El reformismo borbónico en España y América

4.3 La España del Siglo XVIII. Expansión y transformaciones económicas: agricultura, industria y Comercio con América. Causas del despegue económico de Cataluña.

Los Borbones se caracterizaron por renunciar a la hegemonía Europea que habían perseguido los Austrias y a fortalecer internamente el Absolutismo real y el progreso económico. Felipe V apartó de las decisiones de Gobierno a la aristocracia española y se rodéó de funcionarios profesionales. La nueva dinastía persigue desprenderse de los viejos lastres de la anterior Dinastía y gobernar con criterios de eficacia y pragmatismo. Introdujeron Reformas: en agricultura se limitaron los privilegios de la Mesta, se decretó La libre circulación de mercancías con la supresión de las aduanas interiores, Y la honorabilidad del ejercicio de las profesiones reparto de tierras; en el comercio se establecen medidas mercantilistas que prohibían la importación de Manufacturas y se crean compañías de comercio; en la industria se crean Reales Fábricas, infraestructuras, y se impulsa el conocimiento con Sociedades de Amigos del País, las Reales Academias, museos y centros de investigación. Liquidado el Imperio europeo, los Borbones se propusieron recuperar el control Económico de América. Para ello crearon nuevos virreinatos, introdujeron la Figura de los intendentes, aumentaron la presión fiscal y mejoraron la gestión De los impuestos. Se creó un ejército eficaz formado, en gran parte, por Criollos para evitar levantamientos armados sociales como el de Tupac Amaru en 1780. También se reorganizó el comercio para que los intercambios entre América Y Europa se hicieran a través de intermediarios españoles. Esta política Intensificó los intercambios, pero perjudicó a los comerciantes criollos y a Las industrias locales americanas, que no podían competir con los productos Europeos llevados por los comerciantes españoles. Por otra parte, el monopolio Español del comercio con las Indias se vio roto por el contrabando y por las Cesiones que tuvo que hacer España en el tratado de Utrecht. La exclusión de Los criollos de la administración colonial provocó un sentimiento de Alejamiento de la metrópoli que desembocó en el proceso independentista en el siglo XIX. Cataluña, desde finales de siglo se convirtió en un foco de Industrialización por el desarrollo de las fabricas de indianas (telas de Algodón), consecuencia de la iniciativa privada de empresarios fabricantes que Invertían en una producción destinada a la exportación, aprovechando los Decretos de liberalización del comercio con América de 1765 y 1778. Su Dependencia excesiva del comercio colonial hizo que entraran en crisis con las Guerras de finales de siglo.

4.4 Ideas Fundamentales de la Ilustración. El despotismo ilustrado: Carlos III

En la España del s. XVIII triunfaron los ideales del Pensamiento ilustrado europeo: humanismo, Racionalismo y secularización Cultural. La plenitud de la Ilustración se dio durante el reinado de Carlos
III, en el que ilustrados como Jovellanos, Campomanes, Aranda, Cabarrús, etc. Desde el poder, intentaron hacer reformas, no siempre con éxito. No pudiendo Reformar la universidad, anclada en los viejos métodos y ajena a la Investigación, se crearon centros de enseñanza que no dependieran de ésta, como El Real Gabinete de Máquinas o la Escuela de Mineralogía de Madrid. Con su Apoyo se crearon las Reales Academias de la Lengua, de la Historia, de Jurisprudencia y de Bellas Artes; también se crean museos y centros de Investigación (Observatorio Astronómico, Jardín Botánico). Se consiguieron Importantes logros en la ciencia, la cultura y el arte, actividades en las que Destacan los naturalistas Antonio Cavanilles y José Celestino Mutis, el Economista Campmany, el arquitecto Juan de Villanueva o el pintor Francisco de Goya. El despotismo ilustrado es la teoría política dominante en Europa en el Siglo XVIII. Es la uníón de los principios de la Ilustración con la monarquía Absoluta. El rey tiene todo el poder, pero debe ejercerlo en beneficio de sus Súbditos («todo para el pueblo, pero sin el pueblo»). Por ello, los Gobiernos ilustrados fomentan las reformas económicas y sociales, pero no Políticas.
Carlos III es el principal representante de esta doctrina en España Y durante sus gobiernos se hicieron reformas en diversos campos: en agricultura Con la supresión de la Mesta y reparto de tierras; en el comercio con medidas Liberalizadoras; en la industria, infraestructuras, educación… El aumento del Absolutismo llevó al rey a enfrentarse con la Iglesia, especialmente con los jesuitas, Que fueron expulsados de España tras ser acusados de provocar el motín de Esquilache, como parte de la política regalista mantenida por los borbones Limitando el poder de la iglesia tanto en materia económica y fiscal (nombramiento de prelados, cobro de rentas, limitación de la jurisdicción Eclesiástica) como cultural, prohibiendo los índices de libros prohibidos y la Autoridad de la Inquisición. Durante el reinado de Carlos IV se frenó el Impulso renovador de la Ilustración por temor al contagio de los ideales de la Revolución Francesa.

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