Década Moderada de Isabel II: Liberalismo Moderado y Católico
La Constitución de 1845, aunque nueva, comenzaba citando artículos de la Constitución de 1837. El principio de **Soberanía Nacional** fue sustituido por el de **Soberanía Compartida**, que residía en las Cortes y en la Reina. Con esta soberanía, la Corona mantuvo amplias competencias de gobierno. El Estado se declaró **confesional**, suprimió la **Milicia Nacional**, reforzó el poder central sobre el local y suprimió el jurado para los delitos de imprenta. La idea central de la época moderada fue mantener, ante todo, la **defensa del rey y el orden**.
La creación por Narváez, el 13 de mayo de 1844, de la **Guardia Civil**, un cuerpo de policía destinado a combatir la delincuencia y el crimen, aunque militarizada (sus mandos eran oficiales del ejército y su estructura respondía a mandos militares). La Guardia Civil fue empleada para mantener el **orden público**, especialmente en zonas rurales, y para reforzar el poder central. Durante mucho tiempo, los primeros directores, como Ahumada, lograron que el cuerpo actuara con estricta neutralidad política. Además, en estos momentos, aparte de perseguir el **bandolerismo** y el **contrabando**, la Guardia Civil también desempeñaba funciones de **protección civil** (inundaciones, incendios, etc.).
Por Real Decreto, el 12 de septiembre de 1845, el **Plan Pidal** estableció la creación de los institutos de enseñanza media, fijó el número de universidades en toda España (diez) y creó las escuelas especiales (relacionadas con carreras técnicas) y las escuelas normales para maestros.
El 11 de marzo de 1851 se firmó el **Concordato con la Santa Sede**. Con este concordato, los moderados devolvieron al catolicismo su papel central en la vida española. El Estado se comprometió a sostener a la Iglesia, que adquirió amplias competencias en materia educativa. La reforma de la Hacienda fue llevada a cabo por **Alejandro Mon**. La política económica siguió un **liberalismo** que intentó hacer de España un **mercado único**, permitiendo que los productos circularan por todo el país.
**Bravo Murillo** llevó a cabo una importante labor de restauración de caminos, impulsó la canalización de agua a las ciudades, fomentó los puertos y estableció los **Puertos Francos en Canarias**. En 1854 se produjo el **levantamiento de Vicálvaro**, debido al malestar de los progresistas, el descontento de los demócratas y una cierta inestabilidad social que alarmó a la burguesía. Al mismo tiempo, se difundió el **Manifiesto de Manzanares**. Varias ciudades se pronunciaron a favor de los progresistas y de Isabel II, llamando al gobierno a los generales **Espartero** y **O’Donnell**.
Bienio Progresista (1854-1856)
Se caracterizó por ser un periodo de **impulso económico**, con un punto clave: la nueva **Ley de Ferrocarriles de 1855**, que reforzó la construcción de las vías férreas españolas. Mediante subvenciones y franquicias, permitió la entrada de capital para construir toda la infraestructura.
**Pascual Madoz** puso en marcha la **Desamortización Civil de 1855**, también conocida como **desamortización total**, porque afectó a bienes comunales y eclesiásticos. En las subastas, tampoco se consiguió que la tierra pasara a ser propiedad de los campesinos. Los **bienes comunales** eran propiedades que, desde hacía siglos, los campesinos podían aprovechar gratuitamente, independientemente del propietario. Al ser subastados, pasaron a ser propiedad privada, por lo que los campesinos que deseaban aprovecharlos debían pagar al nuevo propietario.
Como punto importante, se restauró la Constitución de 1845, a la que se le dio un carácter más progresista y se le añadió la **soberanía nacional**, aunque no llegó a entrar en vigor.
Últimos Años del Reinado de Isabel II (1856-1868)
Este periodo estuvo dominado por dos figuras militares y políticas principales: **O’Donnell** (líder de la Unión Liberal) y **Narváez** (líder de los moderados). En este periodo, se volvió a poner en marcha la **Constitución de 1845** y se dio mucha importancia al **orden y la estabilidad**, ya que la economía y la sociedad eran muy diferentes a las de la España de 1833. En los años 60 del siglo XIX, la **revolución liberal** había logrado crear las condiciones jurídicas para transformar España. La **Ley Moyano** (ley educativa) entró en vigor en 1857. Existía ya una **burguesía**, es decir, un grupo social consolidado y representativo del siglo XIX.
