Imperio de Napoleón y la Guerra de Independencia de España

Imperio de Napoleón

1804 Napoleón se proclamó emperador:

  • Política interior: destacó la aprobación del código civil.
  • Política exterior: obtuvo numerosas victorias en las guerras contra varios países europeos y se aprobaron constituciones que acabaron con la monarquía absoluta. Finalmente, fue derrotado definitivamente en la batalla de Waterloo.

La principal consecuencia de la Revolución Francesa y el imperio napoleónico fue la crisis y posterior aparición del antiguo régimen:

  • Cambios políticos: se implantaron en Europa otras formas de gobierno como la monarquía constitucional y la república, que sustituyeron a la monarquía absoluta. Se aprobaron constituciones que establecían la soberanía nacional. Los grupos políticos se organizaron para defender los intereses de los ciudadanos y presentarse a las elecciones.
  • Cambios económicos: se decretó la obligación de todos los ciudadanos de contribuir con sus impuestos a los gastos del estado.
  • Cambios sociales: la sociedad estamental desapareció porque no existían privilegios para la nobleza y el clero, y todos los ciudadanos eran iguales ante la ley.

Guerra de Independencia de España y Crisis del Antiguo Régimen

En España, en 1788, Carlos IV inició su reinado. Entre sus ministros destacó Godoy, que apoyó a Napoleón en su lucha contra Gran Bretaña. Los británicos derrotaron a la armada franco-española en la batalla de Trafalgar, que supuso el fin del poder marítimo español. La firma del tratado de Fontainebleau permitió el paso de las tropas francesas a España para ocupar Portugal.

La guerra de independencia comenzó el 2 de mayo de 1808, cuando el pueblo de Madrid se alzó contra los franceses. Durante este periodo, existieron dos gobiernos: uno dirigido por José Bonaparte, que representaba la ocupación francesa, y la Junta Central, que representaba a Fernando VII en las zonas no ocupadas por los franceses. Por primera vez en España, el pueblo elegía a sus representantes. En 1810, la junta fue sustituida por un consejo de Regencia que convocó las Cortes de Cádiz, las cuales aprobaron la primera constitución española y marcaron el triunfo de las ideas ilustradas.

Congreso de Viena y Sistema Político de la Restauración

El Congreso de Viena, convocado en 1814-1815, tuvo como objetivo el reajuste territorial de Europa. En él participaron las principales potencias representadas por sus respectivos embajadores: Austria, Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Francia. España intervino superficialmente como potencia de segundo orden. Se estableció el «legitimismo trono y altar» y se buscó el equilibrio continental a través de la solidaridad entre los estados para neutralizar los movimientos revolucionarios.

Romanticismo y Nacionalismo

El romanticismo se caracterizó por el particularismo del individuo y los pueblos, la búsqueda de la cultura y simbología características, el sentimiento y la intuición. Por otro lado, el nacionalismo se basó en el universalismo de la razón y la admiración de la cultura clásica, con la razón como explicación de la realidad. Ambos movimientos tuvieron un impacto significativo en el siglo XIX.

Ciclos Revolucionarios de los años 20, 30 y 48

En los años 20, los liberales iniciaron levantamientos absolutistas en España, Portugal, Nápoles y Piamonte, lo que llevó a la aceptación de constituciones por parte de los monarcas absolutos. En los años 30, se produjo una revolución en Francia conocida como la Revolución de Julio, que trajo consigo una constitución que reconocía nuevamente la soberanía nacional. En el año 48, se produjo una oleada revolucionaria en Europa que acabó con la Europa de la Restauración. Durante este periodo, surgieron revoluciones democráticas, socialistas y se establecieron imperios. El resto de Europa se vio influenciado por el nacionalismo.

Unificación Nacional de Italia y Alemania

La unificación nacional de Italia se dividió en dos corrientes: la utópica liderada por Mazzini y la pragmática liderada por Piamonte. Se llevaron a cabo guerras austro-piamontesas y se logró la unificación de Venecia y Roma. Por otro lado, la unificación nacional de Alemania se dividió en corrientes utópicas y pragmáticas, con la participación de parlamentos nacionales y el liderazgo de Prusia.

La Segunda Revolución Industrial

La segunda revolución industrial, que tuvo lugar entre 1870 y 1900, se caracterizó por cambios técnicos en diferentes campos que permitieron el aumento de la producción. Este proceso revolucionario se dio en varios países, como Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos y Japón. Además, se produjo un incremento en la emigración y la industrialización se extendió a otros países como Francia y Bélgica. Durante este periodo, las finanzas y los bancos jugaron un papel fundamental en el desarrollo del capitalismo.

Thomas Alva Edison anunció la invención de su primer fonógrafo, y destacaron figuras como Alto Horns, Martins, Rothschild, Schaffhausen, Credit Mobilier y Morgan.

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