Desarrollo de la guerra civil

2. EL DESARROLLO DE LA GUERRA La Guerra Civil Española se divide en tres fases: – La guerra de columnas (julio a noviembre de 1936). – Las grandes operaciones militares (diciembre de 1936 a enero de 1939). – El final de la guerra (primeros meses de 1939).

 2.1. La guerra de columnas El objetivo de los nacionales es Madrid. El Ejército nacional recibe la cooperación de las milicias de los partidos y opera al modo colonial, es decir, con pequeñas columnas que avanzan a pie o en camiones. Los nacionales avanzan hacia
Madrid desde el norte y desde el sur. Desde el norte, las tropas de Mola son rechazadas en la sierra madrileña; desde el sur, el Ejército de Marruecos llega a la Península en barcos y también en aviones italianos y alemanes. Los nacionales avanzan haciaMadrid por Extremadura, como bien se observa en el mapa
II, pues el camino más corto, que era por Despeñaperros (en Sierra Morena), era fácil de defender por su carácter montañoso; una vez tomada Extremadura, se desvían hacia Toledo. Este desvío se explica porque, con la sublevación militar del 18 de julio de 1936, un sector del ejército se sublevó en Toledo al mando del coronel Moscardó. No pudiendo ocupar la ciudad, los sublevados se refugiaron en el Alcázar (entonces Academia de Infantería, Caballería e Intendencia), junto con efectivos de la Guardia Civil, civiles y sus familias. Durante tres meses hicieron frente al asedio de los republicanos, hasta que el 27 de septiembre fueron liberados por el Ejército de Marruecos, ya que Franco, en su avance hacia Madrid, decidió desviarse, por motivos propagandísticos, hacia Toledo para liberar a estos defensores del Alcázar. Este retraso daría tiempo a las autoridades republicanas para reforzar las defensas de Madrid, que no pudo ser tomado por las tropas nacionales. 
2.2. Las grandes operaciones militares El fracaso de la toma de Madrid provoca los siguientes acontecimientos: las batallas del Jarama y Guadalajara, el alargamiento de la guerra, la dirección de las tropas nacionales es encomendada a Franco, los dos bandos buscan la ayuda internacional y la guerra adquiere un carácter moderno con el uso de abundante artillería, carros de combate y aviones.

La campaña del norte

Franco proyecta la conquista del norte peninsular. Sus objetivos son la ocupación de Asturias, Cantabria y el País Vasco, y el control de sus recursos mineros y su industria siderúrgica y militar. Esta ofensiva triunfa por la superioridad de los nacionales en hombres y medios, y por la desunión republica. Así, en el mapa II se observa que los nacionales han ocupado toda la cornisa cantábrica. Dentro de la campaña del norte destaca el acontecimiento del bombardeo de Guernica, que fue un ataque realizado el 26 de abril de 1937 por la Legión Cóndor alemana y la Aviación legionaria italiana. El bombardeo fue instrumentalizado por ambos bandos y mitificado con fines propagandísticos. Así, los nacionales achacaron la destrucción de la ciudad a los republicanos; estos hablaron de un ataque a la población civil, y el famoso cuadro de Picasso, el “Guernica”, se convertiría en un icono del antibelicismo y de los horrores de la guerra. Se adujo que el bombardeo no pretendía destruir la ciudad, sino un puente al lado de la población por el que se retiraban las tropas republicanas ante el avance de los nacionales. No obstante, muchas bombas alcanzaron el centro de la población y los incendios que provocaron causaron la destrucción de buen parte de la villa. Algunos historiadores sostienen que el objetivo del bombardeo fue simplemente aterrorizar a la población civil y desmoralizar al bando republicano.
Otros afirman que el ataque se debió a una discrepancia entre el mando alemán y el español sobre la dirección de las operaciones. Los alemanes defendían un avance más rápido, basado en la capacidad destructiva de la aviación, y estimaron que la destrucción del puente del barrio de Rentería de Guernica dificultaría la retirada de los republicanos. El mando español, por el contrario, era más prudente en el avance por un terreno de orografía difícil y frente a un enemigo que nunca dejaron de respetar. La marcha hacia el Mediterráneo: los nacionales pretenden alcanzar el Mediterráneo desde Aragón, como se observa en el mapa III. Sus objetivos son cortar en dos la zona republicana y aislar Cataluña. La consecuencia es la batalla del Ebro, la mayor batalla de la guerra. Los republicanos cruzan el río y establecen varias cabezas de puente. Los nacionales reaccionan y se inicia una guerra de desgaste, siendo los republicanos finalmente rechazados. Cataluña es posteriormente ocupada, como aparece en el mapa IV.
2.3. El final de la guerra A principios de 1939, la República solo conserva, como se observa también en el mapa IV, Madrid, Castilla-La Mancha y el Levante desde Valencia a Almería. El Gobierno republicano intenta resistir hasta el final, lo que provoca un golpe de Estado para pactar la paz y terminar la guerra. Finalmente, las tropas nacionales entran en Madrid y el 1 de abril de 1939 termina la guerra. 

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