Para la opinión internacional  en esta guerra se enfrentaron el Fascismo, la Democracia y el Comunismo. En cambio para la opinión interior la Guerra Civil fue una confrontación entre los viejos grupos dominadores, que tuvieron el poder durante la Restauración,  y los grupos emergentes de obreros y burgueses, que querían la democracia. Las reformas de la República supónían una amenaza contra los grupos dominantes, por eso decidieron abandonar la vía legal y parlamentaria y se decantaron por el Golpe de Estado.

La “Guerra de España”, nombre con el que se conocíó en el extranjero a la Guerra Civil,  tuvo gran repercusión internacional. Los países de carácter comunistas apoyaron a la República, mientras que los países fascistas (Italia y Alemania) y las democracias conservadoras apoyaron el alzamiento de Franco.

Los dos bandos buscaron la ayuda exterior, pero los gobiernos democráticos de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos se mantuvieron prudentes, por miedo a que el conflicto se extendiera.

Gran Bretaña defendía una política de apaciguamiento ante la Alemania nazi, y advirtió a Francia que no le apoyaría si intervénía a favor de la República. Francia aceptó esta advertencia y apoyó la creación del Comité de No Intervención (Agosto de 1936) al que de adhirieron 27 países. Esta política de no intervención fue una de las causas de la derrota de la República.

Sin embargo, la existencia de este Comité no impidió que los dos bandos recibiesen ayuda exterior. Las Brigadas Internacionales fueron la gran ayuda internacional en tropas que recibíó la república. Más de 60.000 brigadistas llegaron de todo el mundo, fue un movimiento de solidaridad antifascista. Sin embargo fue el Bando Nacional el más favorecido por el apoyo extranjero, tanto en armas como en aviones: La Legión Cóndor y el Corpo truppe volontarie
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5.1.-DERRUNBE DEL ESTADO REPUBLICANO:

 Para atajar la sublevación Giral entregó armas a las milicias de los sindicatos y del Frente Popular, disolvíó el ejército tradicional y decretó la creación de batallones de voluntarios de los que formarían parte las milicias.

En el territorio fiel a la República el alzamiento provocó la extensión de un clima revolucionario. El elemento más significativo, desde Julio del 36, fue la colectivización de gran parte de la propiedad industrial y agraria por comités de obreros y campesinos. Muy pronto el gobierno apoyó las incautaciones efectuadas. La expropiación y ocupación de tierras se extendíó por Aragón, Valencia, La Mancha y Andalucía en las zonas de influencia anarquista y socialista.

Además en los primeros meses de la guerra se extendíó una persecución contra la iglesia, los propietarios y las clases acomodadas (CNT-FAI y el POUM) que escapó al control de la República.

En otoño del 36, podemos decir que el poder del Estado se había desplomado y en muchos lugares fue sustituido por organismos revolucionarios.  Se formaron consejos regionales como por ejemplo el Consejo de Aragón o la Junta de Defensa de Madrid.

 En esta situación, se confió el gobierno a Largo Caballero (Socialista) (sept 36-Mayo 37). Entraron  en él republicanos, socialistas, comunistas e incluso algún anarcosindicalista.

El gobierno se trasladó a Valencia por los ataques sobre Madrid de los sublevados. Sin embargo los intereses de las distintas fuerzas políticas eran muy contradictorios. Un sector formado por republicanos, socialistas y algunos comunistas eran partidarios de controlar las colectivizaciones y reforzar los vínculos con las clases medias. En cambio los anarquistas y comunistas del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista)
Apoyaban las colectivizaciones  y guerra revolucionaria. Esto llevó a un gran enfrentamiento entre las filas de la propia República.

 En Cataluña, en Mayo del 37, se enfrentaron la CNT y el POUM con los comunistas y republicanos que controlaban la Generalitad. Estos enfrentamientos llegaron a ser sangrientos (desalojo de anarquistas del edificio de Telefónica) y concluyeron con la derrota de los anarquistas y la ilegalización del POUM. 

A raíz de los sucesos de Mayo, el gobierno de Largo Caballero dimite y fue sustituido por Negrín (Mayo 37-Marzo 39). En este gobierno los comunistas tuvieron gran influencia. Negrín trató de buscar una salida negociada para lo que propuso un programa de 13 puntos en los que pretendía que al final de la guerra  permaneciera la República, pero Franco sólo aceptó la rendición sin condiciones. Desde entonces el gobierno Negrín insistíó en la necesidad de resistir, la declaración del conflicto general europeo, pero lo cierto es que la república tenía los días contados.