Guerra total

1-El desarrollo de la contienta

  1. Significación histórica

Nadie duda en considerarla como uno de los acontecimientos más importantes y decisivos de la historia española del Siglo XX. Representó una confrontación dramática y sangrienta de ideologías e intereses sociales de profundas consecuencias políticas, económicas y sociales, causando unas heridas que tardaron muchos años en cicatrizar.

Las causas fueron fundamentalmente internas y muy complejas, no se pueden desligar del contexto de una Europa summida en la crisis económica de los años treinta y en la crisis política de las democracias occidentales en el periodo de entreguerras. Además, en el conflicto intervinieron, a favor y en contra de cada uno de los contendientes, las distintas potencias, según afinidades ideológicas- democracia, comunismo y fascismo- por lo que muchos la han considerado como un precedente de la segunda guerra mundial.

  1. La sublevación militar

 Claramente opuestos a la situación política y social del Frente Popular republicano, los militares conjurados contaban con el respaldo de elementos políticos de la derecha española y de hombres de negocios como Juan March. El general Emilio Mola, director del golpe, desechó la acción inmediata sobre Madrid y montó un dispositivo militar de sublevación simultánea en diferentes guarniciones adictas en el territorio nacional. Pretendía un golpe rápido, pero no lo consiguió, por lo que el golpe acabó convirtiéndose en una larga Guerra Civil.

La sublevación comenzó el 17 de Julio de 1936 en la zona española de Marruecos, a donde llegó el general Francisco Franco, procedente de Canarias,, para hacerse cargo del mando. El 18 de Julio la sublevación se extendíó por toda España. Las regiones de ideología mayoritariamente conservadora y economía predominantemente agrícola apoyaron la sublevación, mientras que en las  grandes ciudades y regiones industriales, el golpe fracasó y se mantuvieron fieles a la República

Andalucía, donde el izquierdismo era mayoritario, quedó dividida en dos. En Sevilla, se hizo astutamente con el poder el general Queipo de Llano y arrastró consigo a Granada, Córdoba y Huelva. Quedaron en zona republicana, Málaga, Almería,Jaén y las altiplanicies granadinas de Guadix y Baza.

2- Fases de la guerra

         2.1 La guerra de columnas

Durante la guerra, se pueden distinguir varias fases. Al principio, los generales sublevados intentaron la toma de Madrid, para lo que el ejercito operó mediante pequeñas columnas que avanzaron a pie o transportadas en camiones por la carretera en un avance rapidísimo, favorecido por la desorganización republicana, carente de un verdadero ejército regular.

Sin embargo, el ejército rebelde tuvo que vencer varias dificultados: la escase de resursos del General Mola en el norte, que hizo recaer en el ejército del sur el protagonismo del avance, y otra segunda, el inconveniente de que el grueso de este ejército se encontrara en el norte de África y hubiese necesidad de transportarlo a Andalucía. Solo la ayuda italiana con aviones y el apoyo de la flota alemana hicieron posible la operación del paso del Estrecho.

Por Extremadura, las fuerzas sublevadas, mandadas por el coronel Juan Yagüe, marcharon velozmente sobre Madrid y tomaron Badajoz, pero el desvío desde Talavera de la Reina a Toledo para iberar el Alcázar, donde resistía el coronel José Moscardó, permitíó a los generales republicanos José Miaja y Vicente Rojo reorganizarse y detener las columnas del general Varela a las puertas de Madrid. El frente quedó estabilizado en la Ciudad Universitaria y nacíó la consigna del “¡No pasarán!”. Ante esta circunstancia, el gobierno republicano se trasladó a Valencia.

