Periodos Clave de la Historia Reciente de España

Contrastes en la Segunda República: Bienio Progresista y Bienio Conservador

Durante la **Segunda República Española** (1931-1939), se sucedieron dos etapas clave con visiones políticas y sociales opuestas: el **Bienio Progresista** (1931-1933) y el **Bienio Conservador** (1933-1935). Cada uno impulsó reformas y contrarreformas que evidenciaron la profunda inestabilidad del periodo republicano.

El Bienio Progresista (1931-1933)

El **Bienio Progresista** comenzó tras las elecciones de junio de 1931, cuando triunfaron partidos de izquierda como el Partido Republicano, el Partido Radical Socialista y el PSOE. Bajo este gobierno se aprobó la **Constitución de 1931**, que estableció un **Estado laico**. Se promovieron importantes reformas como:

  • Reforma agraria: redistribución de tierras para favorecer a los campesinos.
  • Reforma militar: reducción del poder del ejército, modernización y eliminación de elementos monárquicos.
  • Reforma educativa: impulso de la educación pública y laica, construcción de nuevas escuelas.
  • Reforma laboral: mejora de condiciones laborales, jornada de ocho horas y derechos para los trabajadores.

El Bienio Conservador (1933-1935)

El **Bienio Conservador**, en cambio, comenzó tras las elecciones de noviembre de 1933, cuando la derecha logró la mayoría parlamentaria. Este periodo se caracterizó por la **paralización o reversión** de muchas de las reformas anteriores. Se favoreció a los sectores más conservadores, especialmente a la Iglesia y los propietarios. Se devolvieron tierras expropiadas y se intensificó la **represión social**.

Tensiones y Conflictos

Ambos periodos vivieron tensiones sociales importantes. El **Bienio Progresista** enfrentó la oposición de la Iglesia, los militares y la oligarquía, además de revueltas como la insurrección anarquista de **Casas Viejas**. Por su parte, el **Bienio Conservador** tuvo que lidiar con la **Revolución de Octubre de 1934**, especialmente en Asturias y Cataluña, como respuesta obrera y nacionalista al giro derechista.

En conclusión, el **Bienio Progresista** fue un intento de transformación social y modernización del Estado, mientras que el **Bienio Conservador** representó una reacción contra esos cambios. La **polarización política y social** entre ambos periodos fue un factor clave en el estallido de la **Guerra Civil** en 1936.

La Reforma Educativa durante la Segunda República

Los datos sobre la evolución educativa en los primeros años de la **Segunda República Española** (1931-1936) recogen distintos indicadores como la **tasa de escolarización**, el número de maestros, de escuelas públicas y la expansión de la enseñanza secundaria. A partir de esta información, se puede valorar el impacto de las políticas educativas republicanas.

La **Segunda República** fue proclamada en abril de 1931, tras la caída de la monarquía de Alfonso XIII, estableciendo un régimen democrático que promovió profundas reformas. Uno de los pilares más destacados fue la **reforma educativa**, impulsada por el ministro **Marcelino Domingo**. Esta reforma perseguía la implantación de una **enseñanza laica**, la ampliación del acceso a la **educación pública**, la mejora en la formación del **magisterio** y la reducción del **analfabetismo**, especialmente en las zonas rurales.

Los datos muestran un progreso notable: la **tasa de escolarización** pasó del 55,8 % en 1930 al 69 % en 1934, lo que refleja el éxito de las medidas republicanas para extender la educación obligatoria. El número de docentes también aumentó significativamente, de 28.987 en 1923 a más de 46.000 en 1934, gracias a la inversión pública en contratación de profesorado.

En cuanto a infraestructuras, las **escuelas públicas** crecieron de 28.934 en 1922 a 50.527 en 1935, lo que demuestra el impulso a la construcción de centros educativos. En el nivel secundario, el número de institutos pasó de 80 en 1931 a 111 en 1934. A su vez, el profesorado se incrementó de 1.722 a 2.739 docentes, y el alumnado de 105.649 a 130.752, evidenciando una **democratización creciente** en el acceso a la educación.

Estos datos reflejan el fuerte compromiso del régimen republicano con la educación como motor de modernización e igualdad social. La **reforma educativa** fue parte de un programa más amplio que también incluyó cambios en el ámbito religioso, militar y agrario. Sin embargo, este proceso modernizador se vio bruscamente interrumpido por el estallido de la **Guerra Civil** en 1936, que truncó el avance de estas reformas.

El Día del Caudillo y la Propaganda Franquista

El documento analizado es un artículo del periódico Arriba, órgano oficial del **régimen franquista**, publicado en 1949 con motivo del “**Día del Caudillo**”. Este texto es un claro ejemplo del uso **propagandístico** de los medios de comunicación para exaltar la figura de **Francisco Franco** y consolidar su autoridad.

