12.2. El sexenio democrático (1868-1874): intentos democratizadores. La revolución

El Sexenio
Revolucionario es un ejemplo perfecto para estudiar la fuerza y las debilidades de los sectores progresistas y de izquierdas en el país. Es la primera vez en la Historia de España en que se pueden expresar libremente las doctrinas políticas y sociales a la vez que crecen los partidarios del republicanismo, y los sindicatos obreros. Incluso en 1873, la debilidad de la nueva monarquía originó la aparición de la I República. Esto demuestra la fuerza de los sectores de izquierda, y también el fracaso de la República, ocasionado por la desuníón y debilidad de estos mismos sectores, hizo que estos cambios no se consolidaran y que en 1874, un Golpe de Estado suponga el primer paso hacia la Restauración Borbónica.
Desarrollo
La Gloriosa. El 18 de Septiembre de 1868 la escuadra de Cádiz al mando del Brigadier Topete se levanta contra la monarquía de Isabel II. Este pronunciamiento se empezó a construir a partir de la firma del Pacto de Ostende en 1866 entre. El Partido Demócrata y el Progresista, al que se adhiere en 1867 la Uníón Liberal, para derrotar a Isabel I. Dicho pronunciamiento contó desde el principio con el apoyo del ejército pues los líderes de la Uníón Liberal, Serrano y del Partido Progresista, Prim, eran generales de Prestigio. A la vez el pronunciamiento contó con un importante apoyo popular ya que en muchas ciudades se formaron Juntas Revolucionarias. Lo cierto es que no se puede entender La Gloriosa sin la crisis económica que azotaba al país desde principios de los 60 que puso en contra del gobierno a las clases burguesas y la crisis de subsistencia de 1866 que puso en contra del gobierno a las clases populares. A esta crisis económica, hay que unir una crisis política provocada por la inestabilidad de los gobiernos moderados y su acción política, muy autoritaria. Todos estos factores explican la aparición de la Revolución. Las tropas fieles a Isabel II fueron derrotadas en el Puente de Alcolea por Serrano. Como resultado se produce la dimisión del gobierno moderado, e Isabel II, sin apoyos se exilió a Francia, sin renunciar a la corona.

El Gobierno Provisional. Tal y como se había firmado en el Pacto de Ostende, se forma un gobierno provisional, sin los demócratas (tenían una gran influencia en las Juntas, desde donde se reclamaba la implantación de derechos democráticos y la eliminación de los consumos y las quintas). Así, la Junta de Madrid, exigíó la disolución de las Juntas Revolucionarias de las demás ciudades y formó un Gobierno Provisional, Serrano (Presidente) y Prim (Ministro de la Guerra). El doble poder (Gobierno Provisional y Juntas) se resolvíó a favor del Gobierno, que logró disolver las Juntas y la Milicia. A cambio se accedíó a cumplir con la mayor parte del programa demócrata a excepción del asunto de las quintas. Esto provocó que el partido Demócrata se dividiera en dos facciones, una que apoyaba al gobierno provisional y en los republicanos, a favor de una República. Entonces, tal y como se había pactado en Ostende, se convocaron elecciones(1869) por sufragio universal masculino a unas Cortes Constituyentes que deberían definir el nuevo modelo de Estado. Por las elecciones Constituyentes, la coalición de Unionistas, Progresistas y Demócratas tuvo una mayoría parlamentaria. En cambio, los carlistas, quedaron desplazados a una posición de derechas, al igual que le pasó a los antiguos moderados, conocidos como partido Alfonsino, liderado por Cánovas del Castillo. Por la izquierda, estaban los Republicanos, que a su vez se dividían en Federales y Unitarios. En Junio de 1869 las Cortes votaron una nueva Constitución que hasta el momento era la más democrática de la Historia. Sus carácterísticas se resumen en: Establecimiento del sufragio universal masculino (mayores de 25 años), amplias libertades y derechos entre las que destacan la libertad religiosa y la separación Iglesia – Estado y Monarquía Constitucional y Parlamentaria como modelo de Estado. La Constitución de 1869 y el nuevo sistema político, formaron los principios liberal- democráticos, pero frustraron algunas de las aspiraciones de otros grupos políticos, en especial muchas de las reivindicaciones de carácter popular ya que el modelo de sociedad quedó intacto. 

