Fin de la monarquía absoluta en España

2.1 Guerra de la Independencia.
Aunque desde el comienzo de la Revolución Francesa Carlos IV (1788-1808)
había mantenido una actitud antirrevolucionaria, contraria a Francia, en 1796 se produjo
un cambio en la política exterior. Los ataques de la flota inglesa a los barcos españoles
que iban o volvían de América llevaron a Carlos IV a aliarse con Francia en contra de
Gran Bretaña.
Las dificultades del transporte marítimo con América crearon un malestar contra
la política del primer ministro de Carlos IV, Godoy. Cuando Napoleón Bonaparte subíó
al poder en 1799, aprovechó la alianza española para su proyecto de invasión de
Inglaterra, este proyecto quedó frustrado por la derrota hispano-francesa frente a la
escuadra inglesa en la batalla de Trafalgar (1805).
La situación interna de España se agravó a consecuencia del desastre de
Trafalgar y se creó un partido enemigo de Godoy y de su política, dirigido por el
príncipe Fernando, heredero de la Corona. Sin embargo el ministro no vaciló en renovar
la alianza con Francia, firmando con Napoleón el Tratado de Fontainebleau, para
facilitar al ejército francés la ocupación de Portugal, país, que se negaba a realizar el
bloqueo económico que Napoleón había establecido a todos los estados europeos,
prohibíéndoles comerciar con Gran Bretaña. Como consecuencia de este Tratado
entraron en la península soldados franceses que se instalaron en las plazas fuertes de
San Sebastián, Pamplona y Barcelona, y, en camino hacia Portugal en Valladolid, lo que
provocó en toda España un sentimiento antifrancés y en contra de Godoy.
A principios de 1808 se dejaba entrever ya el plan de Napoleón, que era la
ocupación de los tres puertos más importantes de la Península Barcelona, Cádiz y
Lisboa. Godoy propuso el traslado de la familia real a Andalucía, desde donde sería
fácil dirigirse a los territorios americanos. En Marzo de1808 se produjo en Aranjuez un
motín popular, gentes del pueblo asaltaron la residencia del Godoy y obligaron a Carlos
IV a destituirlo. Dos días después, Carlos IV abdicó en su hijo Fernando. Napoleón
supo sacar partido de esta situación: convencíó tanto a Carlos IV como a Fernando VII
para que se reunieran con el Bayona para mantener conversaciones y allí consiguió de
ambos la renuncia al trono en su favor y que permaneciesen en Francia.
Napoleón reuníó en Bayona unas Cortes que reconocieron como rey de España a
su hermano mayor, José Bonaparte, y promulgaron una carta otorgada en la cual se
establecían los derechos individuales. Esta Constitución es el primer texto
constitucional escrito en la historia de España, basada en la Constitución vigente en
Francia, determinaba como gobierno la monarquía hereditaria, con ministros
responsables, un Senado como cuerpo consultivo y unas Cortes con tres estamentos para
votar las contribuciones.
Se conoce como guerra de independencia el levantamiento del ejército y el
pueblo españoles contra la invasión de las tropas napoleónicas a consecuencia del
Tratado de Fontainebleau. En Marzo de 1808 las tropas napoleónicas se habían
establecido en Madrid. En Abril Fernando VII había cruzado la frontera francesa par 2
reunirse con Napoleón en Bayona y el dos de Mayo se produjo en Madrid un
levantamiento popular contra los franceses, que fue inútil debido al gran poderío del
ejército francés.
En las semanas siguientes se organizaron en muchas regiones juntas provinciales
constituidas sobretodo por figuras destacadas de la nobleza y la burguésía para dirigir la
lucha contra los franceses. Para facilitar la acción conjunta de las diversas juntas
provinciales de toda España, éstas se fundieron en la Junta Suprema Central
Gubernativa del Reino, presidida por el conde de Floridablanca y establecida primero en
Aranjuez y luego en Sevilla. Quedó así organizado el gobierno provisional que
representaba a Fernando VII. Al mismo tiempo que se organizaba el gobierno en todo el
país se levantaron guerrillas contra el ejército francés. Además se organizó un ejército
regular que se enfrentó al francés vencíéndolo en Bailén. Como resultado de esta derrota
José Bonaparte tuvo que abandonar Madrid y el ejército francés se replegó hacía el
norte del Ebro. Napoleón decidíó acudir a la Península para terminar con la insurrección
y así en Noviembre de 1808 la Gran Armada derrotó al ejército español y volvíó a
ocupar Madrid y a reponer a su hermano en el trono español.
