Tema 12 la segunda república española 1931-1936

10.1. La proclamación de la Segunda República. La Constitución de 1931. El bienio reformista
(1931-1933). RESUMEN.
Tras la dimisión de Berenguer, Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante
Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de Abril, para elegir nuevos
ayuntamientos. Alfonso XIII, el 13 de Abril de 1931, abandona la corona. La II República fue
proclamada al día siguiente, el 14 de Abril. El Comité Revolucionario establecido en San
Sebastián se convertía en el nuevo gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora.
En Junio de 1931 se celebraban elecciones a Cortes Constituyentes. Obtuvieron la
mayoría una coalición de republicanos y socialistas, encargados de elaborar La Constitución
de 1931, que reflejaba un pensamiento democrático y avanzado; buscando la redistribución de
la riqueza y la creación de un estado del bienestar que alcanzara a toda la sociedad. Como
Sistema político establecía una república democrática, bajo soberanía popular, con separación
de poderes, quedando el legislativo en manos de unas cortes unicamerales, elegidas por
sufragio universal que, por primera vez, incluía a las mujeres. El ejecutivo se constituía según
la mayoría parlamentaria. El presidente de la República era elegido cada seis años por los
diputados. Además, se contempla para Cataluña (que había declarado su independencia) y el
País Vasco un estatuto de Autonomía. La Declaración de Derechos era muy completa.
Libertad de expresión en todas sus formas (opinión, expresión, imprenta, cátedra) y de
asociación; derecho al trabajo, la educación y la cultura; igualdad de los cónyuges en el
matrimonio; se establecía el matrimonio civil, el divorcio y la equiparación de derechos para
los hijos legítimos e ilegítimos. Se impuso un Estado aconfesional, pero se reconocía la libertad
de conciencia y la práctica de cualquier religión, lo que levantó una gran polémica y dividió a la
cámara, prohibiéndose a los religiosos dedicarse a la enseñanza. Esto creo graves
enfrentamientos entre la Iglesia (Cardenal Segura) y grupos anticlericales (la incapacidad de su
control por parte del gobierno hará que los católicos y religiosos retiren el apoyo a la
República).
La Constitución fue aprobada en Diciembre de 1931, formándose el primer gobierno
constitucional presidido por Manuel Azaña como presidente del gobierno, e integrado
principalmente por republicanos de izquierdas y socialistas. La presidencia de la República
quedó en manos de Alcalá Zamora, más conservador. Este primer periodo de la República se
denomina BIENIO REFORMISTA (1931-33). Da comienzo al formarse el primer gobierno, el 15
de Diciembre de 1931, después de ser aprobada la Constitución. Fue el periodo más activo de
la República en cuanto a reformas, entre las que destacan:
• Las reformas laborales llevadas a cabo por el líder de UGT y ministro del Trabajo, Largo
Caballero, que incluían medidas como el seguro de enfermedad, las vacaciones pagadas, la
jornada de ocho horas o el salario mínimo. La CNT retiró su apoyo.
• La Reforma Agraria (1932-33). No se abordó a fondo por temor a que la oposición de los
terratenientes pudiera acabar con la República. El Instituto de Reforma Agraria solo expropió
algunas fincas, pero a cambio de una indemnización. La reforma no solucionó los graves
problemas del campo y empeoró el clima social (jornaleros y propietarios perdieron la fe en la
República).

• La reforma militar de Azaña pretendía reducir el número excesivo de oficiales y garantizar su
lealtad al nuevo régimen, lo que provocó que en Agosto de 1932 el general Sanjurjo se
pronunciase en Sevilla. Se creó la Guardia de Asalto como cuerpo encargado del orden
público, con el fin de sustituir al ejército en esta función.
• La política educativa: se pretendía sustituir los métodos y profesores religiosos, por otros
partidarios de una enseñanza progresista. Se crearon cerca de diez mil nuevas escuelas
primarias públicas, pero ni el tiempo ni el dinero permitieron quitar el monopolio docente a la
Iglesia.
A pesar de las reformas, el problema regionalista dividiría la sociedad española entre
los que defendían la unidad de España (el Ejército, la CEDA, los Carlistas o la Falange, y algunos
partidos obreros como el PSOE o el PC, partidarios de un gobierno central fuerte, en contra de
los anarquistas…) y los regionalistas catalanes y vascos. Los enfrentamientos con los religiosos
y el desprestigio en el campo, junto con las maniobras políticas del Partido Radical de Lerroux
para echar a los socialistas del gobierno, llevarían al fin a este primer bienio. Siendo el
detonante de su finalización los sucesos de Casas Viejas (Enero-1933). Hechos que hacen que
se rompa la coalición republicana y que los anarquistas se alejen del juego político.
Finalmente, Azaña presentó la dimisión y Alcalá Zamora convocó nuevas elecciones para
Noviembre de 1933.

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