Conquista organizacion y explotacion de las colonias

Ingleses, franceses y holandeses en América

Introducción

Ingleses, franceses y holandeses se lanzaron al establecimiento de colonias en el continente americano a partir del siglo XVII. Luego de la acción pionera de los reinos de España y Portugal en el siglo anterior; durante la centuria siguiente serán Inglaterra, Francia y Holanda quienes desarrollarán el despliegue colonizador más importante.Dicho despliegue fue fomentado por la pérdida de la capacidad de reacción de los españoles, potencia dominante hasta ese entonces que había iniciado lentamente su decadencia y se encontraba debilitado por las constantes guerras europeas.

Las motivaciones de las conquistas fueron múltiples.  Los promotores de la colonización utilizaron argumentos diversos; en el caso inglés no faltaron argumentos de tipo religiosos apelando al fervor misionero; políticos como el sentimiento antiespañol;  o sociales como la sobrepoblación que sufría Inglaterra. Pese a que estas ideas pueden haber tenido una cuota de influencia; las motivaciones de tipo económico y comercial actuaron como los impulsores esenciales del lanzamiento hacia la conquista imperialista. Mientras que para los ingleses y los franceses las colonias fueron valoradas en tanto proveedoras de las materias primas necesarias y mercados para los productos europeos; en el caso de Holanda la colonización no fue un fin en sí mismo sino que las posesiones americanas fueron bases estratégicas para su papel de transportadores en el comercio marítimo. 

Por lo tanto, el móvil fue sustancialmente económico. Las naciones del norte, debido a la rigidez del  monopolio comercial español,  encontraron como única solución avanzar sobre los territorios no conquistados por los ibéricos. Los escenarios centrales de las incursiones hacia el continente americano serán entonces América del Norte y las Antillas.  

La acción colonizadora más destacada fue desarrollada por los ingleses y los franceses mientras que los holandeses sobresalieron en su papel de comerciantes.  Ya durante el siglo XVI, estas naciones  habían realizado exploraciones e incursiones hacia el continente americano, pero recién durante el siglo XVII se dedicarán al establecimiento de colonias permanentes a través de las compañías por acciones. Para mediados de este siglo, las Coronas  retomaron el control directo de sus posesiones al mismo tiempo que irían estableciendo una política comercial monopólica.  Hacia finales de la centuria; el papel de los holandeses como señores del comercio se iría desvaneciendo en tanto que las colonias francesas e inglesas permanecerían estables con las estructuras de gobierno que persistirían hasta la independencia.

La colonias americanas

Si bien pueden encontrarse puntos de contacto entre las colonizaciones ingleses, franceses y holandeses; las dos primeras  se asemejan en mayor medida. Tanto ingleses como franceses se adentraron en la empresa colonizadora a comienzos del siglo XVII y no se interesaron en la fundación de simples enclaves comerciales como factorías sino que el objetivo fue la fundación de colonias permanentes.  En América del Norte y en las Antillas no encontraron población indígena dócil para utilizar como mano de obra por lo que se trasplantaron comunidades enteras de pobladores de los países europeos que se asentaron como colonos.  El sistema de colonización elegido fue el de las compañías por  acciones de tipo mercantil. Esta forma de colonización indirecta significó que los colonos contaran con un importante margen de autonomía que los gobiernos intentarán recortar con el tiempo.  

Los ingleses para la primera mitad del siglo XVII contaban con tres grupos de colonias: Virginia, Nueva Inglaterra y las islas de las Antillas. En cada una, se destacaba algún producto: en las primeras era el tabaco, en las segundas el pescado, pieles y madera y en las ultimas el cultivo de la caña de azúcar.  Debido a la falta de mano de obra indígena,  la estructura social de las colonias quedó conformada por  grandes propietarios de tierra  y por aquellos emigrantes  denominados criados escriturados que se asentaban a expensas de la compañía o patrones particulares.  En donde se desarrollaron grandes plantaciones lucrativas, como el caso del azúcar en las Barbadas, el trabajo esclavo fue para sus propietarios la solución  a la escasez de mano de obra.

Con respecto al gobierno, pese a las particularidades de cada una de ellas, en general las colonias inglesas mantuvieron una misma estructura interna de gobierno. Las principales autoridades e instituciones eran el gobernador, un consejo ejecutivo y  una asamblea legislativa nombrada por elección.  No obstante, las modalidades fueron variadas: existían colonias como en los primeros tiempos fue Virginia, cuyo  gobierno estaba controlado por la oligarquía de grandes propietarios de la Compañía que elegía a la asamblea colonial- realizaba las leyes y establecía los impuestos coloniales –, en tanto que el  gobernador y el consejo ejecutivo  eran designados por los directores establecidos en Londres. Otro tipo de organización de las colonias inglesas fue la denominada propiedad, una merced real ya en desuso en Inglaterra[2]. De acuerdo con Parry, ésta era una “concesión cuasi-feudal de territorio y jurisdicción a un noble prominente”[3]. En este tipo de colonias, el gobernador era  nombrado por el propietario.
Un último ejemplo a mencionar eran las colonias de carta a las cuales se les otorgaba  una carta real que les permitía a los propietarios de la colonia elegir oficiales y por ende, no había en ellas oficiales designados de manera directa por la monarquía.

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