Poco después se vio obligado a regresar a Francia a causa de las guerras con las
potencias europeas. Tras la marcha de Napoleón sus mariscales consiguieron dominar
oficialmente toda España, pero en realidad no controlaban más que las ciudades y las
grandes rutas, mientras que las zonas rurales se hallaban en manos de los guerrilleros.
La guerra de guerrillas fue el sistema defensivo-ofensivo del campesinado
español. Las partidas de guerrilleros surgían espontáneamente como movimiento del
pueblo, dirigidas por hombres muy expertos en una táctica de conocimiento del terreno
y a la máxima movilidad del mismo. Como respuesta el ejército francés llevaba a cabo
una represión muy dura con la destrucción de los campos a fin de impedir el
abastecimiento a los guerrilleros. A pesar de todo en el país se movían las bandas de
guerrilleros que contaban con la ayuda de la población, Juan Martín Díaz (El
Empecinado), Espoz y Mina y el cura Merino fueron famosos guerrilleros.
La guerra iba a tomar otro carácter por el apoyo inglés a Portugal y la alianza
entre la Junta Suprema e Inglaterra contra Francia. Tropas inglesas colaboraron con los
portugueses en la defensa de Lisboa, y el ejército luso-inglés al que se uníó un ejército
español inició una ofensiva contra los franceses. Esta coalición logró un gran éxito
cuando los aliados vencieron a las tropas francesas en Torres Vedras (Portugal) y los
Arapiles (Salamanca).
Ocupado en la campaña de Rusia Napoleón tuvo que sacar tropas de la
Península. Así los franceses tuvieron que abandonar Andalucía y José Bonaparte salíó
de nuevo de Madrid para atrincherarse en el Norte. La guerra se convirtió entonces en
una gran ofensiva hispano-inglesa en persecución de las tropas francesas que estaban ya
en retirada. Los franceses fueron vencidos en Vitoria y San Marcial y las tropas
hispano-inglesas pusieron sitio a Barcelona que fue evacuada por los franceses al mismo
tiempo que Figueras.
En 1814 las últimas tropas invasoras traspasaron los Pirineos y Wellington
penetró en Francia tras ellas, pero en realidad la guerra había terminado cuando en
Marzo Napoleón había liberado a Fernando VII poco antes de abdicar.
La guerra tuvo duras consecuencias para España:
– elevado número de bajas de los dos bandos
– España sufre un auténtico desastre económico, todos los progresos logrados en el
Siglo XVIII quedaron borrados
– los franceses e ingleses que combatían en país extranjero fueron los responsables de
la destrucción del patrimonio económico y artístico nacional 3
– se abandonó la agricultura, la ganadería y se interrumpíó el comercio con las
colonias americanas
– consecuencias morales de los fusilamientos y ejecuciones
La guerra supuso una ruptura ideológica entre los españoles y el comienzo de un
movimiento revolucionario que acabaría con el Antiguo Régimen
Aparecieron dos grupos ideológicos: los patriotas (que iniciaron un proceso
revolucionario para acabar con el Antiguo Régimen) y los afrancesados (que
colaboraron en el gobierno de José I.
2.2 Las Cortes de Cádiz.
La Junta Suprema Central formada en los primeros meses de la guerra actuó
como gobierno provisional hasta 1810, oponiéndose al gobierno establecido por
Napoleón, en esa fecha ante la ofensiva francesa cae Sevilla pero resiste Cádiz, reunidos
los miembros de la Junta Suprema deciden disolverla. En su lugar los miembros más
conservadores nombran una Junta de Regencia como gobierno provisional que es la que
convocó Cortes en Cádiz.
La elección de diputados no fue la de un régimen liberal, pues la mayoría de las
demarcaciones electorales estaban ocupadas por los franceses. Muchas veces fue la
Junta Provincial la que eligió los diputados tanto en la propia provincia, como en los
exiliados que residían en Cádiz. Esta situación favorecíó que los liberales dominasen en
las Cortes, pues la mayoría de los diputados eran liberales de clase media. Los liberales
lograron imponer sus principios y las Cortes se autoconstituyeron en Asamblea
Nacional Constituyente, asumiendo la soberanía nacional.
La Junta de Regencia quería convocar unas cortes estamentales medievales con
los tres estamentos pero al autoproclamarse Asamblea Nacional Constituyente el voto
era individual, y el estamento bajo tenía más fuerza.
Las Cortes de Cádiz estaban formadas por los representantes de las Juntas
Provinciales, miembros de la nobleza, clero, burguésía, no era un grupo homogéneo en
ellas había distintas ideologías:
– Los Liberales.- Para estos españoles en su mayoría antiguos ilustrados,
intelectuales, comerciantes, industriales, la invalidez de las abdicaciones de Bayona
había dejado vacante la soberanía. El pueblo a través de las juntas de defensa reasume la
“soberanía nacional”. Defienden una constitución de nueva planta que recoja con
lenguaje moderno lo bueno que tenga la revolución francesa. Frente a los jovellanistas
que defienden unas cortes con dos cámaras estos propugnan una cámara que represente
a la Nacíón, independientemente del origen estamental. Tienden a identificar el estado
llano con la Nacíón.
