España en el Siglo XVIII

En 1700 murió sin descendencia directa Carlos II, el último monarca de la Casa Austria y surgieron dos candidatos al trono: Felipe d’Anjou (Borbón), nieto de Luis XIV de Francia y de la princesa María Teresa de Austria; y el archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del Emperador de Austria.En el testamento de Carlos II se designaba como sucesor a Felipe d’Anjou, pero esto provocó un conflicto entre Francia, y Gran Bretaña, Holanda, Portugal y Saboyá, partidarias del archiduque Carlos.En España se produjo un enfrentamiento entre la Coronas de Castilla (Felipe d’Anjou) y Aragón (archiduque Carlos). Es un conflicto civil e internacional.La paz entre Francia y los partidarios del archiduque Carlos se firmó en los tratados de Utrecht y Rastadt, por los que Felipe d’Anjou fue nombrado rey de España (Felipe V) a cambio de importantes concesiones. La economía del Antiguo Régimen estaba basada en la agricultura, a la que se dedicaba más del 80% de la población esta era muy poco productiva, y además buena parte de la tierra estaba en manos muertas, así que no podía comprarse ni venderse.La tierra estaba muy mal repartida, y la    inmensa mayoría de la población no podía acceder a la propiedad.La mayor parte del campesinado era arrendatario o jornalero, con muy bajas condiciones de vida y nula capacidad de consumo, lo que afectaba al comercio en general.El mercado interior era sumamente débil,  existiendo además graves problemas de transporte aunque el comercio colonial con América sí logró desarrollarse bastante. La sociedad del Antiguo Régimen era estamental, basada en la desigualdad legal y en el inmovilismo social.Los nobleza y clero eran dueños de la propiedad, no pagaban impuestos, tenían sus propias leyes, y controlaban la Administración. El clero constituía alrededor del 2% de la propiedad, pero poseía más del 40% de la propiedad territorial; la nobleza (5%) poseía extensas propiedades y señoríos, donde administraba justicia. Ambos estamentos vivían de las rentas y de sus cobros.El Estado Llano era muy variado: constituía más del 90% de la población y estaba compuesto por campesinos, burguésía y sectores populares.Estaban sometidos a la desigualdad jurídica, pagaban impuestos y no participaban en las decisiones políticas y en general tenían un nivel de vida muy bajo. Los campesinos continuaban sometidos a un régimen señorial y estaban divididos entre propietarios ,una mayoría de arrendatarios y jornaleros, que trabajaban la tierra de otros y estaban siempre al borde de la subsistencia.Los escasos burgueses, , lograron mejorar su situación a lo largo del siglo XVIII debido a la mejora del comercio, pero seguirán sometidos a la desigualdad jurídica.Felipe V instauró un modelo de absolutismo basado en el que había impuesto su abuelo Luis XIV en Francia durante el Siglo XVII. En el, el poder del rey era prácticamente ilimitado. Gracias a las victorias frente a la Corona de Aragón se fue unificando y reorganizando los diferentes reinos peninsulares mediante los Decretos de Nueva Planta . Con ellos impuso la organización político- administrativa propia de Castilla en esos territorios, con lo que logró unificar y centralizar el sistema, con la excepción de Navarra y País Vasco, territorios que le habían apoyado en la Guerra. Las Cortes y el Consejo de Castilla asumieron los de Aragón, aunque perdieron casi todas sus funciones.Se crearon las Secretarías, se eliminaron los antiguos virreinatos y se crearon demarcaciones provinciales. También se creó la figura del intendente, con amplios poderes y que dependían del rey.Basándose en el derecho de conquista se realizaron reformas fiscales en los territorios de la antigua Corona de Aragón, como el catastro en Cataluña, lo que logró aumentar la recaudación. En los años siguientes se intentó extender a toda España. Los Decretos de Nueva Planta  tuvieron  un  resultado  ambivalente: por una parte lograron racionalizar y uniformizar el sistema político-administrativo y fiscal pero por otro lado generaron una fuerte  oposición, especialmente en Cataluña que aun guardaba rencor a los borbones.La dinastía de los Borbones en España se inició con una importante pérdida de poder e influencia internacional, pero lejos de perjudicar al país esto le benefició, ya que pudo centrar todas sus energías en mejorar la situación en el interior del país.El Tratado de Utrecht prohibía explícitamente la uníón de las   coronas de España y Francia en una misma persona, pero eso no impidió la firma de los “Pactos de Familia” entre las dos ramas de la Familia Borbón primero por Felipe V y más tarde por Carlos III, lo que llevó al enfrentamiento ineludible con Gran Bretaña.Con Fernando VI los esfuerzos se dirigieron a la reconstrucción del ejército y la flota para la administración y explotación de América como el comercio colonial. Se contó con la colaboración de José de Carvajal y el marqués de Ensenada.Con Carlos III España intervino en la Guerra de los Siete Años y en la de Independencia de las colonias norteamericanas, al lado de Francia y frente a Gran Bretaña lo que permitíó recuperar Menorca y otros terrenos.El mayor cambio e       stamental se produjo en la situación de la burguésía que consiguió mejorar su situación económica, gracias al desarrollo del comercio y, y que se vio favorecida por los cambios introducidos por la monarquía en la administración, así como por la Ilustración.Uno de los cambios principales se produjo cuando Carlos III declaró honestas todas las profesiones en 1783. En educación se inició una reforma de los estudios universitarios y de las enseñanzas medias. En el ámbito religioso se puso especial énfasis en reformar el papel y el poder de la Iglesia. Carlos III intentó controlar la Inquisición y frenar algo el poder de la Iglesia. Para llevar a cabo su programa Carlos III contó con una serie de ministros y colaboradores, entre los que cabe destacar a Campomanes, Floridablanca, Aranda, Olavide y Jovellanos.En el terreno económico se establecieron las siguientes medidas: Limitación de los privilegios de la Mesta y apoyo a las medidas de colonización de la Sierra Morena.- Fomento de la libre circulación de productos y mercancías por España, y liberalización progresiva del comercio colonial con América.- Apoyo a la actividad industrial y proteccionismo y reformas fiscales.- Creación de las Sociedades Económicas  de  Amigos   del País.El Siglo XVIII se conoce como El Siglo de las Luces. La Ilustración, de origen francés, tiene confianza en la razón, siendo el conocimiento la base de la felicidad, siendo partidarios de la educación, el progreso, la igualdad jurídica y el derecho a la libertad. Asimismo, se opusieron a la visión inmovilista y a los privilegios del clero. La extensión de la Ilustración en España fue lenta y difícil, debido principalmente a la ausencia de una burguésía poderosa y al enorme peso de la Iglesia.El despotismo ilustrado fue consecuencia de la mezcla entre la Ilustración y el absolutismo monárquico, siendo Carlos III su principal representante en España. Sus reformas provocaron el motín de Esquilache en 1766, pero el rey continuó con su política reformista. El despotismo ilustrado de Carlos III presenta un balance positivo. Se impulsaron reformas de tipo económico, de instrucción pública, de saneamientos de las ciudades y se potenciaron las actividades económicas, científicas y culturales. Sin embargo, todas aquellas medidas que implicaban tocar los intereses de los privilegiados, como la reforma agraria no fueron llevadas a cabo. Reformar tenía como límite el poder del monarca y mantener el Antiguo Régimen, basado en la desigualdad jurídica y en el absolutismo. Tras la muerte de Carlos III y la llegada al trono de su hijo Carlos IV continuó en la senda reformista, pero el estallido de la Revolución francesa frenó estos planes. Carlos IV y gran parte de sus colaboradores observaron con temor los efectos que las ideas ilustradas provocaban en la vecina Francia por lo que se apartó del gobierno a todos los ministros ilustrados y se confió el poder al general Manuel Gogoy.La ejecución de Luis XVI llevó a que España declarara la guerra a Francia p ero las tropas españolas fueron derrotadas.A partir de ese momento, y especialmente tras el ascenso al poder de Napoleón Bonaparte en 1799 la política española vaciló entre el temor a Francia y el intento  de pactar con ella para evitar un enfrentamiento.La Revolución, originada en Francia en 1789, barrería pronto toda Europa, dejando una huella mucho más perdurable y sólida que la de la Ilustración.

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