Instauración del nazismo en Alemania

LA LLEGADA DE Hitler AL PODER


Alemania vivíó entre 1924 y 1929 un periodo de relativa mejora económica. Pero la crisis de 1929 arrastró a muchos bancos a la quiebra, lo que provocó cierre de fábricas, paro y descontento social. Una buena parte de la población se inclínó hacia las propuestas de los partidos extremistas. Burgueses arruinados, campesinos y obreros desesperados fueron atraídos por las promesas nazis; los intelectuales y la mayoría de obreros se inclinaron por el Partido Comunista. Por otro lado, el Partido Nazi empezó a contar con el apoyo de importantes personalidades de la industria y de las finanzas y a disponer de fuertes ayudas económicas. En las elecciones de 1932, consiguió 13 millones de votos y, en Enero de 1933, logró que el presidente Hindenburg nombrase a Hitler canciller. Para contar con una mayoría parlamentaria, Hitler convocó nuevas elecciones para Marzo de 1933. En plena campaña electoral, los escuadrones nazis provocaron un incendio en el Reichstag (Parlamento) y acusaron del mismo a los comunistas. Este incidente sirvió de pretexto a Hitler para eliminar a sus adversarios y exigir plenos poderes. En 1934, tras la muerte de Hindenburg, Adolf Hitler se proclamó Führer y Canciller del III Reich.

6.EL RÉGIMEN NAZI

A. SISTEMA TOTALITARIO


A partir del año 1934 se inició la identificación entre el Partido Nazi y el Estado, bajo la única autoridad de Hitler, el Führer. Se suprimieron las libertades y las garantías individuales. Se decretó la disolución de los partidos y sindicatos. Solo fue autorizado el NSDAP, y todos los trabajadores fueron conminados a afiliarse al único sindicato, el Frente del Trabajo Nacionalsocialista. La Administración Pública fue depurada. La judicatura quedó sometida a la voluntad del partido.
La policía fue sustituida en sus tareas de represión por las formaciones paramilitares de los nazis, fundamentalmente por la SS. En 1934 se creó la Gestapo (Policía Secreta), dirigida por Himmler, encargada de la represión de los opositores al régimen y del control sobre la opinión pública.

B.LA IMPOSICIÓN DE LA IDEOLOGÍA NAZI


Para el Estado nazi, la sociedad alemana debía tener una absoluta unidad ideológica. Se creó el Ministerio de Cultura y Propaganda, que fue confiado a Goebbels, para imponer un pensamiento basados en las ideas racistas y nacionalistas. La ciencia y la cultura (periódicos, libros, radio…) se «nazificaron», aniquilando la libertad intelectual. Se reorganizó y se politizó el sistema educativo: se depuró a profesores de universidades y escuelas, y se introdujo la censura en las aulas y en los libros de texto.  El mantenimiento de la pureza racial de la sociedad alemana comportó la persecución y eliminación de toda minoría considerada inferior (gitanos, judíos, etc.) y hasta de los disminuidos físicos o psíquicos. Pero especial importancia tuvo la persecución de los judíos. En 1933 se promulgó el boicot a los negocios judíos, en 1935 se dictaron las Leyes de Núremberg, que impedían los matrimonios mixtos y excluían a los judíos de la ciudadanía alemana, y en 1938 se les obligó a llevar un distintivo. A partir de 1933 se crearon los campos de concentración para recluir a los opositores del Reich. Socialistas, comunistas, demócratas de todo tipo y en especial los judíos fueron sometidos a trabajos forzados y, en parte, exterminados.


C.AUTARQUÍA ECONÓMICA Y REARME


El III Reich se propuso promover un relanzamiento que hiciese de Alemania una potencia económica mundial, preparada para enfrentarse en una guerra que se creía inevitable. En consecuencia, la política económica nazi respondía fundamentalmente a los proyectos militaristas y expansionistas de Hitler. El Estado nazi ejercíó un fuerte dirigismo económico, que tenía como objetivo conseguir la autarquía* económica para no depender del exterior y convertir a Alemania en un Estado autosuficiente. Se dio prioridad a la industria pesada, sobre todo a la de armamento, que alcanzó un gran desarrollo. Para hacer frente al paro, se llevó a cabo un ambicioso programa de obras públicas con la construcción de numerosas autopistas y otras infraestructuras.

D. POLÍTICA EXPANSIONISTA


Hitler vinculó estrechamente la formulación de la superioridad racial con su voluntad de implantar un nuevo orden en Europa asentado en el dominio germánico. Las ambiciones expansionistas necesitaban un ejército poderoso y Hitler inició una política militarista: reforzó el ejército con la institución del servicio militar y la creación de un nuevo ejército, la Wehrmacht, y de una aviación moderna, la Luftwaffe. Con un ejército poderoso y una economía orientada hacia la guerra, Hitler se sintió preparado para lanzarse a la construcción de un gran Imperio y a la conquista de un «espacio vital*» al Este de Europa. El camino hacia la Segunda Guerra Mundial estaba ya preparado.

E.ADOCTRINAMIENTO DE LA POBLACIÓN


El nazismo dedicó grandes esfuerzos a encuadrar y adoctrinar a la población, especialmente a la juventud, organizada en las Juventudes Hitlerianas. La propaganda y el miedo, pero también el atractivo del proyecto hitleriano, que exaltaba la grandeza de Alemania, el orgullo de la raza y un futuro de progreso, produjo la adhesión de la población y un desentendimiento respecto a los métodos utilizados por los nazis. Todo ello permitíó al nazismo presentarse ante el mundo como un régimen incontestado que contaba con el apoyo masivo de la población.

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