Política exterior del Imperio español


9.1 – Los Austrias del Siglo XVII


Gobierno de validos y conflictos internos.Durante los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II se dio una decadencia económica y una pérdida de presencia política internacional. Aparecíó la figura del valido, de total confianza del rey que se convirtió en árbitro de la política y jefe del gobierno. El de Felipe III fue el duque de Lerma, quien presidíó el Consejo de Castilla e influyó para que se trasladase la capital a Madrid en 1600. Fue sustituido por el duque de Uceda. En Felipe IV destacó como valido el conde-duque de Olivares, quien propone reformas en el “Gran Memorial” como la centralización, en “La Uníón de Armas” como un ejercito permanente de todos los reinos, o la creación de una red de erarios. Las Cortes se opusieron a ello por la suma de dinero que supónía. En la minoría de edad de Carlos II, con la regencia de Mariana de Austria, destacan Validos como Nithard, y Fernando de Valenzuela, y en la mayoría de edad don Juan José de Austria, el duque de Medinacelli y el conde de Oropesa, que llevaron a cabo una reducción de impuestos, y una contención del gasto público. Los Austrias menores tuvieron que hacer frente a varios problemas internos como la expulsión de los moriscos, con repercusiones demográficas y económicas, la extensión de la pobreza dando lugar al bandolerismo, y el incremento de la presión señorial provocando revueltas antiseñoriales.

9.2 – La crisis de 1640


Las necesidades financieras de la monarquía provocaron una crisis social y económica debido a la creación de nuevos impuestos, la venta de cargos público, la venta de tierras de realengo etc. Los reinos periféricos estaban en contra de las pretensiones centralistas y unitarias, la nobleza del autoritarismo del valido y las clases populares denunciaron el agotamiento económico y la presión fiscal que provocaron la oposición a la política de Olivares quién fue apartado del poder en 1643.
La crisis de 1640 se manifestó en forma de movimiento secesionista. El conflicto se inició en Cataluña durante la guerra contra Francia, causado por el reclutamiento forzoso, el comportamiento de las tropas en el Rosellón y la paralización del comercio. En el corpus de Sangre los campesinos asesinaron al virrey Santa Coloma. En 1641, Cataluña reconocíó como conde de Barcelona al rey francés Luis XIII, aunque se volvíó a incorporar a la Corona en 1652. AL mismo tiempo tuvo lugar el movimiento secesionista de Portugal en contra de la Uníón de Armas, los nuevos impuestos y la incapacidad de defender el Imperio portugués por parte de España. En 1640 se da la revuelta de Lisboa, asesinando a Miguel de Vasconcellos. España no reconocerá su independencia hasta 1668.

9.3 – El ocaso del Imperio español en EuropaEn política exterior, frente al pacifismo de Felipe III, (paz con Inglaterra, tregua de los 12 años con Holanda y política matrimonial con Francia) destaca el belicismo de Felipe IV con la guerra contra Holanda y Francia, en la Guerra de los Treinta Años entre los Habsburgo y las potencias rivales. Las derrotas en las Dunas y en Rocroi dieron lugar a la Paz de Westfalia, 1648, provocando la independencia de los Países Bajos. España continúa la guerra con Francia hasta la Paz de los Pirineos, 1659, en la que cede el Artois, el Rosellón y la Cerdeña. Se firma un acuerdo matrimonial entre Luis XIV y María Teresa de Austria que abrirá las puertas de España a los borbones. En la segunda mitad de siglo se termina la hegemonía de los Habsburgo y se consolida Francia como potencia Europea. Tiene lugar la pérdida definitiva de Portugal en 1668, el acoso francés a los territorios en Flandes y por la paz de Nimega España entrega a Francia el Franco condado y otras plazas flamencas. La muerte de Carlos II provoca el fin de los Austrias y la Guerra de Sucesión Española.

9.4 – Evolución económica y social en el Siglo XVI


ILas causas de la crisis económica del Siglo XVII son comunicadas al rey por los arbitristas, quienes entienden la decadencia como un conjunto de errores políticos, pero que no cuestionan la autoridad real sino que atribuyen la crisis al peso de la política exterior, la competencia extranjera y el gasto suntuario. Desde 1645 descienden las remesas de plata, las guerras provocan quiebras de la Hacienda que se solucionaban con alteraciones monetarias que ocasionaban devaluaciones y subidas de precios. Las malas cosechas descienden la producción agraria y provocan hambre y epidemias. Se produce una emigración a la periferia y a América. El bloqueo marítimo, el coste de los fletes y la competencia dificulta el comercio con América, y el capital no se invierte en el comercio. La sociedad es muy desigual. La nobleza aumenta por la venta de títulos, al igual que el clero por la crisis. La burguésía invertía a renta fija e intentaba conseguir un título nobiliario, y los campesinos sufren las malas cosechas y la presión fiscal. Aumentan los bandoleros, mendigos, ladrones y marginados.

9.5 – Esplendor Cultural. El siglo de OroLa cultura barroca refleja una época conflictiva. Será utilizad como instrumento de dominación ideológica y exaltará los valores de quienes controlan el poder. La mentalidad del Siglo XVII es una exaltación del sentimiento religioso. Las universidades decayeron y el desarrollo científico fue escaso. En la literatura los temas principales son el amor y la honra aunque también aparecen el desengaño, la caducidad de la vida y la vanidad de ilusiones, se escribe en lengua castellana y realiza descripciones de la vida cotidiana. Destacan Cervantes y Mateo Alemán en novela, Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón en teatro, y Quevedo y Góngora, con el conceptismo y el culteranismo en poesía. En el arte la Iglesia y la Monarquía se convierten en mecenas. Se dan obras de gran Realismo, y dinamismo. En la agricultura destaca la tradición herreriana y el churrigueresco. La escultura, de madera policromada, desarrolla temas religiosos. Destacan la escuela castellana y la andaluza. La pintura es donde se alcanza un mayor esplendor. Destacan José Ribera con la tradición tenebrista, Zurbarán, Murillo, Valdés Leal, y por encima de todos ellos Velázquez con la perspectiva aérea de la Meninas.

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