Primera Etapa: 1939-1959

1. La Creación del Estado Franquista: Fundamentos Ideológicos y Apoyos Sociales

Características: El Estado franquista se legitimó exclusivamente por la Guerra Civil, naciendo como una dictadura inspirada en los modelos fascistas alemán e italiano, que suprimió la Constitución de 1931. Franco, investido con el título de Caudillo de España, fue también Jefe de Estado, Presidente del Gobierno, jefe nacional del partido y Generalísimo de los ejércitos.

Este régimen impuso una visión centralista del Estado, reprimiendo la oposición y controlando los medios de comunicación, sujetos a una rigurosa censura y utilizados para la propaganda franquista.

Este régimen se apoyó en tres grandes pilares:

• El ejército fue el más destacado y participó activamente en el poder, ya que una buena parte de sus ministros y gobernadores civiles eran militares de carrera.
• El partido único: FET y de las JONS, que dotó al régimen de su base ideológica. Para estar presente en la sociedad y controlarla, se apoyó en cuatro organizaciones:
  • El Frente de Juventudes, para formar y adoctrinar a la juventud.
  • La Sección Femenina, para formar a la mujer según la visión que el régimen tenía de ella.
  • El SEU: controlaba la Universidad.
  • La CNS: Sindicato que integraba a patronal y trabajadores en la misma organización.

2. Evolución Política y Coyuntura Exterior

La Segunda Guerra Mundial y la Hegemonía del Nacionalsindicalismo (1939-1945)

En política interior, el nuevo Estado nacionalsindicalista pretendía imitar el régimen fascista. Cuando Alemania venció a Francia (1940), España pasó de la neutralidad a la no beligerancia, lo que implicó un claro apoyo diplomático y económico a las potencias del Eje, que en ese momento se perfilaban como vencedoras. Franco se entrevistó con Hitler y Mussolini, pero no llegaron a un acuerdo, y España no entró en guerra, aunque colaboró en el esfuerzo bélico enviando material estratégico, aprovisionamiento y, en 1941, además envió a la URSS una unidad de voluntarios (la División Azul).

Con la derrota de Alemania en 1945, el franquismo debió alejarse del fascismo y comenzó a presentar al Estado español como un régimen católico, conservador y anticomunista, lo que llevó a marginar al falangismo, abandonando los aspectos más claramente fascistas, como el saludo con el brazo en alto.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, el franquismo sufrió una etapa de aislamiento y rechazo internacional. Este periodo de aislamiento tuvo serias consecuencias políticas y económicas, ya que España no pudo beneficiarse de las ayudas del Plan Marshall y fue excluida de la nueva alianza defensiva occidental, la OTAN.

Reconocimiento Internacional y Nacionalcatolicismo (1947-1953)

A partir de 1947, el mundo quedó dividido en dos bloques (EE. UU. y URSS) y se inició la Guerra Fría. Para Estados Unidos, en este nuevo contexto, lo más importante era la lucha contra el comunismo y no que España tuviera un régimen democrático. Ante la nueva situación, en 1951 Franco decidió remodelar el gobierno para acercarse a las potencias occidentales. En este nuevo gobierno hubo un predominio del nacionalcatolicismo.

En 1953, el régimen recibió el definitivo reconocimiento internacional con la firma de acuerdos con EE. UU. y la Santa Sede. Los acuerdos con EE. UU. supusieron el derecho a establecer y utilizar bases militares; con la Santa Sede, el reconocimiento explícito de la confesionalidad católica del Estado y una situación de privilegio para la Iglesia católica.

3. La Estructura del Nuevo Estado

Las Leyes Fundamentales

El primer rasgo del nuevo Estado fue la concentración de poderes en la persona de Franco, lo que se mantuvo hasta su muerte y, posteriormente, el establecimiento de unas leyes básicas que organizaron jurídicamente el Estado.

Las Leyes Fundamentales fueron:

• Fuero del Trabajo: regulaba las relaciones laborales y establecía los principios del nacionalsindicalismo.
• Fuero de los Españoles: establecía la relación de derechos y deberes de los españoles.
• Ley Constitutiva de las Cortes: creaba las Cortes como órgano legislador.
• Ley del Referéndum Nacional: permitía al Jefe del Estado someter a consulta popular los temas que considerase oportunos.
• Ley de Sucesión: establecía España como reino y preveía que la monarquía fuera la sucesora del franquismo.
• Ley de Principios del Movimiento: que reafirmaba el Movimiento Nacional como único partido.

La Democracia Orgánica

El franquismo rechazó el sistema democrático que se basaba en la soberanía popular, el sufragio y la separación de poderes. Organizó la participación popular del nuevo Estado apoyándose en tres unidades básicas: la familia, el municipio y el sindicato. Este sistema se denominó democracia orgánica, y con este nombre se pretendía dar una cierta legitimidad al régimen, pero diferenciándolo claramente de la democracia tradicional.

4. La Autarquía y sus Efectos

Uno de los principales objetivos de esta primera etapa fue la consecución de la autosuficiencia económica (autarquía).

