Directorio republica burguesa

Tema 3
Las causas de la revolución francesa
En el siglo XVIII, se había producido una subida de los precios. La burguesía conseguía elevados beneficios económicos, la ordenación estamental y los privilegios de sangre le impedían acceder al poder político, y los burgueses reclamaban cambios políticos.
Frente a la burguesía, una poderosa aristocracia se aferraba al viejo modelo feudal.
Una grave crisis económica, las condiciones de vida del campesinado se vieron agravadas por el aumento de las cargas feudales, trajo consigo el cierre de muchos talleres y acentuó el paro. Las finanzas reales estaban en una situación de déficit crónico debido, a que la aristocracia no pagaba impuestos y el tercer estado cargaba con todos los atributos.
La convocatoria de estados generales
Calonne, ministro de Luis XVI, propuso la contribución de la nobleza al pago de impuestos, la nobleza se opuso alegando que solo los estados generales podían aprobar nuevas cargas fiscales. La rebelión nobiliaria provocó una grave crisis política y obligó al monarca Luis XVI convocar los estados generales, los denominados cuadernos de quejas. Los sectores más ilustrados de la burguesía obtuvieron su primera reivindicación: contar en los estados generales con el mismo número de representantes que la nobleza y el clero juntos.
La asamblea nacional constituyente (1789- 1791)
Tenían que legislar para abolir el antiguo régimen, se procedió a la abolición jurídica del feudalismo. Los estamentos, la servidumbre personal, los diezmos, las rentas y la justicia señoriales fueron suprimidos, se aprobó la declaración de derechos del hombre y del ciudadano, y estableció la soberanía de la nación. Se inició la redacción de una constitución, que fue aprobada en 1791, definía una monarquía constitucional, basada en la división de poderes: el ejecutivo, en manos del rey, el legislativo, desempeñado por la asamblea, y el judicial, por jueces y electos, y se estableció el
sufragio censitario e indirecto. Se impuso una nueva división territorial, se abolieron las aduanas interiores y se estableció la libertad de comercio. Se aumentaron los impuestos, se prohibieron los gremios. Para resolver el déficit financiero, se llevó a cabo una desamortización. También se separó la iglesia del estado y se autorizó el divorcio.La convención nacional: una república democrática (1792 – 1795)
La nueva asamblea, ahora llamada convención nacional, Su primera medida fue la abolición de la monarquía y la proclamación de la república.
La convención girondina
El gobierno estaba en manos de los girondinos, una serie de problemas fueron enfrentando a los girondinos con los montañeses. En medio, numerosos diputados (la llanura) apoyaban a una u otra opción. El primer problema era qué hacer con el rey Luis XVI. Los girondinos eran partidarios de castigarlo por traición pero no querían procesarlo y la presión popular (sansculottes) obligó a juzgarlo y condenarlo: Luis XVI fue guillotinado el 21 de enero de 1793 y María Antonieta después. La ejecución del monarca acentuó las divisiones en la convención y dio impulso a una coalición europea antirrevolucionaria. La situación se agravó con la insurrección campesina, provocada por el hambre y las nuevas levas. En parís, los sans- culottes reclamaban reformas sociales y económicas igualitarias, los jacobinos creyeron que había llegado el momento de dar un golpe.
La convección jacobina: el terror
En los últimos días de mayo y primeros de junio de 1793, los jacobinos arrestaron y ejecutaron a algunos de los principales dirigentes girondinos e inauguraron la etapa de la convención jacobina, la mas radical de la revolución. Aprobaron una nueva constitución que estableció la soberanía popular y el sufragio universal masculino. Establecieron un gobierno revolucionario, que suspendió las garantías constitucionales e inició una política conocida como el terror. El comité de salvación pública, controlado por Robespierre, concentró todos los poderes y tomó , medidas excepcionales. También se implantaron una serie de reformas sociales, se tomaron una serie de medidas para cambiar la sociedad francesa: se estableció la educación primaria con carácter gratuito y obligatorio ( Ley pelettier). Ante las críticas, Robespierre y sus fieles se aislaron y eliminaron a sus adversarios, practicando una sangrienta represión. Todos sus enemigos se unieron y consiguieron detenerlos y ejecutarlos el 10 termidor del año II (28 de julio de 1794).