Los gobiernos de O’Donnell se vivieron como una etapa de **prosperidad**. Algunos de los elementos políticos que utilizó fueron: relanzó la **Ley Madoz de 1845**, que suponía la desamortización de los bienes comunales. En 1859 se firmó un acuerdo con el Vaticano en el que la Iglesia aceptó que algunos de sus bienes pasaran a propiedad del Estado. A cambio, la Iglesia recibió **títulos de deuda pública**, por los cuales el Estado español se comprometía a pagar la cantidad que figurara en dichos títulos.
En 1858 se redactó la **Ley Hipotecaria**, que liberalizó el mercado de la propiedad, y al año siguiente se liberalizó la minería, atrayendo una gran inversión de capital. Todo ello acompañado de un **plan de obras públicas** para el cual, en 1859, se dotó al Ministerio de Fomento de un presupuesto extraordinario. Estando el país tranquilo, progresando económicamente y con una cierta estabilidad política (ya que la Unión Liberal era apoyada por Narváez), O’Donnell decidió reactivar la **política exterior de España**, que se había debilitado tras la independencia de las repúblicas hispanoamericanas. El gobierno cooperó militarmente con coaliciones europeas que en ese momento estaban iniciando la era del **colonialismo**. Participaron en la **expedición a Indochina**, de la que no se obtuvo nada positivo. También participaron en la **expedición a México**. Después surgió la **Guerra del Pacífico** (contra Perú, Bolivia y Ecuador), en la que España venció, pero sin obtener beneficios significativos. De lo que sí se obtuvieron resultados fue de la **Guerra de África**, donde se aseguraron Ceuta, Melilla y zonas costeras. Marruecos pagó una **indemnización** a España al perder la guerra. De esta guerra se destacó el general **Prim**, quien sería clave en el derrocamiento de Isabel II. El general Prim es considerado una de las figuras más brillantes, militar y políticamente, en la historia de España.
El Estado liberal se debilitó, O’Donnell dejó el gobierno y España sufrió una gran **inestabilidad política** porque la Reina se apoyaba en la Iglesia. Se produjo una **quiebra financiera** en el Banco Inglés que afectó al capital ferroviario, provocando el cierre de muchas empresas y un aumento del paro.
El Sexenio Democrático
En septiembre de 1868 estalló la **Revolución Gloriosa**, que, como todas las del siglo, partió de un pronunciamiento militar contra el régimen de Isabel II y la dinastía de los Borbones en general, teniendo como protagonistas a los generales **Serrano** y **Prim**. El almirante **Topete** sublevó la flota en Cádiz. La idea que guiaba a los sublevados (progresistas, demócratas, unionistas) era el lema «**Viva España con Honra**». En definitiva, todo el ámbito liberal, excepto los moderados, hizo suyo ese lema. Al levantamiento se unieron los **carlistas** (porque pensaron que su candidato sería rey) y los **republicanos** (que tenían buenos políticos, aunque España no estaba preparada para una república, sobre todo por el analfabetismo). De entrada, había un ideario democrático común: **sufragio universal**, **libertad de asociación**, **libertad de imprenta** y **libertad de culto**.
En las elecciones a Cortes Constituyentes se presentaron:
- Candidatura monárquico-demócrata
- Candidatura carlista
- Candidatura moderada
- Candidatura republicana (con mucha fuerza en el litoral mediterráneo)
La **Constitución de 1869** fue la más amplia declaración de **derechos individuales y libertades civiles**. Establecía la **soberanía nacional**, a la que subordinaba la Corona; el rey pasaba a ser una figura representativa y las Cortes se convertían en el centro del poder.
La política económica del sexenio
Se caracterizó por el **arancel librecambista de 1869**. Se abandonó el **proteccionismo económico** y triunfaron las ideas económicas de la Asociación para la Reforma de Aduanas, que reunía a empresarios, intelectuales y negociantes. La asociación pensaba que el proteccionismo, es decir, gravar las importaciones con impuestos, hacía subir los precios y, por tanto, retraía el consumo interior. Este arancel fue obra del ministro de Hacienda **Laureano Figueroa**, quien además sacó adelante en 1869 la **Ley de Minas**, que establecía que las minas propiedad de la Corona pasarían a convertirse en propiedad privada, lo que aumentaría la recaudación fiscal. Esto atrajo **inversión de capital extranjero**. También fue importante la obra monetaria de Figueroa, que implantó la **peseta** y concedió el monopolio de emisión al **Banco de España**. A partir de entonces, la Hacienda española procuraría financiarse a través del Banco de España, intentando recurrir lo menos posible al extranjero. No obstante, el problema de la **deuda de la Hacienda española** fue una constante durante todo el sexenio.
