Historia de México: Reformas Liberales, Centralismo y Conflictos del Siglo XIX

Reformas Liberales de 1833 y el Papel de Santa Anna

El Ascenso de Santa Anna y las Elecciones de 1833

  • Visto como defensor de la integridad del país, Santa Anna contaba con el apoyo tanto de los liberales como de los conservadores, del ejército e incluso, en ocasiones, de la propia Iglesia, situación que lo llevó a ocupar la presidencia 11 veces.
  • En las elecciones de 1833, Santa Anna obtuvo el triunfo con Valentín Gómez Farías como vicepresidente. Al poco tiempo de haber tomado la presidencia, Santa Anna se retiró a su hacienda Manga de Clavo en Veracruz.
  • Gómez Farías tomó el poder y, dada su filiación liberal, inició una serie de reformas radicales a la Constitución.

Principales Reformas Liberales de 1833

  • Suspensión de las órdenes monásticas.
  • Supresión del cobro de diezmos, dejando su pago a la voluntad de los individuos.
  • Matrimonio civil.
  • Abolición de privilegios al clero y al ejército.
  • Libertad de expresión y prensa.

Las Siete Leyes Constitucionales de 1836 y el Centralismo

Las Leyes Constitucionales de la República Mexicana de 1836, también conocidas como las Siete Leyes, fueron una serie de instrumentos constitucionales que alteraron la estructura del sistema de gobierno del país, pasando de un sistema federal a uno centralista. Si bien fueron promovidas por Santa Anna, quien con licencia en el cargo de Presidente de México intrigaba desde su hacienda Manga de Clavo en Veracruz, las leyes fueron promulgadas por el Presidente interino José Justo Corro el 30 de diciembre de 1836. Estas medidas de corte centralista ocasionaron la declaración de independencia de Texas, Tamaulipas y Yucatán. A pesar de su tendencia conservadora, las leyes contemplaban la división de poderes.

Con base en las Siete Leyes, se estableció un cuarto poder: el Supremo Poder Conservador, integrado por cinco ciudadanos. Estos debían haber desempeñado la presidencia, vicepresidencia, o bien haber sido senadores, diputados, secretarios de despacho o ministros de la Corte. Este cuarto poder tenía la facultad de regular las acciones de los otros poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), bajo el argumento de que sus integrantes tenían la capacidad de interpretar la voluntad de la nación.

La República Centralista: Un Periodo de Inestabilidad (1836-1846)

La República Centralista es el período de la historia de México en que el Estado estuvo organizado bajo un régimen político unitario. Este régimen fue establecido formalmente el 30 de diciembre de 1836, con la promulgación de las Siete Leyes Constitucionales, aunque ya en 1835 se había derrocado la Constitución Federal de 1824. La República Centralista duró casi once años. El 22 de agosto de 1846, el presidente interino José Mariano Salas expidió el decreto que restauró la vigencia de la Constitución de 1824.

El período centralista del Estado mexicano fue un intento del sector conservador por poner fin a las disputas entre las élites regionales y los diversos caudillos que protagonizaban la vida política nacional. Sin embargo, al igual que durante la Primera República Federal y el Primer Imperio, el país siguió padeciendo una grave inestabilidad política y levantamientos armados. La supresión del régimen federal fue el detonante de la reacción de los partidarios del federalismo en Zacatecas (1835), Tabasco (1841 y 1846), y el noreste de México, particularmente en el estado de Tamaulipas. Las respuestas más radicales a la instauración del régimen unitario fueron la proclamación de la independencia de Texas (1836) y de Yucatán.

Transición y Conflictos en el México Independiente (1846-1863)

En este periodo, la república atravesó nuevamente un lapso caótico, marcado por una grave inestabilidad política que provocó varios conflictos internos como la Guerra de Reforma. Otros hechos históricos relevantes durante este periodo fueron la dictadura de Santa Anna, la Venta de La Mesilla y la promulgación de la Constitución de 1857.

Durante este periodo hubo dos conflictos internacionales: la conclusión de la Guerra entre México y Estados Unidos, donde México se vio forzado a perder más de la mitad de su territorio a favor de los Estados Unidos, y la Guerra con Francia (Guerra de los Pasteles).

La República Federal duró casi diecisiete años y fue gobernada por 14 presidentes, de los cuales solo José Joaquín de Herrera concluyó su mandato constitucional. La República fue disuelta el 10 de julio de 1863 con el decreto de cambio de modelo de gobierno a una monarquía hereditaria, lo cual dio inicio al Segundo Imperio Mexicano, gobernado por Maximiliano I.

Junto con el Imperio Mexicano, la Primera República Federal y la República Centralista, este período forma parte del llamado México Independiente, una etapa en la que el país padeció gran inestabilidad política mientras se definía el régimen que debía adoptar el nuevo Estado.

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