             2.1 Guerra Total y cambio de estrategia.

Desde Noviembre de 1936, la guerra fue ganando en envergadura y se cambió de estrategia: de los movimientos de pequeñas columnas, se pasó a las grandes ofensivas y contraofensivas.
La guerra se modernizó y, gracias a la ayuda exterior, anunciaba la estrategia desarrollada en la segunda Guerra Mundial. La aviación paso a ser arma fundamental; la caballería fue sustituida por el carro de combate y se llegó, concepto de guerra total, al ser bombardeadas las ciudades y as retaguardias con el consiguiente sufrimiento de la población civil. Se intensificó la guerra psicológica, utilizando la radio, los periódicos y la llamada “literatura de trinchera”.

Comenzaron, pues, las grandes operaciones militares. Así, en la ofensiva de Franco sobre Madrid, de finales del 36 a Marzo del 37, se dieron las grandes batallas del Jarama, con combates aéreos y de Guadalajara, en la que las divisiones italianas enviadas por Mussolini fueron derrotadas por las brigadas internacionales- voluntarios extranjeros de izquierdas- cuando intentaban avanzar sobre Madrid en una gran operación blindada. Después de este contratiempo, Franco, aplicando criterios geoestratégicos, abandonó la idea de tomar Madrid y determinó ahogarlo concentrando todos los efectivos militares en el norte, para hacerse con sus recursos energéticos e industriales. Roto el llamado “cinturón de acero”, se toma Bilbao y Santander. El general republicado Miaja, ayudado por tanques rusos, inició la contraofensiva de Brunete, pero fracasó en el intento. En Andalucía, Málaga es tomada por columnas italianas con  gran facilidad y los frentes estuvieron por lo general, estabilizados.

Tras la toma del Norte, en Octubre de 1937, Franco proyecto la marcha hacia el Mediterráneo, con el fin de dividir la zona republicana en dos. Para contrarrestar esta ofensiva e impedir el avance de Franco sobre Cataluña por la costa, el ejército republicano realizó un supremo esfuerzo en el verano del 38 e inicio la llamada batalla del Ebro. En una gran ofensiva, atravesó el río y establecíó una cabeza de puente en Mequinenza( Zaragoza) para embolsar al ejército enemigo. Pero en una costosa contraofensiva, este último consiguió reaccionar y vencer a los republicanos en una dura batalla de desgaste. Libre de obstáculos, se inició la ofensiva de Cataluá. En Enero de 1939 Barcelona es tomada por el ejército franquista.

      2.3 La guerra toca a su fin.

Tras la pérdida de Cataluña, la España republicana quedó reducida a Madrid capital, una parte de Castilla-La Mancha, la zona costera levantina hasta Almería y la parte norte de la provincia de Granada. El presidente del Gobierno Juan Negrín quiso resistir hasta enlazar con una posible Guerra Mundial, pero se formó una Junta de Defensa, presidida por el coronel Casado, con el fin de gestionar una rendición honrosa, aunque Franco impuso la rendición incondicional. Sus tropas entraron en Madrid el 28 de Marzo y fueron cayendo el resto de los territorios todavía republicanos. El día 1 de Abril de 1939, Franco anunciaba el final de la guerra. Dejaba tras de sí un reguero de destrucción y de sangre: el drama de innumerables muertos, el recuerdo de los “paseos” o “sacas”, las ejecuciones, el hambre y la emigración forzosa de la “España peregrina”.

3- La evolución de la guerra en las dos Españas.

          3.1 La guerra en la España republicana

La guerra fue vivida por los españoles intensa y dramáticamente. En un ambiente revolucionario, durante los primeros meses, el gobierno se vio desbordado por el poder popular y el Estado dejó prácticamente de existir. El caos reinante tuvo su manifestación mas evidente cuando el gobierno de José Giral, que había sustituido a Casares Quiroga el 19 de Julio de 1936, tuvo que entregar armas a organizaciones radicales, con cuyas indisciplinadas milicias se quiso organizar un ejército popular. Se desencadenó una cruel represión de la que fueron victimas muchísimas personas, como el escritor Pedro Muñoz Seca, políticos como José Antonio Primo de Rivera, sacerdotes….

