-Introducción
Franco fue un dictador con un poder sin igual en la historia de España. Tras la guerra civil se publicó la Ley de Jefatura del Estado, por la que Franco se convertía en el jefe del ejército, partido único, Estado y Gobierno; además de extender su control sobre el poder judicial. La exaltación de su persona como caudillo nacional lo situó por encima de las familias del régimen (militares, falangistas y católicos). La propaganda laudatoria lo mitificó para evitar el cuestionamiento de su figura.
-Posguerra
Esta etapa se caracterizó por la represión brutal de la oposición. Los vencedores aplicaron una política de terror en las zonas en las que existía mayor resistencia. El nuevo régimen adquirió características de un Estado policial militarizado, las fuerzas de orden público se duplicaron, los tribunales se militarizaron y se restauró la pena de muerte. Se produjo una depuración de funcionarios para dar consistencia al Estado, a la vez que se mantuvo un ambiente de persecución durante la década de los cuarenta.
-Familias políticas y principios ideológicos
Franco se adaptó de manera pragmática a los acontecimientos tanto nacionales como internacionales. Se limitó a adoptar a los principios de las instituciones que le encumbraron a su posición, el Ejército, la Iglesia y la Falange, junto a los tradicionalistas y monárquicos. Al mismo tiempo, procuró dividir las familias y enfrentarlas para que no socavaran su poder. Durante los años cuarenta el régimen adoptó la imagen del falangismo, mientras que se sentaron las bases ideológicas de su autocracia. Estas bases las forman el nacionalpatriotismo, el nacionalsindicalismo y el nacionalcatolicismo. El ejército aportó la visión unitarista y tradicionalista de España, siendo la defensa de su integridad territorial su principal objetivo. Por ello, se atacaron los regionalismos y se prohibió el uso público de cualquier lengua que no fuese el castellano. El ejército fue el principal baluarte del nuevo estado, ocupando numerosos altos cargos. Sin embargo, Franco tuvo detractores que estuvieron en desacuerdo con su excesivo acercamiento a las potencias fascistas o la corrupción en la Administración Pública. En los años cuarenta la Falange aportó los elementos de su ideario y su imagen. El sistema que propiciaba se llamaba nacionalsindicalismo, inspirado en el fascismo italiano. Llegó a tener 600.000 afiliados y organizaciones paralelas de captación, al tiempo que inspiraron el sindicato vertical Central Nacional Sindicalista. Los falangistas perdieron influencia tras el fin de la II Guerra Mundial, y fueron sustituidos por la iglesia. Para recompensar su apoyo durante la guerra, a la Iglesia se le concedió una preeminencia ideológica absoluta, y se le entregó el control de la enseñanza y la censura. Se asoció la defensa de la religión y moral católicas a la noción de España. El Estado se declaró confesional y suprimió el matrimonio civil y el divorcio, y la participación en las liturgias fue casi obligatoria. Su crítica al comunismo fue utilizada oportunamente durante la guerra fría para salir del aislamiento internacional.
-Apoyos sociales
Los sectores que apoyaron a Franco fueron los más vinculados a la España tradicional. La oligarquía terrateniente, industrial y financiera no sólo recuperó sus propiedades, sino que se enriquecieron gracias a las políticas franquistas. Además, Franco se convirtió en el líder de las clases medias, para las que representaba el orden y el respeto a los valores tradicionales. A estos se les sumó la nueva clase de funcionarios que sustituyó a la Administración republicana.
-Institucionalización del nuevo Estado
Franco suprimió todos los partidos políticos, incluidos los de la derecha, denominando al conglomerado sublevado Movimiento Nacional. No existió un cuerpo legal comparable a la Constitución, sino que se publicaron una seria de leyes fundamentales que definieron los principios del régimen. Durante la guerra civil se promulgó el Fuero del Trabajo (1.938) y en los años cuarenta se te promulgaron otras cuatro leyes importantes. La Ley Constitutiva de Cortes (1.942) definía las Cortes franquistas. Al sistema pseudodemocrático que definía se le llamó democracia orgánica. El Fuero de los Españoles fue una declaración de derechos y deberes realizada para distraer la presión internacional. La Ley de Referéndum Nacional (1.945) reguló las consultas al pueblo, pero las pocas veces que se utilizaron fueron fuertemente manipuladas. Por último, la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1.946) se promulgó para calmar a los monárquicos. Establecía el derecho de Franco de elegir sucesor a su gobierno vitalicio.
-Conclusión
El régimen franquista debe ser considerado una dictadura personal que se institucionaliza progresivamente. El ejército fue el eje vertebrador de un movimiento que consiguió unir a falangistas, carlistas, y demás familias. Estas familias fueron hábilmente manejadas para que no acapararan excesivo protagonismo, puesto que Franco era la autoridad absoluta. Las familias aportaron al régimen sus tres rasgos ideológicos definidores: nacionalpatriotismo, nacionalsindicalismo y nacionalcatolicismo. Además, rechaza a la sociedad burguesa y se define como antimarxista, lo que le ayudó a salir del aislamiento internacional durante la guerra fría. A lo largo de la década de los cuarenta Franco realizó una intensa labor legislativa que creó un Estado totalitario que se prolongó, una vez finalizada la guerra, casi cuarenta años.