La Dictadura de Primo de Rivera en España

Introducción

La ineficacia del sistema monárquico parlamentario hizo que un amplio sector del ejército sugiriera la idea de sustituir a los políticos con un golpe de estado. Este fue el 13 de septiembre de 1923, encabezado por Primo de Rivera. El objetivo era acabar con el sistema liberal y parlamentario de la Restauración y establecer en su lugar una dictadura. El rey Alfonso XIII dio el visto bueno a la nueva situación, nombrando jefe de gobierno al general. Fueron años de conflictos obreros; los sindicatos veían la necesidad de negociación directa entre obreros y patronos. Algunos grupos anarquistas atentaron contra las autoridades. Empresarios y obreros contrataron a pistoleros para asesinar a dirigentes obreros.

Dictadura

Durante el periodo de entreguerras, los sistemas políticos basados en el pluripartidismo, las elecciones libres, la igualdad ante la ley y libertades se hundieron. En Europa, muchos sistemas democráticos se reemplazaron por gobiernos de tipo fascista. Causas del golpe militar: Primo y los sectores que le dieron apoyo defendieron sus acciones como una solución para poner fin a la crisis y al conflicto social del país. Para los golpistas, las razones que justificaban el cambio de situación eran la inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario, el miedo de las clases acomodadas a una revolución social y el descontento del Ejército de África. La decisión de Primo fue evitar que las Cortes exigieran responsabilidades. El 13 de septiembre de 1923, Primo mandó ocupar los servicios telefónicos de Barcelona y leyó un comunicado dando un golpe de estado, prometiendo acabar con el terrorismo y el desorden. Fue pacífico. La dictadura era una solución provisional, fue acogida por la burguesía, la nobleza y el clero, clases que eran partidarias del orden y la seguridad. Las clases obreras estaban divididas y los socialistas aceptaron. Los anarquistas y los comunistas estuvieron en la oposición, también estuvieron en contra los intelectuales.

Directorio Militar

Primo presentaba su gobierno como una solución transitoria que restableciera el orden social en España y la situación militar en Marruecos. Contaba con el soporte del monarca, de una importante parte del ejército, de la burguesía industrial y los sectores conservadores. Las primeras medidas del Directorio Militar fueron la suspensión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de las actividades de los partidos políticos, se disolvieron las Cortes y dejaron de actuar partidos políticos y se censuró la prensa. Toda la vida política fue militarizada. La dictadura duró algo más de seis años, fue en gran medida por sus éxitos iniciales.

Directorio Civil

La creación de la Asamblea Nacional Consultiva vino a demostrar la firme voluntad del general de construir un nuevo estado autoritario y antidemocrático. Primo adoptó enérgicas medidas represivas y declaró el estado de guerra, que significó la suspensión de las libertades constitucionales en todo el país, incluyendo los derechos de expresión y reunión. Primo intentó mantenerse en el poder creando un sistema político nuevo. Se formó un consejo de ministros y una Asamblea Nacional Consultiva con la idea de redactar una constitución, que fracasó. Se prohibió la utilización del catalán y la Mancomunidad en Cataluña.

Política Económica y Social

La dictadura se benefició de la buena coyuntura económica internacional. El régimen puso en marcha un programa de fomento de la economía en el terreno industrial y en las infraestructuras, y fomentó las obras públicas. El gobierno aprobó el decreto de protección de la industria, que prevenía la concesión de ayudas a las empresas en las que no podían competir con el exterior. En el ámbito social, la dictadura puso en marcha un modelo de regulación del trabajo que pretendía eliminar los conflictos laborales mediante la intervención del estado, la integración de los sectores moderados del movimiento obrero y la represión de las organizaciones más radicales.

Oposición

La oposición a la dictadura estuvo integrada por algunos líderes de los partidos dinásticos, los republicanos, los nacionalistas, los comunistas, los anarquistas, sectores del ejército y los intelectuales. Con respecto a los intelectuales, la dictadura impuso la censura y limitó su libertad, provocando protestas. En Cataluña, las medidas tomadas provocaron un notable distanciamiento, y el PSOE cambió su posición y se pronunció a favor de la república.

La Caída

A partir de 1928, se hizo patente la decadencia política del régimen de Primo de Rivera, que se encontraba enfermo. Las conspiraciones sobre el gobierno aumentaron, al igual que la división del ejército. El distanciamiento entre Alfonso y Primo, las dificultades financieras, la actitud de los empresarios y proyectos políticos estaban cada vez más molestos. La creciente oposición a Primo de Rivera se intensificó cuando el rey se convenció de que la dictadura era un peligro para la monarquía, y el rey optó por retirar su confianza al dictador, que acabó dimitiendo y se exilió en París, donde murió. El general Berenguer lo sustituyó con el objetivo de celebrar elecciones, que fue incapaz de hacer, y su sustituto, el almirante Aznar, convocó elecciones, pero municipales. Pero Alfonso se había comprometido con la dictadura y las elecciones eran para elegir a favor o no de la monarquía.

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