Las Revoluciones Rusas y el Nacimiento de la URSS
La Revolución de 1905: El Ensayo General
La Revolución Rusa de 1905 fue una serie de protestas y levantamientos populares causados por el descontento generalizado hacia el régimen zarista, agravado por la derrota de Rusia en la guerra contra Japón, la crisis económica, el hambre y la represión. El evento clave fue el llamado “Domingo Sangriento”, cuando el ejército disparó contra una manifestación pacífica en San Petersburgo, lo que provocó una oleada de huelgas y revueltas en todo el país. Ante la presión, el zar Nicolás II publicó el Manifiesto de Octubre, en el que prometía reformas y la creación de una Duma o parlamento, aunque este tendría poco poder real y el absolutismo continuó.
Tensiones Políticas y Sociales Previas
En Rusia hubo un lento proceso de modernización social y económica que generó oposición al régimen zarista.
Surgió la Intelligentsia, un movimiento cultural que promovía ideas occidentales y criticaba el tradicionalismo ruso.
Estas ideas influyeron en partidos burgueses y obreros, que empezaron a cuestionar el poder absoluto del zar.
El primer soviet (asamblea de obreros, campesinos y soldados) surgió en la situación de crisis previa a la Revolución de 1905. Intentaron influir políticamente para mejorar sus condiciones.
Aunque no lograron tomar el poder, forzaron al zar a hacer reformas:
- Se creó la Duma (parlamento), pero el zar mantenía el control.
- Se aplicó una reforma agraria parcial.
- Se permitieron libertades individuales, aunque muy limitadas.
Poco después, el zarismo canceló esas reformas y restauró su autocracia total.
1917: El Año que Sacudió al Mundo
La Revolución de Febrero: Cae el Zar
En febrero de 1917 estalló una nueva revolución impulsada por el agotamiento de la población tras años de guerra, hambre y crisis política. El ejército se negó a reprimir las protestas y el zar Nicolás II abdicó. Se formó entonces un Gobierno Provisional dominado por liberales y mencheviques, pero que no fue capaz de resolver los problemas ni sacar al país de la Primera Guerra Mundial. Al mismo tiempo, los soviets, que eran consejos de obreros, campesinos y soldados, comenzaron a ejercer un poder paralelo.
La Revolución de Octubre: Los Bolcheviques al Poder
En octubre de 1917, los bolcheviques, liderados por Lenin, llevaron a cabo un golpe de Estado que derrocó al Gobierno Provisional. Los bolcheviques prometieron “paz, pan y tierra” y establecieron un gobierno socialista, iniciando el proceso que daría lugar a la creación de la URSS. Rusia se retiró de la Primera Guerra Mundial mediante la firma del Tratado de Brest-Litovsk con Alemania en 1918.
La Construcción del Estado Soviético bajo Lenin y Stalin
La Era de Lenin: Guerra Civil y NEP
Tras la toma del poder, Lenin enfrentó una guerra civil (1918–1921) entre los bolcheviques (rojos) y sus enemigos (blancos). Para sobrevivir, impuso el comunismo de guerra, con control total del Estado sobre la economía. Esto causó una profunda crisis económica y social.
Para reactivar la economía soviética tras la devastación, Lenin implementó en 1921 la NEP (Nueva Política Económica). Esta estrategia introdujo elementos de mercado dentro del sistema socialista, permitiendo la propiedad privada en pequeños negocios y el libre comercio agrícola. La NEP logró estabilizar la situación económica, pero fue criticada por los sectores más radicales del Partido Comunista. En 1922 se fundó oficialmente la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
La Era de Stalin: Totalitarismo e Industrialización
Cuando Lenin murió en 1924, Stalin ganó la lucha interna por el poder contra figuras como Trotski. Impuso un régimen totalitario caracterizado por las purgas masivas, la censura estricta y un intenso culto a su figura. Abandonó la NEP y aplicó los planes quinquenales para industrializar rápidamente el país, priorizando la industria pesada. También forzó la colectivización de la agricultura, eliminando la propiedad privada de la tierra, lo que provocó hambrunas devastadoras como el Holodomor en Ucrania. Bajo el mandato de Stalin, la URSS se convirtió en una gran potencia industrial y militar, pero a un coste humano exorbitante.
