Golpe de estado de 1876

Evolución política del sexenio:


La caída de Isabel II se debió al monopolio del poder político del partido moderado. Progresistas y demócratas firmaron el pacto de Ostende para derrocar a Isabel II. Esto fue preparado por Prim, que se pronunció contra la reina. Se formó un gobierno provisional presidido por Serrano. Las primeras medidas fueron la disolución de las Juntas Revolucionarias, se establecieron medidas para salir de la crisis, se creó la peseta, supresión de consumos, etc. El objetivo de las Cortes fue elaborar una Constitución abriendo un debate sobre la forma de gobierno. Ganó la opción monárquica y se promulgó la Constitución de 1869, que incorporaba una declaración de derechos y libertades. Las Cortes legislaban y el rey sancionaba y publicaba las leyes. La monarquía ejercía el poder ejecutivo, la Constitución tuvo un fuerte rechazo. Serrano fue elegido regente y Prim asumía la jefatura del gobierno. Tuvo que enfrentarse a: -La insurrección de Cuba: estalló la guerra de los 10 años a favor de la independencia de Cuba. –Las sublevaciones republicanas: estaban a favor de una España federal. –La búsqueda de un rey: Amadeo de Saboya obtuvo el reconocimiento de las Cortes, el día de su nombramiento fallecía Prim. El reinado de Saboya tuvo inestabilidad política. Recibía presiones de derechas (alfonsinos, carlistas, clero, alta burguesía e industriales catalanes) y de izquierdas (republicanos y sociedades obreras). El rey se opuso a una ley que reformaba el arma de artillería. Firmó el decreto y renunció a la corona. El Congreso y el Senado asumían el poder y se proclamaba la República. Nació en un momento difícil (hacienda sin fondos, dos guerras, movilización de obreros y campesinos. Se designó a Estanislao Figueras como jefe de gobierno. Se disolvió la Asamblea y se inauguraron las Cortes, en su primera votación se acordó la República. Había diferencias entre federales y unitarios y entre los mismos federales. Figueras se negó a continuar como presidente y Pi y Margall le sustituyó. El país entró en un proceso revolucionario. Tuvo lugar la revolución cantondista, el movimiento se extendió y Pi y Margall dimitió. El nuevo gobierno de Nicolás Salmerón puso fin a la insurrección cantonal, pero dimitió por problemas de conciencia. Se eligió a Emilio Castelar que siguió restableciendo el orden, el general Pavía da un golpe de estado poniendo fin a la I República y abriendo un periodo de transición que da lugar a la restauración Borbónica. Se establecí una  nueva República establecida por Serrano. Martínez Campos se pronunciaba a favor del príncipe Alfonso. Su golpe fue seguido por el país y Serrano se marchó. Alfonso XII llegaba a España y daba comienzo la Restauración.


Transformaciones económicas del siglo XIX:


España vivió un proceso de modernización. Era un país agrario con una distribución desigual de la tierra. Eran grandes propietarios: la Iglesia, los municipios y la nobleza. Con la revolución liberal esto cambió. Con la desamortización se pudo fin a la propiedad de la Iglesia y los municipios. Se suprimieron los mayorazgos y sus titulares podían vender las tierras o montar la propiedad.  Se abolieron los señoríos a la nobleza, quienes los transformaron en propiedad privada. La desamortización de Mendizábal y Espartero fue un golpe mortal para los bienes de la Iglesia. Con la desamortización de Madoz se puso en venta los bienes del Estado, de la Iglesia y los municipios. La gente adinerada adquirió tierras por lo que empeoró las condiciones de los pequeños campesinos. No se modernizó la agricultura. La mejora de los transportes, el aumento de la población y la política proteccionista incrementaron la producción agrícola. La vid tuvo una etapa de auge que finalizó con la extensión de la filoxera por España y la caída de las exportaciones a Francia. Aumentó el cultivo del olivo y hubo un crecimiento de las superficies dedicadas a frutales y cultivos de regadío. L industria textil algodonera fue la primera en mecanizarse, permitió la r4educción de los costes. En los sesenta se vivió una etapa de dificultades por la Guerra de Sucesión Estadounidense. La pérdida de Cuba y Puerto Rico será un duro golpe para la industria. La producción de hierro se concentró en Andalucía pero al usar carbón vegetal sus costes eran elevados. A partir de los 80 se impone la siderurgia vasca debido a la calidad del hierro y se constituyó la empresa de Altos Hornos en Vizcaya. En España se desarrolló mucho el sector minero. L exportación de minerales representó  una partida principal del comercio exterior. Se constituyó un comercio nacional, se eliminaron las barreras al comercio interior y se facilitó el transporte, a lo que ayudó el ferrocarril con la Ley de Ferrocarriles e 1855.

