Fin de la monarquia absoluta en españa

España ante la revolucion Francesa


Al morir Carlos III (diciembre de 1788) accede al trono su hijo Carlos IV que verá su reinado influido por el proceso revolucionario francés.Su reinado supone el final de una época, los planteamientos revolucionarios provenientes de Francia desmontan las ideas ilustradas. La reacción del Conde de Floridablanca fue establecer un cordón sanitario en torno a los pirineos, era un momento de amplio debate sobre la estrategia a seguir frente a los revolucionarios franceses. El Conde de Floridablanca tuvo miedo al contagio revolucionario, un temor no imaginario por la constatación de que faltaba un dispositivo de seguridad y orden público, además del malestar existente en muchas ciudades por la escasez y el alto precio del pan. A Luis XVI se le consideraba un rehén, lo que aconsejaba dejar en suspenso el Pacto de Familia, significando este hecho el aislamiento internacional y la reestructuración de la política exterior. Carlos IV destituyó a Floridablanca y apostó por Aranda que daba prioridad al mantenimiento de la alianza con Francia ante el peligro británico en las colonias americanas. Tras la ejecución de Luis XVI en enero de 1793, Carlos IV se inclinó hacia la guerra, aunque, aparte de motivos familiares, no había políticos que la justificaran siendo el verdadero enemigo de los intereses españoles Inglaterra.
Tras unos inicios esperanzadores, la campaña fue desastrosa por la toma, entre 1794-95, de San Sebastián, Bilbao y Vitoria, más la entrada francesa por el Ampurdán. El descontento popular creciente, y la grave situación de la Hacienda, aconsejaban llegar a la paz, también deseada por la República, con lo que se firmó la

Paz de Basilea (22 de junio de 1795)


Después de la Paz de Basilea la neutralidad española duró poco más de un año, pues en agosto de 1796 se firmaba con el Directorio francés el Pacto de San Ildefonso, en el que se especificaba la aportación de cada uno de los estados signatarios a una fuerza común en el caso de que cualquiera de ellos fuese atacado.
En octubre de ese año se rompían las hostilidades con Inglaterra y empezaba un proceso de sometimiento a las iniciativas francesas hasta 1808.La Guerra con G. Bretaña provocó la caída momentánea de Godoy, quien regresa al poder en 1800 y revitaliza la alianza con Francia. Para entonces el reino vecino estaba en manos de Napoleón y sumiso en una expansión por Europa que llevó a España a diferentes guerras:-
Guerra de las Naranjas (1801), ayuda en 1804 a Francia con barcos de guerra (el emperador había prometido a Godoy un reino en una de las provincias portuguesas).-

Desastre de Trafalgar (1805)

, donde la escuadra hispano-francesa sufrió una gran derrota a manos de la británica. Este episodio resultó clave para la evolución española, tanto en su plano interior como en sus territorios transoceánicos, pues afianzó aún más la alianza con Francia y diezmó el potencial marítimo, lo que incrementó la sensación de debilidad. Las consecuencias fueron desastrosas para la economía, por la paralización de las manufacturas dada la interrupción del comercio marítimo. Las exigencias del bloqueo continental decretado por Napoleón contra Inglaterra, le conducen a la invasión de Portugal (aliado de los británicos).Para ello se firma, en 1807, el Tratado de Fontainebleau en el que se autorizaba el paso del ejército francés y se contemplaba el reparto de Portugal, en tres zonas, de ellas, la parte sur sería para Godoy.La realidad fue que España era lentamente invadida por tropas francesas con la escusa de ocupar Portugal, así todas las plazas estratégicas eran ocupadas por los francesas, las exigencias de Napoleón a Godoy le hicieron ver a este último la gravedad de la situación, proponiendo la marcha de la familia real a Andalucía para desde allí pasar a América. El Motín de Aranjuez fue un levantamiento nobiliario ocurrido el 18 de marzo de 1808 por las calles de esta localidad madrileña. Se desencadenó debido a varias causas, entre ellas las consecuencias de la derrota de Trafalgar que recayó fundamentalmente en las clases humildes. A ello hay que sumarle el descontento de la nobleza, la impaciencia de Fernando VII por reinar, la acción de los agentes de Napoleón y las intrigas de la Corte, donde se iba creando un núcleo opositor en torno al Príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, formado por aristócratas recelosos del poder absoluto de Godoy, y farisaicamente escandalizados por sus supuestas relaciones con la reina María Luisa de Parma; así como el temor del clero a las medidas desamortizadoras.

