Sociedad ilustrada

TEMA3                                                                                                                                                                                                        1. Definición y evolución del término.
El término revolución industrial hace referencia al conjunto de innovaciones  técnicas cuya aplicación en la industria contribuyeron a incrementar la producción  económica.  El proceso tuvo su  inicio en Inglaterra, a partir  de los años de 1760-1780, y  dio lugar a un aumento de la productividad del trabajo  humano, II: LOS ORÍGENES DE LA  REVOLUCIÓN INDUSTRIAL BRITÁNICA.
  

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La revolución demográfica

En Gran Bretaña, durante el Siglo XVIII, se asiste a un crecimiento de la  población como consecuencia de una caída progresiva de los índices de mortalidad,  debida, fundamentalmente, a las mejoras en la alimentación (efecto de la revolución  agrícola) y en las condiciones higiénicas. 

2. La revolución agraria

Las transformaciones agrarias, contribuyeron a alimentar  a una población en crecimiento e hicieron que fuera posible la revolución industrial.  Consistieron en aplicar nuevos métodos de cultivo y en introducir modificaciones en la  estructura de la propiedad de la tierra. Sobre las modificaciones en  los métodos, el barbecho fue   eliminado, se  introdujeron nuevos  cultivos, se amplió la superficie  cultivada y los rendimientos por  hectárea se  incrementaron. Los  barbechos se   suprimieron aplicando un sistema de rotación cuatrienal de cultivo.  De las  cuatro hojas de la tierra, dos se plantaban con cereales o leguminosas. Las otras dos con tubérculos  (patatas, nabos) y forrajeras (alfalfa o trébol). La introducción de tubérculos y  forrajeras, como plantas nitrogenantes, contribuían a enriquecer el suelo y a incrementar  la producción de forraje. Por tanto, se aseguraba la alimentación de la cabaña ganadera  cuyo estiércol, a su vez, mejoró la fertilidad de la tierra. En consecuencia, se elevaron  los rendimientos por hectárea y, por tanto, la productividad de los campesinos. Todos estos cambios se enmarcan en un proceso de consolidación de la gran propiedad, que resultó perjudicial para el pequeño campesino, acostumbrado a hacer  uso de las tierras  comunales, de las que obténía bienes como leña para su hogar o pasto  para su ganado. Estas tierras comunales pasaron de poder ser utilizadas por los vecinos,  a convertirse en tierras de propiedad privada. En efecto, el Parlamento inglés aceleró la  venta de tierras comunales por medio de las leyes de cercamiento (Enclosure Acts). Los nuevos propietarios cercaban  las tierras adquiridas, invertían en ellas, como empresarios que buscan el máximo  rendimiento, e introducían los nuevos métodos de cultivo. A partir de 1830, nuevas  innovaciones, como el uso de fertilizantes químicos o en la maquinaria agrícola,  elevaron todavía más los rendimientos. Por último, debemos destacar los efectos causados por la revolución agraria  para impulsar la industrialización:  – Al aumentar la producción de alimentos se pudo abastecer a unas ciudades que estaban  en continuo crecimiento.   – El movimiento de las “enclosures” y la mayor productividad de los campesinos líberó  al campo de mano de obra y propició el éxodo rural o emigración a las zonas urbanas e  industriales.   – Al aumentar los beneficios para el propietario o el salario para el campesino, el campo  se convertía en un mercado para el consumo de los productos de la industria.   – Por fin, de los beneficios obtenidos por los grandes propietarios, se podía suministrar  capital para financiar la industrialización.

3. El desarrollo del comercio

  En  Gran Bretaña, desde mediados del  Siglo XVIII, se intensificaron los  intercambios comerciales campo–ciudad y  ciudad–campo. Este comercio interior consiguió hacerse más rápido y barato al mejorarse la red de transportes  (construcción de carreteras) y la red  fluvial de canales. El comercio exterior fue otro de los desencadenantes de la revolución  industrial  El comercio inglés, se mantuvo en crecimiento a lo largo del Siglo XVIII, destacando entre las mercancías  los tejidos de algodón. Inglaterra importaba algodón de la India y de los EE.UU. Para  luego exportarlo, ahora convertido en tejido, a América, Europa y la India. Este  comercio posibilitó una acumulación de capital, una reserva de dinero, que podía  invertirse en la industria.  

III. LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN  GRAN BRETAÑA

  

1. La mecanización y las nuevas fuentes de energía

Al crecimiento de la demanda de productos industriales había que responder  aumentando la productividad en la industria. Ello era posible introduciendo cambios  en la mecanización y en el empleo de nuevas fuentes de energía.  Los primeros inventos  se aplicaron al  hilado y tejido de  algodón.  Inicialmente, estos  ingenios seguían  funcionando con  fuerza humana o  con fuerza del  agua. Sin  embargo, la que  permitíó elevar la  producción de un  modo inimaginable fue  la aplicación a la nueva maquinaria de la fuerza expansiva del vapor de agua, logro obtenido con la  máquina de vapor patentada por el escocés James Watt en 1769. Consistía en una gran caldera de agua que calentada a altas temperaturas  mediante carbón genera un vapor de agua sometido a fuertes presiones que produce un movimiento.  Este calentamiento podía haberse hecho con leña, pero había una sustancia que podía  suministrar mucho más calor: la hulla. La máquina de vapor comenzó a utilizarse en la producción de tejidos, luego  en la metalurgia y después se aplicó en los transportes: las barcos de vapor y el  ferrocarril. 

2. La industria algodonera

La industria textil inglesa, desde mediados del Siglo XVIII, fue en continuo  crecimiento. La materia prima, el algodón, resultaba barata y procedía de la India o de  EE.UU., de sus grandes plantaciones esclavistas. El proceso de transformación del  algodón tenía dos fases: el hilado y el tejido. Un primer avance, la lanzadera volante de John Kay permitíó elevar la producción de tejido.  Era  necesario inventar un telar que trabajara a mayor velocidad, papel que correspondíó al  telar mecánico de Cartwright . Desde fines del Siglo XVIII  la máquina de vapor se adaptó al hilado y al tejido, lo cual revoluciónó a este sector: la  producción de tejidos de algodón ingleses se multiplicó.

3. La industrialización del hierro

Los avances económicos que estaban teniendo lugar en Inglaterra contribuyeron  a impulsar la demanda de productos de hierro, es decir, de la industria siderúrgica. La revolución agraria requirió más aperos y herramientas de hierro. La industria  textil necesitaba que se fabricaran máquinas de hilar y de tejer. También, desde fines del  Siglo XVIII, comenzó a utilizarse el hierro como material de construcción de viviendas,  canales, puentes y fábricas. El aumento de la producción y de la productividad pasaba por introducir  innovaciones tecnológicas en la fabricación de hierro. Fue necesario sustituir el carbón  vegetal, que ponía en peligro el bosque inglés y frenaba, en consecuencia, la producción  de hierro, por un carbón mineral (hulla), cuyas reservas eran abundantes en Inglaterra.  Los grandes hornos, donde se realizaba la fundición del mineral de hierro, necesitaban  grandes  cantidades de  carbón y por ello  las empresas  siderúrgicas se  concentraban  cerca de los  yacimientos  hulleros . Sin embargo, la hulla  no podía  emplearse  directamente en los altos hornos, era necesario converitrla previamente en  coque (una hulla  destilada de sus elementos sulfurosos), a través de un método ideado por Abraham  Darby. Después, Henry Cort, introdujo el sistema de afinado o  “pudelado” en un horno mayor, utilizando coque como combustible. La masa obtenida  era laminada A partir de 1840-1850 la demanda de productos de hierro recibíó otro nuevo  empuje, que ayudó a consolidar esta industria, como consecuencia de la construcción  del ferrocarril,


4. Los nuevos transportes: el ferrocarril y la navegación a vapor


Con la revolución industrial el comercio alcanzó un mayor volumen y ello  exigíó una renovación en los medios de transporte. La aplicación de la energía de vapor,  tanto en el transporte terrestre (el ferrocarril) como en el marítimo (el barco de vapor),  permitíó dar el gran salto. El ferrocarril revoluciónó el transporte por su capacidad de carga, rapidez y por  la reducción de los costes del transporte. En el sector minero ya venía utilizándose  vagonetas arrastradas sobre raíles por animales de tiro. La primera locomotora se debe a Richard Trevithick (1804) y se aplicó para el  transporte de hierro. Después, el ingeniero George Stephenson construyó otros  modelos de locomotoras, más perfeccionadas, lo que animó a crear líneas de ferrocarril  para mercancías y personas. En 1830 se inaugura la primera línea de ferrocarril  propiamente moderna, con una locomotora construida por Stephenson, la de  Manchester a Liverpool.  La  construcción  de ferrocarriles  exigíó grandes  inversiones de  capital. En Gran Bretaña los  ferrocarriles fueron financiados por compañías privadas.  En los demás países europeos, en cambio, el Estado fomentó la construcción de la red  facilitando ayudas financieras a las empresas constructoras.  Sobre el transporte marítimo, la aplicación de la máquina de vapor a la  navegación se conseguiría a principios del Siglo XIX por el ingeniero Robert Fulton.

