Historia de España: De la Guerra Civil (1936) al Fin del Franquismo (1975)

La Guerra Civil Española (1936-1939): Orígenes y Desarrollo

Desde el triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1936, las tensiones sociales y políticas se acentuaron. Algunos mandos militares conspiraron contra la República, lo que llevó al cambio de destino de los generales sospechosos. El general Mola, con el apoyo de monárquicos, carlistas y falangistas, organizó un levantamiento militar con la idea de iniciar una sublevación simultánea en distintas partes del país para tomar el poder y establecer una dictadura militar dirigida por el General Sanjurjo.

El Inicio del Conflicto

Tras el asesinato de Calvo Sotelo (en respuesta al del socialista José del Castillo), se inició la sublevación el 17 de julio a las 17:00 con el coronel Yagüe en Melilla. El 18 de julio, Franco, después de triunfar en Canarias, viajó a Marruecos y asumió el mando del Ejército de África.

El golpe militar fallido se convirtió en una Guerra Civil. La tardanza del gobierno republicano en reaccionar provocó la dimisión de Casares Quiroga y el nombramiento de José Giral, cuya primera medida fue armar a sindicatos y a partidos del Frente Popular.

División Territorial y Social

España quedó dividida en dos zonas:

  • Bando Republicano: Controlaba el Norte, Centro y Este, zonas industriales y mineras, y los recursos financieros. Su soporte principal eran los obreros y empleados urbanos.
  • Bando Nacional (Sublevado): Controlaba las zonas agrarias y contaba con las tropas africanas y la mayoría de oficiales. Las clases altas y el campesinado apoyaron el levantamiento.

El gobierno republicano desconfió del ejército y optó por disolverlo e improvisar las Brigadas Mixtas, formadas por militares fieles y milicianos. En ambas zonas se inició una fuerte represión: en la zona sublevada se perseguía a las autoridades fieles al gobierno y partidarios de la izquierda; en la zona republicana se perseguía a religiosos y partidarios de la derecha.

Repercusión Internacional y Ayuda Exterior

Desde el principio, la Guerra Civil tuvo gran repercusión a nivel internacional porque anticipó el enfrentamiento entre fascismo y democracia en Europa. Ambos bandos obtuvieron ayuda exterior:

  • La República: Recibió ayuda clave de la URSS (personal especializado y material militar pagado con el oro del Banco de España) y de las Brigadas Internacionales (voluntarios antifascistas). Su ayuda fue crucial en la defensa de Madrid y batallas como la del Jarama, aunque fueron disueltas en 1938.
  • El Bando Sublevado: Recibió ayuda masiva de la Alemania nazi, que envió asesores militares y material bélico.

Fases Militares de la Guerra Civil (1936-1939)

El fracaso de la sublevación militar contra la República inició la Guerra Civil, que se desarrolló en tres etapas principales:

1. Primera Etapa (Julio 1936 – Marzo 1937): La Lucha por Madrid

El general Sanjurjo falleció en un accidente de aviación cuando se dirigía a Burgos para encabezar la rebelión. Se produjo un rápido avance de los sublevados hacia Madrid mediante columnas militares: desde el Norte, dirigidos por el general Mola, y desde el Sur, por Yagüe y Franco. Franco cruzó el estrecho con el Ejército de Marruecos (mediante un puente aéreo), tomó Badajoz y liberó el Alcázar de Toledo (Moscardó). El 1 de octubre, Franco fue nombrado “Jefe del Gobierno del Estado español” y “Generalísimo” de los Ejércitos, desapareciendo la Junta de Defensa Nacional que funcionaba como eje del gobierno.

Madrid aguantó gracias a las Brigadas Mixtas (formadas por milicianos y tropas del ejército regular). En septiembre de 1936 cayeron Irún y San Sebastián, y Largo Caballero se convirtió en Jefe del Gobierno. El 7 de noviembre se inició un asalto frontal a Madrid, donde el gobierno había dejado al mando a la Junta de Defensa (Miaja) antes de irse a Valencia el día 6. La fuerte resistencia de los madrileños, apoyados por las Brigadas Internacionales, impidió que la ciudad cayera.

2. Segunda Etapa (Abril 1937 – Noviembre 1938): La Conquista del Norte y el Ebro

El objetivo de Franco fue tomar el Norte. Mediante el Decreto de Unificación, Franco se convirtió en el líder de un partido único, FET y de las JONS (fusión de falangistas y carlistas), y tomó la franja cantábrica con la ayuda de tropas italianas y la Legión Cóndor, que bombardeó Guernica.

Los republicanos tomaron Teruel en enero de 1938, pero en febrero Franco la recuperó. Tras esto, el avance de sus tropas por Aragón hacia el Mediterráneo resultó imparable. La zona republicana quedó partida en dos. El enfrentamiento entre las fuerzas republicanas acabó con el gobierno de Largo Caballero, sucediéndole Negrín, quien trató de negociar una rendición sin represalias (los “Trece Puntos de Negrín”, 1938) que Franco rechazó. Negrín intentó prolongar la guerra esperando que un conflicto en Europa impulsase al resto de democracias a ayudarles.

