Texto 17 ley de responsabilidades políticas


LEY DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS (1939)


Identificación
El texto son tres artículos de la Ley de Responsabilidades Políticas, firmada por Francisco Franco en Burgos el 9 de Febrero de 1939 y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 13 de Febrero de 1939. Es, pues, una fuente primaria, un texto legal de contenido jurídico-político.
Resumen
El art. 1 declara la responsabilidad política de las personas físicas y jurídicas acusadas de subversión (desde el 1 de Octubre de 1934 al 18 de Julio de 1936)
Y oposición al Movimiento Nacional (desde la última fecha). El art. 2 ilegaliza los partidos y agrupaciones políticas de la España republicana. El art. 3 establece la incautación de sus bienes por parte del Estado.
Aclaración de términos

1 de Octubre de 1934

Fecha de inicio de la Revolución izquierdista emprendida por socialistas y anarquistas contra el gobierno de coalición de los radicales y de la CEDA. Fue aplastada rápidamente en toda España, con la única excepción de Asturias, donde tuvo que intervenir el Ejército para acabar con la revuelta.

16 de Febrero de 1936

Fecha de las últimas elecciones del período republicano, ganadas por el Frente Popular.

18 de Julio de 1936

: Fecha del inicio del golpe militar en la Península, tras haberse producido un día antes en el protectorado de Marruecos. El franquismo se reivindicó siempre como el Estado del 18 de Julio.

Frente Popular

Coalición electoral de partidos de centro-izquierda e izquierda que crearon listas conjuntas para presentarse a las elecciones del 16 de Febrero de 1936.
Estaba formado por Izquierda Republicana, Uníón Republicana, el PSOE, la UGT, el PCE, el POUM y el Partido Sindicalista.

Movimiento Nacional

El único cauce de participación en la vida pública española. Se compónía de: un partido único, la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS); un único sindicato, de tipo vertical, que integraba a patronos y obreros; los cargos públicos (que tenían que jurar fidelidad a los Principios); y múltiples organismos de encuadramiento social (Frente de Juventudes, Sección Femenina…).


Tema
La sublevación de una parte del Ejército en Julio de 1936, ideada como un rápido golpe de mano, se convirtió en una Guerra Civil que duraría tres años. En líneas generales, el bando sublevado llevó siempre la iniciativa estratégica. Su victoria militar se debíó a tres factores: unidad de gobierno y mando militar; cuantía, continuidad y calidad del apoyo exterior en materia de suministro militares; y rapidez relativa en constituir una fuerza de combate eficiente y disciplinada. El 1 de Abril de 1939, un parte de guerra dio el conflicto por finalizado. Las consecuencias de la guerra fueron enormes. Las principales, las pérdidas humanas (en combate, en la represión de las retaguardias…). Además, centenares de miles de heridos y exiliados. Las pérdidas materiales fueron también cuantiosas, así como el perjuicio para la economía. Tras el triunfo del bando nacional en la Guerra Civil y hasta 1975, se establecíó en España el franquismo, un régimen político vinculado a la personalidad de Francisco Franco. El Estado organizado por los vencedores pretendíó reconstruir una España tradicionalista: unitaria, confesional, autoritaria y sin lugar para la disidencia en lo político y en lo cultural. Quien no se adhiriera al proyecto o hubiera promovido uno contrario debía penar por ello. Así, en 1939, se publicó la Ley de Responsabilidades Políticas, a la que siguieron la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo y la Ley de Seguridad del Estado. En definitiva, se trataba de mostrar que había dos tipos de españoles: vencedores y vencidos.
La Ley de Responsabilidades Políticas serviría para acusar al bando republicano de haber desencadenado la Guerra Civil al oponerse al Alzamiento del 18 de Julio. Su objetivo principal era que todas aquellas personas que hubieran formado parte del Frente Popular, desde los dirigentes a los militantes de base, o si hubiesen simpatizado con él o, incluso, si habían mostrado una «pasividad grave», debían reparar los daños morales y materiales provocados por su comportamiento político. Los Tribunales de responsabilidades políticas impondrían tres tipos de sanciones: inhabilitación profesional, restricciones a la libertad de residencia (especialmente destierros) y multas económicas. De todas estas penas las más habituales e importantes eran las sanciones económicas, las incautaciones y las confiscaciones de bienes que iban a nutrir al nuevo régimen con una importante fuente de ingresos. Las acusaciones podían formularse con carácter retroactivo sancionando acciones desde el 1º de Octubre de 1934. A pesar de la amplia y compleja
red de tribunales que se organizaron, no van a ser suficientes para tramitar el enorme número de causas instruidas. Con el tiempo, la victoria de los aliados en la II GM, el deseo de suavizar la imagen del Régimen ante el exterior y la imposibilidad de mantener los grandes gastos que generaban estos tribunales acabará por propiciar su supresión en Abril de 1945 y el traspaso de sus competencias a la jurisdicción ordinaria. Aunque no existen cifras exactas, se calcula que estos tribunales pudieron llegar a incoar durante su funcionamiento más de 250.000 expedientes en toda España.
La represión franquista tuvo distintas modalidades (con frecuencia conjuntas):
Las muertes por ejecuciones.
Se calcula que entre 1936 y 1943 hubo aproximadamente 150.000 víctimas mortales en actos de represalia, campos de concentración y trabajo y cárceles. Muchas de las víctimas fueron enterradas en fosas comunes, a menudo fuera de los cementerios y diseminadas por el campo, y sin que su muerte fuese inscrita en los registros civiles.
El encarcelamiento.
Antes de la guerra el número de presos por cualquier tipo de delitos era inferior a las 10.000 personas; en 1939 era de 270.000 (aunque descendíó a 43.000 en 1950, por indulto, libertad condicional o redención de penas por el trabajo y, también, por la imposibilidad de mantener a tanto preso). El número de muertes en la cárcel por las lamentables condiciones higiénicas o por las deficiencias en la alimentación fue muy elevado.
Las depuraciones.
Cualquiera que hubiera tenido relación con la República era peligroso y se le apartaba de toda responsabilidad pública. Los funcionarios eran castigados con sanciones que iban desde el encarcelamiento, el traslado forzoso, la suspensión de empleo y sueldo, la inhabilitación y la separación. Para la obtención de una plaza, se daba prioridad a los leales al Movimiento Nacional, y se exigía la presentación de «certificados de buena conducta» expedidos por el jefe local de Falange y el cura de la parroquia. La represión administrativa practicada en el Sistema Educativo fue especialmente intensa, tanto en la enseñanza primaria y secundaria como en las universidades.