La república burguesa (1795 – 1799)
Tras la caída de los jacobinos se inició la tercera etapa de la convención. Se aprobó una nueva constitución (1795) que restableció el sufragio censitario, definió un nuevo poder ejecutivo, el directorio, y estableció un legislativo dividido en dos cámaras, el consejo de ancianos y el consejo de los quinientos. El directorio reprimió con dureza las revueltas populares, adquirió relevancia con la conspiración de los iguales, que pretendía establecer una sociedad igualitaria. La conspiración fue abortada y sus dirigentes ejecutados. El mayor éxito de esta etapa fue la política exterior. La guerra contra las coaliciones europeas era favorable a Francia, y su ejército gozaba de gran prestigio. La burguesía empezó a pensar en el ejército como la única posibilidad de mantener el orden social. El 18 brumario un joven general, Napoleón Bonaparte, protagonizo un golpe de estado y accedió al poder, clausurando definitivamente la revolución e iniciando el consulado.
La Francia de Napoleón Bonaparte
Napoleón compartió el poder con otros dos cónsules (triunvirato), pero en 1802 se declaró cónsul único y vitalicio. Napoleón acabó con las protestas populares y reprimió el jacobinismo y las tendencias democráticas. Napoleón fue progresivamente acumulando poder en sus manos hasta que en 1804 hizo coronarse emperador. Napoleón abordó la creación de nuevas instituciones y una serie de reformas, elaboró un código civil, un código de comercio y un código penal. Realizó una centralización administrativa, desarrolló la enseñanza pública y la uniformización lingüística.
El dominio de Europa
La acción exterior fue el otro gran componente de la etapa napoleónica. Emprendió una política de conquistas y consiguió dominar Europa desde el río Elba hasta la península Ibérica. El dominio francés sobre Europa alcanzó su cénit en 1812. A partir de ese momento, el fracaso en Rusia, las dificultades en España y la formación de una gran coalición europea (1813) provocaron el declive de Napoleón, la destitución de Bonaparte y el restablecimiento de los Borbones, en la persona de Luis XVIII.
El sistema de la Restauración: el congreso de Viena
Las grandes potencias se reunieron en el congreso de Viena. El objetivo fundamental era volver a la situación anterior a la Revolución francesa. El retorno al absolutismo se fundamentó en el rechazo de la Revolución y en el legitimismo, que reconocía el derecho de los monarcas hereditarios a recuperar su trono. En Francia, Luis XVIII promulgó una carta otorgada. En el imperio austriaco, en Rusia y en España, la Restauración supuso el pleno restablecimiento del Antiguo Régimen, mientras que en Gran Bretaña se mantuvo el sistema parlamentario.
La reordenación del mapa europeo
En el congreso de Viena se remodelaron las fronteras de Europa. El objetivo era equilibrar las fuerzas de las grandes potencias mediante el reparto de los restos del Imperio napoleónico y de las zonas de influencia en el mundo. Los grandes beneficiarios fueron los imperios ruso y austriaco, y el reino de Prusia. Gran Bretaña mantuvo su hegemonía marítima. Se asentaron los dos principios: la celebración de congresos para arbitrar soluciones ante posibles alteraciones del equilibrio territorial, el derecho de intervención en los países amenazados por una revolución liberal, ejercido por el ejército de la Santa Alianza, formada por Prusia, Rusia y Austria.
Liberalismo
El conjunto de transformaciones ideológicas y políticas que se produjeron en Europa y América, entre el último tercio del siglo XVIII y el final del imperio napoleónico. Tenía su principal referente en la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Los grandes principios de las Revoluciones Burguesas: -El liberalismo establece que la sociedad está formada por individuos y no por estamentos, y defiende el derecho de todos los seres humanos a la libertad individual.-En la política, los liberales son contrarios al poder absoluto y partidarios del sistema parlamentario, la separación de poderes y la soberanía de la nación. LA constitución es la norma fundamental, adquirió un carácter revolucionario durante la primera mitad del siglo XIX, impulsado por la burguesía. Revoluciones de 1820 y 1830
Los liberales pasaron a la clandestinidad y se organizaron en sociedades secretas. Los masones eran el grupo más importante, los carbonarios italianos o los decembristas rusos. Tenían influencia fundamentalmente en las ciudades y confiaban en que el pueblo se incorporaría al levantamiento una vez iniciado. El triunfo en España y, poco después, en Portugal, Nápoles y el Piamonte, abrió un corto período liberal que fue sofocado por las fuerzas absolutistas. En el caso de España, se produjo la intervención directa de la Santa Alianza. Una segunda oleada revolucionaria se produjo entre 1829 y 1839. Esta vez, la intervención popular favoreció la derrota del poder aristocrático en Europa occidental donde se inició en Francia. Su influencia se expandió fuera de las fronteras francesas. A finales de la década de 1830, el absolutismo fue desapareciendo de Europa occidental y se impuso un liberalismo moderado. Se estaba forjando una élite liberal moderada, que monopolizaba la acción política y marginaba a la pequeña y mediana burguesía, los liberales moderados defendían el sufragio censitario.
