Dictadura de Primo de Rivera en España: Características y Consecuencias

La situación política en los años veinte en España

La situación del sistema político en la España de los años veinte era de una fuerte crisis. La inestabilidad de los gobiernos era constante desde 1917, y el ejército había logrado una gran presencia en la vida pública. Pero sobre esto, existía un clima político muy enrarecido tras el desastre de Annual. El informe encargado desde las Cortes, el llamado “Expediente Picasso”, provocó la oposición del ejército puesto que de él se podían derivar responsabilidades de los mandos militares e incluso llegar a implicar al mismo rey. Este expediente no llegó nunca a las Cortes ya que días antes de discutirse se produjo el golpe de Estado de Primo de Rivera.

El Directorio Militar

Primo de Rivera accedió al gobierno al frente de un Directorio Militar formado por ocho generales y un almirante. No era un gobierno colegiado, sino más bien un órgano asesor, ya que Primo de Rivera concentraba toda la capacidad ejecutiva y la relación directa con el monarca.

  • Suspensión de la Constitución
  • Disolución de las Cortes
  • Cese de los políticos
  • Prohibición de las actividades de los partidos y de los sindicatos

La voluntad regeneracionista de la dictadura

La voluntad regeneracionista de la dictadura se desarrolló en distintos temas: intentó acabar con el caciquismo sustituyendo los gobernadores civiles por personal militar y los Ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por Juntas de vocales integradas por los mayores contribuyentes de cada localidad nombrados por sorteo.

El Directorio Civil

Tras el éxito de Marruecos, el poder del dictador estaba afianzado y a partir de entonces se permitió cambiar un gobierno estrictamente militar por uno civil; esto revelaba la voluntad de permanencia en el poder por parte del dictador, dándole una apariencia de “normalidad” al sistema.

El final de la dictadura y de la monarquía

A partir de 1928 el régimen de Primo de Rivera empezó a resquebrajarse. Las relaciones con el rey se fueron enfriando progresivamente. El apoyo popular con el que Primo de Rivera llegó al poder había desaparecido.

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