La Guerra Civil Española: Causas y Consecuencias
Orígenes y Estallido del Conflicto
La Guerra Civil constituyó el hecho más relevante y trágico de la historia de España en el siglo XX. En esta guerra se concentraron muchos de los problemas que la sociedad española contemporánea venía arrastrando desde el inicio de las revoluciones liberales del siglo XIX.
Las elecciones de febrero de 1936 evidenciaron una tremenda polarización en la sociedad española, mostrando dos formas radicalmente contrapuestas de entender España como país. La victoria de la coalición de partidos del Frente Popular provocó que una facción del Ejército comenzara a conspirar contra el nuevo Gobierno, dirigidos por Mola y Sanjurjo en el exilio en Portugal.
A pesar de los intentos de Manuel Azaña por diluir la conspiración, esta siguió adelante. En el verano de 1936, todo estaba dispuesto para el golpe, aunque en la elección de la fecha fue clave el asesinato del político derechista, Calvo Sotelo, el 13 de julio, como represalia por el asesinato del teniente Castillo.
Consecuencias de la Guerra Civil
A nivel económico, la guerra supuso la destrucción de infraestructuras (industrias, comunicaciones, etc.), un aumento de la deuda externa y la pérdida de las reservas de oro del Banco de España, usadas por el Gobierno de la República para pagar la ayuda soviética.
A nivel social, trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. El descenso de la producción se tradujo en la escasez de productos para la alimentación y, al finalizar el conflicto, se establecieron cartillas de racionamiento para acceder a los productos básicos.
Por último, la guerra supuso una verdadera fractura social, al enfrentar a la sociedad, incluso a miembros de las mismas familias. Varias generaciones quedaron marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra.