Dictadura franquista resumen

TEXTO 22: Homilía DEL OBISPO DE Bilbao Antonio AÑOVEROS

CLASIFICACIÓN:


El texto que se nos propone para comentar es un fragmento del documento “El cristianismo, mensaje de salvación para los pueblos” que, firmado por el Obispo de Bilbao, fue leído en las iglesias de Bizkaia el 24 de Febrero de 1974. 

Se trata de una fuente primaria de contenido político y social, cuya forma es una homilía o carta.

El autor del texto es el obispo de Bilbao, Antonio Añoveros y el destinatario es público. 

El contexto histórico se corresponde con el final de la dictadura franquista (1939-1975). En estos momentos la Iglesia ha manifestado ya su alejamiento del franquismo a partir del Concilio Vaticano II, por lo que las voces críticas contra la dictadura se hacen más numerosas. Asimismo, el franquismo atraviesa por circunstancias difíciles como la división dentro de sus propios seguidores (reformistas e inmovilistas), el asesinato de Luis Carrero Blanco por ETA, lo cual obliga a elegir a Arias Navarro como jefe del gobierno, la mayor organización de la oposición política etc. 

ANÁLISIS:


La idea principal del texto es denunciar lo que llama “problema vasco”, la situación en la que vive el pueblo vasco, la falta de libertad a la que está sometido. 

Como ideas secundarias, el texto:

  • Explica en qué consiste el problema y cuál debe ser la postura de la Iglesia ante él. 

  • Hace referencia a la diversidad de opiniones acerca del problema, unos afirman que el problema existe y otros lo niegan.

  • Afirma la existencia de unos rasgos peculiares del pueblo vasco y el derecho que tiene a conservarlos.

  • Afirma los obstáculos que la situación política presenta y la actitud de la Iglesia ante esta situación: “La Iglesia, para anunciar y hacer presente la salvación de Cristo, en esta situación concreta de la diócesis, tiene que exhortar y estimular para que se modifiquen convenientemente


COMENTARIO:


Tras la sublevación contra el gobierno republicano el 18 de Julio de 1936, el general Franco implantó una dictadura que se prolongaría hasta su muerte en 1975. 

Esta dictadura se apoyaba en tres pilares fundamentales que le permitieron un control estricto de la sociedad: la Falange, el ejército y la Iglesia católica.

La iglesia jugó un papel importante en la legitimación de la Guerra Civil y del régimen franquista y alcanzó con éste tales niveles de complicidad que durante mucho tiempo estuvieron unidos. Por todo ello, la cuestión de la Iglesia vasca se convirtió en un asunto muy delicado, ya que para el régimen supónía enfrentarse a un “sector” de uno de los ejes que lo sustentaban.

En Noviembre de 1944 se produjo la primera denuncia del régimen ante el Vaticano por parte de un grupo de sacerdotes vascos. No tuvo demasiada trascendencia, pero supuso un primer toque de atención para las autoridades franquistas.

Durante los años 40 hubo una gran represión, se aprobaron leyes como la “ Ley de represión de la masonería y del comunismo”, además de la “Ley de responsabilidades políticas” con carácter retroactivo desde 1934 que afectaba a todos aquéllos que apoyaron al bando republicano durante la guerra.

La oposición interna actuaba especialmente en ámbitos universitarios, sindicales y laborales. En los años 50 se dieron graves enfrentamientos entre la falange y los universitarios que constituyeron una fuerte oposición contra el régimen. En los años 60 la oposición estudiantil y del movimiento obrero aumentaron y la oposición política más organizada aumentó también. Estos últimos se reunieron en el IV Congreso del Movimiento Europeo en Múnich donde se elaboró una declaración a favor de la democracia y de condena al régimen. La iglesia se uníó a esta oposición, aunque siempre había apoyado a él régimen.

En Mayo de 1960, 339 sacerdotes vascos firmaron un documento titulado “Los sacerdotes vascos ante el momento histórico actual”. Dicha carta constituyó el punto de ruptura con el régimen no sólo por el alto número de firmantes, sino por el eco que acabó teniendo en Europa y América a pesar de los intentos del Estado por reprimirla.


Por otra parte, la designación del Papa Juan XXIII en Octubre de 1958 supuso una desagradable sorpresa para Franco y sus colaboradores especialmente por la convocatoria (1959) del Concilio Vaticano II (1962-1965) y su incidencia doctrinal y pastoral.

Todos estos factores supónían que la Iglesia estaba abandonando su apoyo a la dictadura. 

En 1968 unos cuarenta sacerdotes ocuparon el Obispado de Bilbao durante diez días en señal de protesta contra la dictadura. Meses después sesenta curas ocuparon el seminario de Derio para continuar con sus protestas y denuncias de la situación del pueblo vasco, complementando este encierro con el envío de una carta al Papa. Ese documento conténía los puntos que este sector del clero consideraba vital denunciar y necesario cambiar. 

Con el nombramiento de Antonio Añoveros como obispo de Bilbao las autoridades franquistas esperaban que, de una vez por todas, se controlase la situación. Sin embargo, los episodios más conflictivos relacionados con religiosos vascos se produjeron entonces. 

En Noviembre de 1973 tuvo lugar el incidente de la prisión de Zamora, que iba a ser el preludio de la crisis que se desencadenaría poco después. Seis sacerdotes encarcelados en la prisión de Zamora (habilitada para los religiosos) comenzaron una huelga de hambre e incendiaron sus celdas. Tres días después, medio centenar de clérigos invadían los despachos del obispado de Bilbao, en solidaridad con los prisioneros de Zamora. Un hecho similar ocurríó en San Sebastián y la policía procedíó a su desalojo en ambos lugares, con los consiguientes incidentes. Así comenzaba el año 1974 en un ambiente cargado de creciente tensión. 

En Febrero, el Obispado de Bilbao envió el texto analizado a las parroquias vizcaínas cuyo contenido defendía los derechos del pueblo vasco y denunciaba que la dictadura le impidiese ejercerlos.

Conclusiones:

La Iglesia, en el País Vasco, tuvo un singular protagonismo en el periodo franquista. 


Por varias razones, especialmente por la incidencia del Concilio Vaticano II, una parte del clero se posiciónó abiertamente en contra del régimen. Sus demandas de libertad, respeto a los derechos del pueblo vasco, amnistía, etc… se hicieron habituales. Estas demandas estuvieron acompañadas de huelgas de hambre, manifiestos, encierros, etc… La reacción del régimen fue contundente: detenciones, multas, extradiciones, encarcelamientos, etc…

La arbitrariedad de muchas de estas acciones llevó a los Obispos correspondientes a emitir escritos en los que defendían a sus sacerdotes y algunas de sus acciones. La más significativa de estas “cartas” (leída en forma de homilía) fue la correspondiente al texto que hemos analizado. Su repercusión inmediata fue escasa pero, a los pocos días, provocó el más serio de los incidentes entre la Iglesia Vasca y el Gobierno. El apoyo del episcopado español al obispo Añoveros supuso la ruptura definitiva entre la iglesia y el franquismo. Más tarde la Iglesia española pediría disculpas por su actuación durante la guerra y buena parte de la dictadura.

Se fueron desarrollando una serie de factores como las tensiones internas entre los inmovilistas y los aperturistas del régimen, el asesinato de Carrero Blanco a manos de ETA, una crisis económica mundial, la mayor unidad y organización de la oposición (creación de la Plataforma de Convergencia democrática), el surgimiento de la UMD como oposición al franquismo dentro del propio ejército… 

Sin embargo, solo la muerte de Franco el 20 de Noviembre de 1975 puso fin al régimen. A pesar del desarrollo económico, España continuaba manteniendo las mismas carácterísticas políticas que tenía al final de la Guerra Civil y serán necesarios muchos esfuerzos para conseguir llevar a cabo una transición hacia la democracia. 

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