senado y Congreso, ambos con igualdad de facultades y elegidos por sufragio universal.
5. Respecto a la cuestión religiosa, aunque se aprobó la libertad de culto, se siguió con el compromiso de España de mantener el culto y el clero católicos.

GOBIERNO DE PRIM Y BÚSQUEDA DE UN REY (1869-1870)



A falta de un rey, Serrano fue regente y Prim formó gobierno con progresistas y demócratas, que aprobó una amplia legislación: medidas para aprobar la constitución, política librecambista para relanzar la economía y una reforma monetaria que dio exclusividad de emisión al Banco de España y puso en circulación la peseta. Entre los problemas del gobierno:

A) Guerra de Cuba:

la crisis ya se llevaba gestando tiempo atrás ya que el crecimiento económico de la isla hacia que los criollos cada vez soportaran más su desigualdad respecto a los peninsulares y el monopolio comercial. Así, en 1868 una junta revolucionaria dirigida por el coronel Céspedes se sublevó contra el gobierno colonial y acabó en una guerra Que duró 10 años y acabó hipotecando a la Hacienda Pública.

B) Agitación social:

el desengaño político, la crisis económica y la acción obrera y republicana, acabaron en un clima social de agitación con levantamientos de campesinos y hasta una sublevación republicana en 1869. En ese contexto inestable, Prim buscaba un rey que debía ser de prestigio y familia real pero no Borbón y contara con el apoyo de las Cortes y los gobiernos extranjeros. Se pensó en Espartero, veterano político pero su edad y la experiencia de su regencia eran importantes obstáculos. También en el príncipe francés Montpensier y el alemán Leopoldo de Hohenzollern pero fueron rechazados por el emperador de Francia Napoleón III.
Finalmente, la persona elegida Amadeo de Saboyá, hijo del rey Víctor Manuel, unificador de Italia. Este rey aceptó en parte por el apoyo de Prim y la presión de su padre, pero con un apoyo reducido entre las Cortes.

REINADO DE AMADEO DE Saboyá (1870-1873)


Al llegar a España recibíó la noticia del asesinato de Prim y esa ausencia influyó en el fracaso de su reinado ya que era quien manténía unido el gobierno. Problemas: División de los partidos de la coalición entre: Partido Constitucionalistas, formados por la Uníón Liberal y progresistas más conservadores, consideraban que la revolución había ido muy lejos. Partido radical Con los progresistas de izquierda y los demócratas, buscaban u desarrollo más democrático con la colaboración de los republicanos El enfrentamiento entre ambos sectores debilito la monarquía. . Además, hay que unirle los escándalos, mociones de censura y manipulación electoral. Obtuvo muchos rechazos: clases dirigentes (que le identificaban con la democracia, el desorden social y la dinastía que manténía prisionero al Papa)le aislaron mientras aumentaban los apoyos al príncipe Alfonso, al que defendía Cánovas del Castillo, los industriales y financieros (que estaban asustados por el crecimiento del movimiento obrero y no creían que el Rey mantuviera la estabilidad) y los carlistas (estallando la tercera guerra carlista)
Republicanos y las clases populares. En Cuba la insurrección se ampliaba. Por todo esto, Amadeo, aprovechando una grave crisis entre el jefe del Gobierno y el cuerpo de artillería a cuyo lado se puso el rey, abdicó el 11 de Febrero de 1873 y esa noche la cámara proclamó la República.

LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874)



Durante el año que duró la República se sucedieron cuatro presidentes, lo que da muestras de su inestabilidad política. El Congreso eligió a Estalinao Figueras, republicano moderado, como jefe del poder ejecutivo. Problemas: falta de apoyos En exterior sólo Estados Unidos, Francia y Suiza apoyaron al nuevo régimen. En el interior los problemas son: rechazo de los conservadores (la veían como un  régimen revolucionario), carlistas (aumentaron la guerra), alfonsinos (cada vez tenían más apoyos entre clases medias y altas) y progresistas radicales. La guerra de independencia de Cuba y la hostilidad del ejército, claramente monárquico.

Divisiones entre los republicanos


Federalistas (partidarios del Estado Federal) y unionistas (de un estado centralista).  La burguésía intelectual pensaba que la República debía traer la democracia, derechos individuales y desarrollo económico y los campesinos y trabajadores que debía hacer las reformas sociales (reparto tierra, reducción jornada laboral, mejores salarios,…)
Todo ello ocasionaba graves conflictos sociales mientras que el encargado de la tarea de restablecer el orden era el ministro de la Gobernación Francisco Pi y Margall, curiosamente el defensor del federalismo pactista que las juntas revolucionarias que estaban surgiendo llevaban a la práctica. Consiguió volver al orden si bien mantuvo el cuerpo armado de voluntarios de la República que se opónía a los cuerpos de seguridad y a los Voluntarios de la Libertad, milicia fundada en reinado de Amadeo I.
Al poco de arrancar el nuevo gobierno, las diferencias entre los ministros radicales y los republicanos provocó la dimisión de Estalinao Figueras el 24 de Febrero de 1873 e inmediatamente el líder de los radicales Cristino Martos intentó un Golpe de Estado que desalojara a los republicanos federales del gobierno. Golpe que fracasó por la intervención de Pi i Margall.  Así se formó el segundo gobierno de Figueras sin los ministros radicales y se decidíó disolver la Asamblea Nacional donde los radicales eran mayoría, pero en Marzo, justo cuando se decidía esta disolución, Martos intentó un segundo Golpe de Estado, contando para él con el apoyo del general Serrano, líder monárquico que presidía el partido constitucional. Este golpe igual que el acaecido en Abril de mucha mayor relevancia y fuerza, fracasaron pero fueron minando al gobierno. A la par, en Barcelona la Diputación, dominada por los republicanos federales intransigentes volvía a proclamar el Estado catalán, aunque Pi i Margall de nuevo contuvo el intento.

En este clima se produjeron las elecciones a Cortes Constituyentes los días 10, 11, 12 y 13 Mayo, obteniendo los republicanos federales 343 escaños y el resto de fuerzas políticas y observándose una enorme abstención por parte de las fuerzas de oposición política (radicales, constitucionales, carlistas, monárquicos alfonsinos de Cánovas del Castillo, republicanos unitarios, e incluso las incipientes organizaciones obreras adscritas a la Internacional). Esto dejaba a la opción republicana en muy mala situación.

LA CONSTITUCIÓN REPUBLICNA


Los republicanos federales también estaban divididos entre los que querían organizar la descentralización desde las Cortes y los que querían un proceso desde abajo (estableciendo primero los Estados y en las Cortes constituir la federación). Tras ser constituidas las Cortes Constituyentes se proclamó la República federal el 7 de Junio y el presidente del Poder Ejecutivo, Estanislao Figueras, huyó a Francia el día 10
Tras la dimisión de Figueras, lo sustituye Francisco Pi i Margall. En su presidencia tiene que hacer frente al recrudecimiento de la guerra carlista, herencia del pasado y a la insurrección cantonalista, alentada por los sectores más radicales del republicanismo y que consistíó en un intenso rebrote de los particularismos. Locales y regionales, que protestaban contra el excesivo centralismo de la República, los
excesos de uniformidad y un supuesto autoritarismo del gobierno central.
En esta etapa se hace la Constitución de 1873 establecía una república confederal de 17 estados y varios territorios de ultramar, cada uno con municipios también con constitución local propia y división de poderes (legislativo-ayuntamiento, ejecutivo- alcaldía y judicial-tribunales). A nivel estatal el legislativo es de dos cámaras elegidas y el judicial un Tribunal Supremo. La Constitución establece además el poder de relación entre los poderes y los Estados confederados y una amplia declaración de derechos donde al afirmarse el Estado laico, se enfrentó a la Iglesia. La Constitución no llegó a aplicarse porque a principios de Julio comenzó la insurrección federalista en la provincia de Murcia con el objetivo de constituirla en un cantón federal.

LA INSURRECCIÓN CANTONAL Y EL FIN DE LA REPÚBLICA

Cantonalismo


A raíz de una ley de medidas extraordinarias aprobada por Pi i Margall para frenar la insurrección carlista pero que afectó a toda España, los diputados partidarios del federalismo desde la base abandonaron el gobierno y formaron en Madrid un Comité de Salud Pública, bajo la presidencia de Roque Barcia, para vigilar los intereses de la nacíón y llevar a cabo la insurrección cantonal, eligiéndose para iniciarla Cartagena ya que poseía no sólo buenas defensas naturales por su puerto defendido por fuertes sino que poseía la escuadra.

Seguidamente, se constituyó la Comisión de Guerra, presidida por el general Juan Contreras que se comprometíó a sublevar, además de Cartagena, Valencia, Barcelona, Sevilla y Murcia.
La insurrección comenzó en Cartagena el 12 de Julio, cuando el regimiento de África que iba a proceder al relevo de la guarnición del fuerte de Galeras, compuesta por voluntarios, éstos se negaron y se constituyó una Junta Revolucionaria de Salvación Pública: Así el epicentro del movimiento cantonal estuvo en la ciudad de Cartagena y fue el cantón de más larga duración resistiendo al asedio de las fuerzas del gobierno central hasta el 12 de Enero de 1874. Pero la insurrección se extendíó por toda la provincia de Murcia y posteriormente, por Levante, Andalucía y Castilla. Mientras, los carlistas, aprovecharon para avanzar desde sus posiciones del norte hacia el centro, provocando que Pi i Margall, incapaz de frenar el casos dimitiera. El nuevo presidente, Salmerón, dio un giro a la derecha dando plenos poderes al ejército (que dirigido por generales como Martínez Campos o Pavía fueron sofocando la rebelión), pero ante la situación de tener que aceptar 2 sentencias de muerte, dimitíó. Castelar le sustituyó bajo el lema “orden, autoridad y gobierno”. Con él, se acentúa el giro autoritario.


Entre sus medidas: obtuvo poderes extraordinarios de las Cortes, restablecíó las quintas, suspendíó varios derechos constitucionales y ordenó un alistamiento masivo y dio más protagonismo al ejército, disolviendo un grupo de voluntarios de la República que eran como una nueva versión de la Milicia Nacional. Sólo Cartagena resistía el cantón pero cuando Castelar tuvo que rendir cuentas a las Cortes sólo obtuvo críticas que le hicieron caer. Así, a finales del 73, Castelar estaba aislado y sin apoyos, lo que precipitó el Golpe de Estado previsto por lo conservadores y
los generales. El general Pavía hizo entrar las tropas en el Congreso, declaró disueltas las Cortes y forzó la dimisión de Castelar. Anunció un gobierno militar de emergencia, presidido por Serrano. Fue el fin de la Primera República. Esta última etapa de transición se llamó la República Unitaria. A lo largo del mandato de Serrano fue tomando fuerza la opción de entregar el trono de nuevo a los Borbones en al persona del hijo de Isabel II, futuro Alfonso XII. El principal dirigente de esta tendencia fue Cánovas del Castillo pero fue la intervención de un general la que precipitó los acontecimientos, así, el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto en Diciembre de 1874 y proclamó reye de España a Alfonso XII.
Comenzaba así la Restauración.

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