TEMA 4                                                                                                                                                                                                    1. La nueva sociedad: de la sociedad estamental a la sociedad  clasista
  Con el triunfo del liberalismo y de la industrialización se fue imponiendo una  nueva división social, denominada sociedad de clases, en la que las diferencias entre las  clases se derivarán de la desigualdad económica y no de los privilegios heredados o  adquiridos al acceder a los estamentos privilegiados. Así, la antigua división estamental  va a desaparecer, consolidándose, en cambio, una sociedad clasista.   Al aplicar los principios del liberalismo de libertad, igualdad y propiedad ello  supuso la desaparición de las trabas legales para el ascenso o la movilidad social de los  individuos. Se daba paso a una sociedad abierta donde las posibilidades de promoción  quedaban abiertas a todos, al menos en teoría. Las  transformaciones  políticas y económicas  del Siglo XIX  posibilitaron,  inicialmente, la  formación de una  sociedad compuesta  por dos clases  antagónicas burguésía y proletariado. En la sociedad de clases había una movilidad  social, ascendente o descendente, Así, la “conciencia obrera” se establecíó  sobre una identidad de intereses que iban en contra de los  de la clase burguesa o propietaria de los medios de producción. La burguésía había construido las fábricas y  comprado las máquinas pero se enriquecíó  escandalosamente al pagar a los obreros salarios  míseros. Poco a poco, los obreros irán tomando  conciencia de los abusos de la burguésía  e  irán surgiendo movimientos de protesta contra esta situación: aparecen las primeras asociaciones de obreros o sindicatos, las primeras  huelgas, la quema de máquinas consideradas responsables de la falta de trabajo…  

2. Las duras condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera

La revolución industrial significó el aumento de poder de la burguésía y la  consolidación del capitalismo, que tenía como doctrina la propia del liberalismo  económico y social. Como ya sabemos, esa doctrina defendía que el Estado no debía  intervenir en las cuestiones económicas y sociales y debía dejar que la empresa privada  funcionara sin trabas ni impedimentos. Esta política abandonaba a su suerte a los  trabajadores y originaba profundas desigualdades e injusticias. Las condiciones de  trabajo de los obreros dependían de la voluntad de los empresarios, que eran los que  fijaban el horario de trabajo, el salario, el despido…  Los resultados son muy  conocidos. La nueva clase obrera  comenzó su andadura en una situación  de explotación absoluta: la jornada laboral era de 12 a 14 horas diarias y los salarios eran insuficientes para  mantener una familia, lo que obligaba  al trabajo de mujeres y niños, por un salario inferior al de los hombres. Las condiciones de vida eran, asimismo, muy duras: cuando el trabajador llegaba a casa le tocaba vivir hacinado en un espacio reducido y en precarias condiciones higiénicas. 

3. Los orígenes del movimiento obrero británico: el ludismo, las  asociaciones de trabajadores y el cartismo

El ludismo. La primera reacción de los obreros fue su oposición al maquinismo, por  considerarlo responsable del paro y de los bajos salarios. Artesanos y trabajadores se rebelaban contra las máquinas destruyéndolas.  Este movimiento recibe el nombre de ludismo por Ned Ludd, Además de en Inglaterra, las destrucciones de máquinas alcanzaron a otros  países europeos; así, en Francia (1817-1823), Bélgica (1821- 1830), Alemania (1830- 1842) y España, donde los obreros destruían en Alcoy (1821) las máquinas de hilar y, en  Barcelona, en 1835, se quemaba la fábrica “El Vapor” de Bonaplata y Cía.    Las primeras asociaciones de trabajadores. Además de permanecer al margen  de las relaciones de trabajo entre empresarios y obreros, el Estado también tenía  prohibido las asociaciones obreras. Las cosas fueron cambiando. Inglaterra fue el primer  país en reconocer el asociacionismo obrero (1824). Las primeras asociaciones que se  crearon fueron Sociedades de Socorros Mutuos, donde los mutualistas cotizaban  para atender situaciones de accidente, enfermedad o muerte.   En 1825 se crearon las  asociaciones de oficios o Trade Unions, en las que los obreros de un mismo oficio, de  una localidad, se organizaban para obtener mejores condiciones de trabajo.  La lucha por la participación política: el  cartismo. El movimiento cartista tuvo como objetivo la mejora de la condición obrera a través de la vía parlamentaria. Si los trabajadores constituían la mayoría de la población, se   pensaba que reformando la ley electoral se podría conseguir desde el  Parlamento las necesarias medidas de reforma social.  Con ese objetivo, en 1838,  la Asociación de  Trabajadores de Londres  redactó la Carta del Pueblo con peticiones de tipo  político, para avanzar hacia  la democratización del  Estado: el sufragio  universal, la supresión del  requisito de poseer  propiedades para ser elegido  diputado, el voto secreto…  Remitida en varias ocasiones al Parlamento (en  1839, 1842 y 1848), las  peticiones de la Carta fueron  continuamente rechazadas.

