Transformaciones Clave del Siglo XVII: Demografía, Comercio y Poder en Europa

La Crisis Demográfica del Siglo XVII

Uno de los primeros síntomas de la crisis fue el retroceso del crecimiento demográfico. La sucesión de malas cosechas y la presencia de una agricultura tradicional, ocasionaron hambrunas y muertes.

Las epidemias, las guerras y la migración hacia América mantuvieron estancada la población europea e incluso llegó a disminuir.

Solo algunos países, como Inglaterra, que empezaron a introducir cambios en la agricultura y desarrollaron su comercio, lograron aumentar la población.

Del Comercio Mediterráneo al Atlántico

Desde el siglo XVI se produjo un enorme desarrollo del comercio en el Atlántico. Lo llevaron a cabo castellanos, portugueses, holandeses, franceses y británicos.

Se produjo una fuerte disminución del comercio en el Mediterráneo y en el Báltico, lo que supuso una crisis para los países y los comerciantes.

El desarrollo del comercio fue acompañado de un cambio en la producción, incapaces de abastecer la nueva demanda de productos.

La aparición de manufacturas y del trabajo a domicilio iniciaron formas de producción dominadas por burgueses.

El Absolutismo Monárquico

El rey tenía un poder absoluto y todos estaban sometidos a él. La monarquía era hereditaria y de derecho divino (la autoridad del rey provenía de Dios). Este modelo monárquico era centralista. Del monarca dependían todas las instituciones del Estado, dirigía la política interior y exterior y tenía el mando supremo del ejército. No se sometía a ningún control y no compartía la soberanía con nadie.

Según las leyes tradicionales, los monarcas debían someterse al Parlamento. Pero los soberanos absolutistas intentaron no convocar los Parlamentos.

El Gobierno del Reino

El rey se apoyaba en unas instituciones que lo asesoraban: los Consejos de Estado. Una serie de ministros aplicaban las órdenes del rey, asistidos por una gran cantidad de funcionarios. Los delegados reales se encargaban del gobierno de las provincias. La monarquía absoluta fue intervencionista en economía, ocupándose de fomentar la actividad económica con la creación de manufacturas y el mercantilismo. Su control permitía a los monarcas conseguir nuevos ingresos.

El monarca debía respetar los privilegios tradicionales de la nobleza y el clero. Estos poseían el derecho a cobrar rentas en sus tierras y a administrar justicia.

El Mercantilismo

Las monarquías creían que la riqueza de un país dependía de la cantidad de metales preciosos (plata y oro), ya que en esa época la moneda se acuñaba en esos metales preciosos. Para obtener más oro y plata llevaban a cabo una política que favorecía la exportación.

Se promovía la producción agrícola y manufacturera en el propio país y se frenaba la importación de productos de otros países.

Esta teoría económica es el mercantilismo y quería favorecer el desarrollo del comercio, la exportación de productos, la protección de la industria nacional, la creación de compañías comerciales, etc.

El comercio colonial era esencialmente marítimo. Para ello, las monarquías concedían el monopolio del comercio a grandes compañías comerciales.

Las Revoluciones Inglesas del Siglo XVII

En el siglo XVII en Inglaterra se estableció una monarquía de poder limitado por el Parlamento. Los Estuardo (una nueva dinastía) pretendían gobernar de forma absoluta, y esto provocó una guerra civil entre los defensores del poder del Parlamento y los de la monarquía absoluta.

Las fuerzas parlamentarias, dirigidas por Oliver Cromwell, vencieron y el rey Carlos I fue decapitado y se proclamó la República.

Carlos II aceptó el control del Parlamento y votó a favor de la ley del Hábeas Corpus, que garantizaba la libertad individual e impedía al rey toda detención arbitraria.

La política absolutista del nuevo monarca Jacobo II y su fe católica provocaron una segunda revolución. Los revolucionarios ofrecieron la corona al príncipe holandés Guillermo de Orange, que se mostró dispuesto a jurar la Declaración de Derechos, que limitaba los derechos del monarca.

Cómo Funcionaba el Parlamento Inglés

En el nuevo sistema político inglés, el poder del rey estaba controlado por el Parlamento, que elegía al primer ministro de entre sus miembros. Los poderes ejecutivo y legislativo estaban separados, y la justicia era independiente. Solo podían votar aquellos que disponían de dinero o de propiedades.

Imperios y Estados

Las disputas religiosas estaban unidas a los conflictos sociales y a los enfrentamientos entre las monarquías. Había una lucha entre el predominio de los grupos aristocráticos y el de las nuevas fuerzas burguesas, comerciantes y manufactureras. Se enfrentaron el Imperio Hispánico y el Imperio Germánico de los Habsburgo a las nuevas potencias como Francia, Inglaterra, Holanda, Suecia y Dinamarca.

En Europa empezaban a emerger unos nuevos Estados independientes que no estaban sometidos a ningún poder imperial, sino que ejercían una total soberanía sobre su territorio y su población. Estaban regidos por un monarca absoluto, expandiéndose por toda Europa.

La Guerra de los Treinta Años evidenció el enfrentamiento religioso y la decadencia de una Europa heredada de la Edad Media y sometida a un doble poder: el religioso (Papa) y el político (emperador).

La Paz de Westfalia significó el declive del viejo Imperio de los Habsburgo y el triunfo de los Estados.

¿Qué Consecuencias Tuvo la Paz de Westfalia?

Los tratados de Westfalia reordenaron el mapa europeo con concesiones territoriales a Francia y Suecia, la independencia de Holanda y Suiza y la autonomía de los Estados alemanes del poder imperial.

Un Nuevo Equilibrio en Europa

Los acuerdos de la Paz de Westfalia iniciaron una nueva etapa:

  • Se produjo el fin del dominio de los grandes imperios o las grandes familias imperiales.
  • Se confirmaron y fortalecieron diversos Estados nacionales: Francia, Holanda, Suecia, Inglaterra, etc.
  • Se estableció un sistema de equilibrio entre los países y de negociación en la política exterior europea.

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