Movimiento obrero en España en el Siglo XIX

A)Crecimiento demográfico


La evolución de la población española a lo largo del siglo XIX, en comparación con la de otros países europeos, tiene un ritmo lento de crecimiento (de 10’5 millones de hab. En 1797, pasa a 18’6 millones en 1900). La relación existente entre crecimiento demográfico y modernización económica (industrialización) es evidente; mientras otros países europeos industrializados duplicaron su población, España estuvo por debajo de esa cifra. España es un país con elevadas tasas de natalidad, de las más altas de Europa, pero también con elevadas tasas de mortalidad. Esta elevada mortalidad es debida a las crisis de subsistencias (mala climatología-malas cosechas-hambruna), las epidemias periódicas (fiebre amarilla, cólera, tifua…), las enfermedades endémicas (tuberculosis, viruela, sarampión, escarlatina, difteria), unidas a la falta de higiene, mala alimentación, malas viviendas, mala o nula atención sanitaria… Nos encontramos todavía en la pervivencia de un régimen demográfico antiguo. De los flujos migratorios, destacar el desplazamiento de la población desde el norte hacia el sur y, por otra parte, el abandono de la Meseta Central (excepto la ciudad de Madrid), para concentrarse en la costa mediterránea y atlántica meridional. Las causas de estos flujos son las ventajas económicas que ofrecen las regiones costeras: tierras más fértiles (valle del Guadalquivir, costa levantina, valle del Ebro) que las de secano del interior, transportes y comunicaciones por mar rápidas y baratas…A pesar de que la emigración del campo a la ciudad fue importante, debido a la revolución agrícola e industrial; a pesar de ello, todavía en 1900, el 91 % de la población española era rural (vivía en localidades de menos de 1000.000 hab.). Sólo Madrid y Barcelona llegaron al medio millón de hab.

B) De la sociedad estamental a la sociedad de clases

Desaparecíó la sociedad estamental del Antiguo Régimen, surgiendo una sociedad de clases contemporánea. Aunque pervivíó una parte de la alta nobleza (títulos nobiliarios y prestigio social), el protagonismo de esta nueva sociedad lo tendrán la burguésía y el proletariado. De la burguésía, debemos recordar que había poseído el poder económico durante varios siglos, y a partir de ahora, accederá también el poder político. Se originó una clase media-alta, formada por la oligarquía (empresarios, políticos e industriales) en las ciudades, y el caciquismo (terratenientes) en el mundo rural. Existe también una clase media, formada por funcionarios del Estado, profesiones liberales (abogados, médicos, notarios…), pequeños y medianos empresarios, comerciantes, militares… Por último, el campesinado, siguió sometido a los terratenientes, aunque en algunas zonas de España (territorios de la antigua Corona de Aragón principalmente), consiguieron convertirse en pequeños propietarios de tierras. Es rasgo distintivo de estas décadas, el surgimiento del proletariado, clase social vinculada a la industrialización. C)

Génesis y desarrollo del movimiento obrero

La clase obrera tuvo su origen en las zonas industriales más importantes de España: Asturias y el País Vasco en la siderurgia, y Cataluña en la textil. La situación de los obreros, sus condiciones de trabajo, eran pésimas (horario excesivo, insalubridad en las fábricas, falta de higiene, trabajo de mujeres y niños por sueldos muy bajos…). Frente a esta situación, los obreros se fueron organizando y tomando conciencia de clase. Antes del Sexenio, el movimiento obrero más destacado fue el ludismo (los obreros destruyen las máquinas, ya que éstas son la causa de la pérdida de sus puestos de trabajo). Un ejemplo es Cataluña y la industria textil. También se realizan huelgas como medio de presión a los empresarios. Ya en el Sexenio (1868-1874), Serrano, en 1869, autorizó las asociaciones obreras; además el movimiento obrero español entró a formar parte de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), también llamada la I Internacional. Esto sirvió para conocer todos los problemas y estrategias de los obreros de otros países como Inglaterra, Francia, EEUU… Una serie de atentados anarquistas contra personajes políticos obligaron a Serrano a disolver y desautorizar la AIT en España. Se constituyeron dos ideologías obreras: el anarquismo y el socialismo. El anarquismo, recordar que intentó lograr mejoras en las condiciones de trabajo de los obreros a través de atentados (el general Martínez Campos, Cánovas del Castillo, el propio Alfonso XII los sufrieron). Por otra parte, el socialismo se consolida con la constitución del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), fundado por Pablo Iglesias; años más tarde surge la UGT, sindicato obrero vinculado al PSOE. El socialismo intenta logros para los obreros a través de la lucha política. Recordar que el anarquismo se dio principalmente en Andalucía y Cataluña, mientras que el socialismo tuvo más auge en Castilla, En futuras décadas se conseguirá el derecho a la huelga, el sufragio universal masculino y mejoras sensibles en las condiciones de trabajo de los obreros

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