Crisis de la Restauración y Radicalización Obrera en España

Crisis de la Restauración

Efectos sobre la política tradicional

Tras los problemas políticos de la Semana Trágica y la crisis de los partidos dinásticos, el asesinato del presidente Canalejas llevó a Dato al poder. El vacío dejado por Canalejas en su partido fue ocupado por Álvaro de Figueroa y Torres (Conde de Romanones). Además, dentro del partido liberal progresista había divisiones internas. El ala más progresista fue liderada por Santiago Alba, quien subió al Gobierno como Ministro de Hacienda en 1916, modernizó la economía española y mejoró las infraestructuras gracias a un impuesto extraordinario sobre los beneficios generados por la Primera Guerra Mundial. Este nuevo impuesto generó fuertes tensiones, tanto Maura como Cambó defendían los intereses de los industriales vascos y catalanes. Se retomaba la lucha entre la España atrasada y la industrializada con intereses contrapuestos. Cambó exigió que se hicieran reformas en el sistema y en las políticas del Gobierno.

La Revolución Rusa también tuvo repercusión y se generó la Triple Crisis de la Restauración con 3 problemas principales:

  • Juntas militares de defensa
  • Asamblea de parlamentarios
  • Huelga revolucionaria de 1917

1 Juntas militares de defensa

El primer problema que tuvieron los Gobiernos de la Restauración fue el del ejército. Las reivindicaciones de los militares estaban relacionadas con los problemas internos del ejército. Aparecieron las Juntas de Defensa, también conocidas como el Sindicato de la Espada. Dentro del ejército había varios grupos:

  • Los comandantes de más alta graduación que rodeaban al rey en una corte paralela
  • Los militares del ejército colonial conocidos como africanistas, que eran los que obtenían los ascensos más rápido beneficiándose de los méritos de guerra y además recibían la mayor parte del presupuesto del Ministerio de la Guerra
  • El grueso más importante que vivía en los cuarteles y los conocían como El ejército de Guarnición, eran los que peor vivían. Además, habían cuarteles donde tenían que pagar.

A partir de 1916 los oficiales de baja guarnición del arma de infantería fueron los primeros en protestar. Crearon las primeras Juntas en Barcelona y se extendieron, redactaron muchas proclamas y manifiestos que hacían pensar que los militares estaban dispuestos a apoyar a un movimiento que condujera a un Golpe de Estado. En sus manifiestos criticaban la corrupción, a los políticos y a la falta de estabilidad institucional. El Gobierno encarceló a muchos de ellos y esto radicalizó más a los militares, pero cuando el Gobierno quiso reprimir las revueltas los militares se pusieron al lado del Gobierno en vez del de los obreros. Entonces se hicieron unas reformas que mejoraron el escalafón y los ascensos en función de la antigüedad del cuerpo.

2 Asamblea de parlamentarios

Ante el ambiente de protesta en España, algunos diputados creyeron que era el momento de realizar un cambio en la política cada vez más deteriorada. Creían que había que hacer reformas y no seguir con las Cortes cerradas que impedían el normal funcionamiento del sistema parlamentario. El abanderado de este movimiento fue Cambó, que quería iniciar un proceso de debate y también reformas a la vez que pedía autonomía para Cataluña, lo que provocó el rechazo de Maura. Sin embargo, Cambó propuso una reunión de parlamentarios para valorar la posibilidad de realizar alguna reforma constitucional. Cambó pidió formalmente la reapertura de las Cortes y como no se produjo decidió una asamblea de parlamentarios en Barcelona para el 19/07/1917. El Gobierno lo declaró ilegal. Se constituyó una Asamblea pero fue disuelta.

3 Huelga revolucionaria

El tercer frente que se abrió el Gobierno fue el sindicalista. El cambio en la situación social de los que pasaron del campo a la ciudad provocó la necesidad de afiliarse a alguna entidad que defendiera sus intereses laborales y por eso creció el número de afiliados a la CNT. Los movimientos que se realizaron se convirtieron en conflictos sociales y políticos. En 1916 la CNT y UGT se pusieron de acuerdo en actuar juntos para protestar por el encarecimiento del coste de la vida y en 1917 se hizo efectivo el acuerdo sindical con el apoyo de socialistas y republicanos junto con la protesta de los militares y la creación de la Asamblea. La huelga estalló el 13/8 pero duró poco, tuvo más relevancia en Asturias, País Vasco y Cataluña, la cual fue liderada por el Coronel Márquez, que fue jefe de las juntas de defensa y reprimió con dureza las manifestaciones. En Cataluña, la represión sobre el movimiento obrero empezó con el encarcelamiento de Ángel Pestaña y Salvador Seguí.

Radicalización del obrerismo

La represión por parte del Gobierno provocó que el movimiento obrero se radicalizara más. Los sindicatos se reorganizaron y apareció la Internacional Comunista que conduciría en noviembre de 1921 al nacimiento del Partido Comunista de España. La CNT convocó un congreso cuyo líder fue Salvador Seguí, director de Solidaridad Obrera, y el primer gran acto que organizaron fue la Huelga de la Compañía Eléctrica conocida como la Canadiense.

2 Huelga de la Canadiense

En 1919 empieza la huelga en la empresa eléctrica La Canadiense creada en 1911. Tras la huelga de 1917 la fuerza sindical de la CNT consiguió paralizar a todas las empresas que dependían del suministro eléctrico. Poco después, la huelga se convirtió en una huelga general. Finalmente se consiguieron parte de las mejoras que pidieron los trabajadores y Seguí consiguió que los trabajadores volvieran al trabajo tras aceptar los acuerdos que les ofrecieron. El capitán general de Cataluña, Milans del Bosch, no liberó a los detenidos, se retomó la huelga general y la patronal empezó a amenazar con cerrar las fábricas y los obreros tuvieron que volver a trabajar. La patronal provocó la pérdida de muchos puestos de trabajo.

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