Orígenes y Factores de la Revolución Industrial

En las sociedades preindustriales o del antiguo régimen predominaba una agricultura y una industria artesanal poco desarrollada. El desarrollo de la industria moderna estuvo impulsado por transformaciones en la demografía, la agricultura, las formas de producción manufacturera, la banca, el comercio y los transportes. Fue un proceso de cambio que se inició en Lancashire (Inglaterra) desde el siglo 18. Esta primera Revolución Industrial tuvo lugar entre 1780 y 1850 y se caracterizó por el uso del carbón como fuente de energía.

Reino Unido y la Revolución Industrial

En el Reino Unido, la Revolución Industrial fue paralela a una serie de cambios en la población y en la agricultura. La población inglesa se triplicó en siglo y medio: de 5 millones a 17,9 millones en 1851. La población creció debido a la conjunción de dos procesos: el mantenimiento de una alta natalidad y el descenso de la mortalidad. La natalidad se vio favorecida por el adelanto de la edad de contraer matrimonio. Desde mediados del siglo 18 se inició una reducción de la mortalidad, especialmente la infantil, por dos causas:

  • La dieta mejoró gracias al incremento de la producción agraria y los nuevos medios de transporte.
  • Se produjeron avances en la medicina (vacuna contra la viruela) y mejoras en las condiciones higiénicas, potabilización del agua.

El Sector Agrario y la Revolución Industrial

El sector agrario contribuyó de forma decisiva al éxito de la industrialización. La llamada Revolución Agrícola se inició a principios del siglo 18 con las leyes de cercamientos y la introducción de novedades técnicas en la actividad agraria. Las leyes de cercamientos aprobadas por el Parlamento británico transformaron las tierras comunales en grandes parcelas privadas y valladas. Los cercamientos tuvieron consecuencias importantes:

  • Aumento la productividad de la tierra.
  • Los cercados impidieron que el ganado pastase en los campos, lo que propició el desarrollo de la industria.

Las Industrias Pioneras

A finales del siglo 18 se inició un cambio económico crucial: aparecieron las primeras fábricas. Como consecuencia, la fuerza humana o animal fue sustituida por la fuerza de las máquinas en los procesos de producción. Este desarrollo de las innovaciones técnicas fue impulsado por las estrechas relaciones entre científicos y fabricantes. La industria del algodón fue el motor de los cambios. El desarrollo de la máquina de hilar de Hargreaves en 1764 y otros inventos posteriores permitieron aumentar enormemente la producción de hilatura.

Siderurgia y Metalurgia

La siderurgia y la metalurgia también experimentaron notables avances en este periodo. El primer paso fue el uso de un nuevo combustible en los hornos de fundición: el carbón de coque de gran poder energético que sustituyó al carbón vegetal. El impulso del sector siderúrgico vino primero de la demanda de máquinas para la industria textil y desde 1830 de las necesidades de la construcción del ferrocarril.

Liberalismo Económico y Capitalismo

La Revolución Industrial permitió el paso de una economía limitada y mercantilista a una economía liberal, basada en la propiedad privada, la libre empresa y un mercado regulado por la oferta y la demanda. El principal teórico del liberalismo clásico fue el escocés Adam Smith, cuya obra central formuló ideas novedosas sobre el interés individual y la iniciativa privada frente al Estado.

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