El reinado de Amadeo I de Saboyá. Al ser España una monarquía era necesario encontrar un rey adecuado para el país. Mientras, Serrano sería nombrado Regente y Prim, Presidente. El elegido fue Amadeo I de Saboyá, que fue proclamado rey el 2 de Enero de 1871, pero ya sin su gran valedor Prim, que había sido asesinado el 27 de Diciembre del año anterior. Amadeo I era un candidato de consenso y además respetaba el juego democrático, pero su reinado apenas duró dos años. La causa de esto está en la fuerte oposición tanto de derechas como de izquierdas que sufríó el nuevo régimen, así como la crisis que sacude a la coalición gubernamental. La Gloriosa había llegado bajo una fuerte crisis económica y financiera. Para solucionar esta crisis, se inició una política económica basada en el librecambismo y la unificación del sistema monetario (creación de la peseta). Aún así, la Hacienda Pública no pudo recuperarse de la crisis. La situación política era muy inestable. Parte de ello se debe al asesinato de Prim, auténtico hombre fuerte del gobierno y el único que hubiera podido mantener la coalición de gobierno. Sin el líder de la revolución de 1868 y con un monarca extranjero que desconocía la realidad social del país, el gobierno pronto se resquebrajó. La sensación de incertidumbre política fue
aprovechada por las fuerzas de la oposición. Así, los carlistas se levantaron en 1873 en una nueva guerra (Tercera Guerra Carlista) y los conservadores (Partido Alfonsino de Cánovas del Castillo) iniciaron el camino hacia la restauración borbónica en la persona de Alfonso, hijo de Isabel II. Por parte de la izquierda, los republicanos, exigían la formación de una República mientras se extendía el malestar entre los sectores más desfavorecidos (la naciente clase obrera y los jornaleros). A todo ello hay que añadir el inicio de una guerra anticolonial en Cuba en 1868, y que durará 10 años. 

La I República. Sin poder solucionar la crisis política y falto de consenso social, Amadeo I de Saboyá abdica en Febrero de 1873. El mismo día de la abdicación la Cámara de Diputados y el Senado, mayoritariamente monárquicas, se constituyeron en Asamblea Nacional que proclamó la República, siendo elegido como presidente Figueras, 1º presidente de la

República


Tras el breve mandato de Figueras, el gobierno estuvo presidido por Pi y Margall ya que se volvieron a formar Juntas Revolucionarias que desplazaron de sus cargos a las autoridades legítimas y exigieron la formación de una República Federal.El nuevo presidente intentó llevar a cabo una nueva Constitución, muy progresista (proyecto constitucional de 1873) pero que no llegó a entrar en vigor por causa de la insurrección en Cuba ,el rebrote de la guerra carlista y del levantamiento cantonal donde los cantones pretendían la creación de un Estado federal en España formado por la alianza libre de distintos cantones, sobre todo en Cartagena y Alcoy. Dentro de los Federales, se encontraban los benévolos que defendían un Estado Federal realizada desde arriba – abajo y los intransigentes, que defendía la idea de una Confederación de Estados realizada desde abajo – arriba. Estos problemas provocaron la dimisión de Pi y Margall. Fue sustituido por Nícolás Salmerón, cuyo mandato duró
sólo 3 meses. Dimitíó al negarse a firmar una sentencia de muerte contra unos sublevados cantonalistas. Le sustituyó Castelar, líder de los Republicanos Unitarios. El cantonalismo fue reducido en toda España excepto en Cartagena, donde resistíó hasta Enero de 1874. Intentó aplicar una política de autoridad y fuerza, y consiguió pleno poderes que le permitieron cerrar las Cortes y anular las garantías constitucionales durante tres meses. Castelar no tuvo más remedio que colaborar con los demócratas y reorganizar el ejército con la ayuda de mandos militares para
solucionar la insurrección en Cuba, la existencia de la Guerra Carlistas y la situación de Cartagena. El 3 de Enero de 1874 se reabrieron las Cortes donde se aprobó una moción de censura contra Castelar. Este dimitíó y ante la posibilidad de que la situación retornara de nuevo al federalismo, el general Pavía entró el 4 de Enero en las Cortes disolviendo la Asamblea. El año 1874 fue de transición entre la Primera República y la Restauración de los Borbones en el trono español. En esta etapa, el poder pasó a manos del general Serrano, presidente del Gobierno, quien continuó con la línea autoritaria de Castelar. Finalmente, otro pronunciamiento militar (29 de Diciembre de 1874) protagonizado por el general Martínez Campos partidario de la causa alfonsina apoyó a Serrano abandonado por las clases  conservadoras que ahora apoyaban al futuro Alfonso XII, acabó con el Sexenio Revolucionario e impuso la Restauración monárquica.

Conclusión
El Sexenio su pone el fracaso del intento de instaurar un régimen democrático en España que perdíó así su gran oportunidad democrática del Siglo XIX. Es cierto que el Sexenio representa una de las etapas más caóticas de la Historia de la España Contemporánea. Pero a pesar de la Restauración Borbónica, la construcción del Estado liberal y la democratización del país estaban consolidadas, e implantadas las  libertades conseguidas hace tiempo en otros países de Europa. Otro efecto del sexenio será el debate que se va a producir tras su fracaso entre destacados políticos e intelectuales en las décadas siguientes acerca del propio ser de España y la manera de incorporar a la política a todas las clases sociales, es decir, a las masas.

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