Llegado al gobierno Largo Caballero, se afánó en restablecer la autoridad y encauzar la revolución. Incluyó en su gobierno a los anarquistas, concedíó el Estatuto de Autonomía al País Vasco y trasladó el gobierno a Valencia. Pese a sus esfuerzos, en este periodo fueron frecuentes los enfrentamientos entre comunistas, anarquistas y los trotskistas del POUM, encabezados por Adrés Nin, de modo que se declaró una pequeña Guerra Civil en Barcelona. Al dimitir por ese motivo Largo Caballero, le sustituyó Juan Negrín, medico científico, que muy enérgico logró restablecer la autoridad con el apoyo de los comunistas. Tras la caída de Barcelona, volvíó a Madrid para organizar la resistencia, pero se vio desbordad por una Junta de Defensa.

        3.2 La guerra en la España franquista

En la zona franquista, al ser un régimen militar, se impuso pronto un férreo control. Sus víctimas fueron todos los sospechosos de izquierdismo o separatismo, como el escritor granadino Federico García Lorca.

Desde el principio, por razones de eficacia militar y política, la Junta de Defenssa decidíó concretar el poder en un mando único, por lo que el 1 de Octubre de 1936, el general Francisco Franco fue nombrado en Burgos jefe de gobierno del Estado español y “Generalísimo” de los ejércitos. Muy pronto acabó con la rivalidad entre tradicionalistas y falangistas mediante el Decreto de Unificación, creando un partido único, Falange Española y de la JONS .
En esta línea de acumulación de poder, fue proclamado “Caudillo”, aunque en realidad no llegara a formar un estado propiamente fascista: mas bien ejercíó, con mentalidad militar, un poder personal ilimitado que se revistió del ropaje externo de la ideología falangistas. Contó con el apoyo de la iglesia católica.

Muy pronto, se inició un proceso de reacción que paralizó todas las medidas reformistas de la República. La reforma agraria repubicana también fue abolida y se devolvíó a sus propietarios las fincas intervenidas. Al mismo tiempo, quedó derogada toda la legislación laica y surgíó otra de acuerdo con los principios de la tradición católica.

4- La dimensión internacional de la guerra

             4.1 El comité de No Intervención

La Guerra Civil española no fue un fenómeno aislado; desde los primeros momentos, el conflicto tomó un carácer internacional. El gobierno republicano solicitó la ayuda de Francia, Gran Bretaña y Uníón Soviética, mientras que los sublevados contaron con el apoyo de Alemania e Italia.

Gran Bretaña estaba preocupada por el matiz revolucionario del Frente Popular español y recelaba de todo cuanto pudiera incidir sobre Gibraltar y el dominino del Estrecho de Gibraltar. También temía que la intervención en la guerra española pudiera derivan en Guerra Mundial. Por esta razón,, propuso la creación de un Comité de No Intervención en Septiembre de 1936 y consiguió que estuviera integrado por la propia Gran Bretaña, Francia, Alemania, la URSS y otros países, es decir, las primeras potencias europeas. La actuación del Comité resultó ineficaz y toda una farsa, porque tanto Alemania como Italia continuaron prestando cínicamente ayuda a Franco, mientras que la URSS lo hacía a la República.

        4.2 La ayuda recibida por la República

El gobierno francés comenzó a prestar ayuda solicitada con gran interés, pero la fuerte presión de la derecha francesa y las reticencias británicas le hicieron retroceder. Su ayuda acabó por ser intermitente y reducida a 300 aviones, para cesar por completo tras adherirse al Comité de No Intervención.

En Estados Unidos se hallaba vigente una ley de neutralidad que impedía vender armas a países en guerra. Si bien el presidente Franklin D. Roosevelt estaba a favor de la República española, al igual que el mundo de los artistas, el cine y el periodismo. A pesar de ello, la sociedad y la opinión pública estadounidense, como en Europa, se dividíó a favor de uno u otro contendiente. Además, como los negocios no entienden de bandos, la empresa Texas Oíl Company surtíó a Franco de todo el petróleo que necesitó.