– Jovellanistas.- Se aglutinan en torno a la figura de Jovellanos, al quedar
vacante el trono de su titular legítimo (Fernando VII), las juntas y el pueblo han tomado
una iniciativa que antes era prerrogativa del rey, y ante esa situación era necesaria una
constitución que regulase la vida del estado y los súbditos. Está constitución ya existía
en las viejas costumbres y leyes de los distintos reinos, concretados en dos instituciones,
el rey y las cortes. La soberanía era común a las cortes y al rey. Estas cortes se
organizaban en estamentos: Nobleza, clero y estado llano, deliberando en dos cámaras:
en una nobleza y clero y en otra estado llano.
– Los absolutistas.- Miembros de la nobleza, clero y burguésía terrateniente,
defendían el sistema del antiguo régimen. El pueblo español era en su mayoría
analfabeto, las ideas de constitución, libertad, soberanía popular carecían de sentido
para él. Como dice el profesor Jover el pueblo se enfrentó a los franceses movido por 4
unas ideas vividas por cada individualidad: es natural que el rey mande, que los demás
obedezcan, el rey es por definición justo y bueno, personifica el bien, la defensa del
terruño hollado por gentes extranjeras…Las renuncias en Bayona han sido impuestas
por la fuerza y son inválidas.
La labor de las cortes se concretó en dos aspectos: labor legislativa, serie de
decretos y leyes; y otra la elaboración de la Constitución de 1812. Las labores
legislativas más importantes fueron:
 Abolición de los derechos señoriales.
 Libertad de prensa.
 Abolición de la tortura en los interrogatorios.
 Abolición del Tribunal de la Inquisición.
 Proclamación de la libertad de trabajo (opuesto a los gremios).
 Supresión de los mayorazgos inferiores a tres mil ducados de renta anual.
 Enajenación de bienes de algunas comunidades religiosas.
 Supresión de la prueba de nobleza y de limpieza de sangre para ingresar
en los colegios militares.
Los diputados trataron de organizar el sistema de gobierno. Había mayoría de
diputados liberales, por lo que sus propuestas triunfaban en las votaciones. Los 4
principios básicos sobre los cuales los diputados liberales querían asentar el nuevo
sistema fueron:
1) La proclamación de la soberanía nacional.
2) El establecimiento de una monarquía constitucional parlamentaria.
3) El fin de la sociedad estamental.
4) La declaración de libertades, que implicaba la aparición de liberalismo
económico, lo que abría el camino para la Revolución Industrial.
También se intento iniciar una reforma agraria mediante la expropiación de
bienes de los conventos suprimidos por el gobierno bonapartista, la venta o reparto de
terrenos baldíos y bienes comunales y la limitación de mayorazgos. La Inquisición se
suprimíó y sus bienes fueron adjudicados al Estado.
2.3 La Constitución de 1812.
Propone dar a España un nuevo régimen político. Se inspira en la Constitución
francesa de 1791, pero al mismo tiempo, recoge principios tradicionales como el
declarar la religión católica como única de España.
La constitución proclama que la soberanía está en la nacíón. La monarquía es
hereditaria pero no absoluta los poderes del rey están limitados. Establece el principio
de la división de poderes: legislativo (Cortes), ejecutivo (Rey), judicial (Tribunales). La
representatividad no es por estamentos sino según la población y la división territorial
un diputado por cada 70.000 habitantes, si bien la representación es censitaria, sólo
tienen derecho a elegir o ser elegidos quienes disfruten de una determinada renta anual
de bienes propios.
En resumen sus cuatro puntos básicos fueron:
– soberanía nacional
– división de poderes
– sufragio universal indirecto
– el catolicismo como religión del Estado 5
La Constitución era buena, con rigor intelectual, perfección formal, y dosis de
buen sentido pero estaba concebida para una sociedad de ciudadanos activos, cultural y
económicamente preparados y responsables de sus derechos y deberes. Era un texto
perfecto para una sociedad que no fuera la española. La gran masa del pueblo quería un
rey y la Iglesia y la nobleza, cuyos privilegios se veían lesionados fueron enemigos
acérrimos de la Constitución. Así pues Fernando VII no tuvo problemas para derogar la
labor legislativa de Cádiz y restaurar el absolutismo en 1814. La Constitución tendrá
mucha influencia en los movimientos liberales de Italia y Latino América.

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