La nueva democracia española a través de sus gobiernos

16.2. Los gobiernos democráticos. Los desafíos del golpismo y del terrorismo. Cambios políticos, sociales y económicos. Cultura y mentalidades. A comienzos de los años 80 seguían existiendo en las filas del ejército sectores hostiles a la reforma democrática que estaba ya en marcha. El terrorismo, la legalización del PCE y el proceso autonómico eran las principales críticas que hacían algunos militares, que según su opinión justificaban una intervención armada para la vuelta a la situación política anterior. Adolfo Suárez dimite como presidente del gobierno en Enero de 1981. Calvo Sotelo, también de UCD, fue designado candidato para ocupar su puesto. Mientras se celebraba su votación de investidura en el Congreso de los Diputados, un grupo de guardias civiles al mando del teniente coronel Tejero irrumpieron en el hemiciclo, secuestrando al gobierno y a los diputados. Al mismo tiempo, Milans del Bosch decretaba el Estado de guerra y sacaba los tanques a la calle en Valencia. Alfonso Armada era otro de los principales golpistas.Los objetivos de los golpistas eran confusos, y la mayoría del ejército no se sumó al Golpe de Estado. La comparecencia del rey por televisión esa noche defendiendo el orden constitucional fue decisiva para abortar el golpe. Los golpistas depusieron su actitud en la mañana del 24 de Febrero. Dos días después del golpe, Leopoldo Calvo Sotelo fue elegido nuevo presidente del gobierno. Durante su mandato destaca la aprobación de la Ley de Divorcio, y el ingreso de nuestro país en la OTAN.En las elecciones de Octubre de 1982, Felipe González logró un triunfo arrollador, obteniendo la mayoría absoluta. La UCD prácticamente desaparecíó, desprestigiada por la salida de Suárez y el recuerdo del Golpe de Estado. Alianza Popular, de Manuel Fraga, se convirtió en el principal partido de la oposición. El tercer partido en número de votos fue Convergencia i Uníó (CiU), perdiendo influencia el PCE en el Congreso. En la primera legislatura socialista (1982-1986) los gobiernos del PSOE llevaron a cabo un amplio proceso de reformas:-En economía se llevó a cabo una profunda reconversión industrial, con el objetivo de cerrar aquellas empresas que eran menos competitivas, modernizar otras, y preparar nuestro ingreso en la Comunidad Económica Europea (CEE). Especialmente se vio afectada la industria siderúrgica vasca y los astilleros. Los cierres de empresa provocaron un aumento de la conflictividad social, debido al aumento del paro, aunque permitieron sanear la economía.- Se llevó a cabo la reforma universitaria, y se implantó una nueva ley de educación, la LOGSE (1990), que prevéía la escolarización obligatoria hasta los 16 años. – Una ley despenalizó parcialmente el aborto en tres casos particulares. – Se llevó a cabo la reforma del ejército, para acabar con el peligro del golpismo, reduciendo progresivamente el número de militares y sometíéndolos plenamente al gobierno. Además, tras largas negociaciones, España consiguió entrar en la Comunidad Económica Europea. Con respecto a la OTAN, el PSOE había prometido en la campaña electoral la celebración de un referéndum para que los españoles decidiesen si se debía entrar plenamente o no en esa organización militar. La postura del PSOE durante la campaña había sido contraria a la permanencia en la OTAN, pero su posición cambió radicalmente. González mantuvo su promesa de convocar un referéndum; sin embargo, pidió el voto afirmativo a la permanencia en la OTAN. Finalmente, triunfó la postura defendida por el gobierno socialista. En 1986, el PSOE volvíó a ganar las elecciones por mayoría absoluta. La segunda legislatura socialista (1986-1989) estuvo caracterizada por un fuerte crecimiento económico. Gracias a los fondos entregados por la CEE, se mejoraron las infraestructuras (especialmente las carreteras), la sanidad, la educación y otros