La Revolución Rusa de 1917: Del Zarismo al Comunismo

La Revolución Rusa de 1917

Antecedentes y Primera Fase (Febrero de 1917)

La Revolución Soviética de 1917 marcó el fin de una serie de eventos que comenzaron con la Revolución de 1905, cuando el régimen zarista entró en crisis y se crearon los primeros soviets de obreros. Este proceso revolucionario tuvo dos fases:

  1. Febrero de 1917: Caída del zarismo e instauración de un régimen parlamentario.
  2. Octubre de 1917: Impulsada por el partido bolchevique, de carácter socialista, se creó un nuevo Estado basado en el poder de los soviets: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

En febrero de 1917, diversos grupos salieron a las calles para exigir el fin de la guerra y mejoras en las condiciones de vida. El 23 de febrero, una gran manifestación en Petrogrado desencadenó una huelga general el 27 de febrero. El zar se negó a abandonar la guerra, pero finalmente abdicó. La Duma y el soviet de Petrogrado formaron un gobierno provisional presidido por el príncipe Lvov, prometiendo reformas políticas y sociales, incluyendo la convocatoria de una asamblea constituyente, pero manteniendo a Rusia en la guerra.

Doble Poder y Ascenso de los Bolcheviques

Las condiciones de vida no mejoraron y los soviets, que pedían la retirada de la guerra, no reconocían al gobierno provisional. Se estableció un «doble poder»: el gobierno provisional y los soviets. En abril, Lenin regresó del exilio y, en sus Tesis de Abril, pidió el poder para los soviets, la salida de la guerra y el paso a una revolución proletaria.

Las reformas del gobierno no avanzaban y las protestas se intensificaron. El príncipe Lvov fue reemplazado por Alexander Kerenski, un socialista moderado que buscaba acelerar las reformas pero no abandonar la guerra. En agosto, un golpe de estado de militares zaristas liderados por Kornilov fue sofocado con la ayuda de los bolcheviques, lo que aumentó su popularidad.

Revolución de Octubre y Establecimiento del Estado Soviético

Los bolcheviques, liderados por Lenin y Trotsky, decidieron tomar el poder. El gobierno de Kerenski buscaba convertir a Rusia en una república parlamentaria, convocar una asamblea constituyente y mantener a Rusia en la guerra, planes a los que se oponían los bolcheviques y el soviet de Petrogrado. El 23 de octubre, los bolcheviques tomaron el control de puntos estratégicos de Petrogrado y asaltaron el Palacio de Invierno, sede del gobierno provisional. El gobierno de Kerenski dimitió y la revolución se extendió a Moscú y otros centros industriales.

Los soviets formaron un Consejo de Comisarios del Pueblo, dirigido por Lenin, e iniciaron la construcción del nuevo Estado. Se firmó el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania para salir de la guerra, cediendo territorios a cambio. Los defensores del zarismo, conocidos como «Rusos Blancos», se opusieron al nuevo estado soviético, dando lugar a una guerra civil. Los bolcheviques crearon el Ejército Rojo, liderado por Trotsky, y durante la guerra civil implementaron el «comunismo de guerra», eliminando la propiedad privada y nacionalizando la industria.

Consolidación del Poder y Creación de la URSS

Tras la victoria en la guerra civil, el partido bolchevique se convirtió en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en 1921, con un poder centralizado en el Politburó y el Secretario General. En 1922, se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y en 1924 se promulgó una constitución. Tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin ascendió al poder, estableciendo una dictadura y desarrollando un culto a su persona.

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