Entre 1844 y 1855:

Se estableció un ancho de vía superior al europeo ya que se creía que al ser un país montañoso hacían falta locomotoras más grandes, lo que nos aisló. No tuvo éxito y su construcción fue lenta.

Entre 1855 y 1865:

La Ley de Ferrocarriles de 1855 dio un empuje a la construcción de la real. Se construyeron 4300 km. Facilitó la formación de compañías ferroviarias y provocó una gran inversión de capitales. La crisis del 66 frenó el ritmo de construcción. El ferrocarril facilitó el intercambio de personas y mercancías entre las regiones. Tras la crisis hubo un auge. La red nacional duplica s longitud, se incrementa el capital español en compañías ferroviarias y ejerció de arrastre a la industria siderúrgica y metalúrgica.


Funcionamiento del sistema de la Restauración:


Tras el golpe de Pavía. Serrano encabezó el gobierno. El principal problema era el partido Alfonsino de Cánovas del Castillo. Martínez Campos proclamó en Sagunto a Alfonso XII y se constituía el ministerio-regencia presidido por Cánovas. Alfonso XII se casó con Mª Cristina de Habsburgo y tuvo dos hijas. Tras morir este comenzó la regencia de Mª Cristina. Cánovas buscaba asentar la monarquía, elaborar una Constitución válida para partidos diferentes y acabar con el pronunciamiento e intervención militares. Se puso fin a los conflictos bélicos, se puso fin al conflicto carlista lo que facilitó el envío de tropas a Cuba. Se dio amnistía general, libertad a esclavos y medidas como la representación de Cuba en las Cortes, pero no pudo evitarse un nuevo levantamiento. Por el decreto del 31 de Diciembre de 1875 se convocan elecciones a Cortes. Cánovas buscaba la aprobación de la Constitución. El gobierno triunfa y la Constitución de 1876 se aprueba. Cánovas restableció el sufragio restringido y Sagasta recuperó el sufragio universal. La Constitución estableció un Estado confesional y permitió el ejercicio privado de otras religiones. El rey ejer e el poder ejecutivo a través del gobierno. Las Cortes las formaba el Senado y el Congreso de Diputados. La Constitución es moderada, doctrinaria y clásica, para evita que cada partido pusiese la suya propia al llegar al poder. El sistema político de la Restauración se basaba en la existencia del partido conservador y el liberal, que defendían la monarquía, la Constitución del 76, la propiedad privada y el Estado liberal, unitario y centralista. El partido liberal-conservador se organizó alrededor de Cánovas del Castillo. El partido liberal-fusionista tenía como principal dirigente a Sagasta. El poder se alternaba entre estas dos grandes opciones. El control del proceso electoral se ejercía a partir del Ministro de Gobernación, los gobernantes civiles, los alcaldes y los caciques locales, ya que esto era manipulado. Los gobernadores civiles transmitían la lista de candidatos a alcaldes y caciques y se ponía a su servicio para garantizar su elección. Si esto resultaba insuficiente, un conjunto de trampas electorales ayudaba a conseguir este objetivo. Esto es el denominado pucherazo. Los caciques controlaban una determinada circunscripción electoral, conectar el ámbito rural con el Estado e intercambiar votos por favores.


