La política centralizadora de los borbones

Para conseguir recursos los borbones hicieron:
– Reformas fiscales

Manufacturas estatales

– Construcción de Obras Públicas.
REFORA/IAS FISCALES
Además del IMPUESTO ÚNICO en los reinos orientales, ENSENADA
intentó crear una única contribución sobre la renta y para todos los
estamentos igual en Castilla. Este nuevo impuesto sustituiría a la Alcabala
(impuesto que gravaba el comercio en la Corona de Castilla y que, aunque
empezó en la Baja Edad Media bajo el control de los concejos, acabó a
partir de 1491 bajo la gestión de la monarquía de la que se convirtió en
una importante fuente de ingresos) y a los Millones (impuesto creado en
1490 para costear la construcción de la armada. En seis años se debían
aportar o millones de ducados. Para ello se gravaba con un impuesto en
directo los alimentos. El vino, la carne, el aceite y el vinagre fueron los
productos afectados. Los reyes siguientes también acudieron a las cortes
castellanas para aprobar impuestos similares, que recibieron el mismo
nombre).
Para el cobro de este impuesto único se puso en marcha la elaboración de
un censo, EL CATASTRO DE ENSENADA, de los recursos y riquezas
existentes en Castilla. Terminó de realizarse en I 754. Para esta época, la
resistencia de los privilegiados y la caída en desgracia de ensenada
impidieron que el proyecto llegara a su
Otro proyecto de Ensenada fue la recuperación de los Impuestos
arrendados a particulares que se puso en marcha por decreto en I 749 y
consiguió notables ingresos a la hacienda del estado que, al finalizar el
reinado de Fernando VI, tenía súperávit.
LA CREACIÓN DE MANUFACTURAS ESTA TALES, también llamadas
REALES FABRICAS’, fue otra forma de impulsar la economía en España.
Pretendían constituir un modelo de negocio rentable, cuyos productos
pudieran exportarse y que sirviera de modelo para la iniciativa privada.
Para lograrse este objetivo se trajeron artesanos extranjeros para
introducir tecnología moderna y para formar a la mano de obra. En estas
fábricas se elaboraron productos de lujo destinados al rey y a la corte.’
tapices en La Real Fábrica de Santa Bárbara (Madrid), porcelana en La
Real del Buen Retiro (Madrid), vidrios en La Real Fábrica de San
Ildefonso (La Granja de San Ildefonso)  Otras manufacturas se
dedicaban a productos que eran monopolio del Estado, como la Real
Fábrica de Tabacos de, Sevilla, o de interés militar, como la Real Fábrica
de Cañones de La Cavada en Cantabria.
Existen otras fábricas cuyos productos estaban destinados al consumo
popular, como La Real Fábrica de Paños de Guadalajara, que nunca llegó
a ser rentable.
111.- EL DESPOTISMO [L USTRADO: CARLOS IH
La llegada de Carlos III al trono, 1 759-] 788, fue decisiva para el
desarrollo de las políticas reformistas,’ por primera vez en la Historia de la
España Moderna, un rey participaba activamente en las reformas internas
del país, rodéándose de un equipo de políticos que eran conscientes de los
problemas económicos y sociales y no estaban vinculados a los grupos
privilegiados.
Las actuaciones de los gobiernos de Carlos HI sirvieron, además, para
conocer las limitaciones de las reformas impulsadas “desde arriba», es
decir, por la burocracia estatal.’ falta de decisión para aplicarlas,
retrocesos ante las resistencias frente a las reformas, exceso de leyes y
decretos sin aplicación práctica y medidas que lograban efectos opuestos a
los pretendidos.
El reinado de Carlos 111 supuso la instauración en España del Despotismo
Ilustrado, sistema político absolutista que se caracterizó por la iniciativa
de la corona de mejorar el bienestar de sus súbditos y, sobre todo, para
aumentar el poder y los recursos del monarca. Este estaba dirigido por
equipos de reformistas y se inspiraba en pensadores de la época, sobre
todo británicos y franceses,’ era racional y antítradicionalista, es decir,
ilustrado, por un lado, e inmovilista y antiliberal, por otro, ya que no
pretendía cambiar la estructuta jerárquica de la sociedad ni alterar el
sistema político absolutista.
Carlos III continuó e intensificó la política de reformas internas de su
predecesor, sin embargo, en el exterior, no mantuvo una polz’tica de
neutralidad, sino que se embarcó en varios conflictos armados contra el
reino Unido. Estos enfrentamientos originaron enormes gastos,’ la falta de
recursos afectó a la puesta en marcha de muchas reformas y endeudó a la
Hacienda estatal incluso en reinados posteriores. Para llevar a cabo su
política, el monarca se rodéó de un equipo de secretarios, que en esta
época comenzaron a llamarse ministros. Entre estos se encontraban
algunos del reinado anterior; otros procedían de su etapa italiana, como el

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