Reyes de la prehistoria

3.1. LOS REYES CATÓLICOS: UníÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO

En 1469 tuvo lugar el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Al morir Enrique IV en 1474, Isabel se proclama reina de Castilla. Aunque Juana, hija de Enrique y apoyada por Alfonso V de Portugal, se enfrentará a Isabel, esta guerra, civil e internacional, terminó con la victoria de Isabel, y Fernando fue proclamado rey de Aragón. Gobernaban conjuntamente según lo establecido en la “Concordia de Segovia” en 1475, aunque cada reino conservó sus propias leyes e instituciones. La uníón territorial culminó con la conquista de Granada en 1492 y la anexión de Navarra entre 1512 y 1515. Castilla superaba a Aragón en extensión y riqueza, y sus cortes e instituciones eran comunes a todo el territorio, mientras que Aragón estaba formado por tres reinos con instituciones propias, y su propio virrey. El Consejo de Aragón actuaba como tribunal Supremo. En Castilla el Consejo real se convirtió en el órgano más importante, del que emanaba comités como el de la Inquisición o Hacienda. El corregidor representaba al rey en las ciudades. En Aragón, cada reino tenía una Audiencia, pero la justicia real chocaba con la existencia de señoríos, fueros y normas locales. El único órgano común en los dos reinos era la Inquisición, encargada de velar por la ortodoxia católica. El Pactismo real, tendencia al pacto para resolver problemas políticos o sociales, se impónía en Aragón, mientras el autoritarismo se consolidó en Castilla, aunque dejando al margen zonas como el País Vasco o Navarra.

3.2 EL SIGNIFICADO DE 1492. LA GUERRA DE Granada Y EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

En 1492 tendrán lugar dos acontecimientos que marcarán el reinado de los Reyes Católicos y la Edad Moderna: La conquista de Granada y el descubrimiento de América. La conquista del reino nazarí de Granada (último territorio musulmán de la península), comenzada en 1481, culminó la uníón política y religiosa emprendida por los reyes católicos, y será la base de la expansión inmediata de la corona de Castilla hacia el Atlántico. En este caso, Portugal y Castilla rivalizaban para abrir una nueva ruta hacia Oriente que evitara las rutas tradicionales, interrumpidas tras la conquista turca de Constantinopla. Finalizada la conquista de Granada aceptarán los Reyes Católicos el proyecto de Cristóbal Colón para llegar a Oriente. Se firmaron en Abril las Capitulaciones de Santa Fe, Colón partíó del puerto de Palos el 3 de Agosto con tres carabelas, y arribó a la isla de Guanahaní el 12 de Octubre. A pesar de realizar 3 viajes más Colón siempre pensó haber llegado a las Indias y será el geógrafo Américo Vespucio el primero en anunciar un nuevo mundo: América. También la expulsión de los judíos en 1492 tendría un fuerte impacto demográfico, económico y social.

3.3 EL Imperio DE LOS AUSTRIAS: ESPAÑA BAJO Carlos I. POLÍTICA INTERIOR Y CONFLICTOS EUROPEOS

Carlos I (1500-1558) fue nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana I de Castilla y Felipe de Habsburgo. Con él se inició la casa de Austria. En 1519 fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con el nombre de Carlos V. En 1520 se produjo la sublevación de las Comunidades, cuando nobleza y ciudades castellanas se rebelaron contra la corte extranjera de Carlos y sus pretensiones recaudatorias. Un año más tarde los comuneros fueron derrotados en Villalar. En 1521 estalló en el reino de Valencia la rebelión de las Germánías. La crisis económica, las epidemias y el descontento de parte de la población frente a la nobleza provocaron la revuelta. La política de Carlos I le llevó a enfrentarse a: los franceses, derrotados en Pavía (1525); los turcos, detenidos en Viena, evitando el dominio turco de las rutas comerciales, salvando a Occidente de su asedio. Contra los turcos también lanzó un ataque victorioso en Túnez (1535), pero fracasó en Argelia (1541); a los protestantes, a los que vencíó en la batalla de Mühlberg (1547). A pesar de sus intentos, Carlos no consiguió restablecer la unidad política ni religiosa de Europa y En 1555 se firmó la Paz de Augsburgo, reconocíéndose la libertad religiosa en los territorios imperiales.

3.4. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE Felipe II. GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN. LOS PROBLEMAS INTERNOS. GUERRAS Y SUBLEVACIÓN EN Europa.

