Características del franquismo

Estado fuerte y centralizado Concentración del poder absoluto en la figura de Franco: El Caudillo es la figura central de este régimen, fuertemente personalista. Franco es el Jefe de Estado y el Jefe del Gobierno (éste último cargo se desvinculará de su figura solo al final de la dictadura), el jefe del único partido político y el Generalísimo del Ejército. – Rechazo del liberalismo político y la democracia: El Franquismo suprime el Parlamentarismo liberal. No sólo se elimina a todos los partidos, a excepción del Movimiento Nacional, también se carece de Constitución (el régimen se regirá a partir de una serie de Leyes Fundamentales que operarán a modo de constitución), las elecciones a Cortes derivan en una visión corporativista del Estado donde las Cortes tendrán un mero carácter consultivo y la elección de sus miembros se realizará de forma indirecta y no democrática. Es lo que el franquismo llamará Democracia Orgánica. Nacionalcatolicismo: El Régimen se asienta sobre una visión del mundo muy conservadora, basada en los valores y moral de la Iglesia Católica. Asimismo, se reelabora un discurso ultrapatriótico y muy nacionalista en el que se distorsiona la Historia de España, creándose un relato heroico y mítico del pasado español con gran vocación providencialista (se exalta el papel de España como salvaguarda y punta de lanza mundial de los valores católicos, en contraposición al comunismo y ateísmo internacional). De esta manera se pone de relieve personajes del pasado como el Cid, los Reyes Católicos… Y se resaltan episodios del pasado como la (mal llamada) Reconquista, la conquista de América o los años de hegemonía española durante el reinado de los Austrias Mayores… – Nacionalsindicalismo: El rechazo a la idea de la lucha de clases o a cualquier idea que provenga del socialismo, hace abrazar al régimen la visión del sindicalismo que tenía la Falange (la cual, a su vez, había adaptado del Fascismo
Italiano). Desaparecen los sindicatos obreros, que son sustituidos por los
Sindicatos Verticales, controlados por la Falange, en los que patrones y obreros se inscriben en una misma organización. – Persecución y represión de las opciones políticas contrarias al Régimen: El franquismo no tolerará ni permitirá la pluralidad política. Los partidos y sindicatos serán prohibidos y perseguidos; la oposición al franquismo tendrá que operar en la clandestinidad. Esta persecución y eliminación del rival político será muy dura durante los años inmediatamente posteriores a la Guerra (con numerosas ejecuciones, depuraciones y penas de cárcel) y se irá suavizando durante las siguientes décadas, si bien, no desaparecerá nunca (el Franquismo seguirá condenando y ejecutando a opositores hasta sus últimos días). – Control de la educación y de los medios de comunicación: La censura será aplicada a todos aquellos campos que no se ajusten a la visión conservadora y católica que impera en el régimen. Cabe señalar, no obstante, que ésta se irá relajando a lo largo del periodo, en consonancia con el relativo aperturismo que experimentará el régimen y con la necesidad de mejorar la imagen exterior de la Dictadura.

Las familias del franquismo: Franco se apoyará en unos determinados grupos de poder, comúnmente conocidos como “Familias”, que servirán al Caudillo para modelar política y económicamente el régimen. A lo largo del periodo, estas familias se acercarán o alejarán más del poder en función de las necesidades de la Dictadura. Estas familias son: o El Ejército: Juegan un papel primordial en el triunfo y consolidación del franquismo. Los militares tendrán un papel muy destacado a lo largo de la Dictadura. o La Iglesia: La temprana adhesión de la Iglesia al bando sublevado durante la Guerra Civil, le otorga una posición de privilegio dentro de la Dictadura; a su vez, la Dictadura obtiene de ella una legitimación (el franquismo se define a sí mismo como defensor de la ortodoxia católica frente al comunismo ateo internacional) así como las bases ideológicas y morales sobre los que se asentará el régimen. Muchos de los principales puestos clave de la Dictadura serán cubiertos por numerosos católicos (especialmente durante la década de los 60 cuando el Opus Dei abastezca al régimen de numerosos personajes formados para dirigir el país).

Falange: En sus inicios, la Falange era un partido de corte fascista. Franco lo fusionará con los carlistas, creando la FET y de las JONS, en 1937 y convirtiéndolo en el único partido político de los primeros años del Franquismo. La Falange tendrá gran influencia durante los primeros años de la Dictadura, pero la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial, y la necesidad del régimen de dar otra imagen al exterior, provocará que la Falange sea alejada del poder. Sin embargo mantendrá gran importancia tanto a nivel laboral (nacionalsindicalismo)
, como de herramienta de adoctrinamiento (secciones juveniles y femeninas…)
o Los monárquicos: A pesar de no ser muy numerosos, mantienen buenas relaciones con las élites económicas del país, y participarán activamente en el régimen. Una parte de los monárquicos, no obstante, acabará alejándose del franquismo.

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