Guerra de Cuba selectividad

TEMA 8 GUERRA COLONIAL Y CRISIS DEL 98

La derrota de España frente a Estados Unidos en 1898 y la pérdida de los últimos restos de su gran Imperio de ultramar:
Cuba, Puerto Rico y Filipinas, conmovieron extraordinariamente a la opinión pública española, propiciando la crítica al sistema de la Restauración e impulsando su reforma.
El llamado “Desastre del 98”, repercutíó también en la aparición del Regeneracionismo, movimiento intelectual que tomaba conciencia de la situación real de España y propónía fórmulas para salir de la decadencia e impulsar su progreso como nacíón.

Los antecedentes de la caída del Imperio colonial español


A) La política colonial de la Restauración a finales del Siglo XIX

En el contexto de la época del imperialismo, la política internacional de Cánovas tenía como objetivo mantener a España neutral en los conflictos entre las potencias imperialistas y salvaguardar los restos de su antiguo Imperio colonial:
Las islas Filipinas, las Marianas y las Carolinas en el Pacífico;
Cuba y Puerto Rico en el Caribe, y algunas posesiones obtenidas más recientemente en el norte de África y en el golfo de Guinea. El problema era si se podían mantener las colonias sin respaldos internacionales.

Cánovas pretendía actuar con prudencia para no enfrentarse con los imperios tradicionales (Inglaterra y Francia) o con los imperios en construcción (Estados Unidos y Alemania) en el Pacífico, zona hacia la que se dirigieron las apetencias de las potencias imperialistas a finales del Siglo XIX:

España, con escasos recursos económicos y una marina de poca potencia, tendría dificultades para mantener Filipinas, una colonia tan lejana como apetecida.

La economía de Cuba era muy beneficiosa para España, pero también estaba muy ligada a Estados Unidos, que apoyaría a los rebeldes cubanos con la intención de apoderarse de la isla.

B) La cuestión cubana

Tras la Revolución de 1868 en España, comenzó un movimiento de liberación en Cuba, al grito de “¡Viva Cuba Libre!” (Guerra de los 10 Años)
, que fue sofocado por España tanto por la vía militar como mediante pactos políticos. El general Martínez Campos logró poner fin a la insurrección y pacificar a la isla mediante la Paz de Zanjón (1878)
, por la que se concedía a los cubanos los mismos derechos que a los españoles.

Pero los conflictos a favor de la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud continuaron alimentando el nacionalismo popular en Cuba, al que se sumaron tanto los esclavos como los criollos ricos. La reacción del Gobierno español fue la negación de la autonomía:

El comercio con Cuba, prácticamente un mercado en régimen de monopolio, proporcionaba a España un saldo positivo.
Los burócratas, comerciantes y azucareros españoles residentes en la isla se opusieron a cualquier proyecto de autonomía y se intentó convertir la isla en una provincia de España, enviando allí a un gran número de emigrantes, sobre todo gallegos.

La abolición de la esclavitud en Cuba fue tardía, pues no llegó hasta la Ley de 1880, después de encendidas discusiones políticas entre los partidarios de la esclavitud y los abolicionistas.

Los intereses de Estados Unidos, que, instigado por un sector de la prensa (que creó un estado de opinión a favor de la libertad para la isla, que en realidad escondía intereses imperialistas) y por algunas compañías azucareras (controlaban el 90% de la producción de azúcar de Cuba), pretendía sustituir a los españoles en el dominio de la isla y dio su apoyo a los independentistas cubanos.

2. La Guerra de Cuba y el conflicto con Estados Unidos

A) La insurrección cubana de 1895

La guerra estalló en Febrero de 1895 con el grito de Baire, nombre con el que se conoce el levantamiento que tuvo lugar en la zona oriental de la isla. En Marzo se proclamó el Manifiesto de Montecristi, donde se plasmaban las ideas esenciales del nacionalismo defendido por José Martí, líder revolucionario considerado el padre de la independencia cubana. A su muerte, al poco de iniciarse la guerra, Máximo Gómez, general en jefe de las tropas revolucionarias, y Antonio Maceo, un mulato muy popular, asumieron la dirección militar de los rebeldes.

El gobierno de Cánovas envió a la isla al general Martínez Campos con actitud negociadora, pero los rebeldes volaban trenes y destruían las plantaciones y el ganado, arrasando la economía y matando a los propietarios. Ante este fracaso, desde Julio de 1896, el general Valeriano Weylerprocuró aislar a los rebeldes y practicó una fuerte represión. La muerte de Cánovas en un atentado en 1897 llevó de nuevo al gobierno a Sagasta, quien destituyó a Weiler y ofrecíó la autonomía a Cuba, lo que tampoco acabó con la insurrección cubana.

B) La revuelta filipina de 1896

A la revuelta cubana se uníó la lucha por la independencia en Filipinas, que se había iniciado en 1896 y en la que destacó el héroe nacional Emilio Aguinaldo.
El general Polavieja, al mando de las tropas españolas, actuó con extrema dureza y ejecutó al principal intelectual independentista del archipiélago filipino, José Rizal.
La rebelión fue sofocada en 1897.

C) El conflicto de España con Estados Unidos

En este contexto, en Febrero de 1898 tuvo lugar un incidente:
la voladura del Maine, un acorazado estadounidense que se encontraba en el puerto de La Habana, en el que murieron más de 250 marinos norteamericanos. Aunque probablemente estalló a causa de un accidente, la prensa y el Gobierno de Estados Unidos atribuyeron la voladura a un sabotaje español, nunca aclarado.

En estas circunstancias, Estados Unidos se ofrecíó a comprar la isla, pero los políticos de la Restauración (Sagasta era presidente del Gobierno) prefirieron una derrota honrosa antes que una paz comprada. La opinión pública y la prensa española se mostraron muy belicistas y nacionalistas.

Estados Unidos declaró la guerra a España en Abril de 1898 y el conflicto se decidíó en el mar:

 En la batalla naval de Cavite (en la isla de Luzón, frente a Manila), la flota española sucumbíó ante la potencia de los barcos de Estados Unidos, en Mayo de 1898.

 En Julio de 1898, la escuadra norteamericana, igualmente con navíos acorazados y armamento superior a los españoles, vencíó en la batalla naval de Santiago de Cuba.

En 1899 salieron de la isla de Luzón “los últimos de Filipinas”, un grupo de soldados que se habían resistido a la rendición en la iglesia del pueblo de Baler y cuyo valor fue exaltado por el mismo Aguinaldo.

3. La Paz de París y el fin del Imperio colonial español

El gobierno español no tuvo más opción que firmar la Paz de París (Diciembre de 1898):
Cuba se convirtió en una nacíón independiente, tutelada por Estados Unidos, que recibíó Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam.

En 1899, España vendía a Alemania el resto de su Imperio en el Pacífico: las islas Carolinas y las Marianas (excepto Guam).

Desaparecían así los restos del viejo Imperio colonial español en América y el Pacífico, que provocó una auténtica conmoción nacional, de ahí que se conozca este hecho como el “Desastre del 98”.

4. El impacto del “Desastre del 98”

A) Las repercusiones del 98

En el terreno económico supuso la pérdidadel mayor mercado de las manufacturas españolas (Cuba importaba el 20 % de los textiles catalanes) y de las importaciones que desde allí llegaban (azúcar, tabaco).

En el aspecto militar se puso de manifiesto el resentimiento de los militares hacia los políticos, causado por la derrota y el sentimiento de haber sido utilizados, y conscientes de tener un ejército con un material anticuado y un excesivo número de mandos. A su vez, el injusto sistema de quintas, junto a la repatriación de numerosos soldados heridos y mutilados, provocó el crecimiento de un antimilitarismo popular, apoyado por el movimiento obrero, hacia el que, en consecuencia, los militares mostraron su animadversión.

Desde el punto de vista político supuso el inicio de una etapa de inestabilidad política caracterizada por la división interna de los partidos del régimen, que puso en cuestión el sistema canovista.
Este estado de opinión lo refleja Francisco Silvela, jefe del gobierno conservador en 1899, al afirmar que “España había perdido su pulso”. No obstante, algunos dirigentes intentaron modificar sus comportamientos y propusieron medidas regeneracionistas.

B) El regeneracionismo

El regeneracionismo fue un movimiento intelectual y social crítico con el sistema de la Restauración y sus prácticas políticas, al que consideraba como una lacra para el progreso de España.

El regeneracionismo social y económico tiene como representante más destacado al intelectual y político Joaquín Costa, que luchó contra el caciquismo y propuso una serie de reformas económicas (sobre todo, para el desarrollo agrario) y educativas que se resumían en el lema “escuela y despensa”, y propugnaba un cambio de mentalidad que mirara hacia el futuro: “doble llave al sepulcro del Cid, para que no vuelva a cabalgar”.

El regeneracionismo intelectual y literario estuvo representado, entre otros, por Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet y Ramiro de Maeztu, que expresaban un pesimismo existencial e irracionalista y reflexionaron sobre las causas de la decadencia de España como nacíón. Este espíritu impregnó la obra literaria de la “generación del 98”.
También tuvo conexión con el regeneracionismo la Institución Libre de Enseñanza, que inspirada en el krausismo y fundada por Giner de los Ríos en 1876, propugnó una educación integral y la coeducación.

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