Unificación territorial de los Reyes Católicos

3.1. Los Reyes Católicos: uníón dinástica E INSTITUCIONES DE GOBIERNO


El reinado de los Reyes Católicos supone la uníón dinástica de los dos principales reyes de la Península, pero en ningún caso la unificación de ambas coronas ni de sus territorios. Tras el matrimonio de Isabel y Fernando (1469) cada territorio mantuvo sus instituciones, moneda, leyes y costumbres propios. En 1475 ambos habían llegado a un acuerdo en Segovia según el cual se reconocería a cada cónyuge los mismos derechos en cada territorio mientras el otro viviera pero en ningún caso hubo un proyecto de transmitir los reinos a los herederos como un conjunto unificado.

La acción de gobierno de los Reyes
Católicos se dirige a fortalecer su autoridad por encima de los nobles, pero sin atacar a éstos directamente ya que los necesitaban. La tradición política en Castilla favorecía el papel de una monarquía fuerte mientras en Aragón se veía limitada por el pactismo. Para reforzar esa autoridad los reyes ejercieron el poder personalmente, haciéndose presentes en los reinos e imponiendo un protocolo que marcaba la distancia con los grandes señores; también perfeccionaron la administración, también afianzaron el control sobre las ciudades con la extensión de los corregidores.
La administración de justicia se perfecciona con la fijación de las Audiencias y Chancillerías.
Una medida esencial fue la creación de la Santa Hermandad, una institución que se encargaría de mantener el orden en los ámbitos rurales; al ser una propuesta de las Cortes, éstas aceptaron pagar un elevado impuesto para su mantenimiento, lo que permitíó a los Reyes prescindir de ellas para su política fiscal. Con los cuantiosos ingresos de la Hermandad pudieron financiar un ejército permanente y leal a los reyes. En 1480 los Reyes obtuvieron del Papa el permiso para formar un Tribunal de la Inquisición en Castilla; se trata de un paso importante porque, aunque la Inquisición ya existía en Europa, siempre había dependido del Papa, mientras ahora dependerá directamente de los Reyes Católicos. Por último, siguiendo la línea de unidad religiosa que habían iniciado, decretan en 1492 que los judíos se conviertan o abandonen el reino, optando la mayoría por esto último; en 1502 Cisneros hace lo propio con los mudéjares, si bien en este caso la mayoría opta por la conversión forzosa.

3.2. El significado de 1492. La guerra de Granada y el descubrimiento de América


El reino de Granada había resistido gracias a las parias, de las que los reyes castellanos obténían importantes ingresos, pero también gracias a los problemas internos de los reinos cristianos que no podían hacer frente a la conquista de un territorio tan extenso. Los Reyes Católicos deciden poner fin al último poder musulmán de la Península para progresar en la cohesión territorial (dentro de un proyecto que les llevó a intentar también el control de Portugal); así, inician una guerra en 1480 que finaliza el 2 de Enero de 1492, cuando tras un largo asedio y duras negociaciones con Boabdil, último rey nazarí, los Reyes Católicos entran en Granada. Esta guerra sirvió además para reforzar el liderazgo de los monarcas, que se hicieron presentes en la guerra junto a sus ejércitos. Además en 1492 se decreta la expulsión o conversión de los judíos de la Península.

El avance de los turcos otomanos interrumpíó las rutas habituales de comercio con Oriente, y se hizo necesario buscar rutas alternativas. Esta necesidad dieron lugar a una época de viajes y descubrimientos, en los que se inscribe el de Colón. Cristóbal Colón llegó en 1482 a Portugal con un proyecto para llegar a las Indias por Occidente, pero los portugueses lo rechazaron porque esperaban encontrar un paso a través de África. Colón marchó entonces a Castilla, donde al segundo intento su proyecto fue aceptado y se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe en 1492, según las cuales los reyes concedían amplios privilegios a Colón sobre las tierras que descubriera. En Agosto de 1492 se pone en marcha desde el puerto de Palos la expedición que avistó tierra el 12 de Octubre: era la isla de Guanahaní. Colón tomó posesión de las nuevas tierras para Castilla y siguió explorando, hasta descubrir Cuba y Santo Domingo. En Enero regresa a Castilla. Los Reyes se apresuran a pedir al Papa que les reconozca el derecho sobre las nuevas tierras. Pero Portugal lo considera una violación de Alcaçovas-Toledo, y la negociación culminará en el Tratado de Tordesillas de 1494, que a la larga posibilitó que Portugal se quedara con Brasil.

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