Plan director de la cooperación española 2005-2008

 3. EL RÉGIMEN FRANQUISTA: DEFINICIÓN BREVE. EVOLUCIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA EN LA ÉPOCA DEL «DESARROLLISMO» (1959-73).
DEFINICIÓN:
La victoria del bando nacional en la Guerra Civil dio paso a la creación de un régimen dictatorial, que fue liderado por Franco hasta su muerte en 1975. En los casi cuarenta años que perduró, el Franquismo fue siempre un régimen antidemocrático, a pesar de que sus instituciones fueron evolucionando para adaptarse a las diferentes situaciones. La dictadura se pudo alargar tanto tiempo gracias a la represión constante de los opositores al régimen, a los apoyos de las clases dirigentes y a la complicidad de las potencias del mundo occidental.
El periodo se sitúa entre la Guerra Civil española y la Transición hacia la democracia actual.
La dictadura franquista pasa por tres fases políticas relacionadas con su proceso de institucionalización: la fase totalitaria (1939-1959), la fase tecnócrata (1959-1969) y la fase de descomposición (1969-1975).
2. LA FASE TECNOCRÁTICA (1959-1969)
Se caracteriza desde el punto de vista político, por la inclusión en el gobierno de los denominados tecnócratas, muchos de los cuales provenientes de la institución religiosa católica Opus Dei. Desde el punto de vista social, en esta fase se experimenta una modernización acelerada de la economía y de la sociedad española.
La modernización, pero, no fue acompañada de cambios significativos del sistema político franquista, a pesar de la promulgación de la ley de prensa (1966), motivada por Manuel Fraga Iribarne. Esta ley suprimía la censura previa y establecía una tímida libertad de expresión.
También se promulga la ley de libertad religiosa (1967), que tolera el culto privado y público de otras religiones.
Una atención especial merece la Ley orgánica del Estado, donde se trataba de una especie de constitución franquista en la cual se quería asegurar la pervivencia del régimen después de la muerte del dictador. En esta ley se manténía la definición de la forma del estado como un reino y la fidelidad a los principios fundamentales del Movimiento. También separaba la función de jefe del estado de la de presidente del gobierno y establecía la elección de un tercio de las cortes mediante el sufragio de jefes de familia y de las mujeres casadas. Este tercio democrático, pero, estaba limitado porque no se podían presentar candidatos que fueran miembros de asociaciones políticas. De acuerdo con esta ley, tres años más tarde, Franco designa sucesor suyo el príncipe Juan Carlos, que acepta ante las cortes el 1969.


Con el fin del aislamiento internacional y los acuerdos con los Estados Unidos, España da un impulso a su presencia en el exterior. Se propone ampliar las relaciones diplomáticas con Europa. España se integra en una serie de organismos, básicamente económicos, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la OCDE, además de firmar acuerdos comerciales y políticos con Alemania y Francia.
Gradualmente, las relaciones internacionales se fueron normalizando. En 1962, el gobierno español dirige a la CEE (Comunidad Económica Europea) la solicitud de apertura de negociaciones para una posterior incorporación, adhesión que fue denegada siempre por el carácter antidemocrático del régimen franquista.

 LA EXPANSIÓN ECONÓMICA (1959-1973)
El Plan de Estabilización de 1959 marca el inicio del llamado «milagro español» (1963-1973), periodo de gran crecimiento económico que acaba con la crisis del final de la dictadura franquista (1973-1975).
A finales de la década de los cincuenta la situación económica de España era bastante preocupante. En 1957 Franco incorpora en el gobierno un grupo de técnicos expertos en economía, los llamados tecnócratas, muchos de los cuales estaban vinculados a la institución religiosa Opus Dei.
Este plan tenía dos grandes objetivos: por una parte, frenar la inflación, es decir, estabilizar los precios y los salarios, y, por otra, liberalizar el sector exterior, es decir, permitir la importación de capitales y dar más libertad para las importaciones y las exportaciones. A raíz de este plan también se devalúa la peseta y se impulsa una tímida reforma fiscal. Además, España consiguió la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE).
Básicamente, el plan de estabilización consistíó en la modificación de la autarquía y el establecimiento de las bases para convertir progresivamente la economía española en un sistema capitalista clásico. Franco desconfiaba del plan, puesto que esta política iba en contra de sus principios ideológicos, y lo acepta de mal modo ante la amenaza de quiebra del estado y la insistencia enérgica de los nuevos ministros.
Durante los primeros meses, los resultados del plan de estabilización fueron bastante negativos: la productividad de las empresas cayó, los sueldos de los trabajadores bajaron en términos reales, el coste de la vida aumenta y el número de personas paradas se incrementa.
Aun así, los efectos positivos del plan de estabilización empezaron a notarse a partir de 1961, año en el cual se inicia una etapa de expansión económica sostenida, bastante espectacular a partir de 1963.
LAS CAUSAS DE LA EXPANSIÓN ECONÓMICA
En España, durante la década de 1960 el producto industrial crecíó y la renta per cápita aumenta. España pasa a ser un país industrializado. Este arranque económico se basaba en la aparición de nuevos recursos económicos: el turismo, las inversiones de capital extranjero, la exportación de mano de obra (emigración) y los planes de desarrollo.
1. La expansión sostenida de la economía de los países occidentales desde 1958 propicia la llegada a España de un número creciente de turistas extranjeros, a las zonas costeras. Este fenómeno estaba relacionado con la fuerte devaluación de la peseta provocada por el plan de estabilización. El dinero aportado por el turismo, constituyeron una de las fuentes de financiación más importantes del desarrollo español.
2. Por otra parte, el hecho que en España había una dictadura en la cual se reprimía el movimiento obrero, no existía el derecho a la huelga, la mano de obra era más barata que en el extranjero y, además, se pagaban menos impuestos, que sirvió para atraer el capital extranjero.
3. La situación expansiva de la economía en Europa atrajo muchos españoles que fueron a trabajar al extranjero. Así, la dictadura franquista conseguía un doble beneficio: los trabajadores españoles en el extranjero enviaban parte de su salario a los familiares que se habían quedado en España y, a la vez, se reducía el índice de paro.
4. Otra causa de la expansión económica de España fueron los planes de desarrollo impulsados por el gobierno. Consistían básicamente en invertir dinero del estado para condicionar una serie de espacios (polos de desarrollo), para estimular la instalación de empresas españolas y extranjeras.

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