4. Las teorías socialistas: el socialismo utópico, el marxismo y el  anarquismo

El socialismo utópico. Mientras los trabajadores comenzaban a organizarse, algunos pensadores elaboraban teorías que pretendían ofrecer otras formas de organizar  la sociedad, más justas y solidarias. Los primeros que desarrollaron estas teorías se  llamaron socialistas utópicos y tuvieron especial importancia en las primeras décadas  del Siglo XIX. La mayoría creía en una pacífica transformación social a  través de la difusión de las ideas, de la educación y del propio ejemplo. Así, Charles Fourier propuso la formación de cooperativas de  producción (los falansterios) donde los obreros podían vivir y trabajar. Etienne Cabet (1788-1856), discípulo de Fourier, imaginó una sociedad comunista, igualitaria, con los medios de producción colectivizados. El inglés Robert Owen (1771-1858) quiso hacer de su fábrica de Escocia una fábrica-modelo (reducción de la jornada  laboral, creación de escuelas y de cooperativas de consumo), confiando en que otros fabricantes adoptarían medidas similares. Por último, Pierre Joseph Proudhon (1809-1865), al rechazar el Estado como institución y defender la libre asociación de los individuos, contribuyó al desarrollo de las ideas anarquistas. El fracaso de las teorías socialistas utópicas favorecíó la aparición de dos ideologías revolucionarias, denominadas marxismo y anarquismo,

El marxismo o socialismo científico. Toma  el nombre de Karl Marx (1818-1883), quien en  colaboración con su amigo Friedrich Engels (1820- 1895), escribíó diversas obras que constituyen el  soporte teórico de la ideología socialista. Las de  mayor influencia fueron el Manifiesto comunista  (1848), y El capital, obra de Marx, que es la crítica  más seria del sistema capitalista. Karl Marx decía que el obrero debía unirse  para defender sus derechos y conquistar el poder  político (el Estado burgués) a través de una revolución. Una vez en el poder había que  establecer la dictadura del proletariado, es decir, la  dictadura de los obreros en la que se crearía un  Estado obrero, donde se eliminarían las desigualdades y sería el paso previo para lograr una sociedad sin clases y sin Estado, la  sociedad comunista, Marx advertía que los burgueses se enriquecían al quedarse con parte de los  beneficios que correspondían a los obreros, dado que el salario que percibe el  proletariado es menor de lo que produce, a esto lo llama plusvalía. Además Marx tiene un concepto de la filosofía y de la historia, considera que la  historia evoluciona por la lucha de clases, siempre hay dos clases enfrentadas: la  dominante y la dominada, de ese enfrentamiento sale una sociedad distinta, en su época  la clase dominante era la burguésía y la dominada el proletariado, El anarquismo. Se desarrolla en la segunda mitad del XIX y es una alternativa  distinta del marxismo. Sus principales teóricos fueron: Proudhon, Bakunin (1814-1876) y Kropotkin. Dentro de ellos hay muchas variantes ideológicas distinguiremos varios principios:  a) Rechazo de la propiedad privada y defensa de la propiedad colectivista.  b) No piensan conquistar el poder del Estado como los marxistas, sino que desean destruirlo y  establecer una sociedad igualitaria a partir de la libre federación de comunas.  c) El objetivo final era alcanzar la anarquía, una sociedad basada en la libertad individual, en la propiedad colectiva y en la desaparición de todas las autoridades.  d) los métodos utilizados por los anarquistas para llegar a la anarquía fueron muy  diversos, y si bien la mayoría eran pacíficos otros eran violentos, a través de atentados terroristas (la “propaganda por los hechos”) contra personalidades y  miembros del Estado: asesinato del zar Alejandro II en 1881, de Cánovas del Castillo.