Carlos V abdicó en Felipe II en 1556, dejándole Castilla, Aragón, Países Bajos, el Franco condado, algunos territorios italianos y los territorios conquistados en el nuevo mundo. También le correspondía por parte materna Portugal, pero tanto la nobleza como el pueblo portugués se opusieron a esta uníón, obligando a Felipe II a invadir militarmente Lisboa, sometiendo a Portugal en 1581 y uniendo la Península y territorios coloniales de ambos reinos bajo un único monarca. Felipe II llevó a cabo un gobierno de carácter más hispánico, instalando la corte en Madrid (1561), y buscando el interés de Castilla en su política internacional. Los órganos de gobierno fueron: el monarca, los Consejos, los cancilleres, los virreyes, las Cortes y las Audiencias, Felipe II limita las libertades religiosas y culturales provocando las revueltas de moriscos (Alpujarras, 1568-1571) y la persecución de judíos y protestantes. Se enfrentó también a una rebelión en Aragón promovida por la justicia mayor. La política exterior se basó en la defensa del catolicismo, frenando el avance turco en la batalla de Lepanto 1571. La sublevación de los Países Bajos, la rivalidad con Francia por el dominio de Italia (los vence en la batalla de San Quintín) y la guerra con Inglaterra (derrota de la Armada Invencible) supusieron un elevado gasto económico y sucesivas bancarrotas, que dejaron a España arruinada tras finalizar su reinado.

3.5 EXPLORACIÓN Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA. CONSECUENCIAS DE LOS DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA, Europa Y AMÉRICA

A partir de 1492, España exploró y colonizó el nuevo mundo, conquistando los territorios de mayas y aztecas en América Central y el Imperio Inca en el sur. Las expediciones podían ser financiadas por los reinos, o ser privadas. Para la ocupación del terreno se utilizó mano de obra indígena (encomienda, mita y esclavitud) y los españoles hispanizaron la zona a través de la lengua y la evangelización. Se organizó el territorio en virreinatos: Nueva España y Perú, divididos en gobernaciones y capitánías generales; la Administración central se dividía entre “El Consejo de Indias” (político) y la “Casa de la Contratación” (económico). La rivalidad entre Portugal y Castilla se resolvíó con los tratados de Tordesillas (1494) y Zaragoza (1529) que delimitaban su zona de influencia en el Atlántico y el Pacífico. La labor de España en América se basó en la obtención de oro y plata, que enriquecieron a Europa, aunque provocaron el alza de precios y la crisis del Siglo XVI. Nuevos productos como cacao, patata o maíz llegaron a Europa y productos europeos a América. La guerra y las enfermedades diezmaron a las poblaciones indígenas, mientras los procesos de aculturación afectaron a la identidad de sus pueblos. Las exploraciones de nuevas tierras y gentes contribuyeron al desarrollo de la ciencia europea.


3.6 LOS AUSTRIAS DEL Siglo XVII: EL GOBIERNO DE VALIDOS. LA CRISIS DE 1640

En el Siglo XVII los monarcas gobernaron con la ayuda de válidos, miembros de la alta nobleza, que formaron juntas compuestas por amigos y familiares, lo que generó un aumento de la corrupción. Felipe III y el Duque de Lerma promovieron la paz con Europa, la capital se trasladó a Valladolid y los moriscos fueron expulsados en 1609. Felipe IV y el Conde-duque de Olivares, buscaron la unificación fiscal de los reinos de España y promovieron la Uníón de Armas (1625), para crear un ejército con participación de todos los reinos. La negativa de Cataluña a participar llevó la guerra con Francia a las fronteras catalanas, lo que provocó protestas. En 1640, los campesinos atacan a los tercios reales, mientras que los segadores toman Barcelona, asesinando al virrey y parte de la nobleza. El Condado de Barcelona se entrega a Luis XIII de Francia, que lo ocupará hasta 1652, cuando Felipe IV consigue poner fin a la secesión. También en 1640, Portugal se rebela debido a la poca defensa de sus colonias por España y las exigencias de Olivares. Con apoyo de Inglaterra, Juan IV fue proclamado rey de Portugal y España terminó reconociendo su independencia en 1668. Sublevaciones menores estallaron también en Andalucía, Aragón, Sicilia o Nápoles.