Guerra de la independencia La Constitución de Bayona de 1808 es un texto conservador, pero que suprimía ciertos privilegios, limitaba los mayorazgos, reformaba la Hacienda y aludía a ciertos derechos individuales, además restaba poder a la iglesia, sin embargo la guerra hizo que sus normas apenas tuvieran aplicación práctica.  Principalmente la Constitución de Bayona era un texto de Napoleón que José I hizo propio que trataba de restar el odio de los españoles hacia los ejércitos Napoleónicos. Cuando la mayor parte los secretarios, miembros de los Consejos, la burocracia y la aristocracia juraron fidelidad al rey José I, hermano de Napoleón e impuesto por éste tras la renuncia al trono de Fernando VII y Carlos IV; el término afrancesado se aplicó de forma extensiva, y con el valor de traidor (o, como se diría en otros casos de ocupación extranjera: colaboracionista), a todos aquellos españoles que, durante la ocupación francesa, colaboraron con la misma o con la Administración del rey José, ya fuese por interés personal o por la creencia en que el cambio de dinastía redundaría en la modernización de España. La ideología de los afrancesados conducía al enfrentamiento tanto con los absolutistas como con los liberales. Para los unos, su programa era demasiado avanzado y no lo podían asumir los defensores del Antiguo Régimen; para los otros, el programa era excesivamente moderado por su concepción evolutiva y apego a la vía legal. La mayor parte de los afrancesados salieron de España con el derrotado ejército francés en 1814, formando el primero de los grupos de exiliados españoles que se repetirán sucesivamente a lo largo del siglo XIX con motivo de los cambios políticos, y que llegarán hasta 1939.Ante los acontecimientos de la invasión surgen en España diferentes actitudes políticas -Jovellanistas:
Son sobretodo las clases medias (clero urbano, abogados, médicos , profesores) que constituyen los grupos intelectuales conscientes de la necesidad de reformas, consideraban que el pueblo a través de las Juntas había asumido un papel que antes correspondía a la monarquía.

-Afrancesados


Absolutistas

Defensores del Antiguo Régimen que no deseaban cambio alguno.

