1.- Introducción. La articulación del liberalismo español
2.- La minoría de edad (1833-1843)
-Regencia de Mª Cristina.
-Regencia del general Baldomero Espartero.
-I Guerra carlista (1833-1839).
3.- La mayoría de edad (1843-1868)
-La década moderada.
-El bienio progresista.
-La uníón liberal.
-La crisis final.
1.- Introducción
Entre 1833 y 1868 se produjo la implantación del liberalismo. Dio paso a una monarquía constitucional y parlamentaria, la propiedad privada capitalista y se asentó la libertad de contratación, de industria y de comercio. La burguésía agraria controló el sistema político y establecíó el desarrollo del capitalismo.
Este proceso se inició con una guerra civil (1833-1839) entre carlistas y liberales, continuó con enfrentamientos entre los partidos liberales: moderados y progresistas, levantamientos populares, pronunciamientos del ejército y culminó con una revolución que expulsó a Isabel II (1868).
EL NACIMIENTO DE LOS PARTIDOS LIBERALES.
El liberalismo trajo órganos representativos. Los partidos eran una agrupación de personalidades alrededor de algún notable, sin programas elaborados. El sufragio censitario desvinculaban a la mayoría de la población de la política.
Dos grandes partidos liberales: moderados y progresistas. Tenían en común: la defensa de una Constitución, unas Cortes por sufragio censitario, un gobierno que cuente con la opinión pública y el respeto de las libertades y derechos individuales. Trienio Liberal (1820-1823): surgieron los moderados (reforma) y los exaltados (revolución). Nacieron en las elecciones de Febrero 1836.
Los moderados (Martínez de la Rosa, Narváez). Defensores del orden y la propiedad usaron el sufragio censitario muy restringido, defendieron la soberanía compartida entre las Cortes y el Rey y eran partidarios de limitar los derechos individuales. Defendían el peso y la influencia de la Iglesia. Pensamiento político: basado en el liberalismo doctrinario de Francia recogido por Andrés Borrego, Alcalá Galiano y Donoso Cortés; sólo la burguésía ilustrada deben elegir al poder porque elegirán a los “mejores”.
Los progresistas (Mendizábal, Calatrava, Espartero, Prim) se opónían y criticaban a los moderados. La revolución debía continuar. Usaban como táctica política recurrir al pueblo. Eran las clases medias urbanas y gozó de las clases populares hasta 1855. Defendían la soberanía nacional, la Milicia nacional, los derechos individuales y colectivos, ampliar el sufragio censitario, la política librecambista y el sistema de quintas, creando un ejército profesional. Estaban contra los impuestos de consumos.
En 1849 nace el Partido Demócrata (Castelar), como una escisión de los progresistas.
En 1854 se formó la Uníón Liberal (O’Donnell, Serrano) como escisión de los moderados.
EL PESO DEL EJÉRCITO
Las guerras carlistas hicieron que el ejército fuera la única garantía de Isabel II. Constante presencia en la vida política y la sociedad se acostumbró a solucionar sus problemas por la vía de las armas.
JUNTAS Y MILICIA
La Corona marginaron al pueblo de la vida política. Provocó la aparición de Juntas y la Milicia.
Las Juntas surgen con las crisis. Son representantes de la voluntad popular y un elemento esencial de los cambios de gobierno.
La Milicia es una fuerza nacional burguesa defensora del liberalismo. La autoridad dependía del alcalde. Fue una fuerza que utilizaron los progresistas para forzar a la Corona a llamarlos al poder.
2.- La minoría de edad de Isabel II (1833-1843)
-LA REGENCIA DE Mª Cristina DE BORBÓN O NÁPOLES (1833-1840): Isabel heredó el trono con tres años (1833). Su madre Mª Cristina asumíó la regencia. Los carlistas reivindicaron el trono para Carlos Mª Isidro, lo consideraban el rey de España. Mª Cristina tuvo que apoyarse en los liberales. El conflicto tenía origen dinástico y carácter ideológico. El carlismo originó tres guerras civiles (s.XIX), pero nunca logró su objetivo.
Mª Cristina se apoyó en liberales más moderados. La guerra provocará que el sistema político se vaya radicalizando.
La transición al liberalismo la protagonizaron monárquicos reformistas (Cea Bermúdez) y liberales moderados (Martínez de la Rosa). Estatuto Real (1834): carta de Martínez sobre las Cortes, constituidas por dos cámaras (próceres, alta, y procuradores, baja). Los progresistas, descontentos, promovieron una sublevación popular (1835) a través de las Juntas y obligaron a Mª Cristina a nombrar a Mendizábal presidente del gobierno. Éste promovíó la desamortización de bienes del clero. La consolidación de los progresistas en 1836 cuando un grupo de sargentos de La Granja protagonizó un pronunciamiento militar y obligó a Mª Cristina a restablecer la Constitución de 1812. El nuevo gobierno progresista de Calatrava decidíó crear una nueva Constitución en 1837. Se reconocían una serie de derechos individuales. Los moderados recuperaron el poder por poco tiempo. En 1840, los progresistas contaron con el apoyo del general Espartero, vencedor de la guerra carlista.
