Constitución del ferrocarril en el gobierno liberal

Vencido definitivamente el absolutismo a partir de 1840 el campo de los pensadores liberales en dos facciones antagónicas los liberales progresistas y liberales moderados. Y, se destaca que durante esta etapa se desarrolló un sistema de gobierno alterno.

Los progresistas más heterogéneos  pero que representan básicamente a la pequeña burguésía una buena parte de la clase media y amplios sectores de las capas populares urbanas mandaron de 1840 a 1843 y de 1854 a 1856 los moderados que representaban a los grandes propietarios porque se y noble beneficiarios principales desde la Asociación desamortizaciones de 1837 y 1855 e incluso a las capas medias altas gobernaron de 1844 a 1854 y de 1856 a 1868 unos y otros por cierto se apoyarían para gobernar en el prestigio y la fuerza de los militares de uno y otro signo como el general
Espartero en el campo progresista y el general Narváez en el modelado por lo demás para estas fechas era ya evidente que el ejército era el auténtico árbitro de la situación política española en cuanto a las masas campesinas y a las capas populares urbanas que constituyen la inmensa mayoría de la población el sistema liberal empleando como mecanismos efectivos el sufragio censitario le dejaba completamente al margen de la participación política                       

Entre 1840 y 1843 se llevó a cabo el primer gobierno progresista, en la que el general Espartero sustituyó a María Cristina como de Regente de España. El marco político de ese período fue la Constitución de 1837, impuesta por los progresistas a los moderados durante la Primera Guerra Carlista. Mucho más avanzada que el Estatuto Real de 1834 proclamaba la soberanía nacional y sin ser democrática establecía el sufragio censitario en lugar del universal, y al menos garantizada las elección de los alcaldes por una parte de los vecinos de cada municipio.  Sin embargo el Duque de la Victoria tuvo que hacer frente a la oposición moderada que se exprésó mediante sucesivos pronunciamientos que acabaron fracasando, además de que las tendencias autoritarias y personalistas del Regente le enajenaron la simpatía de diversos sectores del progresismo y, su política económica librecambista enojó a la burguésía algodonera catalana , la cual reclamaba la protección de sus tejidos frente a los tejidos de la importación británica, y finalmente la oposición de los Algodoneros catalanes se tradujo en una sublevación de la ciudad de Barcelona que Espartero reprimíó sin contemplaciones, lo cual sumado a un nuevo pronunciamiento moderado bajo la dirección del general Narváez obligó a Espartero abandonar el poder y a emprender el camino del exilio londinense.

Posteriormente, en 1844, Isabel II fue proclamada mayor de edad tras le regencia de Espartero, haciendo que el país entrase en una fase crucial del reinado isabelino, la Década Moderada, de 1844 hasta 1854, en cuya figura política a estacar fue el general Narváez quien, básicamente gobernó el país desde distintas perspectivas, y, cuyo rasgo a destacar de este periodo fue la formación de un bloque de poder, que, a partir de entonces sentaría las bases económicas y en buena parte políticas por las que discurría la mayor parte de la historia española de la segunda mitad del Siglo XIX y mayor parte del XX. Esta década fue una época de gobierno

La década moderada 1844-1854 fue la época del gobierno de los grandes propietarios nobles y burgueses para asegurarse  el predominio frente a los progresistas, y los moderados crearon en 1844  la Guardia Civil, institución armada que contrapónían a la Milicia Nacional además de que se convirtió en seguida, en el brazo armado de los grandes terratenientes contra el bandolerismo endémico y las agitaciones sociales del campo social. Insatisfechos con el marco político diseñado por la Constitución marcadamente antiprogresista 1845, la soberanía no residía en la nacíón  sino el Rey y las Cortes  los cuales se elegían  mediante sufragio censitario, entre propietarios y contribuyentes, mientras que el monarca podía escoger a su Jefe de Gobierno y ministros. La libertad de imprenta debía sujetarse al cumplimiento de las leyes y se suprimirán las elecciones municipales y la milicia nacional pilares del poder político del progresismo en definitiva la Constitución de 1845 consagraba la hegemonía política del bloque formado por aristócratas y burgueses castellanos y andaluces enriquecidos por la desamortización y entregados a la especulación financiera y cuyos intereses cerealistas se defenderían con medidas proteccionistas. Esa alianza se extendería en aquellos años a la burguésía algodonera catalana que reclamaba también una política proteccionista e incluso a la burguésía comercial Canaria que por el contrario exigía una política librecambista años más tarde se sumaría a ese bloque social de poderlos también proteccionistas industriales ferreteros Vasco                       

Por último en 1851 se firmo un concordato con la Santa Sede por la cual se buscó la consolidación con la iglesia y el clero católico con los que el liberalismo se había indispuesto a raíz de la desamortización eclesiástica de Mendizábal en 1877 la cual confirmaba la confesionalidad católica de España situación consagrada en las constituciones de 1812 1837 y 1245 sino que obligaba al Estado español a sostener el culto y á los eclesiásticos mediante la retribución anual. En 1854 la división interna del moderantismo facilito el regreso al poder de los progresistas un pronunciamiento del general O’Donnell la Vicalvarada y el posterior levantamiento del pueblo madrileño contra el gobierno moderado obligó a la reina a llamar al General Espartero para gobernar                       

El bienio progresista con Espartero y O’Donnell en el poder transcurríó entre 1854 y 856, de lo cual lo más singular fue la culminación del proceso desamortizador pues para hacer frente a los apuros financieros del Estado, en 1855 se promulgó la Ley de Madoz, la cual confiscaba las tierras comunales de los municipios que fueron puestas a la venta, y sobre la desamortización eclesiástica de 1837, aumentó el patrimonio de la nobleza y de la burguésía absentista.  Por otra parte, las Cortes Constituyentes convocadas por los progresistas elaboraron una nueva Constitución, la de 1856, más avanzada que la del 45 pero que no llegó a entrar en vigor,  además de que surgíó el Banco de España y se abríó el negocio ferroviario español a la inversión del capital extranjero, y por último, cabe destacar la  insensibilidad a los problemas populares como los moderados, los progresistas fueron testigos también de una gran agitación social, protesta la cual estuvo protagonizada en Castilla y Andalucía por un campesinado hambrientos e insatisfechos con las míseras condiciones laborales y en Cataluña por un problema tío descontento con la pobreza y la imposibilidad legal de asociarse  .                     

La última fase el reinado de Isabel II se desarrolló entre 1856 y 1868, en donde el enfrentamiento entre Espartero fiel al progresismo y O’Donnell inclinado hacia el moderantismo, fue decisivo para cerrar el bienio progresista el cual restablecíó la Constitución moderada de 1845, y entre 1856 y 1868 O’Donnell y Narváez político favorecidos por Isabel II detentaron mayoritariamente el poder O’Donnell sea pollo para hacerlo en la uníón liberal,  mientras que como muestra la Constitución de 1845 este último periodo tuvo un carácter político marcadamente moderad. Finalmente, la enriquecerse la muerte de O’Donnell en 1867 y la de Narváez en 1828 le privó de sus últimos defensores y en Septiembre de 1868 un nuevo pronunciamiento, apoyado por la mayoría del ejército, en la oposición política y la mayor parte de la población urbana del país concluyó con su destronamiento y exilio a Francia, por lo que el endeudamiento estatal la pérdida del crédito exterior el aumento de la presión fiscal sobre el pueblo sumado a los motivos anteriores dio lugar a la Revolución Gloriosa.

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