Otras:


Torturas, sanciones económicas, destierros, marginación laboral, etc.


Se creó un ambiente de miedo, desconfianza e inseguridad. Los medios de comunicación, la Falange y la Iglesia Católica desempeñaron una importante función de manipulación y silenciamiento, para conseguir la sumisión de la población. La sociedad española se acostumbró a ver, oír y callar.
A lo largo de las décadas que duró la represión, experimentó modificaciones, por lo cabe establecer tres etapas; la primera, la de la represión salvaje con los bandos de guerra, comprende desde el 17 de Julio del 36 a Febrero de 1937; la segunda, la de los consejos de guerra sumarísimos de urgencia, va de Marzo de 1937 a los primeros meses de 1945; y la tercera sería la gran oleada represiva de fines de los cuarenta y de los años cincuenta, marcada por la eliminación de docenas de guerrilleros y de cientos de personas acusadas de servirles de apoyo.
Valoración
La Ley de Responsabilidades Políticas, que comentamos, tenía carácter retroactivo, es decir, se aplicó a hechos anteriores a su promulgación, algo que se opone a Derecho (monstruosidad jurídica la califica Bartolomé BENNASSAR, Franco, p. 115). También es sorprendente que precisamente el bando rebelde (los nacionales) acusara de rebelión a quienes habían permanecido fieles al gobierno legítimo de la República.
Hubo también una brutal represión en la España republicana. Pero hay una importante diferencia con la franquista (aparte del número de muertos): la represión republicana (55.000-60.000 muertos, la mayoría durante el primer semestre de la guerra) fue una acción revolucionaria incontrolada, aprovechando el vacío de poder inicial provocado por la sublevación; la franquista, una represión de Estado, programada e impulsada desde arriba. Además, y al contrario que en otras guerras civiles acontecidas en otros países, los vencedores no mostraron ninguna piedad o perdón hacia los vencidos, y la represión siguió tras el fin de la guerra.
En España, la paz fue la aplicación a lo largo de treinta y seis años de los que el propio régimen llamaba la victoria. Por ello el fin de la contienda no trajo la paz a los españoles, solo les regaló orden pero orden policial (GARCÍA DE CORTÁZAR, Breve historia de España, p. 583).

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