Mª Cristina dimitíó y se exilió en Francia. Comienza así, la REGENCIA DE Espartero (1840-1843). Espartero consiguió ser nombrado nuevo regente y presidente del gobierno. Impuso un régimen autoritario. Destacan: las leyes desamortizadoras, una política económica de librecambio (1841) y la sublevación de los patronos y obreros textiles de Barcelona (1842). En 1843, una amplia sublevación civil y militar dirigida por Narváez originó la dimisión de Espartero y las Cortes adelantaron la mayoría de edad de Isabel (13 años). Se convirtió en reina de España.
-I GUERRA CARLISTA (1833-1839)
Manifiesto de Abrantes. 4 días después de la muerte de Fernando VII, desde Portugal, su hermano Carlos Mª Isidro se autoproclama rey de España.
Esta guerra tiene las siguientes carácterísticas:
- Guerra dinástica.
- Guerra ideológica.
- Guerra social: los carlistas son apoyados por la nobleza, militares radicales, bajo clero, campesinado del Norte de España y el artesanado tradicional. Los isabelinos o cristinos son apoyados por absolutistas moderados y reformistas ilustrados, liberales, mayoría del ejército, alto clero, altos cargos de la Administración, burguésía, campesinos del Sur y proletarios.
- Guerra geográfica: Carlismo triunfó en la Zona Norte de España. La razón fue la defensa de los Fueros y una mayor independencia económica de los campesinos.
- Los apoyos diplomáticos: carlistas apoyados por la Santa Alianza y cristinos apoyados por la Cuádruple Alianza.
Fases militares de la I guerra carlista:
- Primera fase (1833-1835). Victorias carlistas de Zumalacarregui hasta su muerte.
- Segunda fase (1835-1837). Gobierno liberal progresista. Carlistas buscan apoyo en el Sur de España pero no lo consiguen. D. Carlos casi toma Madrid (1837), pero no puede derrotar militarmente a Mª Cristina.
- Tercera fase (1837-1840). Carlistas resisten el avance de los cristinos, y Espartero firma con Maroto el abrazo de Vergara (1839), donde los carlistas se rinden. Cabrera (carlista) es derrotado por Espartero (1840).
Conclusión: La victoria Cristina significó el fin del absolutismo español; pero, también la ruina económica y humana que retrasarán el desarrollo económico de España.
3.- La mayoría de edad (1843-1868)
-LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)
Isabel tiene una vida sentimental agitada y desgraciada. Valle-Inclán habla de corte de los milagros para los pequeños escándalos en el Palacio real. Isabel no estaba capacitada para la política y siempre se dejó llevar por unos consejeros. Nunca supo entender el papel del arbitraje y se dejó llevar por las simpatías personales, nunca actuó por iniciativa propia.
Los progresistas rompieron, desde el gobierno de Olózaga, la coalición con los moderados. Los moderados gobernarán durante 10 años dando estabilidad al país. Los primeros gobiernos moderados disolvieron la Milicia Nacional, sometieron a la prensa una severa censura y crearon la Guardia Civil (1844). Dentro del moderantismo distinguimos 3 tendencias: conservadores (Viluma); “puritanos” (Pacheco); y centrista (Narváez, Pidal).
Los gobiernos más estables fueron los de Ramón Mª Narváez (1844-1846). Hicieron una nueva Constitución 1845 que expresa el liberalismo doctrinario hasta 1868. Establecía el catolicismo como religión del Estado y la soberanía compartida. Instituía dos cámaras: Senado y Congreso. Los derechos de los ciudadanos no aparecen especificados.
Isabel se casó con su primo Francisco de Asís por razones de Estado. Los carlistas volvieron a la II guerra carlista (1846-1849). El matrimonio fue un fracaso.
Narváez decidíó aplicar una política autoritaria: declaró el estado de sitio y procedíó a encarcelar a algunos enemigos políticos. Se adoptaron medidas para controlar a los Ayuntamientos. Favorecía la corrupción y manipulación electoral. Con el fin de centralizar el Estado, se establecíó un único sistema de pesos y medidas, se proyectó un Código Civil y se creó un Código Penal (1851). La reforma tributaria (ley Mon-Santillán) creó un impuesto directo y unificó los impuestos indirectos.
La división de los moderados precipitó el gobierno de J. Bravo Murillo (1851-1852). Quería reformar la Constitución e intentó apartar a los militares de la política. Más éxito tuvo con la cuestión de la deuda y arreglar Hacienda. Intentó reformar la Administración. Durante su mandato se firmó un Concordato con el Vaticano (1851): aceptaba la venta de los bienes desamortizados, el reconocimiento de Isabel como reina y el derecho de presentación de obispos, a cambio de una asignación anual. Al final dimitíó.
-EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)
Isabel nombraba gobiernos moderados y las elecciones eran una farsa. A los progresistas les quedó la revolución para acceder al poder.