servicios sociales. Además, mejoró la protección al desempleo y el sistema público de pensiones (con la firma del Pacto de Toledo). Sin embargo, los esfuerzos de la reconversión y la modernización económica habían sido soportados sobre todo por los trabajadores. Las relaciones entre el gobierno y los sindicatos se deterioraron, hasta el punto de organizarse una huelga general el 14 de Diciembre de 1988, apoyada masivamente. En las elecciones de 1989, el PSOE volvíó a ganar las elecciones. En la tercera legislatura (1989-1993) España se había convertido en un país moderno. Sin embargo, crecieron los escándalos de corrupción atribuidos a personas cercanas al gobierno (Mariano Rubio, Luis Roldán, financiación ilegal del PSOE a través de la empresa FILESA, etc.), lo que desprestigió enormemente al gobierno socialista. Además, se destapó el escándalo del GAL, grupo armado formado por policías y mercenarios que con la complicidad de cargos del gobierno llevó a cabo la «guerra sucia» contra ETA.En las elecciones de 1993, el PSOE volvíó a vencer aunque esta vez sin mayoría absoluta por lo que necesitó el apoyo parlamentario de Convergència i Uníó. Las fuerzas de derecha se habían reorganizado en el Partido Popular que era dirigido desde 1989 por José María Aznar. Se iniciaba así la cuarta legislatura con Felipe González en el gobierno del país (1993-1996). Las dificultades económicas, la corrupción política y la campaña de oposición del PP dieron el triunfo a los populares en Marzo de 1996.José María Aznar fue elegido presidente del gobierno. Sin embargo, al no tener la mayoría absoluta, tuvo que buscar el apoyo de los nacionalistas vascos y catalanes. El giro hacia la derecha se vio corroborado con las victorias del PP en las elecciones autonómicas y municipales.Aznar centró sus esfuerzos en implementar una política económica liberal ortodoxa que redujera el déficit público y reactivara la actividad económica privada. El gran objetivo era cumplir los denominados criterios de convergencia (inflación, deuda, déficit…) establecidos en el Tratado de Maastricht de 1991 y que una vez alcanzados permitirían a España unirse a la nueva divisa europea, el Euro.El terrorismo de ETA llegó a su expresión más sangrienta en verano de 1997 con el asesinato del concejal del PP en el ayuntamiento vasco de Ermua, Miguel Ángel Blanco. La crueldad de la banda terrorista desencadenó una importante reacción popular que vino a denominarse el «espíritu de Ermua». El gobierno de Aznar, con el apoyo de la oposición socialista, se lanzó decididamente a una política de dureza con ETA y con el entorno nacionalista. La reacción en el campo albertzale fue el Pacto de Lizarra-Estella de 1998, un acuerdo de todas las fuerzas nacionalistas, desde el PNV a Herri Batasuna, para avanzar hacia la independencia. Unos días después ETA declaró una tregua indefinida y sin condiciones. Los contactos entre el gobierno de Aznar y el grupo terrorista no dieron ningún resultado y un año después ETA volvíó a la actividad armada.En las elecciones de 2000, el PP, con Aznar a la cabeza, consiguió la mayoría absoluta. La instauración en España de un régimen democrático con plena libertad de expresión, la desaparición de la censura y el apoyo del Estado favorecieron un notable incremento de la producción cultural en todos los ámbitos en las últimas dos décadas del Siglo XX. En literatura, destacan los nombres de Antonio Muñoz Molina, Manuel Vázquez Montalbán, Javier Marías, Eduardo Mendoza, y un largo etcétera. En artes plásticas, Tapies, Barceló y Antonio Saura. En arquitectura, Santiago Calatrava, Ricardo Bofill, Rafael Moneo… En cine, Pedro Almodóvar, Trueba, Amenábar, Garci, etc.Los medios de comunicación de masas vivieron una eclosión durante estos años. En los últimos años de la década de los 90, hace su aparición Internet en los hogares.

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