3.7: GUERRA DE LOS 30 AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA ESPAÑOLA

Tras el reinado de Felipe III (1598-1621), pasa al trono Felipe IV (1621-1665), durante su reinado España participó en la Guerra de los Treinta años (1618-1648), apoyando a los Habsburgo de Viena y a los príncipes católicos alemanes. El conflicto se inició con victorias de los Habsburgo, como la toma de Breda a los holandeses. Pronto cambió el signo del conflicto y las derrotas se repitieron, mientras que los franceses e ingleses atacaban las posesiones americanas. La impotencia de los Habsburgo llevó finalmente al Tratado de Westfalia (1648), por el que se ponía fin a la guerra y en el que España reconocíó la independencia de Holanda. No obstante, la rivalidad con Francia se mantuvo otros doce años, zanjándose con el Tratado de los Pirineos (1659), en virtud del cual España cedía los condados del Rosellón y Cerdeña. Posteriormente, la débil monarquía de Carlos II (1665-1700) fue incapaz de frenar el expansionismo francés de Luis XIV. España cedíó diversos territorios europeos en las Paces de Nimega, Aquisgrán y Ryswick. Su muerte sin descendencia provocó la Guerra de Sucesión (1701-1713) al trono español en la que al conflicto interno se superpondrá un conflicto europeo general. La Paz de Utrecht en 1713 significó el fin del Imperio español en Europa.

3.8 – FACTORES Y CONSECUENCIAS DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL S. XVII

1. A finales del S. XVI, las bancarrotas de Felipe II anticipan un periodo de crisis que se desarrollaría en el S. XVII. A nivel demográfico, las malas cosechas, el hambre y las epidemias como la peste, conflictos como la Guerra de los Treinta Años, junto a la expulsión de los moriscos produjeron un fuerte retroceso. Esto implicó un descenso de la producción agraria, agravado por los privilegios de la Mesta, que tuvo como consecuencia la ruina del campesinado y la despoblación de los campos. En las ciudades, sigue la decadencia de la artesanía, también iniciada en el S. XVI: los impuestos, la falta de una política proteccionista, las alteraciones monetarias y las técnicas atrasadas hacen poco competitivos a los talleres. El comercio interior decayó por el empobrecimiento general, los aranceles y aduanas y las malas comunicaciones; y el exterior es deficitario, pues se exportan materias primas y se importan manufacturas, que se quedan en España o se envían a América. Los tratados de paz fueron ventajosos para Holanda, Inglaterra o Francia al permitir su libertad comercial en España y América. El comercio ilegal con América y el agotamiento del oro y la plata agudizan la crisis.

3.9 CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE Carlos II Y EL PROBLEMA SUCESORIO

1. La decadencia española fue el proceso constante de agotamiento y desgaste sufrido por la Monarquía Hispánica en el Siglo XVII, durante los reinados de los denominados Austrias menores. Esta decadencia culminó en el reinado de Carlos II. Carlos II (1665-1700), el último Austria, fue un rey enfermizo debido a la consanguinidad de sus padres y su reinado comenzó con la regencia de Mariana de Austria. Gobernó con validos como Nithard, Valenzuela o Juan José de Austria. En la política exterior, la débil monarquía de Carlos II fue incapaz de frenar al expansionismo francés de Luis XIV. En lo económico, la crisis en Europa, que será especialmente grave en Castilla por las medidas monetarias de los reyes. Sin embargo, se aprecia en su reinado cierta recuperación económica. Su muerte sin descendencia abríó un periodo de incertidumbre. Había nombrado heredero a Felipe de Anjou, pero la oposición de Carlos de Habsburgo, apoyado por Inglaterra y Holanda, provocó la Guerra de Sucesión (1701-1714). Felipe V se convirtió en el fundador de una nueva dinastía en España. La Paz de Utrecht en 1713 significó el fin del Imperio español en Europa.

4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL SISTEMA DE Utrecht. LOS PACTOS DE FAMILIA

1. Carlos II muere sin descendencia dejando como heredero al trono a Felipe de Anjou, nieto de Luis XVI y familiar de los Borbones, pero las grandes potencias de Europa no aceptaron esto y dieron su apoyo a Carlos de Austria. Así empieza la Guerra de Sucesión (1701-1713) en la que Felipe de Anjou, es apoyado por Francia y la Corona de Castilla y Carlos de Austria es apoyado por las grandes potencias europeas y por la Corona de Aragón, por temor a la imposición del centralismo francés. La guerra termina en con la victoria de Felipe V y la firma del Tratado de Utrecht (1713) según el cual se reconoce a Felipe V como rey de España, se pierden los territorios españoles en Italia y Países Bajos y se cede Menorca y Gibraltar, el navío de permiso y el asiento de negros a Inglaterra, pero este tratado perjudica a Francia y a España y beneficia a Inglaterra por lo que se firman tres Pactos de Familia; en el Primer Pacto (1733) Francia y España se alían contra Austria para recuperar el territorio español en Italia, en el segundo (1746) Luis XV de Francia apoya las aspiraciones españolas en el Norte de Italia y en el tercero (1761), firmado por Carlos III, Francia y España apoyan a los colonos de América frente a Inglaterra, y el reconocimiento de la independencia de EE.UU.