La revolución de 1854 presenta tres frentes distintos:
- El pronunciamiento militar de los generales moderados “puritanos” Dulce, O’Donnell y Serrano. El choque de las dos fuerzas militares se produce en Vicalvaro (30 Junio) sin vencedores.
- Los sublevados buscan el apoyo de los progresistas redactando el Manifiesto de Manzanares (Ciudad Real 7 Julio) por el político moderado
A. Cánovas del Castillo, recogiendo las reivindicaciones progresistas. - Estalla la revolución popular (17 Julio). Isabel II asustada llama al líder progresista Espartero para que forme un nuevo gobierno progresista y entrará O’Donnell con la Uníón Liberal que defiende una postura centrista (Cánovas, Serrano,…).
Espartero puso como condición que se convocaran Cortes Constituyentes y la salida de Mª Cristina del país. Las elecciones (8 Noviembre) dieron el triunfo a los progresistas y unionistas. No se llegó a aprobar la nueva Constitución non nata de 1856.
Las principales medidas fueron:
- La ley desamortizadora de Pascual Madoz (1855). Afectaba a los bienes eclesiásticos y propios de los Ayuntamientos.
- La Ley de Ferrocarriles (1855).
- La Ley de Sociedades Bancarias (1856). Nacimiento del Banco de España.
- La recuperación de las leyes e instituciones de la época progresista.
La división entre los progresistas de colaborar o no con los unionistas y de reprimir las revueltas sociales, protagonizadas por los demócratas en 1856, llevó a la reina a destituir a Espartero y nombrar a O’Donnell presidente de gobierno. Fin del Bienio progresista.
Como la reina deseaba la vuelta de los moderados, lo sustituyó por Narváez (1856-1858), acompañado de elementos ultraconservadores (Nocedal) y reformistas (Claudio Moyano). Significó la destrucción de la obra legislativa progresista y una dura represión contra levantamientos populares. El desgaste y división de los moderados llevó al crecimiento de la Uníón Liberal.
-UníÓN LIBERAL (1858-1863):
O’Donnell junto con J. Posada Herrera constituyeron un gobierno unionista. Duraría 5 años gracias al control de las Cortes y la prosperidad económica. Se enfrentan a dos conflictos: El nuevo intento carlista y el levantamiento campesino de Loja.
O’Donnell emprendíó una política exterior activa y agresiva cuyo objetivo era unir a todos los partidos políticos en una empresa común y el nacionalismo. La intervención en 5 guerras:
- La Guerra de África (1859-1860) al mando de O’Donnell conquistaron Tetuán y extendieron el territorio de Ceuta y Melilla. Se firmó la paz de Wad-Ras con el Sultán.
- La siguiente expedición fue a la Conchinchina (1857-1863) por el asesinato de varios obispos y misioneros españoles. La zona quedó bajo control francés.
- La intervención en México (1862) se hizo para asegurar el pago que el nuevo gobierno de B. Suárez no reconocía. El general Prim se dio cuenta que las intenciones de los franceses eran colocar a su candidato Maximiliano como Emperador. Decidíó volverse a España tras reconocer a B. Suárez la deuda.
- Otra la incorporación de la isla de Santo Domingo (1861) a España.
- Última: la guerra del Pacífico (1864-1866) contra Chile y Perú donde 6 fragatas españolas bombardearon los puertos de Callao y Valparaíso en una demostración de fuerza.
-LA CRISIS FINAL DEL REINADO (1863-1868)
1863, el gobierno de O’Donnell estaba desgastado. Isabel dio paso a los moderados, que se alternaron en el poder con los unionistas hasta la caída de Isabel II en 1868. Los progresistas que habían convertido al general Prim en su líder, decidieron no participar en la vida parlamentaria; los demócratas y republicanos reclamaban un cambio de régimen.
La crisis económica: la detención de la construcción de vías férreas por falta de beneficios; inversiones extranjeras por el crack de la Bolsa europea en 1866 y una crisis de subsistencias.
La crisis política en dos conflictos:
- La noche o matanza de San Daniel (1865). Manifestaciones de universitarios protestaban por la destitución de Castelar por haber publicado un artículo criticando a Isabel II. El ejército reprimíó con fuerza la revuelta. La reina cesó a Narváez y le sustituyó por O’Donnell.
- La sublevación de los sargentos artilleros del cuartel de San Gil (1866). Sometidos por el general Serrano y el gobierno de O’Donnell los mandó a fusilar. O’Donnell perdíó la confianza de la reina y fue sustituido por Narváez.
De 1866 a 1868, el gobierno de Narváez se caracteriza por la represión: cerró las Cortes y persiguió a la oposición.
En 1866, se reunieron en Ostende los progresistas de Prim, los demócratas de Castelar y los republicanos y firmaron un pacto: destronar a Isabel II y convocar unas Cortes por sufragio universal. En 1867, los unionistas de Serrano se apuntaron al pacto. Narváez moriría en 1868.
La revolución se inició en Septiembre de 1868 e Isabel II se tuvo que marchar al exilio en Francia. Inicio de una nueva etapa: el Sexenio democrático.