6. La I Internacional

En 1864, aprovechando la celebración de una exposición universal en Londres,  tuvo lugar en aquella ciudad un encuentro de delegados de organizaciones obreras del  que surgíó el acuerdo de fundar la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT),  conocida también con el nombre de I Internacional. Entre los fundadores figuraba Karl  Marx, que se encargó de redactar el Manifiesto y los Estatutos. La AIT nacía con la intención de extender a escala mundial la lucha contra el  capitalismo. Inicialmente, parecía que la AIT estaba llamada a tener una larga vida. A  ella se adhirieron sindicatos y grupos obreros de Francia, Italia, España, Alemania… No  obstante, desde sus orígenes las discrepancias ideológicas entre Marx y Bakunin  contribuyeron a dividir a la AIT en dos corrientes diametralmente opuestas. Ambas  perseguían lo mismo: una sociedad igualitaria a través de una revolución que destruyese  el Estado burgués, pero les diferenciaba el método a seguir para su consecución. Marx  estimaba que el movimiento  revolucionario debería organizarse  en un partido obrero  para la conquista del  Estado. Bakunin, por el contrario, era  partidario de una  revolución inmediata contra el Estado,  para crear una  sociedad organizada en comunas.  

8. Los partidos socialistas nacionales y la evolución del  anarquismo

  La propuesta de Marx de fundar partidos socialistas obreros para que  intervinieran en la política nacional salíó adelante. Así, tras el fin de la I Internacional el  movimiento obrero en Europa se caracteriza por la aparición de partidos políticos y  sindicatos de orientación marxista.  En Alemania, en 1875, se crea el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD); en  1879, un grupo de marxistas españoles, dirigidos por Pablo Iglesias, fundó el Partido  Socialista Obrero Español (PSOE); por estos años se crea el Partido Obrero Francés.  a finales de siglo se funda el Partido Socialdemócrata Ruso, que pronto se dividirá en  dos  secciones: bolcheviques y mencheviques; en Gran Bretaña el “laborismo” es la  denominación del socialismo; así, en 1906 se  crea el Partido Laborista bajo el impulso del  sindicalismo británico, las “Trade Unions”.  Si los partidos socialistas crecían, los  sindicatos lo hacían más. En 1888, dirigentes  socialistas españoles crearon la Uníón General  de Trabajadores (UGT).  en países como  Francia, Italia y España, desde principios del  Siglo XX, adquiríó una gran importancia el  sindicalismo revolucionario  (anarcosindicalismo), abanderado por los  anarquistas, donde el objetivo final  revolucionario se lograría a partir de la lucha  sindical. En España, en 1911, se fundó la poderosa Confederación Nacional del Trabajo (CNT), organización sindical  anarcosindicalista que surgíó como alternativa radical a la UGT.  

9. La II Internacional

Tras varias tentativas por reconstruir la AIT, en 1889, en París, durante los actos  conmemorativos del centenario de la Revolución francesa, en un congreso donde se  dieron cita representantes de distintos partidos socialistas, se decidíó fundar la II  Internacional. En él se acordó realizar una campaña a favor de la jornada laboral de 8 horas para lo que se organizarían manifestaciones el día 1 de Mayo (de 1890, que fue la  primera).  Los congresos de la Internacional se convirtieron en foros de debate de  cuestiones de plena actualidad. Una de ellas fue la crisis revisionista, planteada por el  alemán Eduard Bernstein; éste defendía, en contra de las teorías de Marx, que era  posible la evolución, gradual y pacífica, del capitalismo hacia el socialismo, a través de  la participación de los socialistas en los parlamentos donde se conseguían reformas  sociales, sin que la revolución proletaria fuera la vía necesaria para pasar al socialismo.  Otro tema de debate fue el colonialismo, que se veía como una necesidad para la  pervivencia del capitalismo con la consiguiente explotación de los habitantes de las  colonias. También hubo un intento de oposición a la guerra europea, que se adivinaba  desde 1900. A pesar de los acuerdos y las declaraciones solemnes, en Agosto de 1914  estallaba la Primera Guerra Mundial. Los partidos socialistas olvidaron sus  postulados pacíficos y decidieron votar los créditos de guerra y ponerse al lado de sus  respectivos gobiernos. Tal hecho terminó provocando la ruptura de la II Internacional.  El revisionismo había contribuido a dividir al socialismo entre revolucionarios y reformistas. Nadie podía imaginar que en Rusia triunfaría la Revolución en 1917,  obra de Vladimir I. Lenin, que dio un fuerte protagonismo a los revolucionarios, que  pasarán a denominarse comunistas. En 1919 fundaban en Moscú la III Internacional (la Komintern), comunista, muy alejada de los principios de la II Internacional. 

