Configuración de la España Medieval: Instituciones, Rutas y Sociedades Plurales

El Nacimiento de las Cortes Medievales

En realidad, el rey ocupaba el poder de manera más simbólica que real, pues en la práctica su autoridad estaba muy limitada por la autonomía y los privilegios de la nobleza y el clero. Aun así, ostentaba la máxima autoridad política y judicial. Debido a la creciente complejidad de los estados, se empezaron a crear instituciones y cargos con el fin de apoyar las tareas de gestión y gobierno. De este modo, apareció la Corte, de carácter estamental, formada por las personas más cercanas al monarca, cuya misión principal era el asesoramiento.

A partir del siglo XII, los representantes de las ciudades pudieron entrar también en las reuniones excepcionales de la Corte Real debido a su creciente influencia. Las primeras Cortes se convocaron en el Reino de León en 1188, a raíz de las protestas de las ciudades por la manipulación de la moneda. Surgió así la costumbre de reunirlas periódicamente para aprobar impuestos que financiaran a la Corona, a cambio de que esta escuchara las peticiones de los procuradores.

Las primeras Cortes del Reino de Castilla se convocaron en 1217. A partir de 1230, durante el reinado de Fernando III el Santo, las reuniones de las Cortes de León y Castilla se realizaron simultáneamente en la misma ciudad. Los procuradores acabaron adquiriendo un mayor protagonismo. La monarquía castellana convocaba las Cortes solo en caso de necesidad económica, dotándolas, única y exclusivamente, de un carácter consultivo, sin funciones ejecutivas ni legislativas.

En el caso de la Corona de Aragón, que era una unión de reinos y no de un único estado, el ejercicio del poder se sustentaba en el pactismo. El poder de las Cortes se consolidó en 1283 cuando Pedro III el Grande firmó el Privilegio General, que obligaba a los monarcas a respetar los fueros de cada territorio, a convocar las Cortes periódicamente y a dotarlas de función legislativa. Se crearon cargos e instituciones destinadas al control del gobierno mientras las Cortes no estaban reunidas.

En el Reino de Navarra, las Cortes se reunieron por primera vez en 1253. El monarca navarro debía jurar los fueros, derechos y costumbres del Reino antes de su coronación y debía consultar a las Cortes las decisiones más relevantes.

El Camino de Santiago: Ruta de Fe y Desarrollo

El origen del Camino de Santiago resulta difícil de precisar, debido tanto al carácter legendario de los relatos como a las incertidumbres de la época. La historia fue rápidamente aceptada y divulgada, y consta de tres momentos clave:

  • La muerte y decapitación del apóstol en Judea.
  • El robo y traslado de su cuerpo a Galicia.
  • El descubrimiento del sepulcro por el ermitaño Pelayo en el siglo IX.

El rey ordenó la construcción de una capilla que se convirtió en un lugar de peregrinación y, después de dos iglesias anteriores, finalmente se inició la construcción de la Catedral de Santiago de Compostela en 1075.

Dichas peregrinaciones se fundamentan en la fe y espiritualidad medievales, pero también existían intereses políticos, como el aprovechamiento del descubrimiento de la tumba de Santiago como imagen simbólica y elemento unificador durante el proceso de la Reconquista.

Gracias a la peregrinación, se configuró, casi espontáneamente, un sistema de vías rápidas y seguras, lo que, además, trajo consigo la necesidad de ofrecer servicios y generar puestos de trabajo, resultando en un poderoso factor de dinamización económica. Esto incluyó a los mercaderes atraídos por la gran diversidad de actividades e intercambios.

Entre otros beneficios, destacan:

  • La llegada de nuevas corrientes ideológicas, religiosas y artísticas presentes al otro lado de los Pirineos.
  • La reintroducción en la Península del derecho romano y su concepción del poder.
  • La llegada de las dos grandes reformas religiosas medievales (cluniacense y cisterciense).
  • La introducción de nuevos estilos artísticos, primero el románico y después el gótico.

Una Cultura Plural: Cristianos, Musulmanes y Judíos en la Edad Media Ibérica

Durante la Edad Media, en la Península Ibérica existió una sociedad plural en la que convivían mudéjares (musulmanes que vivían en territorio cristiano), mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán) y judíos, tanto en territorios árabes como cristianos. La coexistencia de estas tres comunidades favoreció el intercambio de conocimientos.

Al principio, apenas existía contacto, pero a partir del siglo XI la situación se volvió más conflictiva y complicada, con un gran peso de la propaganda religiosa en todas las comunidades.

La cultura de los reinos cristianos fue siempre minoritaria, ya que solo la Iglesia la preservaba y transmitía en monasterios como el de Ripoll, mediante la copia y conservación de los clásicos. Desde el siglo XI, el latín fue siendo desplazado por el gallego, leonés, castellano, aragonés y catalán, primero entre la población y luego en la producción literaria (como el Cantar de Mio Cid, siglo XII).

Primero se enseñaba en las escuelas monacales y más tarde surgieron las universidades hacia el siglo XIII. Al-Ándalus estaba mucho más avanzada en términos de conocimiento y cultura que los reinos cristianos en esta época, aunque los centros de traducción del árabe facilitaron el intercambio de conocimientos.

La famosa Escuela de Traductores de Toledo atrajo a eruditos de todo el mundo, y con Alfonso X el Sabio, alcanzó su máxima importancia, convirtiéndose en un centro clave para la traducción de documentos científicos antiguos a las lenguas vernáculas de la época.

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