-Los liberales pertenecen también a la burguesía media y a la intelectualidad, están influidos por la ideología de la Revolución francesa. No aceptan la Constitución de Bayona, afirman la soberanía de la nación, ésta interviene a través de las asambleas representativas en la elaboración de las leyes. El resentimiento de la población por las exigencias de manutención de las tropas extranjeras, que resultó en numerosos incidentes y episodios de violencia, junto con la fuerte inestabilidad política surgida tras el episodio del motín de Aranjuez, precipitó los acontecimientos que desembocaron en la mítica jornada del 2 de Mayo de 1808 en Madrid.
El 27 de abril Murat solicitó, supuestamente en nombre de Carlos IV, la autorización para el traslado a Bayona de los dos hijos de éste que quedaban en la ciudad, María Luisa, reina de Etruria, y el infante Francisco de Paula. Si bien la Junta se negó en un principio, tras una reunión en la noche del 1 al 2 de mayo, y ante las instrucciones de Fernando VII llegadas a través de un emisario desde Bayona, finalmente cedió. El 2 de mayo de 1808, a primera hora de la mañana, la multitud comenzó a concentrarse ante el Palacio Real. La muchedumbre vio cómo los soldados franceses sacaban del palacio al infante Francisco de Paula, por lo que, al grito de José Blas de Molina «¡Que nos lo llevan!», el gentío intentó asaltar el palacio. El infante se asomó a un balcón provocando que aumentara el bullicio en la plaza. Este tumulto fue aprovechado por Murat, que mandó rápidamente a unos Guardias Imperiales al palacio, acompañados de artillería, que disparó en contra de la multitud. Al deseo del pueblo de impedir la salida del infante, se unió el de vengar a los muertos y el de deshacerse de los franceses. Con estos sentimientos, la lucha se extendió por Madrid.Murat pensaba haber acabado con los ímpetus revolucionarios de los españoles, habiéndoles infundido un miedo pavoroso y garantizando para sí mismo la corona de España. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras.
De la noche el 22 al 23 de mayo, y una vez difundidas las noticias de las abdicaciones de Bayona, la insurrección se inicia en la ciudad de Cartagena que por entonces era Departamento de Marina y de Artillería, creándose en ella la primera Junta General de Gobierno. Desde Cartagena se mandan correos a las ciudades de Valencia, Granada y Murcia, «con el aviso de la resolución que se había formado en Cartagena. Estas Juntas se crean en todas las ciudades levantadas, tras crearse la

Junta General de Gobierno de Cartagena


En Sevilla, la Junta local adopta el nombre de Junta Suprema de España e Indias, impulsora del texto considerado como la declaración de guerra formal emitido el 6 de junio. Tras las campañas del verano de 1808: Primer sitio de los Sitios de Zaragoza (15 de junio de 1808 hasta el 15 de agosto de 1808) y la Batalla de Bailén (19 de julio). Con la entrada en Madrid de Castaños y González Llamas el 5 de septiembre se puso de manifiesto la dificultad entre los diferentes niveles del poder español para constituir una autoridad única tanto política como militar con la que consolidar los progresos realizados hasta entonces, que habían llevado al repliegue francés hacia el norte del valle del Ebro, y afrontar el contraataque general napoleónico, una vez dispuesta la llamada Grande Armée.A las rivalidades entre los altos mandos militares, que emprendían acciones sin coordinación, se sumaba la de la divergencia política sobre la reforma del sistema del Antiguo Régimen y el surgimiento de reclamaciones particulares en cada territorio, al amparo del clima de federalismo de facto favorecido desde las diferentes juntas provinciales. A pesar de ello, un acuerdo general permitió constituir el 25 de septiembre de 1808 en Aranjuez la denominada Junta Suprema Gubernativa, presidida por Floridablanca. Tras la Batalla de Bailen en julio de 1808 José I se vió obligado a abandonar Madrid y casi toda España se vio liberada en pocas semanas. Sin embargo la respuesta de Napoleón no se hizo esperar y en noviembre llegó a España con 250.000 soldados. Avanzó hasta Madrid tra una batalla en Somosierra y reinstala a su hermano en el trono. Napoleón se retira a Francia ante la amenaza de una nueva coalición europea. Dejó la misión de rematar la guerra en el noroeste, ocupando Galicia tras la batalla de Elviña y luego giraron al sur para atacar Portugal desde el norte. Sin embargo, la resistencia popular, apoyada por los suministros de armas de la flota inglesa, hizo imposible la pacificación de Galicia, que tuvo que ser evacuada tras la derrota de los franceses en  Puentesampayo (junio de 1809), ésta fue la primera plaza reconquistada a los franceses en Europa ,Galicia y Valencia permanecieron libres de tropas francesas, aunque Valencia terminó capitulando en enero de 1812. Las guerrillas, que eran ya muy numerosas en todas las provincias ocupadas, aumentaron de número y durante los siguientes dos años tuvo lugar una lucha brutal y desesperada. Mientras en la isla de León, se refugia la Junta Central que ante el avance de los ejércitos Napoleónicos se retira hacia el sur. Hubo que esperar al verano de 1812 para que los aliados anglo-hispano-portugueses pudieran lanzar una gran ofensiva y derrotar a los franceses en la

