El Franquismo: Poder, Ideología y Transformación de la Dictadura Española (1939-1975)

El Régimen Franquista: Concentración de Poder y Control Social

Francisco Franco personificó el poder absoluto en España entre 1939 y 1975. Fue el Caudillo que concentró todos los poderes. Aparte, era el jefe nacional de FET de las JONS (partido único) y, desde esa posición, era obedecido ciegamente por todas las tendencias políticas que apoyaban al régimen. Desde el principio se establecieron leyes para controlar a todos los sectores sociales. En 1938 se promulgó el Fuero del Trabajo, por el que se prohibían los sindicatos libres y se creaba el Sindicato Único, de carácter vertical, que integraba a patronos y obreros. También se aprobó una Ley de Responsabilidades Políticas, por la que se perseguía a todo sospechoso de ser adepto a la causa republicana.

Por otra parte, se promovió el culto a su persona, siendo presentado como el salvador de la patria.

Principios Ideológicos del Franquismo

Los principios ideológicos del franquismo se conformaron en los años 40, adoptándose en las grandes familias que apoyaban al régimen (la Falange, el Ejército y la Iglesia). Estos principios fueron adaptándose con los años a los acontecimientos. Siempre hubo tres señas que definen al franquismo:

El Nacional-Patriotismo

El Nacional-Patriotismo, aportación del Ejército, que ocuparía altos cargos en la administración. Se basaba en una visión nacionalista y unitaria de España, fundamentada en la defensa de la integridad territorial y el rechazo al particularismo regional.

El Nacional-Sindicalismo (Fascismo a la Española)

El Nacional-Sindicalismo o fascismo a la española, fue una aportación de la Falange. Fue la aportación ideológicamente más novedosa, planteándose como antiliberal y antidemocrática. Consistió en tres aspectos diferentes:

  • El Estado corporativo, siguiendo el modelo italiano. Se pretendía la superación de los conflictos de clase buscando la colaboración entre estas. Por ello, había un único partido (FET de las JONS) y un único sindicato (CNS, Centro Nacional Sindicalista, más conocido como “sindicato vertical”).
  • La imagen externa fue muy reconocida. La gran cantidad de himnos, desfiles y banderas fueron adoptados y transformados por el franquismo. Especialmente destacable fue la utilización del mito de Primo de Rivera.
  • La organización de la sociedad. El partido, al que Franco prefería llamar “el Movimiento”, se encargaba del adoctrinamiento de la población y la captación de cuadros de mando.

El Nacional-Catolicismo

El Nacional-Catolicismo fue una aportación por parte de la Iglesia. Consistía en la defensa de la religión y la moral católica (ultraconservadoras) que se vinculaban a la identidad española. Esto condujo a un Estado confesional donde se suprimió la legislación laica (divorcio, matrimonio civil), se controló absolutamente la educación y se convirtió en prácticamente obligatoria la participación en rituales (misas). Todo ello encaminado a lograr la absoluta preeminencia ideológica.

Franco llegó a tener cierto control sobre la jerarquía eclesiástica al retener el derecho de presentación de obispos ante el Vaticano.

Apoyos Sociales del Régimen Franquista

Los apoyos sociales del régimen franquista fueron, en sus inicios, el Ejército y la Iglesia (grandes pilares del franquismo), la oligarquía terrateniente e industrial, las clases medias, los funcionarios y los sectores populares organizados por la Iglesia y FET de las JONS.

Evolución Política del Franquismo y Contexto Internacional

La evolución política del régimen estuvo siempre condicionada por la coyuntura exterior.

Primera Etapa: Totalitaria o Azul (1939-1945)

Durante la primera etapa del franquismo (totalitaria o azul), la evolución política del régimen estuvo condicionada por la Segunda Guerra Mundial, pasando de una inicial neutralidad a una no beligerancia como consecuencia de las victorias iniciales del Eje.

Cuando comienza el declive del Eje, el franquismo vuelve a declararse neutral, intentando acercarse a los que serían los vencedores mediante una serie de leyes que pretendían mostrar una imagen más representativa:

  • En 1942 se promulgó la Ley Constitutiva de las Cortes, que establecía la formación de Cortes (reunidas por primera vez el 17 de marzo de 1943) elegidas en parte por Franco y en parte por sufragio indirecto, estando representados de esta manera la familia, el municipio y los sindicatos. Su función era refrendar las propuestas legislativas del dictador.
  • En 1945 se promulgó el Fuero de los Españoles, una teórica declaración de derechos y deberes que no supuso ningún tipo de garantías democráticas.
  • Ese mismo año se promulgó la Ley de Referéndum Nacional, que reconocía el derecho a voto de los españoles para consultas sobre asuntos del Estado.

Aislamiento y Reconocimiento Internacional (1946-1955)

Al término de la Segunda Guerra Mundial, la dictadura franquista quedó aislada internacionalmente tras la creación de la ONU en 1946. Para atajar este grave problema, Franco tomó algunas medidas para intentar borrar la imagen fascista de su régimen.

El comienzo de la Guerra Fría entre EE. UU. y la URSS dio un valor político importante al anticomunismo del régimen franquista y, en 1950, la ONU anuló el aislamiento, regresando los embajadores extranjeros. En 1953, EE. UU. firmó con el gobierno español el Pacto de Madrid, por el que se creaban bases militares estadounidenses en España a cambio de ayuda militar y económica. En 1955, España fue admitida en la ONU como miembro de pleno derecho.

La Transformación del Régimen: Tecnócratas y Apertura Económica (1957-1969)

En 1957, el modelo totalitario estaba agotado. Ese mismo año, comienza la transformación del régimen franquista, con la contribución de un gobierno que deja fuera a la Falange y supone el ascenso de los tecnócratas, pertenecientes al Opus Dei, y los reformistas del Movimiento y su proyecto común de aproximación económica a la Europa occidental.

La Democracia Orgánica y las Leyes Fundamentales

Sin perder el carácter fuertemente autoritario, el régimen desarrolló la denominada democracia orgánica. A pesar del lavado de cara de las instituciones españolas, el régimen franquista seguía siendo una dictadura, lo que impedía la integración del país en el Mercado Común Europeo.

La transformación comienza con las siguientes Leyes Fundamentales del Movimiento:

  • La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958), que establecía como forma de Estado la monarquía (aún sin rey) que debía ser católica, social y representativa (pero no se aceptaban ni los partidos políticos ni las elecciones libres).
  • La Ley de Prensa de 1966, propuesta entonces por el ministro de Información, Manuel Fraga, que levantó algo la presión de la censura.
  • La Ley Orgánica del Estado (1966) fue la última de las Leyes Fundamentales del Movimiento, donde se desarrollaba el concepto de democracia orgánica y se establecía el sufragio restringido para elegir a la tercera parte de los procuradores en Cortes entre los candidatos.
  • En 1967 se aprobó la Ley de Libertad Religiosa, por la que se concedía la libertad de culto a las religiones no católicas.
  • El proceso de institucionalización del régimen franquista concluye con la promulgación de la Ley de Sucesión del Estado (1969), por la que Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, fue designado sucesor de Franco a “título de rey”.

La Continuidad del Sistema: Carrero Blanco y las Familias Políticas

Con el nuevo proceso de institucionalización del régimen, las distintas familias políticas de la primera etapa perdieron su antigua influencia. La figura clave en esta transformación fue Carrero Blanco, hombre de confianza de Franco y quien debía representar la continuidad del sistema desde su cargo de Presidente del Gobierno desde 1973. Pronto se rodeó de políticos católicos, conservadores y partidarios de la aproximación económica a Europa, pero manteniendo el autoritarismo. Se les denominó tecnócratas o aperturistas. Chocaban con el otro sector que pretendía el incremento de la influencia del Movimiento y la Organización Sindical y que no acababan de ver clara la continuidad monárquica.

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