Los problemas del sexenio
El gobierno provisional había establecido la **libertad de culto** y, por decreto, había disuelto la **Compañía de Jesús**. Esto condujo a fricciones y malestar entre el gobierno y la Iglesia, lo cual implicaría no contar con el apoyo de esta en momentos de construcción del Estado de la Constitución de 1869. Sin embargo, el problema más grave de todo el sexenio fue la **Guerra de Cuba**. Este tema era complejo porque implicaba el enfrentamiento de los comerciantes peninsulares y de los hacendados cubanos con el gobierno español por dos razones principales:
- La **abolición de la esclavitud** en Cuba.
- El deseo de los hacendados cubanos de **libre comercio**, ya que sus ventas se dirigían cada vez más a Estados Unidos.
Todo ello estaba acompañado por el deseo de los cubanos de obtener la **independencia de España**. Se produjo la **insurrección de Yara** (el **Grito de Yara**), lo que dio inicio a un periodo bélico de diez años, que para España supuso una **sangría económica y humana**, junto con una gran inestabilidad política.
La búsqueda de un rey tenía dos condiciones fundamentales:
- Ser demócrata.
- No pertenecer a la dinastía borbónica.
Sin embargo, esta búsqueda resultó un gran problema internacional, ya que las potencias europeas (Francia y Alemania) no querían que subiera al trono un rey que pudiera tener tendencias hacia uno u otro lado. Se eligió a un príncipe de la **Casa de Saboya**, que en aquellos momentos gozaba de prestigio por haber unificado Italia y haber instalado una monarquía liberal. En enero de 1871, fue proclamado rey de España **Amadeo I**. Su reinado se puede calificar con la frase: «**España ingobernable**». Amadeo I era un **rey burgués**.
Comenzó la **Tercera Guerra Carlista**, porque, aunque desde un punto de vista electoral el carlismo tenía poca fuerza, seguía siendo fuerte en el País Vasco, Navarra y en el interior de Cataluña. Esta tercera guerra duraría hasta el reinado de Alfonso XII. En esta guerra, el carlismo ya no era una antigualla del Antiguo Régimen, sino que presentaba ideas renovadoras para España. Y además, no se pudieron suprimir las **quintas**. La **insurrección cubana y carlista**, la **oposición republicana**, la **conflictividad social** y la **inestabilidad del país** hicieron que Amadeo I abdicara por él y por toda la Casa de Saboya en 1873.
La Primera República Española
Al abdicar Amadeo I, se reunieron el Congreso y el Senado y apoyaron conjuntamente la proclamación de la **República** por una gran mayoría de votos. Este sistema político, según el cual el jefe del Estado lo es por elección y no por herencia, se implantaba por primera vez en España. El primer presidente fue **Estanislao Figueras**, y como ministro de Gobernación, **Pi y Margall**. El régimen republicano se encontró con diversos obstáculos que, unidos a la lentitud con la que se implantaban las reformas, impidieron la consolidación del régimen.
La Primera República tuvo que hacer frente a:
- Las **ocupaciones de tierras** por parte de los campesinos andaluces.
- Una gran **revuelta obrera en Barcelona** reclamando la jornada de 10 horas.
- La **crisis de Cuba**.
- Un intento de proclamar la **República Catalana**.
- Un intento de **golpe de Estado** por parte de los republicanos más liberales.
Además, los republicanos estaban divididos: unos pensaban que la República debía ser **federal** y otros que tenía que ser de forma **unitaria** (centralizada). Existía la **oposición conservadora** (que defendía la vuelta de los Borbones) y la **oposición de los carlistas**.
En mayo de 1873 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes y ganaron los **republicanos federales**. De esta manera, se implantó la **República Federal**. Este proyecto contemplaba la formación de 15 estados federales, cuyo artículo se redactó con rapidez. Su puesta en marcha se vio frenada por las **revueltas obreras, campesinas y cantonalistas**. Las **reformas sociales** eran esperadas con demasiada impaciencia, lo que aumentó la conflictividad social. En el mes de julio, una **huelga general en Alcoy** hizo que los obreros se apoderaran de la ciudad, se quemaran fábricas y se detuviera a varios propietarios. Se entró en una república de línea conservadora y de carácter centralista, con **Nicolás Salmerón** como presidente, quien intentó restaurar el orden público y hacer frente a los desafíos carlistas y cantonalistas. Para ello, tuvo que optar por el **apoyo del ejército**.