Panorama general del reinado de alfonso XIII

14.1Panorama general del reinado de Alfonso XIII. Intentos de modernización. El Regeneracionismo. Crisis y quiebra del sistema de la Restauración. La Guerra de Marruecos.

En 1902 es proclamado rey Alfonso XIII, acabando la regencia de Mª Cristina. El reinado de Alfonso XIII fue un período de permanente crisis política. Esto se debió a diferentes causas: 1. El rey participó en los asuntos políticos de forma activa, es decir, rebasó su carácter constitucional. Se rodeó de los militares más conservadores y su participación culminó con el apoyo a la dictadura de Primo de Rivera. 2. La inestabilidad de los partidos de turno, que se encuentran muy divididos y han desaparecido sus líderes históricos. 3. El progresivo debilitamiento del caciquismo, debido a las denuncias de los regeneracionistas, al mayor peso del voto en las ciudades donde apenas es posible el fraude, y a la fuerza que van adquiriendo otros partidos políticos (socialistas, republicanos, radicales y nacionalistas). A partir de 1917, todos los gobiernos son de concentración ya que ningún partido político consigue la mayoría suficiente para gobernar. 4. La aparición de la conflictividad social debido a la mayor capacidad de movilización de las organizaciones obreras. 5. El “problema militar”. El ejército gana importancia ya que quiere resarcirse del desastre del 98 y e interviene en Marruecos. En 1906 se celebra la Conferencia de Algeciras y se le concede a España el protectorado del norte de Marruecos. Esto provoca conflictos con las tribus rifeñas (cabilas). 6. Los nacionalismos de afianzaron, sobre todo en el País Vasco y en Cataluña. Esto provocó la oposición de los conservadores y los militares por considerarlo ruptura de la patria. 7. El anticlericalismo creciente. Se agudizan las denuncias de los progresistas sobre el dominio de la Iglesia. Esto se radicaliza a través de las organizaciones obreras y los partidos políticos de izquierda.

La primera década estuvo marcada por los intentos de aplicar las reformas regeneracionistas, que fracasaron por las disputas internas entre los partidos. En 1905, bajo el gobierno de los liberales, estalló una grave crisis en Cataluña. En 1901 se había fundado la Lliga Regionalista, un partido nacionalista liderado por Prat de la Riba y Francesc Cambó. Su crecimiento fue rápido y en 1905 ganó las elecciones municipales de forma aplastante. Los militares se alarman porque lo consideran un triunfo del separatismo. La prensa nacionalista contraatacó y publicaron comentarios y caricaturas considerados ofensivos por los militares. Como consecuencia, trescientos oficiales asaltaron e incendiaron las imprentas, como “Cu-cut”. En medio del escándalo, el Gobierno hace suspender las garantías constitucionales y aprueba la “ley de jurisdicciones”, que identificaba los delitos contra el Ejército como delitos contra la Patria y los ponía bajo jurisdicción militar. Con esto, el Gobierno gana el desprestigio de una gran parte de la población y su derogación se convirtió en la reivindicación de los partidos nacionalistas y republicanos y del movimiento obrero. Esto ayuda a unir a las principales fuerzas nacionalistas catalanas en Solidaritat Catalana que obtuvo una contundente victoria electoral e hizo desparecer casi por completo los partidos Liberal y Conservador.

En 1907, el rey nombra como jefe de Gobierno a Antonio Maura, líder del Partido Conservador. Este lleva a cabo una serie de medidas de inversión pública, como el plan de reconstrucción naval. Se estableció el Instituto Nacional de Previsión, que llevó a cabo medidas sociales como el descanso dominical. Se aprueba una nueva ley electoral que pretende acabar con el caciquismo. Por exigencias de los nacionalismos catalán y vasco se estudió la aprobación de una ley de mancomunidades que otorgaría cierto autogobierno a las regiones.

En 1909 se produjo una crisis en Cataluña conocida como la ‘Semana Trágica’. Se produjo un auge de las movilizaciones obreras. Las fuerzas políticas obreras se unen para hacer frente a Solidaritat Catalana y fundan Solidaridad Obrera. También surgió el Partido Republicano Radical liderado por Alejandro Lerroux. Este partido restó fuerza al movimiento obrero con un programa demagógico, anticlerical y españolista. Estas nuevas fuerzas políticas se declararon antimilitaristas y anticlericalistas. Los errores en el Gobierno y la situación de Marruecos  fueron los que provocaron la crisis. Algunas cabilas atacaron los trabajadores españoles de una de las compañías mineras. El Gobierno de Maura decidió enviar a reservistas para sofocar las revueltas. Ante esta movilización se producen protestas en Madrid y en Barcelona, pero días después se conoce el desastre del ejército en el “Barranco del Lobo”. Hubo más de mil doscientas bajas en el ejército. Ante esto se convoca una huelga general.
Ante esto se provoca una huelga general en Barcelona. El paro fue total y se declaró el estado de guerra. Durante tres días se produjeron asaltos, quemas de conventos, luchas callejeras incendios y enfrentamientos. Maura decide sofocar la revuelta enviando el ejército a Barcelona. El balance es más de 100 muertos, más de 2 mil detenidos, juicios sin garantía, etc. El hecho más grave fue el procesamiento, condena y fusilamiento de Francisco Ferrer y Guardia, fundador de la Escuela Moderna.

En las elecciones de 1910 sale elegido el Canalejas como presidente del Gobierno, líder del Partido Liberal. Por primera vez sale elegido un representante del movimiento obrero (Pablo Iglesias). Durante su mandato se suprimieron los consumos; se restringieron las quintas; se aprobó la “ley del candado” que prohibía fundar nuevas órdenes religiosas si no es con un permiso expreso del gobierno. Ante las huelgas se responde con una fuerte represión y con la intervención del ejército de manera que en 1912 es asesinado por un anarquista en Madrid.

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