TEMA 5                     a) El reparto de África en 1880 el interior de áfrica era desconocido para los europeos. En 1914 el territorio africano estaba repartido entre las naciones europeas menos dos países: Liberia y absinia. Las ocupaciones y actividades europeas más importantes ya se habían realizado antes de la conferencia de berlín donde las naciones  europeas llegan a un acuerdo y se reparten el control de áfrica. La ocupación de territorios centroafricanos crea tensiones de los estados europeos y esto llevó a convocar a la conferencia de berlín, por iniciativa de bismark, donde llegan a un acuerdo para repartirse el continente. Se decide la libre navegación por los ríos congo y níger y la libertad de comercio y se acuerda que solo la ocupación efectiva y no el descubrimiento daba derecho a considerar un territorio como colonia propia.  

Rivalidades

1ª rivalidad entre Inglaterra y Portugal. Portugal quiere unir Angola con Mozambique y establecerse entre ellas lo que provoca la crisis del ultimátum británico por lo que Portugal decide dejar el proyecto.   2ª rivalidad entre Francia y gran bretaña. Al chocar ambos en Sudán Francia acaba accediendo y renuncia a su Imperio colonial de este y oeste.  3ª rivalidad entre Francia y Alemania.
Francia quiso establecer un protectorado en Marruecos en la que españa participa y se queda con el norte de Marruecos, Alemania se opone. Estallan 2 crisis por Marruecos con la que se caldea el ambiente y estalla la 1ª Guerra Mundial. 
Causas del imperialismo  a) Causas económicas el desarrollo de la segunda revolución industrial impulsó a  los países más industrializados a buscar nuevos mercados donde situar los excedentes  de su producción y, también, lugares donde obtener materias primas (algodón,  caucho…) al mejor precio posible. A su vez, las colonias eran un lugar donde se podían  invertir los capitales excedentes de la producción industrial.

B) Causas políticas y militares

La superioridad militar de los europeos les facilitó una rápida ocupación  territorial. La exaltación del nacionalismo, el “orgullo nacional”, obligaba a contar con  colonias, donde los militares hacían méritos y conseguían ascensos y medallas. El  imperialismo, por tanto, se veía como un signo de prestigio y poder de los Estados.  Por otra parte, existían motivos estratégicos que hacían que una potencia se  apoderase de un territorio clave para el control de las rutas comerciales o para impedir  el acceso a una zona por parte de otro Estado.

C) Causas demográficas

El vertiginoso crecimiento de la población europea animó a la búsqueda de mejores posibilidades  de vida en las colonias, el poblar nuevos territorios se convirtió también en una  válvula de escape para aliviar la superpoblación del viejo continente.

D) Causas ideológicas

La creencia en la superioridad de la raza blanca hizo que se considerara un “deber” transmitir los avances de la civilización y la cultura europeas (educación,  sanidad, mejora de la vida) a los pueblos colonizados. Por otro lado, las iglesias cristianas (la católica y la  protestante) se encontraron ante una  nueva fase para extender su  confesión religiosa por el mundo. Tampoco hay que olvidar el  interés científico, es decir, el deseo  de conocer y cartografiar otros lugares todavía desconocidos. Muchos europeos se sentían  atraídos por esos territorios y se  lanzaban a la exploración de ríos y  montes desconocidos; de  las Sociedades geográficas que se constituyen en muchos países  europeos con la misión de estudiar  África y financiar exploraciones al interior del continente que, favorecerá su posterior ocupación. 

5. Consecuencias del imperialismo colonial

 Las  consecuencias de la ocupación de estos territorios son positivas o negativas según quién  cuente la historia, si son los pueblos europeos o si son los pueblos sometidos.  a) Consecuencias positivas para los pueblos colonizados * incremento de la población en los países ocupados debido a la erradicación de epidemias y la consiguiente reducción  de la mortandad a causa de las medicinas llevadas por los europeos.   * el aumento de los cultivos y la introducción de otros, lo que hizo que aumentara la producción agrícola, aunque fuera  para abastecer al país colonizador.   * El descenso del analfabetismo y la expansión de la cultura occidental, esto  produjo la desaparición de la estructura tribal de esas sociedades e incluso en algunos  casos la pérdida de su identidad cultural;    b) Consecuencias negativas para los pueblos colonizados   * La explotación exhaustiva de las colonias mediante la confiscación de sus  tierras, que pasan a manos de grandes compañías, adueñándose de sus recursos naturales.   * El abuso de la mano de obra gratuita o a muy bajo precio    * El desarrollo de una actividad económica en beneficio de la metrópoli.   * la destrucción de la lengua y  la cultura de los colonizados y de su sociedad tradicional.   * Las fronteras que establecieron los europeos serían totalmente arbitrarias, sin  tener en cuenta a los pueblos indígenas  * fuerte segregación racial y falta de respeto por las  realidades autóctonas.