México mantuvo una actitud de simpatía hacia el gobierno republicano. Su presidene ordenó desde el inicio de la contienda, el envío de municiones y fusiles procedentes de su propio ejército. Pero la URSS, fue la única potencia que prestó  una importante ayuda a la España republicana. Envió mas de 1000 aviones y gran numero de carros de combate, además de una valiosa asistencia técnica y logística. Pero fue una asistencia interesada: su exigencia de pago por adelantado obligó a la República a enviar a la URSS gran parte de las reservas de oro del Banco de España. Decisiva fe la labor soviética en la formación de las Brigadas Internacionales, compuetas por 60000 hombres, que desempeñaron un importante papel en la contienda. Llenos de ilusión por luchar contra el fascismo, eran de todan condición, nacionalidades e ideologías, desde posiciones liberales, socialistas y comunistas.

        4.3 La ayuda recibida por Franco

Desde el principio de la guerra, la ayuda recibida por Franco fue mucho más eficaz que la dada a la República y a ella se debíó gran parte del éxito final. La Italia de Mussolini ayudó a Franco por simpatías ideológicas y apetencias estratégicas. Deseaba establecer unas bases militares en las islas Baleares, para tener presencia en el Mediterráneo occidental. Su ayuda fue muy abundante: envió unos 700 aviones, mas de 1000 carros de combate y unos 12000 voluntarios, los “Flechas Negras” y los “Flechas Azules”, organizados en brigadas, que acabaron por ser mixtas, italianos y españoles, con la oficialidad italiana.

La ayuda de Alemania se debíó mas a causas estratégicas que ideológicas. La España republicana era una aliada natural de Francia y el triunfo de Franco podría cambiar esa tendencia. Hitler ayudó enviando a la Legión Cóndor, con mas de 500 aviones, diverso material bélico y un apreciable numero de técnicos. Esta ayuda fue mucho mas interesada que la italiana.

Franco también recibíó ayuda de Portugal con la llegada de voluntarios, los “viriatos”. Además, el gobierno cedíó su territorio para realizar operaciones militares  y para introducir armamento en España. De Irlanda, por afinidades religiosas, también vinieron voluntarios.

       4.4 Las Consecuencias de la Guerra.

Los tres años de Guerra Civil dejaron una terrible huella de destrucción humana y material de muy difícil recuperación. Las pérdidas humanas fueron muy cuantiosas: 1.000.000 de muertos, 350.000 exiliados y 1.500.000 heridos, mas los no nacidos como consecuencia de la disminución de las tasas de nupcialidad y natalidad. En cuanto a pérdidas materiales, cabe destacar que fueron muy cuantiosas las habidas en la agricultura y la ganadería, que eran los sectores económicos más importantes en la España de la época. Se redujo la superficie sembrada y la producción agrícola disminuyó por falta de mano de obra, maquinaria, ganado de labor y de abonos. Algo semejante ocurríó en la ganadería. Sirva como eemplo la pérdida de 70000 cabezas de ganado mular. Las insalaciones industriales quedaron muy dañadas y la red de comunicaciones sufríó grandes daños.

Hay que añadir las pérdidas de divisas, motivadas por el pao de las deudas de guerra contraídas y por la pérdida de 510 toneladas de oro del Banco e España enviadas por la República a Rusia y a México. En definitiva, la renta nacional quedó reducida a los niveles de 1914: España había quedado arruinada.

Más importantes fueron las secuelas y heridas morales, debidas a las represiones que tuvieron lugar en ambos bandos y a las que, acabada la guerra, llevó a cabo el sistema franquista. Muertes, cárceles, depuraciones, marginación y desarraigo fueron traumas que tardarían muchos años en cicatrizar.

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