La experiencia democrática y social: 1848
En 1848, puso fin definitivamente al sistema de la Restauración. En Europa oriental, excepto en Rusia, comportó la abolición del feudalismo, mientras que, en Europa occidental, abrió las puertas a los nuevos ideales democráticos. La revolución se inició en París cuando, en febrero de 1848, el gobierno de Luis Felipe de Orleans restringió las libertades. El movimiento insurreccional culminó con el asalto al Palacio Real, la huida del rey y la proclamación de la República que impulsó un programa de reformas políticas y sociales: sufragio universal masculino, supresión de la esclavitud, abolición de la pena de muerte e intervención del Estado en la vida económica. Se celebraron elecciones cuyo resultado dio lugar a la formación de un nuevo gobierno de republicanos moderados, que procedió a la liquidación de las reformas sociales que se habían iniciado. La respuesta se produjo en forma de una insurrección popular en junio de 1848, que se convirtió en un enfrentamiento entre la burguesía y el proletariado. La rebelión fue aplastada. En diciembre, el acceso de Napoleón III, al poder respondió a estas necesidades y culminó con la proclamación del segundo imperio.
El impacto de la revolución se extendió por Europa: Solo en Rusia permanecieron las estructuras señoriales
La «Primavera de los Pueblos ´´
La revolución de 1848 tuvo un importante contenido nacionalista en los países del imperio austriaco, el resurgimiento nacionalista se desarrollo de forma paralela a la agitación liberal. La revolución alumbró una «Primavera de los Pueblos ´´. La insurrección se inició en Viena y provocó la caída de Metternich, la elección de una Asamblea Constituyente mediante sufragio universal y la abdicación del emperador. Si bien todos estos movimientos fueron derrotados, el imperio austriaco se vio obligado a introducir reformas. Se estableció un sistema liberal moderado, basado en el sufragio censitario.
La unificación de Italia
En 1815, Italia estaba dividida en Estados desiguales. En la década de 1830 se formó un movimiento de afirmación nacional, el Risorgimento, que tuvo una primera expresión política en la estrategia de unificación propugnada por Giuseppe Mazzini. Ésta planteaba la creación de una república democrática. El fracaso de los intentos revolucionarios de 1848-1849 significó la continuidad del dominio de Austria. Solo el Piamonte se consolidó un estado constitucional, bajo la monarquía de los Saboya. Su jefe de gobierno, Cavour, fue el impulsor de una estrategia moderada para la unificación. Seria la consolidación del Piamonte, lo que permitiría la unificación. Cavour consiguió, con la ayuda francesa, derrotar a los austriacos, anexionar la Lombardía. Pero, por otro lado, un republicano mazziniano, Guiseppe Garibaldi, emprendió la conquista del sur. Para no dividir el movimiento nacionalista, Garibaldi renunció a la perspectiva republicana y cedió a Víctor Manuel II las conquistas realizadas, reconociéndole como rey de Italia. La unidad se completo con la anexión del Véneto. El nuevo estado tuvo que enfrentarse a tres grandes problemas: la hostilidad del papado; el contraste de un norte industrializado y un sur agrario y retrasado; y el carácter incompleto de la unidad.
La unificación de Alemania
El congreso de Viena había establecido la confederación germánica, que aglutinaba 39 estados. El primero paso hacia la unificación fue la creación del Zollverein o Unión aduanera, que estableció un mercado de libre circulación comercial, se integró Prusia, pero no Austria, y empezó a evidenciarse que sería Prusia el estado que dirigiría el proceso unificador. Durante la revolución de 1848, los sectores liberales y democráticos consiguieron formar un Parlamento en Frankfurt, con representantes en los distintos Estados elegidos por sufragio universal, que ofreció la Corona de la posible Alemania unificada al rey de Prusia, Federico Guillermo IV. Pero la monarquía prusiana rechazó a oferta e impuso al estrategia del canciller Otto von Bismarck. Prusia dirigiría la unificación a partir de su supremacía económica y militar. Esta estrategia comportó una primera guerra con Dinamarca, otra con Austria y otra contra Francia. La victoria militar culminó con la proclamación del Segundo Reich y de Guillermo I como emperador. La unidad se tradujo en una estructura confederal con el dominio de Prusia, la unificación dejó por resolver dos importantes cuestiones: la dualidad religiosa entre el luterismo del norte y el catolicismo del sur.

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