La Batalla del Ebro fue el último intento de la República de cambiar el curso de la guerra. Se inició el 25 de julio con el ejército republicano cruzando el Ebro. El 15 de noviembre, la definitiva contraofensiva franquista concluyó la batalla de desgaste más sangrienta de la guerra, que terminó con buena parte de las reservas republicanas y la retirada de las Brigadas Internacionales.

3. Tercera Etapa (Diciembre 1938 – Marzo 1939): El Final de la Guerra

Esta etapa se inició con la ofensiva nacional sobre Cataluña, que provocó la caída de Barcelona y Gerona. Los republicanos se dividieron entre los partidarios de luchar y los de pactar la paz. En marzo de 1939, el coronel Casado dio un golpe de Estado, apoyado por los republicanos contrarios a continuar la guerra, y Negrín fue sustituido por Julián Besteiro, quien aceptó la rendición incondicional impuesta por Franco.

El ejército de Franco ocupó sin dificultad las ciudades en manos de la República. Madrid se entregó el 28 de marzo y el 1 de abril de 1939 se emitió el último parte de guerra.

Consecuencias Inmediatas de la Guerra

Durante la Guerra, los nacionales construyeron un Estado autoritario en el que Franco reunió todo el poder. Mediante la Ley de Responsabilidades Políticas, se prohibieron los partidos políticos, se suprimieron las libertades y se inició una fuerte represión.

La guerra dejó graves consecuencias demográficas, económicas y sociales:

  • Demográficas: Murieron entre 300.000 y 500.000 personas y casi medio millón de españoles se exiliaron. La natalidad sufrió una fuerte caída y ascendió la mortalidad.
  • Económicas: La ganadería se redujo un 60%, la producción agrícola e industrial se hundió, las infraestructuras se vieron muy afectadas y se produjo inflación.
  • Sociales: Se disparó la división social. La victoria del bando nacional provocó el inicio de una dictadura que duraría hasta 1975.

La Dictadura de Franco (1939-1975): Totalitarismo y Desarrollismo

Tras la Guerra Civil Española se inició la Dictadura de Franco (1939-1975). Este periodo se divide en dos fases principales:

  1. Fase de totalitarismo y autarquía económica (hasta finales de los 50).
  2. Fase de desarrollismo (desde el Plan de Estabilización de 1959 hasta la muerte de Franco en 1975).

La Autarquía y el Estancamiento Económico (1939 – 1959)

El régimen buscaba la autosuficiencia económica (autarquía), basada en un comercio exterior controlado por el Estado y con menos importaciones. La industria fue fomentada con la creación del INI (Instituto Nacional de Industria) y de empresas públicas como Iberia, Endesa, Renfe y Telefónica.

Esta política llevó al país a un estancamiento económico: colapso del comercio, descenso de la producción y consumo, desabastecimiento (con la cartilla de racionamiento, 1939-1952) y un incremento de la venta en el mercado negro (estraperlo).

España quedó marginada del Plan Marshall de EE. UU. (1948-1952), pero con la Guerra Fría, la opinión internacional cambió y España obtuvo un crédito abastecedor. Esto fue paralelo a la apertura al exterior del régimen (ingreso en la ONU en 1955), rebajando progresivamente el intervencionismo estatal.

El Plan de Estabilización y el Desarrollismo (1959 – 1975)

Hacia 1957, la economía española estaba al borde del colapso. Los tecnócratas, algunos vinculados al Opus Dei, pasaron a dirigir la economía, destacando Alberto Ullastres (Comercio) y Mariano Navarro Rubio (Hacienda).

Elaboraron el Plan de Estabilización Económica (1959), que pretendía liberar la economía facilitando la entrada de capital y mercancías. Se produjo una expansión económica basada en:

  • Aumento del sector industrial.
  • Aparición de nuevos recursos económicos (turismo, capital extranjero).
  • Migración de mano de obra a las ciudades y mecanización de las áreas agrícolas.
  • Disminución de la inflación.

También se pusieron en marcha los Planes de Desarrollo (1963-1975): mediante subvenciones, créditos baratos y facilidades fiscales, se estimuló al capital privado a invertir en determinados sectores. Se crearon los “polos de desarrollo” (Valladolid, Vigo, etc.) que intentaron reducir los desequilibrios económicos regionales promoviendo la industria. Hasta 1973, el crecimiento económico fue elevado y constante, pero una crisis por el alza de los precios del petróleo lo detuvo bruscamente.

Transformación Social en el Franquismo

La sociedad de la posguerra estuvo marcada por el atraso y la pobreza (a excepción de las élites políticas y los grupos vinculados a estas). La miseria en el campo provocó un continuo éxodo rural que propició el despoblamiento de zonas rurales, el crecimiento de las ciudades y una enorme emigración al exterior (Francia, Alemania, Suiza, etc.).

El régimen impuso una mentalidad ultraconservadora y machista impulsada por la propaganda (el NODO) y el control de la educación por la Iglesia.

El crecimiento económico de los años 60 provocó un cambio en la mentalidad y el modo de vida de los españoles que permitió la modernización de la sociedad:

  • Acceso de la mujer al trabajo y la universidad.
  • Distanciamiento con la Iglesia (laicalización).
  • Crecimiento demográfico de 1960 a 1975 con el “Baby boom” y un descenso de la mortalidad.
  • Paso a una sociedad de consumo con el aumento de la clase media y la aparición de electrodomésticos, televisión, automóviles y las vacaciones, cada vez al alcance de más personas.

La Oposición al Régimen Franquista

Oposición en el Primer Franquismo (1939 – Años 50)

Durante el Primer Franquismo, la oposición fue escasa debido a la desunión de los grupos opositores y la dura represión (Ley de Responsabilidades Políticas, 1939). Se dividió en:

  1. Oposición Exterior: Republicanos exiliados tras la guerra, cuyo éxodo supuso la pérdida de intelectuales, científicos y artistas.
  2. Oposición Interior Clandestina: Partidos y sindicatos desmantelados (PCE, PSOE, UGT, CNT, etc.) que se reunían clandestinamente.
  3. Monárquicos: Juan de Borbón reclamó la monarquía en el Manifiesto de Lausana (1945).
  4. Resistencia Armada: Guerrillas (los Maquis) de comunistas y anarquistas que mantuvieron focos de resistencia en la montaña (como la invasión del Valle de Arán).

Consolidación y Aumento de la Oposición (Años 50 – 1975)

A partir de los años 50, la dictadura se consolidó y la oposición del exilio se distanció de la interior, que se volvió más efectiva y se manifestó en tres grandes frentes:

  • Huelgas Obreras: Reclamaban derechos laborales con sindicatos como Comisiones Obreras (1964).
  • Protestas Estudiantiles: Reivindicaban más libertades políticas y reformas.
  • Terrorismo: ETA aumentó su actividad al final del franquismo, con víctimas como Carrero Blanco.

La Iglesia se distanció del Franquismo con el Papa Juan XXIII, el Concilio Vaticano II y la aparición de grupos cristianos de izquierdas (HOAC, JOC, etc.). Incluso el Vaticano amenazó con excomulgar a Franco tras su amenaza de expulsar al obispo de Bilbao.

En 1962, un centenar de españoles defendieron la no admisión de España a la CEE si no se restauraban las libertades (el “Contubernio de Múnich”), y el régimen respondió multiplicando la dureza. La tortura y ejecución del comunista Julián Grimau provocó un escándalo internacional y obligó a Franco a mostrarse más aperturista: entraron nuevos ministros como Manuel Fraga, que aprobaron leyes de modernización (Ley de Prensa, 1966), y nombró sucesor a Juan Carlos de Borbón a título de rey.

El franquismo recibió fuerte oposición por parte del PCE (Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri), PSOE (Felipe González), Convergència Democrática de Catalunya (1974) de Jordi Pujol y ETA (1959), organización radical nacionalista vasca que propugnaba la lucha armada contra el Régimen.

El Agonía del Régimen y la Transición (1969 – 1975)

Desde 1969 hasta la muerte de Franco, el régimen agonizó debido al aumento de la conflictividad, la oposición, las tensiones internas entre aperturistas e inmovilistas (“el búnker”) y escándalos como el caso de corrupción Matesa o el “Proceso de Burgos”, en el que las protestas y la presión internacional hicieron a Franco conmutar seis penas de muerte a miembros de ETA por cadena perpetua. Por otro lado, el régimen respondió con dura represión a través de la “Brigada Social” a la oposición obrera y universitaria. En 1973 apareció la organización armada Frente Revolucionario Antifascista Patriota (FRAP).

Franco cedió a Carrero Blanco la Jefatura del Gobierno, quien fue asesinado por ETA el 20 de diciembre de ese año. Le sucedió el inmovilista Arias Navarro, mostrándose partidario de ciertas reformas (el Espíritu del 12 de febrero) y nombrando a aperturistas como Pío Cabanillas, a quien Franco cesó, dimitiendo el resto, quedando Arias prisionero del búnker. Aumentó la presión social e internacional por sucesos como la ejecución a garrote vil de Salvador Puig Antich en 1974, a pesar de las protestas duramente reprimidas.

Se crearon organismos para reivindicar la democracia con la unión de la oposición, como la Junta Democrática en París o la Plataforma de Convergencia Democrática (Platajunta). En 1975, pese a manifestaciones en las capitales de Europa, cinco miembros de ETA y FRAP fueron ejecutados.

En medio de las protestas internacionales, estalló el conflicto del Sáhara con la invasión pacífica de Marruecos (la Marcha Verde), aprovechando la enfermedad de Franco. Arias Navarro, cuya situación era complicada (gran oposición, terrorismo cada vez más organizado y activo y extrema derecha exaltada), cedió y entregó el Sáhara en el Acuerdo de Madrid.

El 20 de noviembre de 1975 murió Franco y el 22, Juan Carlos de Borbón asumió la Jefatura del Estado, iniciándose el proceso de transición democrática.

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