Mientras Fernando 7 permanecía en Francia el pueblo español, en nombre del rey había redactado la constitución de 1812

11.3.

Fernando VII

Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española.Mientras Fernando VII permanecía prisionero en Francia, el pueblo español, en nombre del rey, había redactado la Constitución de 1812 que acababa con el sistema de Antiguo Régimen. Sin embargo, la Constitución no representaba la opinión de todos los españoles, solo del grupo de diputados liberales mayoritarios en Cádiz. Los diputados absolutistas, la Iglesia y buena parte del pueblo no aceptaban el nuevo régimen, lo que condujo a la división de los españoles en dos grupos, los absolutistas y los liberales.Cuando Fernando VII llega a Valencia tras su liberación por el Tratado de Valençay, es recibido por un grupo de militares y diputados absolutistas (llamados “serviles”) que le entregan el “Manifiesto de los Persas”, un escrito redactado por 69 diputados, donde le animan para que vuelva a instaurar el Antiguo Régimen. El rey declaró nula la Constitución (decreto de 4 de Mayo) y todas las disposiciones de las Cortes de Cádiz, restaura las viejas instituciones, incluida la inquisición, y comienza la persecución  de los liberales.Sin embargo la vuelta al Antiguo Régimen, tal y como pretendían los más conservadores, ya no era posible, y lo que hizo Fernando VII fue volver al sistema de 1808, un despotismo Ilustrado en el que el rey gobernaba con la ayuda de ministros. Eso provocó el descontento tanto de los absolutistas como de los liberales. El descontento de los liberales y del ejército cristalizó en una serie de pronunciamientos militares (forma de rebelión en la que un jefe militar se pronuncia, es decir, proclama por medio de un manifiesto sus propuestas políticas). La mayoría de ellos fracasan pero en  1820, el coronel Rafael de Riego inicia un alzamiento en Cabezas de San Juan (Sevilla) en defensa de la Constitución de 1812. Aunque en un primer momento no tiene mucho seguimiento, pronto se le unen parte de las tropas que iban a embarcar para sofocar la sublevación americana. La rebelión se extiende por otras ciudades. Fernando VII se ve obligado a capitular y en Marzo jura la Constitución de 1812. La victoria de la Revolución supuso la vuelta al régimen de 1812 durante tres años, es el llamado Trienio Constitucional (1820-23).Este periodo se caracteriza por la agitación política constante y la oposición al gobierno liberal.
Por un lado estaba el rey, que utilizó todos los recursos disponibles para poner obstáculos a las reformas liberales. Y comenzó a pedir secretamente una intervención extranjera. Además se crean partidas guerrilleras organizadas por la aristocracia y el clero, incluso los absolutistas instalan la Regencia de Urgel, que pretendía actuar como gobierno legítimo mientras durara la “cautividad” del rey por los liberales, finalmente el ejército la disolvíó.Por otro lado los propios liberales se dividieron en dos grupos enfrentados: los moderados, o doce añistas, dispuestos a introducir reformas en la Constitución que la hicieran más conservadora y los radicales, exaltados o veinteañistas que la querían mantener y buscaban una política más progresista.Ante el temor de que la Revolución se extienda al resto de Europa los miembros de la Santa Alianza (Austria, Prusia, Rusia y Francia) se reúnen en el Congreso de Verona y encargan a Francia enviar un ejército, los 100.000 hijos de San Luis. El gobierno y las Cortes se refugian en Cádiz con el rey. El ejército francés apenas encontró resistencia. El 30 de Septiembre de 1823 Fernando fue liberado y la Constitución fue nuevamente abolida.Comienza la llamada Década Ominosa, de 1823 a 1833,  en la que se impuso nuevamente el régimen absolutista y se inició una brutal represión contra los liberales. Sin embargo poco a poco el régimen absolutista se moderó, buscando cierta modernización. Esta vez no se restauró la inquisición e incluso Fernando contó con algunos ministros reformistas. Los absolutistas más radicales quedaron decepcionados y forman un partido, absolutistas radicales o apostólicos, en torno al hermano de Fernando, Carlos, el futuro heredero, con el apoyo de una iglesia recelosa de la pérdida de su influencia.Pero en 1830 nace la primera hija de Fernando y Mª Cristina de Nápoles, Isabel. Esto desencadena una lucha en la corte entre los partidarios de Don Carlos (hasta el momento único heredero) y los de Mª Cristina y de su hija. Como los partidarios de Don Carlos estaban ya bien definidos (absolutistas radicales) la reina busca apoyos entre los liberales dirigidos por Cea Bermúdez





11.3Las leyes de Partidas, derogadas por la ley Sálica en el XVIII, habían sido puestas de nuevo en vigor por Carlos IV en 1789 mediante una Pragmática Sanción, votada en Cortes, pero no publicada, lo que le impedía su aplicación. Esta confusa situación hizo que tanto los partidarios de Carlos como los de Isabel se consideraran con legítimos derechos. Fernando publicó la Pragmática Sanción pero eso no hizo que el partido carlista abandonara sus pretensiones. En 1833, el rey moría e Isabel era reconocida como heredera y su madre como regente, quien comenzó a gobernar con los liberales. Los carlistas no aceptaron la situación y pusieron en marcha una Guerra Civil.Paralelamente a los acontecimientos ocurridos en la Península desde 1808,  en América se habían desarrollado los procesos  de emancipación. La sublevación en Iberoamérica será dirigida por los criollos, descendientes de españoles nacidos en América. Aunque apenas eran la quinta parte de la población, eran los grandes propietarios y ricos comerciantes pero están descontentos de su situación frente a España que seguía manteniendo el monopolio político y económico, lo que les impedía el libre comercio. Las nuevas ideas de la ilustración, que se difunden en la segunda mitad del Siglo XVIII, avivaron el descontento y difundieron las ideas de libertad, además tenían el ejemplo de la Independencia de Estados Unidos, país que les apoyaba decididamente. En 1823 el presidente Monroe, en un famoso discurso, sienta las bases de su política enunciada en la frase “América para los americanos” (doctrina Monroe).Sin embargo fue la quiebra de la autoridad española lo que inicio el proceso de la independencia iberoamericana.  En las colonias, en 1808, las autoridades (Virreyes) aceptaron a José I, pero el pueblo se mantuvo fiel a Fernando VII producíéndose un movimiento similar de juntas locales que asumieron el gobierno en nombre de Fernando VII. Pero cuando en 1810 la Junta Central suprema se disuelve dando paso al Consejo de Regencia, se inicia el proceso emancipador en América que proclama la inexistencia de un gobierno en España.Entre 1810 y 1814 surgen movimientos revolucionarios que deponen a los Virreyes y a los Capitanes generales de las ciudades más importantes. Empiezan las declaraciones de independencia, con el apoyo de EEUU y de Inglaterra. Se convocan Congresos para elaborar Constituciones liberales propias de regíMenes republicanos. En Buenos Aires los criollos deponen al Virrey y crean una junta, con el liderazgo de San Martín (1810) Los mismos sucesos se reproducen en 1811 en Nueva Granada con Bolívar, y en otras zonas (salvo en Perú). Caso especial es el de Nueva España (Méjico), donde la explotación de los indios y mestizos por los hacendados y propietarios de las minas  produjo un movimiento de tipo social. Los criollos se aliaron con los peninsulares para aplastar el movimiento.En 1814, tras el regreso de Fernando VII se mandan tropas al mando de Morillo para sofocar la sublevación. Consiguen controlar todo el territorio salvo Río de la Plata. Pero en 1816 nuevamente estalla la sublevación. Morillo solicita urgentemente el envío de tropas desde España, pero la sublevación en 1820 de Riego lo impide. Las tropas de Bolívar desde el norte y las de San Martín desde el sur convergen en Perú derrotando a las tropas españolas en Ayacucho (1824). La perdida de Perú pone fin a la guerra. Toda Sudamérica se independiza formándose repúblicas que dejaban el poder en manos de la minoría criolla. En 1820, en Méjico los criollos optan por el independentismo. Tras un efímero régimen monárquico (Agustín de Iturbide) en 1824 se proclama una República.A partir de 1820 se consolidaron los nuevos países americanos, pero también comenzó el proceso de influencia económico y político de los EEUU en la zona.En España las repercusiones fueron sobre todo económicas. El comercio con América, una de las principales actividades de la economía española se redujo en gran medida y afectó especialmente a zonas como Cataluña, que orientaba gran parte de su producción a la exportación a las colonias. Desaparecíó también una fuente importante de ingresos para la Hacienda Real.Cuando termina el reinado de Fernando VII,  España sólo conservará de su gran Imperio colonial Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

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