El Mundo de Entreguerras: Prosperidad y Crisis
Los Felices Años Veinte
En los años 20, EE. UU. y Europa vivieron un periodo de aparente crecimiento económico gracias a la difusión de nuevas tecnologías (electricidad, automóviles, radio). Surgió la sociedad de consumo, acompañada de una mayor urbanización y cambios culturales significativos como la popularización del jazz, el cine y el nuevo rol social de las mujeres (flappers). Sin embargo, esta prosperidad ocultaba profundos desequilibrios económicos y sociales.
La Gran Depresión y sus Causas
En 1929, el “Jueves Negro” (24 de octubre) marcó el inicio de la Gran Depresión tras la caída estrepitosa de la Bolsa de Nueva York. Las causas principales fueron la especulación financiera descontrolada, la sobreproducción industrial y agrícola, y una gran desigualdad en la distribución de la riqueza. La crisis provocó quiebras bancarias y empresariales masivas, un desempleo sin precedentes y una drástica caída del comercio global. Se extendió rápidamente a Europa y al resto del mundo, agravando las tensiones sociales y políticas y favoreciendo el ascenso de regímenes totalitarios como el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia.
Planes Económicos Internacionales de Posguerra
El Plan Dawes (1924)
Tras la Primera Guerra Mundial, Alemania fue obligada a pagar enormes reparaciones de guerra a los países vencedores, lo que generó una hiperinflación y una grave crisis económica en el país. Para evitar el colapso alemán y la consiguiente inestabilidad en Europa, en 1924 se diseñó el Plan Dawes, impulsado principalmente por Estados Unidos. Este plan reducía temporalmente los pagos anuales de Alemania, facilitaba importantes préstamos estadounidenses para su reconstrucción económica y reorganizaba el banco central alemán (Reichsbank).
El Plan Young (1929)
En 1929 se sustituyó el Plan Dawes por el Plan Young. Este nuevo plan preveía una nueva reducción del monto total de las reparaciones y establecía un calendario de pagos más largo, extendiéndose hasta 1988. Sin embargo, el estallido de la crisis económica mundial de 1929 impidió su aplicación completa. Los préstamos estadounidenses se interrumpieron bruscamente, lo que agravó la situación económica en Alemania y contribuyó decisivamente a la desestabilización política que favoreció el ascenso del nazismo al poder.
Legado y Significado Histórico de la URSS
La URSS (1922–1991) fue un actor fundamental en la historia del siglo XX, con un legado complejo:
- Combinó logros sociales (alfabetización, sanidad, industrialización) con una brutal represión política y falta de libertades. No fue un bloque uniforme: hubo etapas de terror extremo como el estalinismo y otras de relativa apertura (deshielo).
- Su existencia forzó al capitalismo occidental a implementar reformas sociales y laborales (Estado del Bienestar) para contrarrestar el atractivo revolucionario y evitar conflictos internos.
- Fue una fuente de inspiración y apoyo para movimientos anticoloniales y de liberación nacional en Asia, África y América Latina que buscaban independizarse del control europeo.
- Desempeñó un rol clave y decisivo en la victoria aliada contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, soportando el mayor peso de la lucha en el frente oriental (la batalla de Stalingrado fue un punto de inflexión).
- Paradójicamente, aunque se presentaba como defensora de la izquierda mundial, reprimió brutalmente a muchos militantes y corrientes de izquierda no alineados con Moscú, especialmente durante el estalinismo.
- Su colapso en 1991 alteró drásticamente el equilibrio geopolítico mundial, dejando un vacío de poder y generando inestabilidad en el espacio postsoviético, similar al caos posterior al Tratado de Versalles. De este contexto emergió eventualmente el liderazgo autoritario de figuras como Putin en Rusia.