Batalla de los Arapiles, obligando a José Bonaparte a huir temporalmente de Madrid. Los franceses evacuaron definitivamente Andalucía. Wellington llegó hasta Burgos pero se atascó asediando el castillo y las fuerzas napoleónicas reagrupadas pudieron contraatacar y empujarle de nuevo hasta Portugal. Mientras tanto, la campaña de Rusia absorbía el grueso de los recursos franceses. Por lo tanto, durante 1813 el ejército francés fue retirándose y perdiendo territorio. Los franceses abandonaron casi todas sus plazas, y tras la batalla de Vitoria el 21 de junio de 1813, fueron expulsados de España. En octubre de 1813 los aliados cruzaron los Pirineos. La guerra prosiguió en Francia, donde finalmente, Napoleón pidió la paz. Las tropas aliadas habían entrado hasta Burdeos, y posiblemente, de no haber sido frenadas, hubieran entrado en París antes que los austríacos, prusianos y rusos.

El fenómeno de la guerra de «guerrillas» o la petite guerre :

Sin un ejército digno de ese nombre con el que combatir a los franceses, los españoles de las zonas ocupadas utilizan como método de lucha la guerra de guerrillas, como único modo de desgastar y estorbar el esfuerzo de guerra francés. Se trata de lo que hoy se denomina guerra asimétrica, en la cual grupos de poca gente, conocedores del terreno que pisan, hostigan con rápidos golpes de mano a las tropas enemigas, para disolverse inmediatamente y desaparecer en los montes. Como consecuencia de estas tácticas, el dominio francés no pasa de las ciudades, quedando el campo bajo el control de las partidas guerrilleras de líderes como Francisco Chaleco, Vicente Moreno Baptista, Espoz y Mina, el cura Merino, Julián Sánchez, el Charro, Gaspar de Jáuregui o Juan Martín el Empecinado.
Las consecuencias del conflictofueron múltiples, la firma del tratado de Valençay , 1814 por el que se restituía en el trono a Fernando VII, el Deseado, como monarca absoluto, fue el comienzo de un tiempo de desilusiones para todos aquellos que, como los diputados reunidos en las Cortes de Cádiz, habían creído que la lucha contra los franceses era el comienzo de la Revolución española y también el inicio de la Guerra de Independencia Hispanoamericana.Por otra parte las consecuencias materiales de la guerra fueron desastrosas para España. A la gran cantidad de muertos y el asolamiento de pueblos y ciudades se unieron la rapiña de muchos franceses

Lascortes de Cadiz

 Se conoce como Cortes de Cádiz a la Asamblea constituyente inaugurada en San Fernando el 24 de septiembre de 1810 y posteriormente trasladada a Cádiz (Andalucía) hasta 1814 durante la Guerra de la Independencia Española. Durante la profunda crisis creada por la guerra, la Junta Central Suprema, que se creó tras la derrota francesa en la Batalla de Bailén, ordenó mediante decreto del 22 de mayo de 1809 la celebración de Cortes Extraordinarias y Constituyentes, rompiendo con el protocolo tradicional pues sólo el rey tenía la potestad de convocarlas y presidirlas. Las Cortes, previstas para 1810, por el avance napoleónico, tuvieron que reunirse primero en San Fernando, entonces Isla de León, y después en Cádiz, que entonces estaban sitiadas por las fuerzas francesas.Así, el 24 de septiembre de 1810 se celebró la primera sesión de las Cortes Extraordinarias y Constituyentes en la ciudad de San Fernando. Fue en esta localidad donde se promulgaron los decretos relativos a la Soberanía Nacional, la división de poderes, la igualdad y la legalidad o la libertad de imprenta. Todo ello sentaría las bases del Estado Democrático y de Derecho, así como el fin del antiguo Régimen y el inicio de un nuevo tiempo para los españoles de los ambos hemisferios, la Península e Iberoamérica. Estos decretos sirvieron como modelo y base de numerosas Constituciones europeas posteriores. En las Cortes de Cádiz estaban representados los tres estamentos. Los liberales, los conservadores y los burgueses que sustituyeron a algunos representantes conservadores al no poder acceder a Cádiz por la ocupación francesa.Las Cortes crearon un nuevo sistema político basado en el principio de la 

Cortes de Cadiz 2


Soberanía Nacional, con la monarquía como forma de gobierno, pero con división de poderes. Tanto el Rey como las Cortes poseían la facultad para crear leyes de forma conjunta. Además, se reconocían derechos como la libertad de imprenta, la igualdad jurídica, la inviolabilidad del domicilio, etc.En cuanto a los diputados que constituyeron estas Cortes, los clérigos eran los más numerosos, más del 90 %, lo que representaba un 40% de los diputados, les siguen los abogados, los funcionarios, los militares y un pequeño número de propietarios y comerciantes. Cabe precisar que entre el clero no existía ni un solo cura rural, sino que se trataba de párrocos de núcleos urbanos en sintonía con la clase media que se representaba en Cádiz.La nobleza apenas se hallaba representada con un 4.8%, destacando al conde de Toreno como un gran reformista; los militares suponían el 13.4%, así la gran mayoría de diputados eran del llamado tercer estado, el 56%, sin embargo el campesinado muy importante durante el conflicto apenas estuvo presente lo mismo que los artesanos. Principalmente las Cortes de Cádiz representaban a la burguesía comercial necesitada de urgentes reformas. La Constitución de Cádiz no fue un acto revolucionario, ni una ruptura con el pasado. Desde la legalidad del momento, quienes eran los legítimos representantes, la acordaron.

La Constitución de 1812(19 marzo) fue conocida como “la Pepa”, su enorme extensión indica la minuciosidad con la que fue redactada y la presenta como el resultado de largos y densos debates, y de la ambición de un proyecto concebido como duradero en el tiempo, precisamente a partir del principio inmutable de la soberanía nacional.Los diputados gaditanos tuvieron muy presente la Constitución francesa de 1791, pero también la actuación de las antiguas Cortes medievales. En consecuencia, el sistema político se sustentó en cuatro elementos principales, la división de poderes, la unicameralidad, la limitación del poder real y la implantación de un sistema representativo basado en el sufragio universal masculino indirecto.
El proyecto que definió al país como una monarquía parlamentaria presentaba los siguientes aspectos relevantes: -La nación estaba formada por los ciudadanos de ambos hemisferios.
El Estado transoceánico se convertía en Estado liberal a ambos lados del Atlántico.-El artículo 12 establecía la religión católica como única de la nación española y prohibía el ejercicio de cualquier otra.-El poder ejecutivo residía en el rey, pero resultaba evidente el predominio del poder legislativo, que residía en las Cortes.-Decretaba la igualdad fiscal, aunque el sistema no quedó definido.-
Las fuerzas armadas serían las de la nación, y las Cortes se atribuían su organización, situando al rey como cabeza nominal de las mismas.-La instrucción pública quedó establecida como una obligación civil.-Los ayuntamientos y diputaciones provinciales regularían la Administración local, y sus cargos elegidos por sufragio universal masculino indirecto.-El régimen señorial quedaba suprimido, así como cualquier privilegio exclusivo, exenciones y fueros especiales. La Constitución de Cádiz fue, asimismo un ejemplo para otras muchas constituciones europeas y americanas en los años posteriores e inspirará en el futuro el constitucionalismo español del siglo XIX. Además del texto constitucional, las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar las trabas del Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como un régimen liberal. Así se decretó la supresión de los señoríos, la libertad de trabajo, la anulación de los gremios, la abolición de la Inquisición y el inicio de la desamortización y de la reforma agraria.

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