Consecuencias del tratado de versalles

Causas y contendientes de la Segunda Guerra Mundial

6.1. Las causas del conflicto

Los regíMenes fascista italiano y nazi alemán desarrollaron una política expansionista que aspiraba a engrandecer sus fronteras territoriales y desafiaba al consenso establecido en la Sociedad de Naciones (SDN). Para ello, reforzaron el ejército, impulsaron el militarismo y propiciaron una intensa carrera de armamentos.
En estos países se exaltó el sentimiento nacional humillado por las condiciones impuestas en los tratados de paz y se inició una política exterior agresiva contra los países vencedores que condujo al estallido de un nuevo enfrentamiento armado.

Los proyectos expansionistas de Alemania e Italia encontraron un aliado en Japón.
El gobierno del emperador Hiro Hito impulsó el fortalecimiento del ejército con la aspiración de expandir su influencia en Asía y sustituir a las potencias coloniales europeas (el Reino Unido y Francia). Las semejanzas entre sus proyectos expansionistas y la coincidencia de tener enemigos comunes (Francia, el Reino Unido y la URSS) unieron a Alemania, Italia y Japón en una misma alianza militar.

Los países democráticos no supieron frenar el avance de los regíMenes autoritarios. Estados Unidos llevaba a cabo una política de aislacionismo que la manténía al margen de los problemas mundiales, mientras el Reino Unido y Francia se preo­cupaban prioritariamente por resolver sus propios problemas internos y defendían una política de apaciguamiento, frente a Alemania, para evitar una nueva guerra. Por su lado, la Sociedad de Naciones fue incapaz de propiciar un clima de entente entre sus Estados miembros. Alemania y Japón abandonaron la SDN en 1933 e Italia lo hizo en 1936.

6.2. La marcha hacia la guerra

Desde principios de la década de 1930, los Estados autoritarios impulsaron una serie de agresiones bélicas hacia otros países:

  • Japón ocupó Manchuria en 1931 y, en 1937, inició la invasión de China.

  • Italia invadíó Etiopía en 1935, y también ocupó Albania.

  • Italia y Alemania intervinieron en la Guerra Civil española, facilitando soldados y armamento a los sublevados.

  • En 1936, en contra de lo impuesto en el Tratado de Versalles, Hitler remilitarizó la regíón de Renania.
    Era el primer paso en su proyecto de crear un gran Imperio alemán.

  • En Marzo de 1938, Alemania ocupó militarmente Austria (Anchluss), donde se habían extendido las teorías nazis. Meses más tarde (Septiembre) exigíó a Checoslovaquia la entrega de los Sudetes, territorio poblado por una minoría alemana.

Francia y el Reino Unido convocaron la Conferencia de Múnich (1938) para frenar las aspiraciones alemanas, pero acabaron claudicando ante las promesas de Hitler de detener su expansionismo. Como resultado, Checoslovaquia desaparecíó como Estado:
Bohemia y Moravia se convirtieron en protectorados alemanes y Eslovaquia pasó a ser un Estado satélite alemán.

6.3. Las alianzas y el estallido bélico

La política expansionista de las dictaduras se apoyó en una serie de tratados internacionales de ayuda mutua. En el año 1936, la colaboración de Alemania e Italia en su apoyo a los militares insurrectos de la Guerra Civil española propició la firma de un pacto entre ambos, conocido como el Eje Roma-Berlín.
Ese mismo año, Alemania firmó con Japón el Pacto Antikomintern contra la URSS, al que se adhirió Italia meses más tarde. Y en 1939, Hitler y Mussolini renovaban su alianza política y militar con el nombre de Pacto de Acero.

En 1939, Hitler reclamó a Polonia el llamado corredor de Danzig, unos territorios alemanes que el Tratado de Versalles otorgó a Polonia para darle una salida al mar Báltico. El corredor separaba la Prusia Oriental del resto de Alemania y Hitler mostró su firme decisión de anexionar esta zona al Reich. Frente a la nueva amenaza, Francia y el Reino Unido firmaron un tratado defensivo con Polonia para frenar las aspiraciones alemanas.

Para evitar que la URSS se aliara con el Reino Unido o con Francia y ayudara a Polonia, Hitler firmó con Stalin un tratado secreto, el Pacto Germano-Soviético (1939). Por este tratado, ambos Estados se comprometían a no atacarse mutuamente ni a apoyar a terceros países en conflicto con alguno de los firmantes. Además, Alemania aseguraba a la URSS el dominio sobre Finlandia, los Estados bálticos (Letonia, Lituania y Estonia) y la Besarabia, a la vez que ambos Estados acordaban el reparto de Polonia.

Pactada la neutralidad soviética, en Septiembre de 1939, Alemania invadíó Polonia. Este hecho provocó que Francia y el Reino Unido, en cumplimiento de sus pactos, declarasen la guerra a Alemania. Éste fue el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

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