El Desarrollo Económico

España necesitaba salir de su aislamiento e integrarse económicamente. Para ello había que romper con la autarquía económica y todo su entramado. El primer paso lo dieron un grupo de ministros que pusieron en marcha el llamado Plan de Estabilización de 1959. Consiguieron frenar la inflación, moderar los precios, frenar los gastos y contener la demanda.

La herramienta principal para conseguir este desarrollo fue la puesta en marcha de los Planes de Desarrollo. Tenían un carácter indicativo, que no obligaba a las empresas privadas a integrarse en ellos, si bien las orientaba y favorecía con ayudas económicas y beneficios fiscales. También contemplaban la creación de los llamados polos de desarrollo y promoción industrial. La industria fue la gran favorecida en los distintos planes de desarrollo, de modo que se cambió de signo en el comercio exterior español. Sin embargo, contrariamente se acentuaron los desequilibrios sectoriales. Este crecimiento económico irregular y desequilibrado operado durante los años sesenta ha recibido el nombre de desarrollismo. Finalmente debemos aclarar que el desarrollo fue facilitado por los siguientes factores:

• La bonanza económica europea e internacional.
• El auge turístico.
• La emigración española a los países de la Europa Occidental.
• Las importantes imposiciones de capital extranjero.

Consecuencias del Desarrollo Económico

Los cambios más significativos producidos por el desarrollo económico fueron los siguientes:

• Un considerable aumento demográfico: El fenómeno se explica gracias al clima de optimismo originado por la bonanza económica y a la mejora de la alimentación y de las condiciones sanitarias.
• Aumento de la población urbana: Se intensificó el flujo migratorio del campo a la ciudad, al mismo tiempo se produjo un importante cambio en la distribución de la población activa. El sector terciario aglutinó la mayor parte de la población trabajadora.
• La sociedad española se modernizó: Mejoró el nivel de vida y los españoles accedieron a los bienes de consumo, también llegaron los aires de los nuevos tiempos y la juventud participó de la rebeldía de su homónima europea en el resurgimiento de los regionalismos y un cambio de actitud de la Iglesia y las juventudes católicas. La mujer participó más intensamente en el mundo de la cultura, se reanudó su dedicación a la literatura y a la universidad.

Evolución Política

El régimen franquista fue incapaz de resolver la alta conflictividad que la nueva sociedad generaba. Surgió un sindicato ajeno al oficial, encabezado por Comisiones Obreras, aumentaron las huelgas y las manifestaciones reivindicativas, creció la agitación estudiantil que reclamaba cambios democráticos y despertaron los nacionalismos catalán y vasco. Por otra parte la Iglesia se desvinculó del régimen y no faltaron las fricciones. El acontecimiento más sonado fue el llamado Contubernio de Múnich, ofrecieron un comunicado en el que se instaba a Franco a tomar medidas que democratizaran el país, que hicieran posible la aceptación política de España en Europa y Franco reaccionó enérgicamente y suspendió el artículo 14 del Fuero de los Españoles referido a la libertad de residencia a la vez que desterraba a algunos de los asistentes al congreso. Ante estos conflictos el régimen no adoptó más que medidas represivas, así con la intención de atenuar la imagen autoritaria del régimen entró en vigor la Ley Orgánica del Estado, especie de constitución que establecía la existencia de un Jefe de Gobierno distinto del Jefe del Estado y aseguraba el carácter legislativo de las Cortes. Otra muestra de los tímidos intentos por liberalizar la política del régimen fue la promulgación de la Ley de Prensa que reducía el rigor de la censura. En 1969 Franco decidió nombrar al Príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor a título de Rey. No obstante estalló el asunto MATESA. El caso originó una importante crisis política que desembocó en la formación del llamado «gobierno monocolor».

Ocaso del Franquismo

Con la pretensión de asegurar la continuidad del régimen en 1973 fue nombrado Presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco, pero en diciembre del mismo año fue asesinado por un comando de ETA. Su sucesor Carlos Arias Navarro inició una tímida apertura que fue llamada la primavera Arias. Se intentó la legalización de las asociaciones políticas y dar la imagen de un cierto pluralismo político aunque sin resultados positivos. La oposición se había fortalecido y desde la legalidad desarrolló una dura crítica a través de la revista Cuadernos de Diálogo, la Iglesia dirigida por el Cardenal Vicente Enrique Tarancón consolidó su alejamiento del régimen. Desde la clandestinidad el Partido Comunista organizado y dirigido por Santiago Carrillo realizó un proceso de desestalinización y de acercamiento a las posturas más democráticas de eurocomunismo. Por su parte el PSOE logró la imposición sobre los grupos exiliados de los grupos del interior. Renovado en sus cuadros dirigentes, el partido adquirió un aspecto de juventud y modernidad. En un intento de formar un frente común contra el régimen, la oposición logró constituir la Junta Democrática. Por parte del régimen para frenar la gran ola terrorista que se estaba sufriendo se publicó la Ley Antiterrorista de 1975, las protestas al régimen alcanzaron un alto grado por lo que las manifestaciones y huelgas abundaron por doquier. El 20 de noviembre de 1975 moría Franco y con él su régimen, dos días después era coronado Rey de España Juan Carlos I de Borbón y Borbón.

El Proceso de Descolonización

España no pudo mantenerse al margen del proceso de descolonización que se había iniciado en el mundo y que alcanzó su punto más álgido en la Conferencia de Bandung en 1955, al sur del protectorado de Marruecos se encontraba el pequeño enclave de Sidi Ifni, las posesiones de Cabo Juby y el extenso territorio del Sahara Español o Río de Oro.

Independencia de Marruecos

La necesidad que tuvo el régimen de Franco de contar con el apoyo del mundo árabe para paliar el aislamiento, ahora bien, la necesidad que tenía Francia de proteger a Argelia le impulsó a conceder la independencia a su protectorado marroquí. El Sultán Mohamed V, en abril de 1965, firmaba en Madrid la declaración de independencia. Franco había aceptado el proceso de independencia de nuestras colonias africanas. Muy pronto comenzó a ser hostigado con el apoyo del ejército regular marroquí por unidades incontroladas de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional. España accedió a firmar en 1969 el Tratado de Retrocesión a Marruecos.