Los tres grandes ámbitos de actuación fueron:

• Regulación del comercio exterior: las exportaciones e importaciones pasaron a estar totalmente reguladas por el Estado. Se redujeron las importaciones a los productos considerados imprescindibles, lo que generó escasez de bienes de consumo y de materias primas.
• Fomento de la industria: se priorizó la industria de interés estratégico para asegurar la independencia militar y política. También se creó el INI (Instituto Nacional de Industria) para promover la nueva política industrial, creando numerosas empresas públicas para producir lo que el sector privado no hacía.
• Sector agrario: el Estado reguló la producción, la comercialización, los precios y el consumo de la mayoría de sus productos. Los bajos precios oficiales provocaron una disminución de la producción y la productividad.

Como consecuencia de todo esto, la población vivía en la miseria y padecía hambre.

Segunda Etapa: 1959-1975

5. Las Transformaciones Económicas y Sociales: De la Autarquía al Desarrollismo

Los Gobiernos del Desarrollismo

En la década de 1960, se pasó de una primera etapa dominada por los principios del falangismo a una segunda etapa con un claro predominio de los tecnócratas. Se les denominó así porque su perfil era más técnico que ideológico y su objetivo era la eficacia en la gestión del Estado. Europa vivía una etapa de recuperación económica tras la Segunda Guerra Mundial.

El Plan de Estabilización (1959)

Su objetivo fue poner fin al fuerte intervencionismo estatal y eliminar los obstáculos a la liberalización comercial y financiera. Para ello, se implementaron las siguientes medidas:

• Estabilización de la economía: reducción de la inflación y el déficit público.
• Liberalización interior de la economía: eliminación de la intervención del Estado.
• Liberalización exterior de la economía: eliminación de los obstáculos a la entrada de productos del exterior y facilitación de la inversión extranjera.

Los Planes de Desarrollo

Estos Planes de Desarrollo Económico y Social buscaron impulsar desde el Estado el crecimiento económico. Emprendieron dos líneas de actuación:

• Las actuaciones estructurales para solucionar problemas como las pequeñas dimensiones de las empresas o la baja productividad.
• Los polos de desarrollo que intentaron reducir el desequilibrio regional promoviendo nuevas industrias en zonas escasamente industrializadas.

El Desarrollismo Económico (1959-1973)

Industrialización Acelerada

La industria fue el motor de esta expansión económica, alcanzando un notable incremento de la producción en este período. Se debió a la mejora en la productividad gracias a los bajos salarios, a la importación de tecnología y a la inversión de capitales extranjeros. Los sectores industriales que estuvieron a la cabeza de este avance fueron: el químico, el energético, el siderúrgico, la construcción naval y el del automóvil. En cuanto a las zonas industriales, las tradicionales continuaron su crecimiento, y en las nuevas, como Madrid, se produjo una gran expansión.

Reconversión de la Agricultura Tradicional

Las nuevas oportunidades de trabajo que ofrecía la industria estimularon el éxodo rural y el descenso de la mano de obra en el campo. Los empresarios agrícolas, para mejorar, iniciaron un proceso de mecanización y el uso de abonos químicos, lo que llevó a una diversificación de la demanda.

Avance del Sector Terciario

En la década de 1960 hubo una terciarización de la economía, debido a una intensa urbanización y al aumento de las redes de comercialización. La llegada masiva de turistas supuso una elevada fuente de ingresos, con un fuerte incremento de la hostelería y de los servicios complementarios. El comercio internacional también se vio favorecido; el déficit comercial se vio compensado por los ingresos procedentes de las remesas de emigrantes y del turismo.

Dependencia Exterior

La favorable coyuntura internacional favoreció mucho a España, ya que recibió del exterior los recursos que necesitaba. Además, una serie de países absorbieron la mano de obra excedentaria procedente del sector agrario.

6. La Oposición al Régimen

En la primera etapa (1939-1959), la represión contra las organizaciones y personas comprometidas con la República provocó el exilio de miles de republicanos.

En la segunda etapa (1959-1975), en un momento de transformaciones económicas y sociales, el franquismo intentó modernizar su estructura política mediante una apertura sin cambios democráticos y con una reforma de sus instituciones que asegurara su continuidad.

Dentro de los movimientos sociales de oposición, la protesta de los trabajadores fue el principal foco a partir de la década de 1960. Para el régimen, toda protesta laboral era un problema de orden público, actuando con métodos represivos. Esta situación dio lugar al surgimiento de un nuevo sindicalismo, y así nació Comisiones Obreras, independiente y democrático.

La protesta estudiantil se consolidó a partir de la década de 1960, constituyendo un segundo frente de conflictividad social. Se inició en las universidades de Madrid y Barcelona.

La difusión de los postulados reformistas del Concilio Vaticano II y la preocupación por las injusticias sociales también propiciaron la aparición de actitudes críticas contra la dictadura dentro de la Iglesia católica.

Los partidos políticos de izquierdas, a pesar de ser ilegales, comenzaron a moverse: el Partido Comunista de España (PCE) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se renovó a mediados de la década de 1970 y eligió una nueva dirección.