TEMA 6


                   

A. CAUSAS DE LA I Guerra Mundial

I. Causas lejanas: tensiones entre las  potencias europeas antes de la I Guerra  Mundial.  1. Bismarck y la diplomacia europea de  1871 a 1890.
Tras la victoria alemana sobre los franceses en la  guerra Franco-prusiana de 1870, será el canciller alemán  Bismarck, el verdadero árbitro de la política europea.  

Objetivos:

   1. Aislar a Francia para evitar su revancha por la  pérdida de Alsacia y Lorena en 1871.   2. Alianzas militares secretas con Austria Hungría, Rusia, Italia  3. En las alianzas que se establecen Bismarck da muestras de una gran habilidad al  incluir a enemigos y rivales como Rusia y Austria.   4. Bismarck persigue como objetivo final la paz pero no duda en utilizar la  amenaza de guerra para forzar la firma de un tratado, y esta amenaza de guerra  hace que las distintas potencias europeas realicen una espectacular carrera de  armamentos.   Cuando Bismarck deja la política en 1890 sus sucesores no serán lo suficiente  hábiles para mantener estos objetivos y Rusia se aliará a Francia,  2. El embrollo de los Balcanes
En el sureste de Europa, en la zona de los Balcanes, el Imperio Turco se está desmembrando, de su dominio hace tiempo que han escapado Grecia (1829) y más tarde Rumanía y Servia. Pero nuevos países aspiran a su independencia: albaneses, búlgaros, bosnios, montenegrinos… Sin embargo,  las dificultades son muchas: los pueblos están muy mezclados y la zona es un   verdadero mosaico de lenguas, religiones… Y esto hacía imposible el nacimiento de estados viables. Ante este  caos Servia pretende la uníón de todas las minorías para formar la Uníón de los Eslavos del Sur o Yugoslavia. Esto sucede a nivel local, pero a nivel internacional dos grandes potencias tienen ambiciones territoriales sobre la zona: Rusia que quiere una salida al Mediterráneo y apoya a Servia, y Austria-Hungría que se ha quedado sin  colonias y pretende extenderse hacia el sur. Las  rivalidades entre estas dos últimas irían en aumento y  entre 1908 y 1909 Rusia y Austria llegan casi a la guerra a causa de Bosnia, territorio que se incorpora Austria y cuyo reconocimiento Alemania, aliada suya, exigía a Rusia, sin preparación militar adecuada aceptarlo,  pero  fue humillada. Esta rivalidad entre Rusia y Austria será una de las causas de la Guerra.


3. La crisis marroquí


  La rivalidad entre Alemania y Francia se manifiesta en Marruecos, zona sobre la que  Francia pretende instaurar un protectorado y en la que Alemania tiene intereses comerciales.  La primera crisis se dio en el año 1905 cuando Guillermo II desembarcó en Tánger, el  problema se solucionaría de forma provisional en 1906 con la Conferencia de Algeciras. En  1911 los franceses dan un paso más al intervenir en Marruecos para consolidar al sultán en  el trono tras una revuelta, Alemania consideró esto como un incumplimiento de los  acuerdos de Algeciras y envió al puerto marroquí de Agadir el acorazado Panther, Francia  cedíó y firmó tratados con Alemania, de momento se había salvado la paz.  Como conclusión de todo esto diremos que las crisis y rivalidades de los Balcanes y  de Marruecos van a consolidar en Europa a dos bloques: Alemania aliada de Austria-Hungría y Rusia aliada de Francia. 

II. Causas próximas

 