Crisis del 98: Liquidación del imperio colonial:


La falta de un proceso descentralizador y la política proteccionista en la economía cubana favorecieron las revueltas que condujeron a la independencia. El periodo para hacer concesiones a las reivindicaciones cubanas es el gobierno de Sagasta. Se aprobaron la abolición de la esclavitud y la representación cubana en las Cortes. Las tensiones entre la colonia y la metrópoli aumentaron debido a la oposición cubana los aranceles proteccionistas dificultan el comercio con EEUU. McKinley amenazó con cerrar las puertas del mercado estadounidense si no se modificaba la política arancelaria. José Martí fundó el partido revolucionario cubano. Cánovas respondió enviando un ejército a Cuba dirigido por Martínez Campos. Al no tener éxito mandó a Valeriano Weyler que quería aplicar métodos más contundentes para acabar con la insurrección. Tras el asesinato de Cánovas, Sagasta decidió probar la estrategia de consolación y concedió a Cuba y Puerto Rico gobiernos autonómicos. Los independentistas se negaron a aceptar el fin de las hostilidades. Se produjo también una insurrección en Filipinas. Éste fue duramente reprimido. Los insurrectos terminaron negociando el fin de la insurrección. EEUU se decidió a declarar la guerra a España tras el hundimiento de uno de sus buques de guerra. Amenazaban con intervenir si España no les vendía Cuba. La oferta es rechazada pero llegó un ultimátum estadounidense. Los americanos declaran la guerra a España que finalizó con la derrota de la escuadra española. Se firmó la paz de París y Cuba, Puerto Rico y Filipinas quedaron bajo la influencia y el dominio americano. La derrota del 98 provocó un estado de desencanto y frustración. Sus repercusiones fueron menores de lo esperado. No hubo una gran crisi política ni la quiebra del Estado, y el sistema sobrevivió al desastre. Tampoco hubo crisis económica. Esto deja entrever que la crisis del 98 fue una crisis moral e ideológica. Tras el 98 surgieron movimientos que defendían la moralización de la vida política española. Se defendía la necesidad de organizar a los sectores productivos de la vida española al margen del turno dinástico. El desastre dio cohesión a la Generación del 98, que se caracteriza por su profundo pesimismo, su crítica frente al atraso peninsular y plantearon una reflexión sobre el sentido de España y su papel en la Historia. Hubo un regeneracionismo que partió del mismo sistema. Iniciado con la reforma de Francisco Silvela, que sustituyó el gobierno de Sagasta. Introdujo reformas necesarias ante el incremento de la deuda pública y el déficit presupuestario. La regente Mª Cristina decidió dar el poder a los liberales, y al cumplir los 16 años, Alfonso XIII daba comienzo a su reinado.


El manifiesto revolucionario de Cádiz de 1868 es un documento histórico de naturaleza política y en su interior encontramos elementos de las áreas social y legal ya que se trata de un manifiesto. La idea principal del texto es la llamada a los españoles para que se subleven buscando así el derrocamiento de la reina Isabel II, esto es debido a que los sublevados se niegan a obedecer al gobierno y afirman recuperar a la nación para que se recupere su soberanía. De esta forma, entre las ideas secundarias encontramos las razones que les han llevado a dicho pronunciamiento. Se quejaron de la violación de la Constitución del 45 (“hallada la Ley fundamental”) de la desnaturalización y del sufragio (“por la amenaza y el soborno), de la falta de autonomía de los municipios, de la corrupción administrativa, de la libertad de prensa (muda la prensa) de la Tiranía en la enseñanza y, sobre todo, de la inmoralidad de la corte y la vida privada de la reina. A partir de 1863 se produce una sucesión de gobiernos inestables y autoritarios. Los progresistas se retiraron a la vida parlamentaria y dirigidos por Prim, pasaron a denunciar la Constitución y a Isabel II. Una serie de causas como la quiebra de las compañías ferroviarias, el hundimiento de la industria textil, el crack de la bolsa y las malas cosechas propiciaron un estallido revolucionario, dando lugar a los sucesos de la noche de San David y la sublevación del cuartel de San Gil. Progresistas, demócratas y republicanos acordaron el pacto de Ostende para destronar a Isabel II y convocan Cortes constituyentes. Tras morir O´Donnell y Narváez, Isabel II se quedó sola ante la preparación del golpe. El golpe triunfa y se llamó Revolución Gloriosa.