4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS

Tras la guerra de Sucesión (1701-1714) en España gobernará la dinastía francesa de los Borbones, que trajeron consigo reformas para modernizar la administración, reforzar el poder real y fomentar la actividad económica. Felipe V (1700-1746) unificó y organizó el estado con los Decretos de Nueva Planta, asimilando las leyes e instituciones de todos los reinos a las de Castilla (1707-16). Sólo Navarra y el País Vasco mantuvieron sus fueros por apoyar al rey durante la guerra. Las Cortes de Aragón se unen a las de Castilla, perdiendo sus fueros, cortes y usos del país (con excepciones). España será gobernada de forma centralista con una Corte única, y las funciones de los Consejos son asumidas por los Secretarios de Estado, hombres de confianza del rey, que no tendrán el poder de los validos del XVII. Esquilache, Floridablanca o Aranda son algunos ejemplos. Los Borbones sanearon la hacienda pública con sus reformas; recuperaron parte de la marina de guerra; se creó la Real Academia de Bellas Artes; se mejoraron las vías de comunicación y los puertos, creándose compañías comerciales y se impulsó la industria de la seda. También regularon la relación con la Iglesia en el concordato de 1753. Las resistencias de los estamentos privilegiados y las tensiones de la centralización limitarán el alcance de las reformas.

4.3 LA ESPAÑA DEL Siglo XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA.

Tras la guerra de Sucesión, los Borbones realizaron durante el Siglo XVIII una política interior encaminada a reformar la economía, la política y la sociedad. A partir de 1680 comienza en España una nueva fase de expansión demográfica gracias a la desaparición de las hambrunas, pestes y guerras del siglo anterior. Pero la mayoría de la tierra seguía en manos de los privilegiados y eran poco productivas. Se roturaron nuevas tierras, pero mejoraron poco las técnicas. Las medidas para estimular la industria fueron el proteccionismo y la creación de manufacturas reales, aunque las técnicas seguían siendo artesanales y los productos caros o de lujo. Se eliminó la pena de deshonor por trabajos manuales o comercio y aparecen tímidamente el trabajo a domicilio y las primeras fábricas (Cataluña). Se decretó el Libre Comercio para algunos puertos españoles con América para explotar económicamente las colonias y hacerlas proveedoras de materias primas como el cacao, el tabaco o el azúcar. El despegue de Cataluña se explica por el aumento de la producción agraria y la reinversión de los beneficios en nuevas industrias (sector textil). El comercio con América resultó muy beneficioso.

4.4 LA ILUSTRACIÓN: EL DESPOTISMO ILUSTRADO Y EL REINADO DE Carlos III

1. La Ilustración fue una corriente intelectual surgida en Francia en el Siglo XVIII. Asociaba el conocimiento con la libertad y veía la razón como único medio para alcanzar la verdad. Los ilustrados tenían una visión optimista del mundo y del hombre, y confiaban en el progreso científico y el desarrollo de la sociedad. La religión se vio severamente dañada, ya que se puso al hombre como medida de la realidad. Los ilustrados tenían un gran afán por adquirir conocimientos. Prueba de ello es La Enciclopedia de Diderot y D’Alembert (1751). El despotismo ilustrado fue una forma de gobierno basada en la aplicación de las ideas ilustradas a las monarquías absolutas de la segunda mitad del s. XVIII. Este sistema llegó a España con Carlos III (1759-1788). Sus reformas buscaban modernizar la educación (Sociedades Económicas de Amigos del País), la economía (“desamortizaciones” de Campomanes y Olavide), la banca (apertura del Banco de San Carlos), la industria (Reales Fábricas) y el comercio (proteccionismo, libre comercio con América y mejora de la red de carreteras). Con ello pretendían suprimir ciertos privilegios del clero y de la nobleza, lo cual choca con su conservadurismo y lleva a revueltas sociales (Motín de Esquilache, 1766) que impiden que las reformas tengan éxito. Tras el motín fueron expulsados los jesuitas, considerados promotores del mismo.

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