1. Rivalidades territoriales


Francia desea el territorio de Alsacia y Lorena que le ha sido arrebatado por  Alemania en 1871, la opinión pública francesa no olvida esta humillación. Polonia sigue repartida entre Rusia, Austria y Prusia. En la  zona austríaca el gobierno es tolerante con el nacionalismo polaco, en la zona prusiana (alemana) se intentaba borrar el nacionalismo polaco. En Rusia el zar alentaba el nacionalismo polaco para que toda Polonia se unificase y se integrasen dentro del Imperio Ruso. En los Balcanes se produjeron choques importantes en vísperas de la Gran Guerra. La I Guerra Balcánica estalló en 1912. Servia, Bulgaria, Grecia y     Montenegro derrotan a Turquía y ésta  en Europa quedará reducida a su actual posición, Creta y las islas del Egeo pasarán a  Grecia, el norte de Macedonia pasará a Servia y Bulgaria.  La II Guerra Balcánica es iniciada por Bulgaria en 1913 al atacar a Servia que cuenta con el apoyo de Grecia, Rumanía, Montenegro y Turquía. Bulgaria es derrotada . Albania se consolida también como estado independiente., la situación en el interior del Imperio Austro-húngaro no es  menor, los movimientos nacionalistas de los distintos territorios que componen este estado aspiran a una mayor autonomía e incluso a la  independencia, 2. Rivalidades militares
Todas las potencias se han lanzado a una espectacular carrera  de armamentos ante la previsión de una posible guerra, la carrera armamentística hace que  el servicio militar sea prolongado a tres años en estos países y que se multiplique el  presupuesto del ejército. Francia teme como se rearma Alemania. Llega un momento que la flota alemana es tan fuerte como la inglesa  Alemania inicia un costoso programa de construcción de submarinos 3. Rivalidades económicas
Gran Bretaña había sido la gran potencia industrial de Europa hasta finales del siglo  XIX, y abastecía de productos elaborados a casi todo el continente, pero desde los inicios  del XX tiene que sufrir el espectacular desarrollo de la industria alemana y su sustitución en  los distintos mercados europeos. La política económica alemana era, además, agresiva, era  un país proteccionista pero que fomentaba la exportación y la conquista de mercados por  todos los medios posibles, los alemanes van a sustituir a los ingleses como abastecedores de  Francia, Bélgica, Holanda, Rusia…  La competencia entre empresas de distinta nacionalidad 4. Las causas psicológicas
Algunos historiadores han señalado la importancia de los medios de comunicación  de la época, periódicos sobre todo, para influir en los estados de ánimo colectivo y manejar  a la opinión pública. Aumento de efectivos en los distintos ejércitos se va a  producir el aumento de los impuestos especiales para fines bélicos en casi todos los países 5. Causas inmediatas: el detonante, el asesinato de Francisco  Fernando de Austria
El archiduque Francisco Fernando era el heredero a la Corona austríaca y fue asesinado el día  28 de Junio de 1914 en Sarajevo por un estudiante bosnio. Austria ve en ello la mano de Servia que tiene ambiciones sobre Bosnia, el 23 de Julio envía un ultimátum a Servia, aliada de Rusia, en él se le pide una serie de condiciones que los servios rechazan. El 28 Austria declara la guerra a Servia el conflicto no tarda en  generalizarse. Rusia interviene a favor de Servia, Guillermo II declara la guerra a Rusia el 1 de Agosto y el 3 a Francia, el 4 los alemanes invaden Bélgica e Inglaterra entra en el  conflicto. Como vemos la guerra ha estallado.

A) La paz con Alemania: el tratado de Versalles (28-VI-19)

Es el tratado más importante de todos los que se firmaron, ya que Alemania era  el país más importante de los imperios centrales. A Alemania se le considera la única  responsable de la guerra y por tanto se le impondrán fuertes sanciones. Desde el punto de vista territorial Alemania va a perder Alsacia y Lorena que  pasarán a Francia. Entregará a Bélgica dos ciudades fronterizas. En  la zona oriental tiene que ceder parte de la Prusia Oriental a Polonia y reconocer a  Danzig y Memel como ciudades libres para que Polonia tenga salida al Báltico. Fuera  de Europa perderá sus colonias que pasarán a Gran Bretaña y Francia.   Desde el punto de vista militar sufrirá graves sanciones, el ejército alemán no  podrá contar con más de 100.000 hombres y se abolirá el servicio militar obligatorio. Francia, como garantía para su seguridad, impone que la zona al este del Rhin (Renania) permanezca desmilitarizada y ocupada por los aliados. Los franceses explotarán la regíón de El Sarre durante 15 años.  Desde el punto de vista económico a Alemania se le exigíó una indemnización  de guerra que ascendía a 220 millones de marcos, una cifra desorbitada y que originará  continuas tensiones con los franceses que recibirían la mitad de ese dinero, cuando  Alemania no pueda pagar esa cantidad anual en 1923, Francia ocupará la cuenca del  Ruhr para cobrársela en carbón. Como consecuencia de todas estas imposiciones los alemanes más que del  tratado de Versalles hablarán del dictado de Versalles. Fruto de todo esto es un ansia de revancha y  esto será una de las causas de la II Guerra Mundial. 

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