Constitución de 1869:


La Constitución de 1869 procede de una fuente primaria y es un texto de naturaleza jurídico-política, pública y que fue redactada por el gobierno dirigido por Serrano, el cual contaba con ministros progresistas y unionistas, como Prim, Sagaza, Zorrilla y Figuerola. Estos llegaron al poder debido a que en 1867 se produjo el pacto de Ostande entre progresistas con la intención de derrocar a Isabel II. A este pacto se unirá la unión liberal tras la muerte de O´Donell en 1867. Una vez realizado el pacto los integrantes prepararon una conspiración que fue liderada por Prim y que se iniciará por él junto a Serrano y Topeta. Ese mismo mes se produjo la victoria de Serrano en la batalla de Alcolea sobre las fuerzas gubernamentales y la reina abandonará el país. Al mismo tiempo se produjo una rebelión popular apoyada por demócratas y republicanos las cuales constituían juntas revolucionarias y defendían el sufragio universal, abolición de consumos, etc. En 1869 este gobierno de Serrano celebró elecciones a Cortes con sufragio universal a los mayores de 25 años y finalmente se promulgó una nueva Constitución que proclamaba el sufragio universal masculino. Las Cortes eran bicamerales (Congreso y Senado elegidas por sufragio universal). Los tribunales ejercían el poder político y el poder ejecutivo reside en el rey que lo ejercía por medio de sus ministros. Finalmente, una vez aprobada la Constitución tuvo rechazo de los republicanos que se oponían a la monarquía y los católicos que rechazabas la libertad religiosa. Tras esta aprobación el general Serrano fue elegido regente y Prim asumió la jefatura del gobierno. Este último tuvo que afrontar la complicada búsqueda de un nuevo rey y finalmente se decidió por Amadeo de Saboya, el cual fue reconocido por las Cortes y llegó a España el día de la muerte de Prim.


Constitución de 1876:


Se trata de una selección de artículos significativos de la Constitución de 1876. Es una fuente primaria, de naturaleza jurídico-política, pública, destinada a la difusión general, de autor colectivo. Es la Constitución de la Restauración, periodo iniciado en 1874 con la reposición de los Borbones tras la llegada de Alfonso XII, hijo de Isabel II. La I República había acabado con el golpe de Estado del general Pavía a comienzos de 1874, estableciéndose un Gobierno Provisional presidido por Serrano. Los graves problemas existentes -guerras carlista y cubana, cantonalismo y agitación social- llevaron al futuro Alfonso XII a presentarse como pacificador en el Manifiesto de Shandhurst, documento redactado por el líder del partido alfonsino, Cánovas del Castillo. Tras el pronunciamiento en Sagunto del general Martínez Campos, Alfonso XII fue proclamado nuevo rey. En la Restauración se trataba de volver al régimen anterior al Sexenio revolucionario, cansadas las clases altas y medias de los cambios políticos. Veían necesaria una nueva Constitución moderada para recoger en su seno a todas las ramas del liberalismo, con el objetivo de mantener un orden político y público estables, basados en el equilibrio. En la Constitución aparece reflejado el ideario canovista. El artículo 18 sostiene la idea fundamental del sistema: la soberanía compartida entre Rey y Cortes. Se basaba en la idea moderada de la existencia de una «constitución histórica» de la Nación. Rey y Cortes, que tendrían la soberanía compartida siguiendo el liberalismo doctrinario. Los partidos oficiales debían aceptar este principio de legalidad constitucional. Otras caracteristicas de la Constitución son: 1.El rey mantiene el poder ejecutivo (Art. 50). 2.Sistema bicameral: Cámara Alta o Senado mixto (Art. 20) y Cámara Baja o Congreso (Art.27). Sin embargo la Constitución no determinará el tipo de sufragio, remitiéndose a una Ley Electoral (Art. 28). Ambas Cámaras serán colegisladoras y tendrán iguales facultades (Art. 19). 3.Se reconocen amplias libertades: de expresión, asociación,etc( Art.13). 4.El Estado se declara confesionalmente católico pero tolerante con otros cultos (Art.11) – Predomina una concepción centralista y unitaria del Estado, al establecer unos mismos códigos, eliminando los fueros (Art.75)


Manifiesto del primo de Rivera:


Este documento es el manifiesto dirigido a la nación española por el general Primo de Rivera desde la Capitanía General de Barcelona, publicado el 13 de septiembre de 1923. Como manifiesto, es un texto de naturaleza política en el que encontramos la justificación y los propósitos de los golpistas. El  destinatario es público y colectivo puesto que es el conjunto de la sociedad española. El autor del texto es D. Miguel Primo de Rivera. En 1923 dio un golpe de estado que le mantuvo en el poder hasta 1930. En 1929 la crisis económica mundial y la desestabilización social, junto con la falta de apoyos en el ejército y en la clase política le llevaron a dimitir  exiliándose a Francia, donde poco después murió. El golpe de estado de 1923 puso fin a la larga crisis sufrida por el sistema de la Restauración canovista y su impotencia para abordar los problemas del país. No es de extrañar que el rey le otorgara casi de inmediato el apoyo y el poder al General Primo de Rivera. Un golpe de estado necesita ser explicado a la población y al Ejército bajo la necesidad de conseguir dos objetivos: primero, exponer las razones de la sublevación mostrándolas como incontestables y justas; y segundo, conseguir el mayor número de adhesiones posible. En el manifiesto se describen esas razones, centrándolas en lo que se denominan “los profesionales de la política” es decir el sistema político corrupto de la Restauración. Desde el Desastre del 98 tuvieron lugar reflexiones y movimientos de todo signo entre las diversas fuerzas políticas, culturales y ciudadanas. Estos motivos que desde 1900 eran denunciados por los regeneracionistas, serán en 1923 considerados más que suficientes para que el Ejército se hiciera cargo de los destinos de España a través de un pronunciamiento, aunque implicase la suspensión de la legalidad hasta entonces vigente. Este pronunciamiento sigue el modelo de las soluciones autoritarias que se da en el periodo de entreguerras en toda Europa, no es una solución fascista al estilo mussoliniano, pero sí con las connotaciones autoritarias y militares de otros regímenes, llama la atención la llamada a la masculinidad, valor este muy castrense.


Renuncia de Alfonso XIII a sus prerrogativas reglas:


Se trata de un documento de carácter político, ya que se trata de un fragmento del Manifiesto de despedida del rey Alfonso XIII. La fecha es el 13 de abril de 1931. Su autor es el rey Alfonso XIII, hijo y sucesor de Alfonso XII. Durante su minoría de edad ejerció la Regencia (1885-1902) su madre, Mª Cristina de Habsburgo. Su reinado personal transcurrió entre 1902 y 1931. El rey leyó el Manifiesto ante su Consejo de Ministros la tarde del 14 de abril antes de marchar al exilio. Es un texto público, destinado a la difusión general. Es un texto donde explica las razones que le han llevado a tomar la decisión de marcharse: no contar con apoyo popular y evitar una guerra civil. Ya en la primera línea, el rey hace referencia a las elecciones que le han demostrado que «ya no tengo el amor de mi pueblo». La verdad es que en el conjunto del país ganaron los concejales monárquicos, pero se interpretó que el voto republicano, ganador en las capitales y las grandes ciudades del país, era de mayor calidad que el del mundo rural por ser uno culto y libre mientras que el otro era inculto y caciquil. El rey reconoce errores -«sin duda erré yo alguna vez»- y admite que pudo equivocarse en sus decisiones pero trata de justificarse diciendo que actuó siempre con buena intención, «sin malicia», movido por su amor a España. Quizá estas coyunturas se refieran a las tres graves crisis en su reinado: la Semana Trágica, de 1909, la crisis de 1917 y el desastre de Annual en 1921. El monarca había actuado en las dos primeras defendiendo los intereses de la oligarquía dominante frente a las clases populares. La oposición republicana consideraba también responsable al rey del desastre de Annual, un hecho que había conmocionado al país. Alfonso explica que, para evitar una fratricida guerra civil, tiene la intención de suspender el ejercicio de sus poderes, pero sin abdicar de sus derechos al trono, que considera depósito acumulado por la Historia, siguiendo la vieja doctrina canovista. Se puede observar en el texto el desánimo del rey ante la situación creada en España tras las elecciones municipales. Se encontraba solo. Alfonso XIII no regresará de su exilio, muriendo en Roma (1941).

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