Tras la victoria del bando sublevado en la **Guerra Civil Española** (1936-1939), Franco instauró una **dictadura** de carácter autoritario, militarista, católico y centralista. El régimen legitimó su poder en base al triunfo militar, el orden y la unidad nacional. En esta primera etapa del **franquismo**, España vivió un profundo **aislamiento internacional**; de hecho, fue excluida de la **ONU** en 1946. Mientras tanto, en el interior, se ejercía una dura **represión** contra los vencidos: penas de muerte, campos de concentración, cárceles y un control absoluto sobre la educación, la cultura y la prensa.

La figura de **Franco** fue elevada a la categoría de líder providencial. En el artículo de Arriba, se emplea un lenguaje claramente exaltador: se lo describe como “el de la mejor espada”, como un enviado de Dios y un salvador de la patria. Este **culto a la personalidad** no era casual, sino una herramienta del **nacionalcatolicismo**, que identificaba la unidad de España con la fe católica, y presentaba a Franco como el elegido para preservar ambos valores. El texto le atribuye títulos como “caudillo, monarca, príncipe y señor de los ejércitos”, reforzando la idea de un poder absoluto y divino.

Este tipo de **propaganda** buscaba reforzar la legitimidad del régimen en un contexto en el que ya comenzaban a surgir focos de oposición, tanto en el exilio como en el interior. Mientras la prensa oficial glorificaba a Franco, el ejército y la Guardia Civil reprimían a la resistencia, como fue el caso de guerrilleros antifranquistas como “**Foucellas**”, ejecutado en 1952.

La editorial de Arriba es un ejemplo claro de cómo el **franquismo** utilizó los medios de comunicación como instrumento de **control ideológico**. A través de un discurso cuidadosamente construido, el régimen intentó consolidar la imagen de **Franco** como un líder indiscutible, encarnación de la patria y la fe, en un momento de fragilidad y aislamiento internacional. También muestra cómo se silenciaban la **represión** y el descontento social, manipulando la narrativa histórica para favorecer al régimen.

La Crisis de 1917 en España

Durante la **Primera Guerra Mundial**, España permaneció **neutral**, lo que tuvo un impacto significativo en la sociedad y economía española. El país se convirtió en proveedor de productos para países beligerantes, lo que generó una expansión industrial y una subida de precios. Esto provocó **inflación** y deterioro en las condiciones de vida, dando lugar a las llamadas “**crisis de subsistencias**”.

La Crisis Militar

La **crisis militar** tuvo su origen en el propio ejército debido a los problemas internos relacionados con los ascensos y los bajos salarios de los oficiales. En respuesta a esta situación, se crearon las **Juntas de Defensa**, formadas por oficiales de rango medio y bajo, que exigían mejoras económicas y una reorganización del sistema de ascensos. Estas juntas presionaron al gobierno para obtener concesiones y reconocimientos, consiguiendo un poder informal dentro del sistema político.

La Crisis Política

Paralelamente, la **crisis política** se agravó debido al desprestigio del sistema parlamentario y a la falta de representación real de muchos sectores de la sociedad. El movimiento de la **Asamblea de Parlamentarios**, liderado por la **Liga Regionalista** de Cataluña, exigía una reforma profunda del sistema político y el establecimiento de un gobierno verdaderamente representativo. Esta iniciativa, sin embargo, no logró sus objetivos debido a la negativa del gobierno y a la falta de unidad entre los propios participantes. Aun así, evidenció la profunda descomposición del **régimen de la Restauración** y el deseo de muchos sectores por una transformación del Estado.

La Crisis Social

En el plano social, la situación económica generada por la **inflación** —resultado del auge de las exportaciones durante la guerra— afectó duramente a las clases trabajadoras. La escasez de productos básicos, la subida de precios y el estancamiento de los salarios provocaron un fuerte **malestar social**. Esta tensión culminó con la convocatoria de una **huelga general revolucionaria** por parte de los sindicatos **UGT** y **CNT**. La huelga tenía como objetivo forzar la dimisión del gobierno y encaminar al país hacia una república. Aunque inicialmente fue pacífica, el gobierno reaccionó con una fuerte **represión**, deteniendo a los líderes sindicales y reprimiendo violentamente el movimiento.

Este conjunto de crisis puso de manifiesto la fragilidad del sistema político de la **Restauración** y la creciente presión social por un cambio de régimen. Aunque no se logró una transformación inmediata, estos hechos anticiparon el clima de conflictividad que marcaría las décadas siguientes en España.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *