Características del fascismo italiano

El fascismo italiano:


La implantación del fascismo en Italia (1922) fue la primera manifestación clara de la crisis de las democracias después de la victoria aliada en la Gran Guerra.

La crisis de posguerra en Italia y el ascenso al poder del fascismo:


El esfuerzo de la guerra había dejado a Italia causada. Las ganancias territoriales fueron menores de las que esperaban. Dificultades económicas de la posguerra generaron un clima de conflictividad social muy intenso.           
Mussolini se planteó una ruptura completa con el pasado liberal democrático para superar las crisis y emprender la vía del agradecimiento de Italia.

Hubo un nuevo partido inspirado en la milicia (fascios italianos de combate) que recibíó el nombre de partido nazionale fascista.
El fascismo se enfrentó en las calles a socialistas, comunistas y sindicalistas utilizando la violencia paramilitar como arma para neutralizar a sus enemigos e imponer sus ideas.          El éxito de su estrategia culminó cuando Mussolini llevó a cabo la »Marcha sobre Roma», manifestación de fascistas de toda Italia que peregrinaron a la capital para aclamar a su líder.       El rey y las élites dirigentes liberales, asustados por las fuerzas socialistas y el espectro comunista, decidieron pactar con el fascismo bajo la convicción de que, sin Mussolini, »Italia era ingobernable». Este aceptó el encargo real y formó un primer gobierno de coalición con otros partidos de derechas.     El país quería paz, orden y tranquilidad. Muchos asumieron con esperanza o resignación la subida al poder del partido nazionale fascista, grupo político derechista en su orientación básica, ya que respetaba la propiedad privada y el libre mercado, no era conservador en sus formas ni en sus máximas aspiraciones.

La doctrina del fascismo


Carácterísticas del fascismo:               -Hipernacionalismo extremado: fase previa para la recuperación de un Imperio en el mediterráneo y áfrica del norte digno de la Roma de los césares.    -Modelo de estado renovado en un sentido dictatorial y totalitario, a cuyo frente estaría un caudillo carismático con poder omnímodo e indiscutido, como encarnación del destino de la patria.    -Un partido único y sólido en su ideología patriótica y totalitaria para sostener al régimen contra sus enemigos por la persuasión o la coacción.     -Concepto de la vida y de la política como actividades paramilitares: asumía la legitimidad del uso de la fuerza para conquistar el poder político y para mantenerlo, considerando a sus enemigos, traidores a la patria.      Esos objetivos de unidad nacional y engrandecimiento imperial exigían también un alto grado de autarquía económica, tanto productiva como financiera, para asegurar la capacidad de Italia para hacer frente con éxito a una nueva prueba de guerra total, considerada inevitable.

De la dictadura reaccionaria al nuevo estado totalitario:


Desde su llegada al poder, el gobierno de coalición, presidido por Mussolini, consiguió éxitos políticos que redundaron en el prestigio del Duce del fascismo: acabó con la oposición política, restablecíó el orden público y remontó la crisis económica con medidas proteccionistas. Consolidó su poder y decidíó acelerar la implantación de sus reformas largamente planeadas. Italia se convirtió en un estado totalitario donde convivía un rey, Víctor Manuel III, con poderes limitados y un Duce con un poder ilimitado y cuyo cargo carecía de fecha de caducidad.    El estado asumíó el control de los sindicatos, de las asociaciones de mujeres, de las organizaciones juveniles y de todos los resortes de la vida social.      El Duce también gano el apoyo de los católicos italianos al solucionar el largo contencioso con el vaticano. Firmo con Pio XI los acuerdos de Letrán. Garantizaba la soberanía de la ciudad del vaticano dentro de la ciudad de Roma.

El acercamiento de la Italia fascista a la Alemania Nazi:


El triunfo político del fascismo interior fue seguido de notables éxitos exteriores. La estabilidad lograda en Italia reforzó su prestigio internacional ante los demás países europeos en el contexto caótico de la época de entreguerras. En 1924 resolvíó la cuestión de Fiume anexionando al estado italiano.
Su éxito contribuyo para aminorar el impacto de la Gran depresión mediante la intensificación de las políticas económicas autárquicas.   El apoyo europeo de Italia se hizo cada vez mas importante a medida que resurgían las demandad de varios países de revisar el statu quo logrado en los tratados de Versalles.     Desde el acceso al poder de Hitler en Alemania, Mussolini comenzó a abandonar la equidistancia entre los bloques europeos y de inclínándose poco a poco a favor del alineamiento con el nuevo régimen totalitario germano.           El objetivo de Mussolini era apoyarse en Alemania para expandirse por el mediterráneo, transformándolo en un mare Nostrum fascista, como un resurgimiento del Imperio romano.

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